Sirvienta/ Iajunus.

El dia esta bastante tranquilo,

Laura y Livia se despertaron tarde era el medio dia antes que que llegara un banquete para ellas solas, fue agradable a Laura comer con esmero su comida mientras movia sus piernitas de un lado a otro, un poco de ternura de la princesa para tranquilizar cualquier duda sobre la batalla.

Fue bueno verla comiendo carne tan vorazmente, y tambien sus rocas de fuego, si alguna de ellas llegara a tocarnos quemarian demasiado incluso por la temperatura es letal si llegara hacercarse a cualquier parte vital de nuestro cuerpo pero en el caso de la princesa es capaz de comerselo con total tranquilidad...las muerde y mastica y suena como las trituran sus dientitos.

Se retiran a bañar por una hora en el baño que es un mar por si solo, estan ahi solas madre e hija, relajandose, ninguna podria estar por mucho tiempo el calor es tan sofocante que una ves se abren esas puertas deberia dejarse un rato enfriando porque en este momento se puede ver como las montañas de nubes salen por las ventilaciones...blanco y màs blanco pero de un calor que realmente podria matar.

Las princesas salen bañadas y sonrientes, es una hermosa imagen, Laura con un vestido negro y la mamà un vestido blanco, le hace ver preciosa.

Laura se queda mirando despues hacia afuera, alrededor de la pared donde esta al menos dos centenas de tropas se han puesto en posiciones defensivas con arcos, flechas, y pistolas en señal de cualquier enemigo, una protecciòn total contra la princesa...a los lados de Laura 4 soldados con escudos paveces de hierro con fragmentos de caparazòn de tortuga gigante por lo que se podria imbuir en magia y triplicar su resistencia por si de lo resistente que eran, son muy pesados, pero tambien muy resistentes, los hombres se encuentran alertas por si tienen que avanzar al frente y cubrir a la princesa todo un sistema de protecciòn para nuestra princesa.

-Mi preciosa hija- la princesa se retira del balcon y apenas se ha alejado, los escudos se mueven evitando cualquier visiòn, todas las cortinas estan cerradas y ahora eso impide que se conoscan los movimietnos de adentro con guardias y guardias que constantemente pasan de un lado a otro.

Las princesas se dirigiden a una representaciòn con la Compañía de las Ninfas, las chicas se visten con armaduras y vestidos muy ajustados y reveladores, al parecer ha pasado tiempo desde que actuaron algo serio, pero en sus rostros hay calma y tambien dedicaciòn tal ves no lo hagan mal.

Cuando en uno de los salones que habian acomodado habia docenas de sillas, muchas nobles y uno que otro chico noble, el resto los habian movilizado alrededor del castillo para que tomaran experiencia dirigiendo hombres y tomando resposabilidades, tambien al ver algunos entre caminar con una sonrisa con unos 4 soldados o algunos nobles de mayor ango hasta una docena, excepto por Hrist la heredera Pferde que dirigia cientos de hombres y a pesar de su apariencia despreocupaba era una excelente organizadora e inteligente chica.

La puesta en escena de la Iliada,les quedo perfecta a pesar de que sus ropajes parecian muy atrevidos, bueno en Mecklemburgo eso es aceptable, lo hicieron perfectamente, las chicas interpretaron a Diomedes, Ulises, Aquiles, Agamenon, Helena, los dioses Olimpicos Zeus, Hera, Poseidon, Ares, Afrodita...etc, a pesar de su excelente trabajo hasta llevarnos en esa gloriosa guerra en Troya, habia 2 cosas que no podrian ocultar sus movimientos eran sensuales y la otra eran guerreras, se podria saber por sus movimiento al representar la batalla de Hector contra Ajax, usaron espadas sin filo pero fue digno de menciòn por la velocidad de sus habilidades, por lo que como grupo de mercenarias entonces eran competentes.

-Es hora de cambio- dijeron chicas entrando reemplazandonos a las que llevabamos desde la mañana entonces esta amaneciendo, al abrir las puertas para permitirnos salir, hace que el ambiente se refresque, por el calor de Laura todo se vuelve un horno, las mercenarias estan bañadas en sudor y en nuestro caso, tambien, incluso las nobles excepto de Laura y Livia totalmente perfectas y sin las debilidades del resto.

-¿Vamos a ver afuera?- todos asentimos caminando hacia el techo, hay gente fumando y otros que estan estirandose de salir de sus misiones, incluso grupos de nobles que se encontraban comiendo y platicando airadamente en unos espacios, incluso jugando cartas, ellos estaban en una parte acomodada como una lona de campaña, asi nosotros estabamos fuera de su vista, por lo que todos podriamos relajarnos.

La guerra afuera no es tan interesante, camino por un rato en las afueras, la representaciòn la estan haciendo muy noche, hoy no ha habido batallas ni nada que haya cambiado, al parecer un noble quiere autonombrarse Regente y al parecer tiene la confianza de ganar.

Me pregunto que clases van a pasar mañana, todas las delegaciones estan encerradas y nadie espera que seamos atacadas pero eso no quiere decir ponerse arrogantes, nunca se sabe si algun loco quiera atacar o sitiar alguna de estas delegaciones.

Ahi esta el sol lentamente va desapareciendo una hermosa puesta en medio de la hora magica, momento donde la noche y el dia se unen por unos segundos, una vista preciosa y tambien no por nada se llama magica.

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Las enfermedades eran inusuales, pero cuando uno se enfermaba los remedios caseros, las plantas medicinas, curanderos sencillos eran suficientes para cumplir un trabajo que ayudara el cuerpo curarse.

Por eso la cantidad de muertos por enfermedadres eran insuales y raras, era màs facil morir por ataques y peleas, en luchas callejeras, e incluso de heridas letales o mortales se era posible sobrevivir, para eso estaba la magia Divina la cual entre sus atributos estaba el poder curar cualquier enfermedad y lo mejor a diferencia de otros atributos magicos que consumian la mente o el cuerpo de su propietario hasta la muerte en ese caso la magia Divina solo detenia temporalmente eran las pocas cosas que una magia venerada por miles y el poder de las diferentes religiones del mundo, no funcionaba.

El caso de Alberto un joven nacido de una sacerdotisa de Hera y de un oficial de bajo rango del Templo de Jupiter, tuvieron un bebè.

La buena noticia en los primeros dias pronto se convirtio en desesperaciòn, el bebè tenia manchas, sus manos y cuerpo eran debiles, su respiraciòn era debil, con el tiempo a pesar de que ella usaba constantemente magia sobre su hijo, esas enfermedades simplemente reaparecian en pocos dias, parecia una madlciòn y se suponia que entre màs Sacerdotes y Sacerdotisas con magia Divina se usaran para esos conjuros de curaciòn, su hijo no se curaba.

Por eso para mantenerlo a salvo y tambien lejos de enfermedades lo mandaron en un pequeño pueblo, donde al parecer el aire limpio, el agua màs limpia, el menor bullicio de la capital y una abuela siempre pendiente de el y usuaria de magia divina ,ex-sacerdotisa.

Lo cuido por años, sus padres lo visitaban siempre, y eran muy cariñosos, pero el verlo tosiendo, escupiendo sangre, incapaz de moverse rompia el corazon de sus padres, mas de su madre que siempre fue gentil y amable, porque su padre una ves tuvieron un hijo y luego una hija se desvivia por ver su sueño en vida, que uno de sus hijos se volviera en un oficial de alta graduaciòn dentro del Templo.

Por eso en los cuentos de su abuela de elegidos de los dioses, se imaginaba que los dioses lo tomaban y escogian para volverse en un poderoso guerrero y se volvia en un glorioso combatiente, recibiendo la atenciòn, la mirada aprobaciòn de su padre, el rostro de satisfacciòn de su madre, la confianza de su hermana y el respeto de su hermano, no queria su rostro de lastima y piedad, ella queria que lo vieran como su abuela, cuando podria levantarse y caminar unos pocos pasos y blandir una espada de madera tenia 18 años pero el se sentia como un guerrero con esa mirada de orgullo de su abuela mientras lo oia decir de sus sueños.

Caminaba con un baston, le dolia su cuerpo ademas de debil, apenas aguantar ciertas comidas, tener todo el tiempo enfecciones, dolores y enfermedades, sus huesos eran fragiles y habia tenido màs dolor que nadie, al sentir que sus huesos se rompian, o sus musculos se desgarraban, todo el dolor se volvio en parte de el, pero el siempre sonreia a a su abuela o a los criados en la casa, siempre sonreia a pesar de que el dolor le consumia.

Habian pasado 2 años, su madre estaba muy ocupada sirviendo como Sacerdotisa Principal del templo de Hera, su padre seguia escalando puestos, su hermano habia convertido en oficial menor en los Templos Olimpicos se le envio a Italia a entrenarse y servirse para ser un oficial en el futuro en Roma.

Por eso la carta de su hermana fue bueno para saber que ocurria con la familia, las leyo con avidez y tambien con envidia, pensar que su hermano regresaria en diciembre para tomar el rango de oficial de guardias en el templo de Poseidon era toda una hazaña, su padre fue oficial de peloton y ahora solo era un oficial de seguridad que controlaba la entrada y salida dentro del recinto que no por nada era demeritorio.

-Ya va a estar la sopa- dijo su abuela con una sonrisa de una mujer que tiene infinita paciencia para velar por su nieto.

-Tu sopa siempre es deliciosa abuela- sonrio...el cuerpo le dolia màs y mas ultimamente pero sonrio a pesar de que en realidad deberia estar en el suelo insconciente, siempre habria sido asi, viviendo con el dolor.

-Ahora regreso- dijo la mujer desapareciendo, el cerro los ojos, se imagino en medio de caulquier batalla sobre un poderoso corcel...hasta que los gritos se volvieorn tan intensos que abrio los ojos para ver que el pueblo ardia, se oian gritos, espadas chocando, pedidos de auxilio, leña quemandose, oyo pasos que subian hacia arriba desesperadamente...

-Abuela que ocurre-trato de levantarse, para encontrar no a su amable abuela un hombre con lanza en mano que le acuchillo el estomago, un dolor màs, pero en realidad era muy menor de lo que penso, aun asi sintio su cuerpo colapsar y luego perdio la visiòn quedandose en una oscuridad total

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El templo de Asclepio era visitado anualmente por miles de personas, gente que estaba moribunda o al borde de la muerte misma, por eso cuando alguien que ya estaba al borde de la muerte misma iba al templo que se encontraba en Guerrero entre sus montañas, ahi la gente entraba en la montaña dedicada en sus catacumbas, y despues de un baño, las personas entraban en silencio en sus catacumbas en la penumbra y el silencio, los màs afortunados serian visitados por el Dios que los curaria inmediatamente y a otros les rebelaria el tratamiento.

Algunos desaparecian bendecidos por su bendiciòn en el palacio de Asclepio, por ese motivo y los cientos de moribundos o muertos, eran arrojados dentro las infinitas grutas y catacumbas que se encontraban en la montaña.

El dios exigia siempre muertos y moribundos en su montaña y asi se cumplia, aunque pocos los que salian de la montaña se levantaban practicamente entre la muerte y la imposibilidad de sobrevivir.

Por eso la cantidad de cadaveres se decia daba fertilidad ahi y alrededor de la montaña y su templo en la falda de la montaña era muy fertil, donde las plantas medicinales màs raras y arboles con frutos magicos nacian y eran utiles para curar enfermedades y eran revitalizadores era un paraiso con algunas precios crueles a entregar.

Por eso cuando la matanza ocrurrio alrededor, el enemigo evito atacar el templo de Esculapio en primera tenia una guardia decente de tropas, la segunda habia sacerdotes y sacerdotisas que curaron a soldados del enemigo ya que era el unico templo con una politica de total neutralidad, y la tercera habia seguidores entre los invasores seguidores del templo de Esculapio por lo que los acolitos y sirvientes pudieron recoger todos los muertos y moribundos en tantos pueblos y ciudades cercano al templo de Esculapio.

Por eso los cadaveres de tantos pueblos se amontonaron al final de la montaña, arrojaron de un carreta atestada de cadaveres a un mar de cadaveres, los màs afortunados que estaban entre la vida o muerte, los dejaban al comienzo de la gruta, antes de cerrar ceremonialmente las puertas con rocas bloqueando todas las luces, asi comenzaba la ceremonia de la Incubatio, tal ves nadie sobreviviria o tal ves algunos cuantos saldrian totalmente sanos.

Asi en el centro de la montaña sonaba una voz que llamaba a todos, todos los que podrian se movian hacia el centro, hipnotizados antes las promesas, asi todos los morbundos se dirigian caminando entre dolores o arrastrandose desapareciendo cerca de las entrada su enguillidos dentro de la oscuridad de la gigantesca montaña.

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Alberto desperto, estaba tan adolorido como toda la vida, su cuerpo apenas le respondia, se levanto todo era una oscuridad total, solo se oian llantos, lamentos y tambien suspiros de personas, no lo comprendia, pero la moverse lo noto, uso sus manos para estudiar a su alrededor, reviso una ves y otra ves.

Se horrizo, estaba sobre una montaña de cadaveres, pero oyo una voz dulce que era indescriptible, avanzo como el resto....paso su mano en su estomago....sentia eran sus tripas afuera siendo arrastradas al moverse, al avanzar oia gritos y pedidos de clemencia se oian que habia depredadores, gente llorando mientras se oia el crujir de los huesos y la carne siendo desgarrada....el se detuvo, sabia por lo que le contaba su abuela sobre las batallas y los peligros una herida en estomgago mataba muy lentamente a un enemigo...entonces por eso seguia vivo, pero cadaves era màs y màs cansado.

Lloro con otras voces y tambien se detuvo a descansar o incluso sentir sus entrañas ser devoradas por ratas que devoraron algunos organos que estaban afuera los alejo, pero cada ves era màs cansado y la eterna oscuridad se volvia cada màs ignomiosa.

Finalmente despues de desfallecerse y sentir que su vida estaba en lo ultimo, vio una pequeña luz, ahi brillaba un rayo de luz, se acerco lentamente no habia estado consciente cuando lo aventaron pensando que estaba muerto pero una ves ahi busco una salida,sus dedos le dolian, tenia llagas, la herida de su estomago y parte de sus intestinos estaban afuera todos negros y llenos de moscas e insectos, ademas de que su piel estaba totalmente negra y las partes cercanas donde estaba la piel en necrosis, dolia demasiado pero el estaba acostumbrado al dolor.

Se encontraba una mujer, un caldero y un arbol...se acerco, para ver que debajo de ella, se encontraba cientos de cadaveres todos pululantes en insectos y tambien olores irrespirables, si pudiera vomitar lo hubiera hecho pero solo sentia los deseos pero el era imposible,

La chica le miro de cabello negro, ojos verdes, piel con pecas, el vestido que llevaba parecia viejo pero al vestirlo ella le daba un toque de una bella pordiosera, estaba toda sucia y parecia que estaba preparando una sopa....se equivoco una sustancia asquerosa y horrible, olia asqueroso.

Al lado de ella el cadaver de un hombre estaba ahi, mientras se pudria en segundos y su carne se volvia negrusca y café, se pudria en segundos, miro con temor retrocediendo como las raices del arbol de atrás, se incrustaban dentro del cadaver, miro al arbol, era terrorifico, infestado de insectos, entre arbol y carne humana, tomando formas siniestras y perturbadoras, emitia baba y muscosidad asquerosa, amarilla, roja verde, de todas las formas que el conocia y que su cuerpo alguna ves habia producido, los frutos eran de diferentes formas y tamaños pero todos estaban igual o peor que el arbol infestados de insectos, de cosas parecidas a pustulas y llagas, sustancias que obviamente estaban infestadas en enfermedad y muerte.

-¿Alberto que has venido a buscar?-

-Una salida-dijo mientras miraba con miedo a la chica que se veia dulce e indefensa.

-Que interesante- dijo mirando-al fin una respuesta digna de mi interes- la chica se quedo mirandolo con interes a todo de el, no solo le miraron a el, miraron todo su pasado, su presente y ella sonrio nada en su futuro-tu debiste morir hace tantos años...por lo que tu no tienes destino..por eso ha pesar de estar siempre al borde de la muerte te levantas-

Se acerco con pasos de hada y graciles, le toco la mejilla mientras lo miraba al frente sus ojos verdes cambiaban en todos los verdes posibles desde verde de un pasto a un verde putrefacto.

-¿Dime Alberto, tus sueños de ser un poderoso guerrero se han esfumado?- camino hacia el arbol...y luego de ver cada fruto temible y terrible, escogio uno-este es el màs maduro, era roja pero igual de fetida y nauseabunda como el resto-puedo curarte - extendio la nauseabunda fruta-o puedo reconstruirte y volverte en algo que no conocera los limites-

El se quedo mirando a la diosa, unas ofertas tentadoras, pero solo de pensar que no podria competir contra su hermano, ademas de que sabia que no tenia magia, ni gran fuerza, ademas nada le decia que al curarse de su debil estado pudiera dar un salto.

-Vuelvete en mi paladin- la miro, y le arrebato la horrible fruta si algo aprendio fue que nunca deberia tomarle sabor a las cosas, por lo que empezo a morder, le fue imposible no solo sabia horrible,,,,sentia esas cosas pulular en su boca, cosas vivas, y tambien los sabores eran mucho peor....quis vomitar cayo al suelo...la saliva cayo de su boca, peor estaba decidido a no ser el mismo, siguio mordiendo y moriendo a grandes bocados, a veces sentia que aquella cosa no bajaba y golpeaba su pecho obligandolo a bajar, se termino de comer toda la fruta, pero el dolor era demasiado.

Cayo al suelo insconciente.

-Es una lastima-dijo la diosa al ver que otro posible paladin moria, desde que habai tomado consciencia intentaba buscar un poderoso heraldo, por eso ordeno que trajeran a los moribundos y los muertos, los muertos para alimetarse y tener material para crear sus nuevas invenciones, nuevas enfermedades, nuevas plagas, nuevas infecciones, nuevas pestes para extender su mano sobre la humanidad, una humanidad que conocia la enfermedad y la muerte unicamente en el campo de batalla, deberia poder extender la enfermedad incluso fuera del campo de batalla, algo que ni los sacerdotes o dioses pudieran enfrentarse.

Regreso para continuar con sus creaciones tenia una paciencia infinita, pensar que en tan solo un dia pudo crear un cuerpo humano, ahora seguia absorviendo tanto poder de tanta putrefacciòn y enfermedad colateral de las heridas del campo de batalla, debia sustentar su poder ahora.

-Ahhhhh- comenzo a convulsionar el joven, sus ojos, oidos, bocas sangraban, su cuerpo se llenaba des pustulas y llagas, comenzando a llenarse de pus de colores, mientras su piel necrotica del estomago se llanaba de insectos, mientras su cuerpo entraba en una completa corrupciòn y putrefacciòn, se oian los huesos despedazarse, la carne volver en una masa de bulbos malolientes e inflamacioens y ella sonrio, para formar algo nuevo se debia destruir algo antiguo.

Estaba tan contenta que comenzo a arrojar frutos en su caldero e incluso vomito sobre ella los miles de sus creaciones fallidas que habian tomado decepcionada se habian revuelto una y otra ves en su estomago tomando formas màs y màs letales y acumulandose tomando formas màs peligrosas , fundiendo todo en su caldero, tanto todos los frutos como parte de si misma, incluso invocando a sus esbirros que devoraban a los hombres con enfermedadres y formas unicas para absorver en sus cuerpos los avento, y revolvio con una sonrisa, estaba creando algo nuevo y temible.

Tambien miro a su acolito que estaba en una transmutaciòn

-Hasta los dioses se doblegaran ante mi Iajunus, Diosa de la enfermedad, la putrafacciòn y la dolencia, todos se postraran-

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