Capítulo 2

La noche se hizo presente y junto con ella el momento que Inista y sus hombres buscaban, el joven Kylian había traído con él a Anna y a Gündoğan, una mensajera y uno de los guardaespaldas de Hansi respectivamente, ambos con la misma misión que Kylian, también irían en la búsqueda de pistas comandada por Inista.

Por otro lado Gavi apenas podía esperar, pese a no estar en su celo estaba ansioso y agitado, el olor que despedía era fuerte y transmitía una intensa preocupación.

—Creo que deberías quedarte, no pareces estar muy bien.—Aurora, una joven que servía en el palacio, mostraba su preocupación.

—No... Voy a ir, debo hacerlo, si no lo hago estoy seguro de que me arrepentiré toda la vida.—Aurora vio su semblante preocupado.

—No se como podría explicarlo, pero hay algo que me está llamando, algo en mi pecho vibra y se retuerce, es doloroso y me llena de tristeza.

Aurora le creyó inmediatamente, ella era una beta, no podía percibir el olor que emanaba de Pablo, pero sabía que no mentía ni exageraba.

Gavi lo recordaba bien, desde hace 5 años atrás su estado de ánimo se había visto terriblemente alterado y la angustia carcomia su pecho, una terrible preocupácion plagaba su mente, sumada a terribles pesadillas todas las noches, había perdido algo valioso y no sabía que era.

Aurora, quien era confidente de Gavi, tenía una teoría, una que jamás le comentaría a Pablo, por su propio bien y es que si lo que ella suponía era verdad, el estado mental de Gavi se vería severamente afectado.

Dicha teoría consistía en que el Alfa destinado para Gavi había sido capturado en alguno de los ataques presuntamente perpetrados por Aymeric, después de todo, el mismo día que Pablo comenzó a tener pesadillas recibieron la noticia de que una aldea cercana había sido atacada y muchos habitantes habían desaparecido.

Viendo a Pablo completamente resuelto a partir en la misión, Aurora solo se limitó a ir en busca de un té de hierbas que pudieran tranquilizar a su amigo y que de esa forma dejase de desprender aquel aroma que pudiese delatarlos.

Ya entrada la noche y a la luz de la luna llena, un pequeño ejército traído por Gündoğan y unas cuantas personas al servicio de Inista se reunían en silencio en los límites de las tierras de Aymeric.

—El señor Hansi a pedido que este asunto sobre Aymeric debe resolverse lo antes posible, para ello Gündoğan ha traído algunos hombres en caso de que sean necesarios, nosotros únicamente conseguiremos las pruebas ¿Entendieron? La misión será sencilla nos dividiremos en pequeños equipos y nos internaremos todo el camino e iremos a la base de la montaña, si encontramos algo sospechoso o que merezca investigación volveremos aquí y le diremos al señor Gündoğan y él enviara a los hombres que trajo ¿Alguna duda?

Todos se quedaron en silencio, la operación era sencilla en apariencia.

—Bien, en cuanto su grupo este formado saldrán a explorar, no lo olviden, solo echaran un vistazo, no van a buscar peleas ¿Bien? Kylian, Pablo, partan por el lado norte por favor.

Inesperadamente Pablo no espero ninguna otra instrucción, apenas Iniesta termino de hablar se dio la vuelta y se apresuró a entrar en el bosque en dirección a la montaña, antorchas no eran necesarias, la brillante luz de la luna llena les ayudaba a pasar inadvertidos.

—¡Espera Gavira, vas muy rapido!—Kylian corría tratando de alcanzarlo.

—Lo siento, lo siento mucho, estoy algo inquieto.—Gavi aminoró la velocidad, pero no sé detuvo.

—Me di cuenta, disculpa si soy insensible pero ¿Acaso Aymeric se llevó a alguien importante para ti?

Gavi en realidad nunca había pensado en ello, solo sabía que tenía que ir a las propiedades de Laporte, pensando que no tenía nada que perder y en vista de que no había ningún peligro cerca, Pablo se decidió a contarle todo a Kylian, el joven le escucho atentamente y Gavi terminó su relato cuando casi llegaban a la base de la enorme montaña.

—Ya veo, siento no saber qué decirte en un momento así.—Kylian se daba una idea de lo que Pablo sentía, pero en realidad no podía decirle nada que le ayudara realmente.

—Esta bien, ni yo mismo se lo que... Alto.—Pablo susurro y señaló al frente, algo parecido a una caravana se movía pocos metros adelante, una hilera de elegantes palanquines se podía ver claramente, a los lados unos cuantos guardias les acompañaban.

—Hay que seguirlos, veamos que hacen aquí.

Los palanquines siguieron su camino hasta un inmenso cráter que más parecía una cantera, pero por los detalles agregados, como escaleras y rústicas gradas, a Gavi le recordó mas al viejo coliseo Romano, ambos jóvenes tuvieron que quedarse en lo más alto del lugar, ya no podían bajar más, por lo que decidieron quedarse a observar.

Poniendo su atención en los palanquines pudieron ver a personas con elegantes atuendos bajando de ellos, Kylian reconoció a algunos, eran nobles que de vez en cuando acudían a ver a Flick.

—¿Deberíamos volver a informar?—Pregunto Kylian.

—Aún es muy pronto, parece sospechoso, pero esperemos un poco más.—Contesto Gavi.

En el fondo de aquel improvisado estadio había varias antorchas siendo encendidas por algunos guardias, por lo que todos podían ver con claridad lo que pasaba ahí, sin embargo no podían oír, para Gavi era cada vez más obvio lo que era ese lugar, las improvisadas gradas, la arena de combate y las puertas por las que seguramente saldrían los objetos de entretenimiento, se lo decían claramente.

De pronto un hombre al que Kylian identificó como Aymeric se paró en el centro de la arena, decía algo, pero ellos no podían escucharlo, hizo una reverencia y con un gesto de sus manos una de las múltiples puertas que habían cerca se abrió, en cuanto Aymeric se apartó, salió a escena un hombre completamente desnudo.

Era un alfa, Gavi podía saberlo por el fuerte aroma que desprendía y que era traído a él por el viento, un joven tal vez un poco más mayor que el, con el cabello negro y alborotado, el corazón de Gavi comenzó a latir vigorosamente, después de tanto buscar, sentía que por fin había encontrado lo que buscaba.

Su momento de felicidad duró muy poco, uno de los guardias que acompañaban a los nobles ingresó en la arena, una encarnizada pelea había comenzado, Pablo vio con horror como aquel Alfa tenía que defenderse del guardia con las manos totalmente desnudas, evadiendo la lanza y tratando de asestar un golpe con sus puños, una pelea injusta, el guardia estaba bien armado y protegido.

Kylian se levantó rápidamente y jaló a Gavi por el brazo.

—Tenemos que irnos, ésto es lo que buscamos, por fin atrapamos a estos malditos.

—No por favor, déjame quedarme, en caso de que algo ocurra, no pierdas tiempo y ve por los soldados.

Pablo no quería moverse, debía estar ahí.

Kylian no pidió ninguna explicación, era un asunto de vida o muerte, por lo que solo asintió con la cabeza y se internó a toda velocidad en el bosque, Pablo rezaba para que Kylian se diera prisa.

Los gritos eufóricos de los espectadores lo devolvieron a la realidad, aquel Alfa tenía al guardia bien sujeto, estaba detrás de él y le aplicaba una llave al cuello la cual con toda seguridad lo mataría.

Aquel pobre diablo, golpeó, pataleo y trato de gritar, pero fue inútil, su oponente lo asfixió sin misericordia, Robert no lo soltó hasta que estuvo seguro de que había muerto, una vez que falleció simplemente tiró al guardia a un lado, tomo su escudo, sus armas y se puso en posición defensiva.

Un sujeto enorme, musculoso y de piel oscura, probablemente otro esclavo, entró corriendo en dirección a Robert, este último embistió también con la lanza en posición, a pesar de que logró herirlo, no fue suficiente para detenerlo, un golpe de su puño fue suficiente para lanzar a Robert varios metros lejos de él.

Mientras veía aquella carnicería Gavi apretaba sus puños en la tierra, totalmente impotente ante aquella escena, quería bajar y ayudarlo, pero eso pondría en riesgo todo, si toda esa escoria se sabía descubierta huirian antes de que Kylian pudiera llegar.

—Deprisa, por favor, Kylian.

—¡Muere!—La voz de aquel Alfa le hizo estremecer, herido y ensangrentado consiguió abatir a su oponente al clavar una roca afilada en su garganta, aquel gigantesco hombre cayó al suelo desangrándose y pese a que Pablo sabía que probablemente aquel hombre no había tenido otra opción más que pelear, se alegró por la victoria del alfa.

Sin embargo, la pelea no había terminado, algunos de los nobles, totalmente eufóricos, habían enviado a un par de guardias más, Gavi se tapó la boca con horror cuando uno de ellos logro herir al alfa en una pierna haciéndolo caer de rodillas, uno de ellos se acercó por el frente y fue directamente por su cabeza, la espada se movió rápidamente, pero Robert fue aún más rápido y logró esquivarla a tiempo.

Débil y herido a Robert no le quedaba más remedio que retroceder, pero a pesar de haber salido de situaciones peores, Robert estaba demasiado cansado, ya no podía soportar más, había perdido la esperanza y simplemente quería descansar.

Sintiéndose como un estúpido por no rendirse desde un principio, levantó la cabeza y vio la luna por última vez, cuando sintió a aquellos hombres acercarse cerró los ojos y esperó su fin.

Pero, el golpe de gracia nunca llegó, un olor dulce y agradable llegó a su nariz y abrió los ojos, la espalda de alguien estaba frente a él y una cabellera castaña se movía ligeramente con el viento, el recién llegado había detenido a su oponente con su propia espada.

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