yo me encuentro en un lugar oscuro, donde la pasión por el dibujo se ha desvanecido como un susurro en el viento. Cada trazo que solía fluir con facilidad ahora se siente como una carga pesada. Hay un vacío en mi corazón que no puedo ignorar, una tristeza profunda que me acompaña en cada intento de crear. Antes, el arte era mi refugio, mi forma de expresar lo que sentía, pero ahora se ha convertido en un recordatorio constante de lo que he perdido.

El lienzo en blanco me observa, impasible, mientras mis manos tiemblan al sostener el lápiz. La alegría que alguna vez sentí al ver una obra cobrar vida se ha transformado en un dolor lacerante. Me pregunto si alguna vez volveré a sentir esa chispa, esa conexión que me hacía sentir completo. Pero hoy, mis ganas se desvanecen, y el deseo de seguir dibujando se ahoga en la tristeza.

Es doloroso admitirlo, pero creo que es hora de dar un paso atrás. Tal vez el arte necesitará un tiempo para sanar, o tal vez yo lo necesite. Por ahora, me despido de los colores y las formas, buscando en la penumbra un poco de luz.

NO QUIERO SEGUIR DIBUJANDO MÁS SIN MI HERMANITA NO QUIERO SEGUIR SIN ELLA