Las estrellas brillaban hermosas esa noche, relucían divinamente en el gran lienzo negro. El silencio ocupaba casi todo el espacio, viéndose interrumpido por el sonido de un encendedor siendo utilizado para flamear aquel cigarro. Una fugaz nube de humo impidió ver la deslumbrante escena que se alzaba frente a unos oscuros y afilados ojos, los cuales poco a poco se miraban más brillantes e irritados.

Helados dedos sostenían el pequeño portador de tabaco, decorados por múltiples anillos color plata que resaltaban las huesudas falanges del azabache.
Un suspiró volvió a cortar el silencio, acompañado de un jadeo lastimero que intentó ser callado con rapidez, cubriendo los rosaceos labios con su antebrazo.

Cristalinas lágrimas comenzaron a derramarse, mojando las largas pestañas y deslizándose con lentitud por el fino rostro que alguna vez fue la imagen pura de felicidad. Pero, pese a su amarga tristeza, no dejó de observar el cielo, enfocándose en una estrella particularmente, la más brillante, la más preciosa.

Ahí estaba él.

YoonGi dió otra calada al cigarro, teniendo un debate mental y buscando las palabras correctas.

—Sabes... Ya no puedo negarlo —comenzó, carraspeando al oír su voz muy cargada—. Intenté hacerlo, de verdad, me... Me hice creer a mi mismo que estaba bien, ¿Sabes? Pero... no lo estaba, no lo estoy —cerró sus párpados, tratando a la vez de parar el temblor en su labio inferior —. No puedo dejar de verte, cada vez que lo veo... Pienso en ti, y no está bien —al abrir sus ojos, rápidamente buscó la esfera de luz tan conocida—. Es una mierda, es una mierda porque no importa cuánto te piense, cuánto te vea o cuánto te recuerde, ¡No vas a volver! No... No vas a volver —un sollozo escapó de sus resecos belfos.

Aún era muy difícil decirlo en voz alta.

—Sé que debo superarte, lo sé. Pero es tan difícil, Jiminie —habló, sin importarle que tan rotas se oyeran sus palabras—. Es horrible, mi cielo. Es horrible porque no puedo dejar de amarte, y... Y —el llanto lo cortó de lleno—... La verdad no sé si quiero hacerlo —admitió, quedándose en silencio por varios segundos—. A decir verdad suena bastante hipócrita, ¿No? Después de todo me metí con alguien once meses después de que te fuiste —sonrió con acidez—. De hecho, más hipócrita debería sentirme por fingir que amo a una persona para ignorar lo que en realidad sentía, bueno, siento.

Suspiró profundamente antes de dar una nueva calada al cigarrillo, todo en un intento inútil de parar el llanto.

—Jiminie, te extraño demasiado —confesó luego de exhalar el humo, sonriendo con tristeza mientras el rostro de su amado se dibujaba en su mente como tantas otras veces.

Aquellos mechones castaños peinados de forma perfecta, esos ojos mieles que en ocasiones se ocultaban a causa de fuertes carcajadas; las mejillas decoradas por un suave rosa que solía intensificarse con sus piropos; los húmedos y pomposos labios más hermosos que había visto, que formaban la sonrisa que lo había enamorado una y otra vez. Continuando por su maravilloso cuerpo decorado con tinta y algunas perforaciones que le daban un sensual aspecto, el cual chocaba bastante cuando te enfocabas en sus manos; pequeñas y regordetas, pero todavía decoradas por anillos y un pequeño lunar en el meñique. Sí, Park Jimin fue el ángel más hermoso del universo que cualquier ser humano haya conocido jamás.

—Si me vieras llorar seguramente estarías burlandote mientras me abrazas... Estarías secando mis lágrimas con tus pequeños dedos o besando mis mejillas con tal de frenar mi angustia —YoonGi mordió su labio al recordar esos momentos, donde aunque sea por una tonta película Jimin estaría sobre él tratando de borrar cualquier rastro de tristeza, y lo conseguiría con éxito.

Inconscientemente lo comparó con su pareja actual, sabiendo que esté solo le daría unas palmadas y le pasaría una pañuelo para secar sus lágrimas, ignorando la tristeza de él para pasar el mal rato.

Volteó entonces hacia la puerta corrediza que separaba el balcón de la habitación principal, viendo a su compañero de cama dormitando con toda la tranquilidad del mundo.

No, definitivamente no había punto de comparación con Jimin.

Pero es que nadie se comparaba con él, Park Jimin fue el amor de su vida durante nueve años, fue entonces cuando se lo arrebataron de la forma más horrenda.

YoonGi recuerda el último beso que compartieron; Jimin no quería dejarlo ir por lo que se había aferrado a su camisa, repartiendo un camino de besitos en su mandíbula hasta llegar a sus —en ese entonces— húmedos labios.

"—Jiminie, vas a llegar tarde —le advirtió por enésima vez, apretando la cintura ajena en un vago intento de que el castaño se detenga.

—¿El último? —pidió, haciendo un exagerado puchero.

Yoongi había rodado los ojos, mas le dió el beso sin mucho problema, sonriendo cuando al separarse escuchó la melódica risita de su esposo.

Oh, también fue la última vez que sus oídos se deleitaron con aquel bonito sonido.

—Bueno, bueno. Me voy, ¿Si? —dijo luego de quince minutos despidiéndose, tomando sus cosas antes de abrir la puerta—. Nos vemos más tarde, Yoon. Te amo~~ —se despidió.

—Te amo más, nos vemos, Jiminie —respondió casi al instante, escuchando la puerta cerrarse y poco después el auto arrancar.

Quién diría que horas después lamentaría como nunca haberlo dejado ir.

Eran al rededor de las seis de la tarde cuando recibió la peor noticia de su vida; Jimin fue atropellado y estaba muy grave, demasiado.

En ese momento su mundo se fue a la mismísima mierda, sin dejar pasar un segundo salió lo más rápido que pudo al hospital, con los nervios a tope y llamando a los contactos que le eran posibles.

Lamenta como nunca haber llegado y ser recibido con los padres y hermano de Jimin llorando desconsoladamente mientras un doctor se retiraba con pesar.

Había llegado tarde.

Intentó ser lo más rápido que pudo y aún así fue muy tarde.

Sus piernas habían perdido fuerzas y cayó de rodillas al concreto, en total shock.

Le habían arrebatado a la persona más importante de su vida, sin aviso y de la forma más cruel que existía."

A partir de ese día muchas cosas dejaron de importarle, entró en depresión poco después del velorio. No podía soportar el simple pensamiento de no tenerlo nunca más, no poder ver sus bonitas expresiones; sus mohines, sonrisa, la forma tan linda en que arrugaba la nariz, sus besos, abrazos, caricias. Perdió todo, y ya no supo qué hacer. Sin él se sintió vacío, sin él no había nada que lo motive a salir adelante.

Se había alejado de sus amigos por meses, a pesar de que intentaban ayudarlo, no lo lograban.

Hasta que en uno de los tantisimos intentos de Jungkook, lo conoció, y su mente aún herida se aferró cómo nunca a esa persona.

Se parecían físicamente, sí, al inicio Taemin era para Yoongi una copia de Jimin, rubio de ojos claros con bonitos labios, sí... Era, ¡Era como él!

Con el tiempo su cerebro entendió que claramente no era así, tenían cosas parecidas pero en su mayoría era lo contrario a Jimin.

Y a pesar de eso, Yoongi se quedó ahí. Porque sí, quería a Taemin, con el tiempo empezó a quererlo, apreciarlo cómo un verdadera pareja y alguien con quién podía ser íntimo, más allá del sexo.

Pero jamás pudo amarlo, su corazón se había abierto un poquito, pero seguía siendo de Park Jimin.

Y no era justo, claro que no, pero era algo que Yoongi no podía controlar, y tuvo que aprender a vivir con ello.

—Porque a veces lo miro a los ojos, y ahí es donde encuentro un recuerdo de nosotros.


 ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄

 ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄

 ̄ ̄ ̄ ̄ ̄

 ̄ ̄ ̄

K LO K TU KIERE TURRA LOKA KIERE VER GAS O KIERE VER GOTAS perdón

ola 😀

Bueno genteeee, literalmente se me ocurrió esto hace 2 horas y nada acá lo tienen recién salido de mí cerebro atrofiado.

Es la primera vez que escribo algo "triste" así que espero que aunque sea les haya conmovido un poquitititito, sino finjan y lloren de mentira así no me siento mal gracias.

no sé qué más decSE VIENE. JACK IN THE BOX ALJQNQAJJQNLDOQJQ WLISBBQMQPSBWLSOW ARSON MI CANCIÓN LOS DEMÁS SON TODOS PETES bueno nada eso es todo

besitos besitos chau chau

—bae

no olviden dejar su estrellita 😃😠

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top