El reemplazo de Sebastian.
El silencio del pasillo hacia las oficinas personales de Sebastian fue interumpida por el caminar de 3 personas, el paso de 3 personas y de 3 personalidades, en el centro se encontraba el lider y general del ejercito Ragnarok con su famoso simbolo Uroboros, una decisiòn interesante para la joven princesa Laura pero no se decia màs, el ejercito personal de la princesa era un ejercito neutral y su unica especializaciòn era el acabar con intentos de asesinato por lo que su habilidad de reaccion a ataques inesperados era rapida y tambien su capacidad de atacar rapido y sistematicamente a los enemigos, Roland era bastante neutral y tambien permitia el conflicto entre las sirvientas con las caballeros porque lo ultimo que necesitaba era hacer enojar a mujeres y habia aprendido por experiencia propia con una esposa civil lo terrorifica que podrian ser las feminas y no necesitaba hacer enojar a mujeres que sabian pelear y usar magia por lo que dejaba que las diferentes facciones dentro de Ragnarok se unieran a su conveniencia.
Al lado estaba Margot con su rostro serio y actitud de rudeza a pesar de haber pertencido a la nobleza alemana de la cual nunca era muy especifica tenia una afinidad por sus compañeras y tambien era ruda, se quedo mirando con un inusualmente rostro de comprension a los 2 con los que iba con Sebastian.
Finalmente en el lado izquierdo de Roland estaba la lider de las sirvientas y tambien guardias y ultima linea de defensa de Laura, que en aquellos momentos se acomodaba su cabello-¿Que?- respondio bruscamente a Margot.
-¿Nada solo tuve curiosidad en como te llamas?- la caballero se mostro inusualmente "amable", y Roland que escuchaba en silencio en realidad disminuyo su velocidad no necesitaba una pelea antes de ver una de las personalidades que màs lo utilizaban y mangoneaban en la personalidad de Sebastian el solo queria pasar tiempo con su esposa y sus hijos, a veces no necesitaba nada de aquella fanfarria y estatus.
-Me llamo Eliza, en honor a la Emperatriz del Imperio Elizabeth- declaro con una inusual respuesta tranquila-cual es tu nombre completo-
-Adalia Margot....- dijo mirando de frente, habia cosas que queria olvidar, pero era un recordatorio de que su familia y ella alguna ves llegaron servir a los Lowen en el pasado una extrañesa y destino de los dioses de la guerra, pero ahi estaba, no era inusual que todas tuvieron como nombres en su primer nombre el nombre de su señore o rey o emperador, era una muestra de respeto nombrar asi a los hijos, por lo que incluso Livia era Elizabeth Livia, pero cuando nombro a Laura la dejo como Laura, lo ultimo que necesitaba era honrar a alguien, en aquellos momentos tenia muchas dudas y ninguna respuesta, solo necesitaba a su preciosa hija-¿porque Laura nunca dice sus nombres?- en realidad era una duda muy grande, se sabia los nombres de las caballeros de Hlin y tambien de los oficiales de ragnarok pero nunca de las sirvientas.
-Fue cuando aprendia a hablar- dijo la peliroja con una sonrisa por el recuerdo
(Tenia esa imagen guardada hace mucho yo solo queria usarla ;3, creditos a quien le corresponda)
-Accidentalmente mientras su madre regresaba de un baño rapido, en aquella epoca no se alejaba de Lau la princesa recito todos nuestros nombres, y Livia escucho, en aquella epoca no miraba a los ojos de su hija, pero con aquello fue màs maternal, al principio no la dejaba porque tenia terror que seria asesinada, pero ahi descubrimos que si amaba a su hija- temblo en escalofrios por recordar aquella joven con ansias de sangre que le hizo temer.
-Desde entonces Lau ha ignorado nuestros nombres- dijo con amargura en su voz la peliroja-Que tal tus hijos Roland-
-Se encuentran bien-en su mirada habia una genuina sonrisa de satisfacciòn, nada como un padre orgulloso de sus hijos-mi hijo ya sabe leer y escribir y mi hija, mi esposa dice que esta creciendo fuerte como una valkiria-
-Por los Dioses de la guerra creceran fuertes- dijo Margot
Se detuvieron frente a la puerta, era bastante estresante estar ante uno de los hombres pocos conocidos y tambien màs temibles de todo el imperio, alguien que habia participado en tantas guerras como Erick Lidwurd y se desconocia su edad, solo sabian que ahi habia estado.
-Ojala las neofitas que recibimos fueran fuertes- dijo Margot con una mala cara
-¿Porque?- Roland ahora intentaba relajarse, generalmente terminaba con el en alguna mision suicida con asesinos y profesionales que casi le mataban en lo que Sebastian con el espiritu militar Mecklemburgiano mataba a los interesantes o fuertes.
-No son capaces de pelear sobre un caballo, se supone que somos caballeros, nuestro talento principal deberia de ser pelear en caballo, pero todas terminan en el suelo tiradas- dijo con un cansacio.
La puerta sono y luego el movimiento de esta abriendose, al parecer una extraña cualidad de Sebastian era que no hacia apariciones inusuales en sus habitaciones, por lo que verlo abrir con una presiciòn milimetrica y luego hiciera un gesto que el dueño del lugar les permitia entrar, hizo a todos entrar con reservas.
-¿Alguna bebida?- dijo mientras caminaba directamente a sentarse, en realidad era màs una cortesia el decirlo que en ofrecer una bebida, se sento y todos miraron al administrador principal de la casa Lidwurd.
-A los principales sucesos que estan ocurriendo y estan por ocurrir dentro del Imperio ha llegado la hora de designar a una mano derecha de Laura Lidwurd- dijo levantandose, los 3 se pusieron nerviosos, el unico motivo para traer a los 3 era para designar a uno de ellos.
"No me interesa, no quieroooooooo, quierooo tiempo libreeeeeee" se decia Roland
"Siiiiiiiiim asi reconoceran mis esfuerzos" la lider peliroja de las sirvientas miro con desden a Margot
"A si perra, ese honor nos merece" respondio con los ojos Margot que pensaba que si tenia oportunidad.
-Les presento a Brunilda- dijo sin interes en los anhelos personales de las personas.
-¿Brunilda?- hincho sus cachetes con una fuerte desaprobaciòn por su nombre-si, haz lo que quieras, llamame como quieras, no me importa- la mujer de cabello morado miro a todos lados, antes que la sed de sangre de Sebastian la hicieron callar-estoy lista para tomar mis deberes- dijo diligentemente.
-Mi nombre es Brunilda a partir de este momento, tomo la administraciòn de las Sirvientas, el ejercito y de las caballeros Hlin, en nombre de Laura Lidwurd hasta que alcanze su mayoria de edad- los miro a los 3 a sus ojos, y no solo en su rostro acobijo desprecio tambien un aire de superioridad sobre ellos-hagan su mejor esfuerzo, solo su mejor esfuerzo del resto me encargo yo-
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