La caida de los dragones (parte 3)
Una mirada desinteresada en la bebida, era realmente el mismo vodka carisimo que le conseguian, miro la bebida mientras la giraba una y otra ves dentro del vaso de hielo creado con su magia la probo volvio a beber finalmente desecho el liquido, "acaso esto es lo mejor" reprimio en ella la furia y luego tomo un vaso de vodka barato algunos le llamaban orina de perro, pero realmente tenia un mejor sabor...se detuvo...gruño animalmente como un animal que pierde una presa ante una molestia.
Se encontraba descansando tranquilamente mientras los mexicanos se mataran, no tenia mucho interes en las peleas domesticas de otra naciòn, pero estaba màs interesada en su comida, su musica, su religiòn incluso de su arte, por lo que como todo dragon de hielo una parte de ella buscaba conservar como el hielo que a pesar de destruirlo todo, tambien conservaba y preservaba.
Alrededor tenia pinturas, figuras hechas de roca representando a los dioses antiguos, tambien diferentes muestras de comidas locales, se encontraba en sus aposentos, pero ahora al parecer iba a tener que salir de ahi.
Se levanto de su sillon con una mirada fastidiada.
Se encontraba semudesnuda en lenceria blanca en realidad era de color dorado pero el hielo generado por ella acumulaba escarcha en cualquier prenda directamente sobre ella y para alguien que dominaba el hielo, el calor o frio le eran insignificantes a menos que llegaran a niveles extremos, la pequeña Laura era tan calurosa que podria sentir calor por primera ves y Laura por primera ves conocia el hielo a pesar de ser opuestos congeniaban por esas diferencias.
-Guardias- ordeno con una voz tajante y ruda
Mujeres soldados entraron por las puertas en complento orden, cabelleras rubias y ojos verdes abundaban con largos abrigos y sombreros de piel de oso.
-Armadura- ordeno la Zmey, rapidamente tenia una docena de chicas alrededor de ella, poniendo diferentes partes de su armadura, sobre el cuello llevaba el gorjal, mientras otras ajustaban las hombres de un lado y de otro, acomodaban el peto que cubriria ahora sus pechos, a diferencia de algunas cuestiones esteticas Vivenka era màs cuerda y no mandaba como alguna smujeres que su peto tomara la forma de sus pechos lo cual era una invitaciòn a saber donde apuñalar, detras a su espalda acomodaban el espaldar y y ajustaban fuertenemente la pancera que protegia el vientre y la barriga, para muchos una herida aquí era una muerte rapida.
Las coderas, brazaletes y guanteles ya estaban, movio las manos para ver que estuvieran perfectos, la falda de la armadura ajustada y ahora las espinillera,s musleras y rodilleras se acomodaban en ella, ahora en segundo de estar semidesnuda, le cubria totalmente su armadura, una combinaciòn de acero de damasco con Runas de dragon de hielo, convritiendo esta armadura en una fortaleza, ademas que solo un dragon podria moverse y actuar con suma facilidad en un campo de batalla con algo que generalmente daba excelente protecciòn pero disminuia la velocidad.
-¿Cual arma desea?-
-Todas- ordeno sus guardias-sirvientas empezaron a acomodar, una espada bastarda a la espalda, navajas y cuchillos entre las piernas atadas con correas, tenia 4 espadas 2 a la izquierda y a la derecha en su cinturon, lanzas màs a su espalda, y ahora una alabarda entre sus manos.
Los soldados afuera a pesar de la calma se habian armado hasta los dientes realmente no esperaban nada ningun ataque pero que su señora comenzara a prepararse para pelear significaba que algo se acercaba.
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-Que extraño- dijo uno de los hombres al sacar su mano de su guante-¿esta haciendo...màs frio?- el suelo y alrededor habian empezadi a congelarse de maneras raras y extrañas, el hielo alrededor de Vivenka era hermoso y cristalino de formas armonicas, de colores blanco, transparente y azul....pero ahora parecia desarreglado, figuras asimetricas, colores oscuros, grises, negros, parecia que quisiera sorberlo todo.
-¿Què es esto?- hombres comenzaron a congelarse rapidamente con ese hielo, muchos comenzaron a gritar y otros salieron corriendo.
Se encontraban en una mansiòn que estaba al lado del lago de texcoco, ahi el hielo se formo en formas y horripilantes maneras, hombres usaron hechizos que provocaron fuego a toda potencia...pero eran llamas que se extinguian rapidamente,
El ruido de un animal salvaje se hizo presente en todo el lugar, los hombres transportaban a heridos o cadaveres, otros estaban en el suelo pidiendo ayuda y otros luchando contra el frio mortal.
-Ahi fuego- ordeno un oficial a sus soldados al ver una cosa negra y oscura que corria hacia el muro, primero disparos que rebotaron en su piel, y luego flechas y flechas que no hicieron nada a la bestia que salto y avanzo por la pared a gran velocidad, saltanto para atrevesar a un grupo de lanceros que se habian preparado para detenerle pero fueron barridos con pura fuerza fisica...esto era una matanza.
Uso un rugido de aire helado que mato a todos los que se encontraron en frente cayendo en pedazos pequeños de hielo negros, su hielo era letal
Siguio avanzando por el pasillo de todo el muro asesinando y matando indiscrimindamente y sin que poder alguno pudiera contenerle.
Soldados se unieron alrededor del patio y apuntaron en multitud, al ser una unidad de elite pudieron impregnar de magia sus flechas y hacer que una lluvia letal cayera sobre la bestia que se detuvo y los miro totalmente indeme.
Emergieron de sus cuerpos unas nuevas garras y patas demoniacas...que empezaron a acumular energia magica en bruto y finalmente con lo que les parecia una sonrisa demente, lanzo el contenido de sus garras contra el grupo.
La explosiòn lanzo una ventisca no solo sino alrededor de las otras mansiones congelando todo el lugar a varios grados centigrados bajo cero.
En el frente de los soldados con una alabarda se encontraba Vivenka Zmey que habia bloqueado el ataque con su mano...y miraba a su adversario con la tranquilidad y frialdad que solo ella podria tener.
-¿Tu eres la existencia que llaman dragon?-
-Asi es- la dragona solamente dejaba a la vista su sonrisa-si no me equivoco, tu eres una existencia que llaman...cadaver-
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Una tonada seguida de otra, sonaron, parecia terrorifico, ominoso, apabullante y como si guardara un secreto en todo ese sonido que se repetia lentamente, un golpe y otro golpe, la vibraciòn sonaba y resonaba en todos lados, aquello no era normalidad...era magia.
Detras de el cientos de soldados enemigos se quedaban lejos....algunos centrandose en invadir ciertas mansiones y otros aguardarse de las flechas ocasionales de otras mansiones para mantener su estatus de "combatientes".
-Que hermoso es la luz del sol, que hermosa es la brisa del viento, que hermoso es el sonar de las aguas...- se sento un hombre anciano mientras golpeaba una campana en sus manos-ojala mis nietos puedan ver esto, nuestro rey cumplira su palabra nuestro pueblo conocera los cielos- dijo en su extraña lengua perdida hacia tanto tiempo atrás, las memoerias y las voces que alguna ves lo habian oido se habiian exintinguido hacia tanto.
Frente a el se encontraba el Rey Naga sentado con una bebida de tè en sus manos y otra que habia dejado frente al anciano.
-Gracias su alteza-dijo mientras hacia una reverencia.
-Por favor no lo necesita, puedo reconocer a un sabio cuando lo veo y en sus ojos se ve la llama del conocimiento-
-Me sonroja su alteza- dijo en perfecto Indu-solo soy un pequeño sabio insignificante, los verdaderos sabios de nuestro pueblo se han extinguido-
-¿En serio?...- el rey bebio la bebida con tranquilidad-hubiera sido un placer hablar con todos ellos y discutir sobre mil y unas cosas, pero seguramente usted es un sabio, el olor a tinta y hojas esta impregnado en usted...es una lastima ese y horrible olor a... sangre-
El anciano bebio con la tranquilidad mientras sus ojos miraban frente a frente a los ojos del rey.
-Puedo escuchar como es su pueblo- dijo el rey
-Claro rey...pero primero, quiero oir sobre su pueblo- la tensiòn se esfumo tan rapido como habia emergido.
Los 2 se sonrieron, las bebidas eran grandes y el mediodia todavia faltaba....pero...La guerra continuaba.
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