23
Los veía a los tres desde la lejanía.
Los veía posando de diferentes formas. Tú dándole besos en la mejilla a una. Después a la otra. Ellas dos dándote a ti besos en los cachetes.
No sabría decir qué sentí primero. Si rabia o tristeza. Lo único que sé es qué las lágrimas empezaron a humedecer mi rostro. Caían silenciosamente, intentando limpiar todo el dolor.
Lloraba, quizá, porque sabía que seguías sintiendo cosas por ella. Y que siempre lo harías.
No estabas siendo sincero conmigo. Pero, peor que eso, no estabas siendo sincero contigo mismo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top