Joaquin Murat en aquellos momentos habia reunido al resto de sus comandantes y oficiales, mientras en sus manos contenia una copa de vino y los miraba como su señor que como su oficial superior, y no era casualidad que el hombre fuera uno de los hombres màs egocentricos dentro de la gran Francia bajo los serivcios del Emperador Napoleon,pero su propio narcisismo y sus capacidades no eran las de un hombre que siendo debil encuentra consuelo en imaginarse màs grande que el resto, el amor propio lo demostro mediante sus inmensos talentos y valentia, no por nada incluso herido logro capturar a un Pasha en Egipto y tambien en el famoso 18 Brumario que permito a Napoleon alcanzar el cenit de poder.

El 27 de Abril unos dias atrás habia ordenado de manera tajante a la junta de gobierno que transladaria a Bayona a la reina Etruria Maria Luisa y al infante Francisco de Paula, con aquello esperaba moverse lo suficientemente rapido para cumplir las ordenes del Emperador Napoleon, por el momento no habian existido demasiado conflictos y veia con bastante placer que incluso el ejercito español no se habia movido nada o tratado de detener la incipiente fuerza Francesa.

-Todo esta listo como lo ordene?- miro por la ventana a la ciudad que en aquellos momentos se encontraba en un silencio sepulcral, tal ves un poco de ira en la ciudad por los atropellos de sus soldados, pequeños sacrificios por la libertad de alejar a una dinastia decadente, aquellos españoles deberian de llenar sus caminos de flores y de aceptar con la cabeza baja la nueva epoca que llegaba con ellos, incluyendo la secularizacion de esa odiosa religion Olimpica y a traer el codigo napoleonico, en ves de quejarse de los excesos de su ejercito, ademas deberian estar callados aplastarlos con su pequeña rebelion del 19 deberia haber bastado.

-Si, Monsieur- declaro uno de sus generales-a la reina y al infante se les movera hacia Bayona, en una hora se les transladara-

-Excelente- dijo al momento que tomaba su vino hasta acabarlo, finalmente con este movimiento, España seria anexada como un util aliado a Francia en contra de esa oportunista nacion que ahora se dedicaba a contrabandear sus productos a la europa continental, Inglaterra se veria debilitada cuando finalmente Francia tomara las flotas españolas, y todo el oro de sus colonias, en poco tiempo, verian como se iba pudriendo el poderio de los ingleses, tal ves en un futuro los ejercitos franceses marcharian y tomarian Londres y seria el final de otra dinastia en manos de la revolucion.

Cuando miro a las puertas del palacio, ni siquiera se molesto siquiera en mirar que habitantes se reunian en la puerta, era el momento de su descanso bien merecido.

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Se habia reunido una gran multitud de madrileños frente al palacio, debido al inmenso movimiento de las tropas y se sabia que se querian llevar al Principe, no tardo demasiado en reunirse alrededor de varias docenas de personas, mientras los alrededores se encontraban expectantes, desde las presiones e incluso los insultos de aquellos invasores, se habian mantenido callados, pero finalmente se habia llegado al limite, como se podrian llevar a la unica esperanza de españa, un niño, el heredero, sin duda con la adecuada formacìòn se podria convertir en un gran rey, pero si el tirano que habia engañado a sus nacion con ayuda de Godoy España quedaria sola.

-Que no los llevan- se comenzo a gritar, al ver que se preparaba un carruaje y soldados para salir, quedo innegable que si dejaban que se llevaran a su principe seria para siempre y el tirano podria poner a quien se le antojara su maligna voluntad.

Por lo tanto cuando aparecio ante las ventanas el infante Francisco de Paula, comenzo un mayor entusiasmo dentro de la poblaciòn que empezo a arrojar objetos y tratar de hacer ceder las rejas por la fuerza de sus manos.

-Rapido envien a los granaderos y 2 cañones-ordeno Murat desde el techo, deberia en aquellos momentos de borrar todo intento se sediciòn para mantener el orden, miro con un placer perverso el como los soldados empezaba a formar lineas mientras se preparaban para atacar, una de las grandes ideas de Napoleon sabedor de que quienes portan magia de alto rango eran muy escasos y conforme de iba bajando la cantidad magica mayores eran sus numeros, decidio equipar a sus ejercitos con mosquetes a soldados que incluso no tenian magia pero eran capaces de usar un arma simple y que quitando los riegos de la explosion involutaria de la temible ingita, al usarlos de maneva masiva en las batallas fue capaz de vencer incluso cargas de caballeria con sus cuadros y contra individuos que tenian gran magia, ya que incluso los que tenian gran magia podrian de una apuñalada en el corazon si se descuidaban y era algo que usaba.

Por lo tanto, la siguiente orden de dispararar los cañones con metralla acabo con las primeras filas de los alborotadores, y luego dispararon sus mosquetes que provocaron màs bajas y la huida de aquellos estupidos amotinados.

Miro con cierta placer perverso en la masacre que acaba de ocurrir, pero fue inesperado, gritos de "muerte a los franceses" empezaron a brotar por todos sitios, incluso miro un grupo de soldados franceses que caminaban tranquilamente, antes de ser rodeados y atacados por todos lados, siendo las mujeres principales atacantes con varios hombres, miro a los alrededores mejorando su vision con su magia, los soldados que patrullaban eran atacados y asesinados.

Se volteo con sus oficiales-que todo el ejercito en un movimiento concentrico llegue hasta el palacio, ejecuten a cualquiera con arma blanca o de fuego, o grupos de personas reunidas- se retiro a sus habitaciones, si los madrileños eran tan idiotas para intentar oponerse al progreso, con gusto aplastaria a esos salvajes.

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-Rapido que esos franceses no entren a la ciudad- corrian docenas de hombres y mujeres armados con navajas, uno que otro un azadon o palos, incluso alguien habia robado mosquetes de unos guardias que cayeron ante la multitud sin posibilidad de dar resistencia, el movimiento era general, Madrid se levantaba contra el tirano, en cada soldados caido era como darle una apuñalada a Napoleon mismo, los hombres se preparaban para las batallas y las mujeres se unian con sus maridos, sus hermanos, sus padres, por España, corrieron en masa a las puertas de la ciudad si eran capaces de oponer resistencia, las tropas de la ciudad deberian de poder llegar para repeler el ataque.

Pronto llegaron y las mesas y objetos fueron llevados para oponer resistencia, pero fue demasiado tarde, las primeras unidades franceses empezaron a entrar por la ciudad y los oficiales de aquellas unidades ordenaron rapidamente a los soldados prepararse para disparar, rapidamente intentaron atacar en una carga masiva e incluso unos pocos disparon que lograron tirar a 2 soldados, de la inmensas columnas que se desplegaban, y dispararon, matando a hombres y mujeres por igual mientras que recargaban, los soldados, las otras unidades que entraban empezaban a dispersarse mientras iban haciando un reguero de sangre.

-Muerte a los franceses-

-Muerte el pequeño corso- gritaban los habitantes.

-Mami, mamiiiii despierta tenemos que irnos- grito un niño pequeño que iba con su madre buscando refugio en medio de la refriega y ahora su madre estaba en el suelo inerte, uno de los disparos le habia dado, ahora el pequeño lloraba intentando en vano levantar a su muerta madre, mientras la muerte y la masacre ignoraban a un pequeño que lo habia perdido todo.

-A ver gillipollas- grito un anciano quecreaba bolas de fuego y las lanzaba en un ataque que logro atravesar varias lineas-mueran-

-Al fin alguien divertido- uno de los oficiales usando la bayoneta de su arma corrio mientras usando us magia extendia el lago del filo de su arma mediante agua con la que esquivo los ataques y logro cortar de su enemigo y usando como latigo esa agua mato a ese pequeño contigente.

-A las bayonetas- ordenaron su asalto masivo al ver que los rebeldes se acercaban demasiado, lo que provoco que las fuerzas francesas hicieran retroceder a los habitantes, mientras en las casas se escondian hombres heridos o gente que se arremolinaba intentando huir de la masacre y que solo deseaba no meterse en problemas y no por cobardia, conformismo o por afrancesados, a veces una hija, un padre, un hermano, un amante, un alguien por el cual vivir era suficiente para alejar a la gente de las gestas de la historia, pero no ha todos.

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-Señores- declaro Velarde a los soldados que habia logrado sacar de la guarnicion engañando a sus superiores con la mentira de ir a apoyar a los franceses, solo los traidores se pondrian a dispocisiòn de los españoles-quien quiera quedarse y pelear conmigo con nuestros hermanos es bienvenidos, pero si desean irse, no se los impedire- su voz resono en el grupo de soldados que ninguno hizo signo de buscar la seguridad en la conformidad de sus superiores.

-A paso redoblado-ordeno con impetu y pronto atravesaron, cadaveres, gritos y sollozos, la cruel masacre solo provoco enojo en los soldados que se contolaron ya que si el plan de su señor tenia éxito, podrian devolverla la afrenta.

Con ese deseo avanzaron, mientras atravesaban calles y miraba de lejos las masacres, incluso los mamelucos estaban pisando a la poblaciòn, soldados curtidos, expertos en guerra y entrenados contra una poblaciòn civil, solo hacia hervir la sangre de aquellos patriotas.

Finalmente llegaron a Monteleòn.

-Señor hemos venido a reforzar la seguridad del parque- grito mirando a los soldados franceses.

EL comandante al ver a la treintena y ver el peligro de que las huestes madrileñas fueran capaces de llegar a ellos, acepto con buen agrado el apoyo de las mismas fuerzas españolas.

Los soldados prontamente entraron a pesar de solo ser una treintena contra 80 soldados franceses acontonados en aquel sitio, los españoles rapidamente tomaron posiciones, y Velarde sacando su espada y utilizando su magia de fuego apunto al cuello del oficial frances mientras el resto de los soldados hacia lo mismo.

-O se riden en este momento, o vosotros encontraran la muerte en nuestras manos-

-Siiiii, Muerte a los franceses- comenzaron los gritos de los madrileños que habian intentado ataques al sitio pero fueron repelidos rapidamente, el oficial frances al ver que se encontraban tan desprevenidos, solo le quedo la opcion de capitular.

Mientras los franceses eran amordazados, llego en aquellos momento Luis Daois.

-Pero que ocurre- dijo mirando con desprobaciòn lo que estaba mirando-se nos ordeno no pelear contra los franceses-

-Si no estuvieran matando a nuestros hermanos seguiria esa orden, pero una ves se ha levantado la espada en contra de ellos no tengo motivo de seguir una ley tan absurda-

-Pero las ordenes son claras, ademas en los cuarteles apenas tenemos 5,000 soldados, ellos 40,000 como podriamos enfrentarles-

-Aun si solo fuera yo, con gusto pelearia- declaro Velaverde, su atenciòn fue interrumpida, por los disparos de sus hombres contra unos franceses que iban llegando, pronto mataron a varios que huyeron y la cantidad de madrileños aumentaron pidiendo entrar para armarse y unirse en la pelea, ya que con las navajas, palos, piedras habia sido infructuoso una resistencia seria, incluso con macetas y agujas, todo por detener a esos invasores.

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La mayor resistencia se fue dando en la puerta de Toledo y la puerta del Sol, gracias a los numeros, y a que aniquilaron a los grupos de guardias franceses màs las armas privadas de algunos hombres habian creado improvisados grupos de mosqueteros y fusileros que peleaban con todo, entre aquellos se encontraba un panadero en una de las barricadas Jean disparaba con su arma con determinaciòn a pesar de ver a varios ver morir por su inexperciencia con la ingitita no solo autoinmolandoses o perdiendo sus partes, el continaba con suy labor, a pesar de pelear contra su pueblo no se arrepentia España le habia dado muchas cosas, incluso una hermosa hija que era el motivo de sus sonrisas y que hiciera un excelente pan solo le quedaba ella y cuando su hija se ofrecio a traer màs munciones para seguir la pelear fue una buena expectativa, si le dejaba ir seguro se encontraria màs a salvo que estando ahi, intento alejarla pero su hija valiente incluso habia dispararo varias veces contra el enemigo o recargando las armas de los hombres, grande en gracia era y con ella cerca la moral era fuerte.

-corred- le ordeno su padre que habia agachado la cabeza para recargar, su hija se levanto y se fue agachada evitando los disparos.

-MAMELUCOS-grito un hombre, que lo ultimo que miro su cabeza cercenada y luego màs caballos atravesando, la linea y matando a los hombres, miro a su hija que mateniendo la calma se levanto para correr pero uno de aquellos hombres, apunto su caballo detras de ella, el se levanto, intentando perseguir al enemigo que iba tras su hija.

Pero fue lento, su hija fue atacada por un tajo a su pecho, y la vio caer, loco en su justa ira corrio, sintio algo en su antebrazo, giro y disparo matando al mameluco que intento matarle por la espalda, saco la bayoneta y ataco al mameluco que giro su caballo pero no estaba preparado para su ataque que le perforo el estomago y se abalanzo sobre el acuchillandole repetidamente hasta matarlo, corrio con su hija que tomo entre sus manos y entre sollozos por si acaso la voluntad de Jupiter o de la diosa Vespa se hacia presente, pero no, su hija estaba muerta, una martir màs en una cruel batalla.

Alrededor los Mamelucos corrian y aplastaban todo lo que se encontraba frente a ellos, un dia sangriento que no terminaba.

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La tension entre Velarde y Daoiz fue una discusiòn, fue cuando el comandante de los artilleros se quito su bicornio, y luego dirigio sus manos a su espada desenvainandola, Velarde quedo detenido dispuesto a aceptar la voluntad de este hombre ya fuera amigo o enemigo estaba listo.

-Abrid las puertas, las armas al pueblo!!! No son nuestros hermanos?-los 20 hombres que estaban bajo su mando y se encontraban revisando las munciones y armas cuando habia Velarde se encontraban afuera.

Velarde suspiro sabia que una pelea contra Daoiz seria dificil de ganar en un momento donde necesitaba todas su fuerzas, pero ahora con los patriotas y ellos resistirian hasta el ultimo hombre.

-Muevan esos cañones- ordeno Daoiz rapidamente los artilleros hicieron su parte, los 2 hombres comenzaron a dar ordenes y acomodaron de la mejor manera a los voluntarios, listos para repeler.

Una escuadra de soldados confiados en que no encontrarian enemigos se acercaron para ser repelidos por mosquetazos y como llegaron con caballeria, dispararon los cañones destruyendo el porton matando a los enemigos que solamente pudieron huir, con ese ataque se levantaban como una de las ultimas resistencias en la ciudad, toda la ciudad estaba cayendo bajo los tiros y las bayonetas del ejercito Frances que era implacable.

Para responder el ataque y que el sitio no podria oponer una fuerte resistencia, se llevaron 2 cañones hacia la calle San Fernando, otros 2 hacia Fuencarral y el ultimo hacia la calle de San Pedro Nueva, los ataques fueron màs precisos mientras sus munciones se acababan y resistian los embates del ejercito frances.

Incluso cuando el enemigo estaba a punto de colapsarlos un golpe de suerte se dio con la llegada de un jinete español que venia de la junta de gobierno instando la rendiciòn, cosa que provoco una discusion utilizada por los soldados franceses que avanzaron hasta que finalmente uno de los defensores se puso entre los 2 y comenzo a gritar a favor del Fernando y dispararon a quemarropa contra los franceses a los cuales finalmente lograron derrotar por lo inesperado de su contrataque.

Los recuentos fueron rapidamente, apenas 10 artilleros, apenas unas veintena de soldados y cerca de mas de una docena de voluntarios madrileños que habian logrado resistir con entereza los ataque.

-Matenlos y no dejen nadie, se debe de realizar un ataque por todas las calles- fueron las ordenes de Murat que habia perdido la compostura al saber que no lograban obtener una victoria.

El ataque aparecio de todos lados, los madrileños atacaron con valentia a pesar de que el amargo final estaba cerca.

-Muerte-

-por el Rey Fern.- cayo de un tiro en el rostro, las columnas avanzaban implacables, un tiro de cañon daño bastante el avance de la parte de Fuencarral pero fueron alcanzados por los soldados de elite que habian sido enviados individuos con magia que pronto hicieron añicos a los civiles, pero los pocos militares que tenian habilidades marciales lograron resistir por poco tiempo, de San Padro Nueva los soldados habian colpsado la resistencia.

-Resistan- grito Daoiz que usando su magia de tierra creaba pequeñas barricadascque resistian los ataques de artilleria francesa, una bayoneta le alcanzo por la espalda, giro para contratacar pero una y luego otra y otra bayoneta lo acuchillaron, cayendo al suelo antes que los mismos asesinos lo remataran con varias estocadas.

-Vamos a detener sus avance mis valientes- grito Velarde que se dirigio a la calle de San Pedro para intentar reconstuir una defensa que habia caido, iba valiente con su espada cortando y atacando, se abalanzo a un hombre que le apuntaba si era màs rapido dañaria el arma, apunto su espada contra el mosquete pero un disparo directo a su corazon acabaron con su ultima estrategia y su vida.

Los ultimos hombres pelearon como solo los valientes pueden hacerlo, costandole caro la victoria al enemigo que sangro hasta el ultimo defensor.

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-Que se ejecuten a todos quienes han sido encontrados con armas- declaro Murat con su usual muestra de sadismo-con esto ahora controlaremos al gobierno y tambien que sepa el ejercito Español que nos debe obediencia o sufriran un castigo màs cruel que esos rebeldes de Monteleòn, que esos estupidos españoles que no deben de morder la mano que les da de comer, maten y dejen a la vista los cadaveres como muestra del destino quienes se nos opongan con esto deben de saber quien manda- dijo con satisfacciòn al ver que prisioneros eran llevados hasta la montaña del principe Pio, serian ejecutados hombres y mujeres por esa estupida rebeliòn, con esto finalmente españa se agacharia y se someteria a Francia.

Ahora con el terror que habia provocado en esos estupidos españoles no deberia de costarle nada el haberse ganado la corona de España.

Un suceso como este seria solo el comentario de una pagina de la historia del fin de un reinado.............

......aunque el no sabia que seria el fin del Tirano.

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Villa Mostoles.

Juan Perez de Villamil se quedo consternando y enojado ante lo que escucho de los supervivientes que llegaron a la villa, incluso en su justa ira se habia controlado y no habia explotado pero finalmente habian llegado la gente que llamo urgentemente.

Su rango como Auditor General del Consejo de Almirantazgo y fiscal togado del Consejo de Guerra le conferia no solo rango sino su propia personalidad no era alguien que se agachara como aquellos afrancesados de la capital, sino era de espiritu combativo, miro a Esteban Fernandez de Leon que a pesar de haber llegado a españa siendo ex Intendente del Ejército y Superintendente de todas Rentas en el distrito de la Real Audiencia y Capitanía General de Caracas se mostro màs calmado pero no por eso estaba ofendido por tal suceso.

Andres Torrejon y Simon Hernandez entraron al despacho, sus rostro rebelaban el mismo sentimiento.

-Fracia y su tirano pagaran por esta perfidia-

-Totalmente de acuerdo- respondieron los alcades al unisono.

Villamil golpeo la mesa y setencio palabras que la ultrajada España se encargaria de cumplir-HASTA SU RUINA-