TWO
GIЯL STAЯK
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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐋
Aria caminaba alegremente por las calles de Queens con el helado en la bolsa que colgaba de sus dedos. Tenía ganas de llegar a casa y tirarse en el sofá con su novio para ver una película y comer ese helado.
Lo habían planeado el martes después de que Peter se enterará de que ella nunca había visto Independence Day y a él le pareció la mayor traición que le habían hecho en su vida. Estaba exagerando, obviamente.
En cuanto llegó la casa se encontraba prácticamente vacía. Tía May les había dejado pasar la tarde a solas a cambio de prometerles que no harían nada indebido. Ella pensó que Pete habría tenido que salir por una urgencia y que no tardaría en volver.
Guardó el helado en congelador de la nevera para que no se derritiera y se puso a preparar todo lo demás. Dejó dos cucharas pequeñas en la mesita auxiliar junto con dos servilletas por si se manchaban.
Cogió la caja de la película de la habitación de Peter y activó el aparato del DVD para introducir el disco en este. No le dio al play, ya que Peter seguía sin aparecer. Se acomodó en el sofá y se entretuvo con el móvil.
Después de varios minutos esperándolo sin ningún indicio de que fuera a aparecer decidió enviarle un mensaje. En este le preguntó dónde se encontraba y si tardaría mucho en aparecer.
Le sorprendió que le contestara a los pocos minutos, pero aún más cuando su respuesta fue afirmativa. No iba a aparecer y por un motivo que le molestó un poco a la chica. Según el mensaje, Peter le había prometido a Ned construir no sé qué mierda de legos.
Frustrada recogió todo lo que había preparado y se tiró sobre la cama. No era la primera vez en esta semana que Peter le había cancelado algún pequeño plan de los pocos que podían hacer con sus dobles vidas. Además de negarle algunas cosas cotidianas como hacer los deberes juntos o dormir abrazados.
El último día que para ella Peter se había comportado normal fue el lunes. Al día siguiente salió de casa rápidamente dejándolo a ella yendo sola a clase, lo que excusó con tener hablar con Ned sobre una película de Star Wars.
Harta de no saber qué hacer sacó el teléfono y llamó a la primera persona que se le pasó por la cabeza. Cruzando los dedos de la mano izquierda le dio a llamar y se colocó el móvil en la oreja. Dio un par de pitidos antes de que la llamada fuera aceptada, lo que le alegró.
-Aria, cariño, como me alegra que me llames- contestó la mujer que era como una madre para ella.
-Hola, Pepper. ¿Cómo estás?
-Un tanto ocupada pero bien. ¿Y tú?
-Bien, aburrida, y siento molestarte entre todo tus recados. Seguro que estás en Stark Industries y yo te he interrumpido.
-Oh, no, no estoy en la empresa. Estoy en casa encargándome de algunos preparativos para la boda - Aria no pudo evitar sonreír.
-Aún no me creo que os vayáis a casar, lo deseaba tanto desde pequeña- Pepper también sonrió.
-¿Quieres ayudarme a preparar algunas cosas?
-¿En serio?- se incorporó de golpe en la cama.
-Claro, me harías un gran favor, además de que necesito una opinión femenina y que entienda a Tony a la vez. Y aparte de mí solo hay una persona capaz de eso. Tú.
-Me encantaría. Estoy aburrida y eso es algo increíble.
-Genial, pues ahora envío un coche a buscarte, ¿vale?
-Sí.
-Pues ahora nos vemos- se despidió la mujer.
-Hasta ahora.
Dicho eso colgó la llamada y tiró el teléfono a la cama antes de ir al baño a lavarse los diente entre otras cosas. Regresó a su habitación y guardó en una mochila vacía su portátil junto con el cable de este por si se quedaba sin batería.
Cuando la tuvo lista agarró el móvil de la cama y se encaminó a la puerta. Cogió las llaves antes de disponerse a bajar. En cuanto salió de la puerta del portal se sentó en los escalones de la entrada.
Un coche negro no tardó mucho más tiempo en aparecer delante del edificio. La chica se puso en pie y miró a ambos lados de la calle con una mínima esperanza en que Peter apareciera. Pero no ocurrió. Decepcionada se acercó al coche.
-¿Alguien ha pedido un coche?- preguntó Happy al bajar la ventanilla de copiloto.
-Sí, yo- contestó Aria mientras se subía al coche un poco más animada.
-¿Cómo estás?
-Bien- dijo poco convencida.
-Eso no ha sonado muy convincente.
-Peter está muy raro.
-Ufff, cosas de adolescentes- rodó los ojos.
-Tú has sido quien ha preguntado.
-No debí hacerlo.
-Pues ahora me vas a tener que escuchar- se acomodó en el asiento.- El lunes estaba bien, se comportaba como el Peter y Spidey de siempre, y me trataba igual. Cambió al día siguiente cuando ni siquiera me espero para ir juntos a clase como siempre. Desde entonces está más distante y seco.
-A lo mejor es una fase arácnida.
-¿Fase arácnida?- frunció el ceño.
-Puede que las arañas pasen por una fase que las hace más ariscas de lo que ya son. Pues puede que Peter al haberle picado una también tenga esa fase.
-No sé si las arañas tienen esa fase. Y aunque fuera así no creo que lo de Pete sea posible- hago una mueca pensativa.
-Yo tampoco pensé que Thor era real, sino que era solo un mito, y ahora míralo.
-Touché.
Solo tardaron unos minutos más en llegar a casa de Tony y Pepper donde se encontraba esta última esperándola en la puerta. Se despidió de Happy antes de abandonar el coche y dirigirse a la mujer.
-Cariño- Pepper acogió a la chica entre sus brazos.- Qué alta y mayor estás.
-Lo de mayor no te lo niego, pero lo de alta sí, yo ya no crezco más.
-No digas tonterías, sí que has crecido- Aria puso los ojos en blanco con una sonrisa.- Anda, vamos a dentro que hay muchas cosas que mirar.
-¿Está mi tío?- preguntó buscándolo con la mirada una vez dentro de la estancia.
-No, ha tenido que salir por unos temas sobre Stark Industries, pero no creo que tarde mucho. Siéntate- le dijo la mujer mientras se sentaba.
En frente de ambas, sobre la mesa, se encontraban varias fotos de diversas cosas junto a precios, nombres de lugares e informes sobre temas relacionados.
-Veo que tienes varias opciones.
-Demasiadas para mi gusto, pero eso es culpa de Tony que no está de acuerdo con lo que elijo.
-A ver si adivino: te dice que elijas lo que quieras, que le gustara si a ti te gusta, pero después se niega rotundamente en cuanto no es de su agrado.
-Como se nota que eres su sobrina.
-Aunque tú lo conoces de más tiempo yo he convivido en la misma casa que él más años.
-Entender y asistir a tu tío siempre ha sido una de las mayores dificultades de mi vida, igual que controlarte a ti.
-¡Oye! No me compares, Tony es peor.
-No te lo voy a negar- ambas soltamos una risa.- Mejor comencemos con todo esto, hay mucho que elegir.
-Bien, ¿por dónde comenzamos?- preguntó mientras sacaba su portátil.
-Por el lugar.
-¿Aún no tenéis lugar?- preguntó Aria asombrada.
-Tu tío quiere celebrar la boda cerca de una hamburguesería para después celebrar el convite en esta- la chica rodó los ojos.
-Es un caso perdido. ¿Qué quieres tú?
-Me gustaría un lugar natural, con mucha vegetación.
-A ver qué sitios tenéis seleccionados y vemos cuál es mejor. Si eso después hablamos con Tony para convencerlo y si no lo sobornamos con que su menú contenga Cheeseburger.
-Me parece buena idea.
Pepper le muestra los diversos lugares que había seleccionado junto con su futuro marido. Algunos eran preciosos y otros eran muy simples y poco bonitos, esos eran justo los que estaban cerca de una hamburguesería.
Después de observar todos y cada uno de los lugares, seleccionan los tres lugares que más les había gustado. En cuanto esos lo tuvieron elegidos pasaron a las demás cosas: flores, restaurante, sillas, manteles...
-¿Y cómo van las cosas con Peter?- le preguntó Pepper mientras ordenaban un par de papeles.
La brillante sonrisa que Aria había mantenido durante todo el tiempo se transformó en una cerrada que acabó convirtiéndose en una mueca.
-Uy, esa cara.
-No, es que...- hizo una pausa para buscar bien las palabras.- Últimamente está raro y distante.
-A lo mejor está estresado con las clases y lo de Spider-Man.
-No, si así fuera su comportamiento sería igual con todos y solo lo es conmigo. Comenzó a comportarse distante y seco a partir del martes, el lunes estaba normal. ¿Te puedes creer que se fue a clase dejándome a mí sola? Ni siquiera cuando éramos amigos me hizo eso. Bueno a lo mejor una o dos veces, pero después se comportaba normal, ahora no. Y encima se ha estado comportando muy lejano a mí el resto de la semana.
-Cariño, puede que ya lo sepas, pero te lo voy a decir igualmente. Los hombres a veces pueden llegar a ser más complicados que las mujeres.
-Peter y Tony seguro- Aria hizo una mueca de disgusto que provocó una risa en la mujer.- Mejor centrémonos en seguir planeando cosas de la boda. ¿Qué toca ahora?
-El altar.
No estaban eligiendo cosas definitivamente, ya que eso era responsabilidad solo de Pepper y Tony por lo que se centraban en reducir las opciones para que después se les hiciera más fácil.
-A mí me encantaría una boda en un pequeño bosque. Sillas de madera y el altar envuelto en enredaderas- fantaseó Aria.- Con el convite en una zona rodeada de árboles e iluminada con guirnaldas de bombillas pequeñas o por velas- soltó un suspiro.
-Eres demasiado joven para tener todo planeado- comentó una voz masculina a su espalda haciendo que se girara.- Olvídate de eso.
-Tony déjala, soñar es gratis.
-Mientras no lo transforme en realidad me parece bien- le removió el pelo a su sobrina.
-Lo del pelo era gracioso cuando tenía nueve años, ahora ya no lo es- dijo la chica mientras se peinaba.- Estate tranquilo, no me quiero casar ahora. Y no creo que Peter este por la labor- murmuró lo último.
-Problemas en Spider-City.
-Ja, ja, muy gracioso- ironizó Aria mientras rodaba los ojos.- No hay ningún problema y en el caso de que hubiera no lo contaría y menos a ti.
-¿Por qué?- preguntó el hombre sentándose al lado de su sobrina.- Con una simple palabra podría hacer que lo trajeran aquí y ya me encargaría yo mismo de que se enterara de como debe tratarte.
-¡Lo ves! Por eso mismo no quiero hablar contigo de esto. Los problemas que tenemos Peter y yo es entre nosotros.
-O sea que sí hay problemas.
Mierda- pensó la joven al darse cuenta de que había hablado más de lo debido.
-Vale, sí hay problemas con Peter pero como en todas las parejas.
-Eso no es verdad, Pepper y yo nunca tenemos problemas- Pepper bufó ante su comentario haciendo que Tony la mirase con el ceño fruncido.
-Noo, para nada. Es por eso que nos estamos dejando la cabeza aquí para encontrar un lugar que te pueda gustar acorde con lo que ella quiere y que tú tengas tus dichosas Cheeseburgers.
-No es lo mismo. Eso es un desacuerdo no un problema de pareja- puntualizó.
-Puede que esto no lo sea, pero los que hemos tenido durante todos los años que he trabajado para ti sí- contraatacó Pepper.
-¿Tú de qué lado estás? ¿Acaso no quieres que nos hable de lo de Peter?- le preguntó en susurro como si la joven no pudiera escucharlo.
-Primero, te puede escuchar. Segundo, estoy de su lado claramente. Y tercero, a mí ya me lo ha contado.
-¿Qué?- Tony miró a su sobrina, sorprendido.- ¿Y a mí no?- se llevó una mano al pecho.- Me duele tu traición.
-No exageres Iron-Diva- pidió Aria rodando los ojos aunque le divertía la situación.
Había extrañado mucho eso, estar en su casa con sus tíos, porque Pepper ya era e iba a ser su tía oficialmente, y discutir tontamente por idioteces.
-Pues por llamarme así te has quedado sin Cheeseburger para cenar- sentenció Tony mientras se ponía de pie dispuesto a abandonar la estancia.
-No, no, no- lo siguió mientras Pepper se reía.- La pobre Cheeseburger no tiene la culpa, no la metas en esto. No puedes dejarla sin que nadie se la coma, merece un final feliz.
-Mira quién exagera ahora- se sentó en la silla del escritorio que tenía en su taller.- Y tranquila que no se va a quedar si dueño, yo me la comeré.
-No serías capaz.
-¿Qué no? No me retes- ambos se miraron con los ojos entrecerrados.
Aria se dio cuenta de la situación en la que se encontraba y pronto su semblante formó una sonrisa que a su tío le extrañó.
-Echaba de menos esto.
-¿Esto?- frunció en ceño.
-Estar picándonos así, aquí- observó el taller en el que se encontraban.
La nostalgia se implantó en ambos, pero el adulto supo disimularla; en cambio, Aria no. Desde que salía con Peter sus emociones salían a la luz más veces de las que deseaba.
-Te permitiré la Cheeseburger solo porque te has puesto triste.
-No me he puesto triste- se defendió.
-Anda que no, solo hay que verte la cara. Te estás convirtiendo en una Parker.
-¿Qué significa eso?- frunció el ceño.
-Nada malo, solo que una Stark no muestra mucho los sentimientos. Un Parker sí, al menos más que nosotros. Salir con él te ha cambiado.
-Eso no es malo.
-No he dicho que lo fuera. Pepper me cambió y ahora Peter te está cambiando a ti. Pero no olvides que eres una Stark, ¿eh?
-El ego y la sangre sarcástica que corre por mis venas no se olvida tan fácilmente- Tony rio junto a su sobrina.
-Vamos a por esas Cheeseburgers anda.
Cenaron los tres en la mesa, ya vacía de papeles de la boda, entre risas y conversaciones. Desde que se había ido a vivir con los Parker no había cenado así con ellos por lo que disfrutó del momento.
Tony se había ocupado de avisar a tía May de que Aria no iría a cenar y que volvería a casa en un coche mandado por él, para que no se preocupara. Y eso sucedió. Después de la cena y un rato de charla, Aria se despidió de ambos con contrariedad, deseaba quedarse más tiempo.
En cuanto el coche se adentró entre las calles se sintió triste. Su cabeza se encontraba dividida en dos. Una parte deseaba volver a aquellos tiempos donde todo era como esa cena. Pero la otra quería estar en Queens, en casa con May y su novio, de comportamiento extraño, Peter.
Al llegar subió con pesadez, se encontraba cansada, aunque era algo más mental que físico. Abrió la puerta del apartamento encontrándose las luces encendidas y a los dos Parker sentados en el sofá viendo la televisión.
-Hola y adiós- dijo antes de dirigirse a la habitación, pero la voz de May la frenó.
-Aria- volvió hacia ella.- ¿Ha ocurrido algo?
-Oh, no, no- negó con la cabeza.- Todo genial, he ayudado a Pepper con algunos preparativos de la boda, mi tío ha tenido sus momentos de diva y me ha amenazado sin Cheeseburger, pero al final hemos cenado juntos como cuando era pequeña.
-Eso está genial, ha debido ser bonito.
-Y lo ha sido- intentó sonreír, pero solo salió una mueca.- No era mi plan inicial- miró a Peter quien apartó la mirada.- Pero ha resultado incluso mejor.
-Me alegro- la mujer le sonrió con cariño.
-Ahora si me permitís me voy a mi habitación, estoy agotada.
-Claro, cariño, ves.
Aria le dedicó una última mirada a Peter antes de volver a dirigirse a su habitación. Una vez dentro colocó la mochila en su escritorio, se puso el pijama y se dejó caer de espaldas en el colchón. Un suspiro se escapó de sus labios.
Se quedó tendida sobre la cama hasta que escuchó como la puerta de Peter se cerraba. Fue entonces cuando se levantó con la idea de recibir una explicación mejor sobre el plantón de esa tarde.
-Tenemos que hablar- dijo nada más abrir la puerta encontrándose a Peter tirado sobre litera de abajo.
Este giró la cabeza de golpe con una expresión asustada. Se incorporó quedando sentado en el borde de la cama y rápidamente se puso en pie.
-Esa frase no irá con la intención que yo creo, ¿no?- preguntó nervioso.
-Eso depende de ti. Por mi parte, espero que no.
-¿Qué ocurre?
-Eso pregunto yo. ¿Qué pasa Peter? ¿Por qué llevas unos días de lo más distante?
-No es verdad.
-Sí, sí lo es. Has cancelado un plan de nosotros solos en casa, que casi nunca tenemos porque May siempre está, en vez de cancelar construir no sé qué mierda lego con Ned que lo hacéis muchas veces.
-Es que era una edición limitada y...
-Y es más importante que una cita con tu novia.
-No, no he dicho eso.
-Lo has dado a entender esta tarde. Podías haberlo aplazado a mañana que teníais todo el día para construirlo. Pero no, has preferido cancelarme a mí que no se sabe cuando May nos dejará volver a estar solos en casa durante varias horas.
-Es que se lo prometí.
-¿Cuándo?
-El miércoles.
-Y a mí el martes, Peter. Lo ves, no tienes excusa. Llevas días así y me estoy cansando Peter. Mi paciencia tiene límites y los estás bordeando. Entendería que tuvieras una mala racha, pero que solo la tengas conmigo, que soy con la única que te comportas así, ya no lo comprendo.
Peter se mantuvo callado. Tenía un motivo para haberse ido con Ned en vez de con ella, pero no lo dijo. Aria le dio a ese silencio el significado de que no lo iba a negar, pero le fastidió porque tampoco se iba a disculpar.
-Genial Peter- ironizó.- Cojonudo.
Sin querer dejarle contestar dio media vuelta y salió de la habitación dando un portazo, el cual llamó la atención de tía May. La mujer se asomó por el pasillo y al ver el mal humor de la joven decidió no intervenir, de momento.
Aria se adentró en su habitación e intentó alejar esos pensamientos yéndose a dormir. Peter, por su parte, soltó un suspiro pesado mientras se volvía a sentar en el colchón y maldijo por lo bajo.
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