NINETHEEN

Feliz verbena de San Juan a las Españolas que lo celebren y si hay alguien más que lo celebre, pues también.
A disfrutar de los petardos pero con cuidado.
Os quiero❤️

GIЯL STAЯK

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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐋

-Tú debes de ser Peter- dijo el hombre alado mientras Peter aún intentaba asumirlo.

-Sí- dijo el adolescente intentando mantener la normalidad.

-Soy el padre de Liz. Chócala- e hizo lo que le pidió juntando su mano con la del hombre.- Buen apretón. Vamos entra, vamos.

Peter entró un poco tímido o mejor dicho incómodo, ya que aún no sabía qué hacer o decir ante la situación. El Sr. Toomes cerró la puerta detrás de Peter y se encaminó al interior de la casa.

Peter entró a la casa lentamente. No sabía cómo comportarse al tener a dicho enemigo enfrente de él y que encima fuera el padre de Liz.

-Hola, Peter- lo saludó la madre de Liz llegando por su espalda por lo que se asustó.- Estás muy guapo.

-Gracias.

-¿Recuerdas su nombre?- le preguntó bajo a su marido.

-¿Freddie?

-Peter.

-Peter. Peter- le repitió el hombre mientras la mujer negaba con la cabeza con diversión.

-Voy a buscar a Liz.

-Vale- contestó Peter mientras observaba cómo se iba en su búsqueda dejándolo solo con el Sr. Toomes.

-¿Estás bien Pete?

-Sí- le respondió asintiendo levemente con la cabeza.

-Porque estás pálido- le dijo el Sr. Toomes con un cuchillo en su mano.- ¿Quieres beber algo? Tipo Bourbon o Whisky o algo así.

-No tengo edad para beber.

-Respuesta correcta.

Él le trataba como si fuera de lo más normal mientras que Peter solo lo veía como el hombre capaz de crear armas destructivas que podían llegar a matar a miles de personas. Hombre al cual había intentado detener antes de que el Sr. Stark le quitara el traje.

-Vaya, vaya, vaya, vaya- añadió haciendo que Peter se diera la vuelta y observará a Liz llegar con un precioso vestido magenta.- Qué preciosidad.

-Por favor no me avergüences- le pidió su hija.

-¿Verdad que sí, Pete?

-Sí, estás... muy em...- no terminó la frase, solo podía pensar en la clase de hombre que era el padre de Liz.

-Una vez más, respuesta correcta- le dijo el hombre con una sonrisa.

-¿Eso es un ramillete?- le preguntó Liz a Peter quien se lo dio sin ni siquiera mirarla.- Gracias.

-Bueno, soy vuestro chofer así que vamos a ponernos en marcha.

-No, no, no, no. Tenemos que hacer unas fotos- dijo la Sra. Toomes.- Oh, aquí está- añadió cogiendo la cámara.

-Mamá- dijo entre dientes Liz, a su lado, avergonzada.

-Perfecto. Vale. Vamos chicos. Peter más cerca.

Peter lo intentó, pero no consiguió que la sonrisa le saliera creíble. Se notaba que esta situación le superaba. Su mirada se fue al hombre mientras la mujer seguía sacando fotos.

-No tiene por que llevarnos, señor- le dijo Peter.

-No, no, no, no. No pasa nada- dijo este.- Salgo de la ciudad, me pilla de paso.

-Siempre va y viene- añadió la Sra. Toomes.

-Es la última vez, lo prometo.

-Es mono- le susurró la Sra. Toomes a su hija quien la hizo callar.

-Te veré en un par de días- le dijo el hombre a su mujer.

-Adiós, cielo- se despidió esta.

-Vamos, Pedrito.

-Adiós, diviértete- le dijo la Sra. Toomes con una sonrisa.

-Sí, lo haré- le contestó Peter.

Durante el camino Peter miraba por la ventana mientras un solo pensamiento rondaba por su mente. Tenía que hacer algo. Liz, en el asiento de al lado se estaba observando en la cámara interior de su móvil mientras se retocaba.

-¿Qué piensas hacer, Pete?- le preguntó el Sr. Toomes sacándolo de sus pensamientos.

-¿Qué?- le dijo Peter nervioso.

-Cuando te gradúes. ¿Qué vas a hacer?

-Ah... em... em... no lo sé- tartamudeó para después apretar los labios y asentir levemente con la cabeza.

-No le interrogues- le susurró Liz a su padre mientras miraba su teléfono.

-Solo digo que, bueno, que los que vais a ese instituto más o menos tenéis la vida resuelta, ¿verdad?- dijo el hombre observándolo por el retrovisor.

-Sí, yo... yo solo estoy en segundo.

-Peter tiene una beca con Tony Stark- le comentó Liz.- No creo que tenga que preocuparse.

-¿A sí? ¿Stark?

-Es muy guay- afirmó su hija.

-Vaya. ¿Y qué haces?- le preguntó a Peter.

-E... en realidad ya no estoy becado con él- le respondió Peter.

-¿En serio?- le preguntó Liz observándolo.

-Sí, sí. Era... aburrido.

-¿Aburrido?- preguntó incrédula.- Te has codeado con Spider-Man.

Mierda- pensó Peter mientras que en su rostro se pudo ver un leve miedo.- Joder, eso no debería haberlo dicho.

-¿A sí?- preguntó el Sr. Toomes.- ¿Spider-Man? Vaya. ¿Y, cómo es?

-Sí, es chachi. Un hombre chachi. Un tío legal- respondió sin saber muy bien qué decir.

-Oh.

-Este. Es tan mono- le dijo Liz a Peter mientras le enseñaba algo en su móvil.

-Oh- dijo tiernamente Peter aparentando normalidad.

-Yo te he visto antes, ¿verdad? En fin, en alguna parte nos hemos... ¿no nos hemos...? Porque hasta la voz...

-Em... está en el decatlón conmigo- le contentó su hija.

-Oh.

-Y estuvo en mi fiesta.

-Ah.

-Fue una fiesta genial. Estupenda, sí- mintió Peter, ya que no estuvo ni diez minutos.- Una casa preciosa, con muchas ventanas, bonita.

-Estuviste dos segundos- le recordó Liz.

-Es... estuve bastante más de dos segundos.

-Desapareciste.

-No. No, no desaparecí.

Liz no digas nada más por favor- pensaba una y otra vez, pero eso no ocurrió.

-Claro que sí. Desapareciste como haces siempre. Como hiciste en Washington también- un silencio inundó el interior del coche durante unos segundos.

-Fue terrible lo que pasó allí, en Washington. ¿Pásate miedo?- le preguntó el Sr. Toomes a Peter quien mantenía seriedad, pero en realidad estaba más que nervioso. Peter asintió levemente con la cabeza.- Pero te alegrarías cuando el bueno de Spider-Man apareció en el ascensor.

La tensión cada vez aumentaba más. Peter estaba nervioso y temeroso por tener enfrente al hombre alado. Y el Sr. Toomes con un indirecto interrogatorio con la sospecha, más que resuelta, de que Peter era Spider-Man. Peter miró a Liz mientras soltaba un suspiro antes de contestar.

-Sí... yo en realidad no subí. Lo vi todo desde abajo.

-Sí- afirmó Liz.

-Fue una suerte que él estuviera ahí- añadió bajo la atenta mirada del hombre.

-El bueno de Spider-Man- dijo este con una sonrisa un tanto macabra.

-Papá, el semáforo.

El resto del trayecto estuvo en silencio mientras ambos hombres pensaban en una misma cosa. La identidad del otro. Y Liz estaba ahí sin ser consciente de nada de lo que ocurría en realidad.

-Y ya estamos. Fin de trayecto- informó el adulto en cuanto frenó en frente de la puerta del instituto.

-Gracias, papá.

-Ve entrando tú, regaliz. Voy a darle a Peter el sermón de padre.

-No te dejes intimidar- le dijo Liz a Peter.- Te quiero- le dijo ahora a su padre para después darle un beso en la mejilla.

-Y yo a ti regaliz.

-Que tengas un buen vuelo- dijo la chica antes de salir del coche y acercarse a un grupo de chicas.

El Sr. Toomes sacó una pistola mientras se giraba un poco para así poder observar mejor a Peter quien miraba el arma.

-¿Ella lo sabe?- le preguntó el adulto al joven.

-¿Si sabe que...?- le preguntó Peter manteniendo muy bien la serenidad, haciéndose el indiferente.

-Así que no lo sabe. Bien. Tu as en la manga. Eso lo admiro. Yo también tengo mis secretos. Y yo sufriendo porque mi hija saliera con alguien y va...- dijo con un brazo en el volante mientras que con la otra mano tenía la pistola.*

*-Peter, no hay nada, nada más que la familia. Le salvaste la vida a mi hija y jamás olvidaría algo así. Así que te daré una oportunidad. ¿Preparado? Cruza esas puertas y olvida todo esto que ha pasado. Y nunca, nunca, te entrometas en mis negocios. Porque si lo haces te mataré a ti y a tus seres queridos- Peter escuchaba atentamente lo que decía mientras maldecía mentalmente a aquel hombre que tenía delante.

-Eso es lo que haré para proteger a mi familia. ¿Lo has entendido?- Peter asintió con la cabeza con la mirada en sus manos.- Eeh. Te acabo de salvar la vida. ¿Qué se dice?*

-Gracias- murmuró Peter.

-No hay de qué. Y ahora entra ahí y haz que mi hija se lo pase bien. ¿Vale?- la mirada de Peter estaba fija en frente.- Pero tampoco mucho.

Peter le dio una última mirada al Sr. Toomes mientras abría la puerta y salía del coche. Varios sentimientos se mezclaban en él. Ira, miedo, temor, nervios...

Observó el coche alejarse mientras él estaba metido en una burbuja. Caminó lentamente hasta las puertas de entrada que daban al gimnasio donde se estaba celebrando la fiesta.

-Ey, es Peter- le dijo Ned a las chicas haciendo que ambas dirigieran la mirada hacia dónde Ned observaba.

Peter los observó. Ned le saludó con la mano y Michelle hizo ver que lo iba a saludar para después sacarle el dedo. Por parte de Aria solo recibió una leve sonrisa casi impredecible, la cual no era sincera.

El chico abrió la puerta y entró al gran baile observando a las personas a su alrededor. Poco a poco se fue acercando a Liz mientras Aria lo observaba con su semblante algo entristecido.

-Eh- le dijo Liz a Peter en cuanto lo vio acercarse.- ¿Qué te ha dicho?

-Tengo que irme- le dijo este ignorando su pregunta. Liz lo observó confundida.- Lo... lo siento. No te mereces esto.

Dicho esto Peter salió corriendo captando las miradas de varias personas a su alrededor entre ellas las de sus tres amigos. Ned y Aria intercambiaron una mirada y después se fueron de ahí inventándose unas excusas para Michelle.

-Voy al baño- dijo la chica para después salir corriendo.

-Voy a... a... ahora vuelvo- sin saber que más decir Ned también se fue.

Peter corrió por el pasillo donde chutó unos globos y se sacó la corbata para después lanzarla al suelo. No dejó de correr hasta que llegó a la zona de su taquilla, la cual levantó para sacar su traje. Su antiguo traje.

En cuanto se lo colocó salió por la puerta trasera la cual daba al parking donde se encontraban todos los buses escolares. Lo que no vio venir fue el golpe que le dio uno de los hombres de Toomes con una de sus armas.

Spider-Man salió volando un par de metro haciendo que sus lanza-telarañas fueran lanzados lejos de él, dejándolo así más indefenso.

-Te ha dado a elegir y has elegido mal- le dijo Shocker mientras él lo observaba desde el suelo.

-¿Qué coño?

-Esa cutrada de disfraz- comentó mientras recargaba el arma con un simple movimiento.

-Mis lanzatelarañas- susurró Peter observando uno de ellos a varios metros suyo.

Se levantó para ir corriendo a por él, pero Shocker le dio un golpe con el arma a unos de los buses lo que hizo que cuanto Peter estuviera a punto de coger su lanza-telaraña fuera golpeado por el vehículo. Este lo lanzó contra otro de los buses aparcados.

-No estaba seguro de este chisme, pero, ¡caray!- dijo Shocker después de chutar el lanzatelarañas de Spider-Man.

Se acercó a él mientras Spider-Man se ponía en pie. Cuando lo tuvo cerca le volvió a golpear con el arma haciendo que Peter se estrellará contra un bus y recorriera todo el pasillo de este, entre los asientos, hasta finalmente caer al suelo del bus.

-Qué asco- dijo Spider-Man al ver la cantidad de chicles que había pegados debajo de uno de los asientos.

Mientras tanto Aria y Ned estaban buscándolo por todo el instituto. Recorriendo cada uno de los pisos hasta que lo buscaron por todas partes.

-No está- dijo Ned jadeando por el cansancio.

-Ned, tiene que estar aquí. Tiene que estarlo porque algo le ha pasado y tenemos que ayudarlo. ¿Qué más sitios nos quedan por mirar?- le dijo la chica un poco nerviosa y asustada por Peter pero manteniéndose fuerte.

-Pues... em... el parking trasero, el de los buses.

-Bien, vamos.

Ambos comenzaron a correr en dicha dirección mientras el bus en el que se encontraba Peter comenzó a dar vueltas. Peter solo podía quejarse hasta que el bus paró quedando bocabajo. Spider-Man salió por la puerta de atrás del bus dejándose caer al suelo mientras soltaba quejidos de dolor.

-¿Por qué te ha enviado aquí?- le preguntó el chico.

Shocker se acercaba a él y Peter solo intentaba retroceder arrastrándose por el suelo. Aria y Ned llegaron a dicho lugar y observaron la escena. Aria le dio un codazo a Ned para luego señalar una de los lanza-telarañas de Peter en el suelo.

-Me da que nunca lo sabrás- dijo el adulto levantando su arma, pero antes de que pudiera hacer algo más una telaraña fue enganchada en esta.

Peter observó la telaraña en el arma y después se giró para observar de dónde venía. Entre dos buses vio a Ned sujetando su aparato con una telaraña saliendo de esta. Y a su lado la chica con la que debería haber ido al baile, Aria.

-¡Buen tiro!- le dijo Peter a Ned para después agarrar la telaraña y estirar de ella para quitarle el arma de la mano a Socker.

Después estiró por el otro extremo sacando el lanzatelarañas de las manos de Ned y poniéndoselo él. Apresuró con una de sus telarañas a Shocker contra uno de los buses.

-¡Bien!- dijo Spider-Man y se dirigió corriendo a sus amigos.- Chicos el tío alado es el padre de Liz.

-No jodas- dijo Aria sorprendida.

-¿Qué?- preguntó Ned en la misma situación que la chica.

-Tengo que decírselo al Sr. Stark. Llama a Happy- le dijo esto último a la chica, ya que ella sabía quién era.- Y... em... coge un ordenador y rastrea mi móvil- le pidió esta vez a Ned para después saltar a una farola.

-¿Seguro que estarás bien?- le preguntó Ned.

-Hay que cazarlo antes de que salga de la ciudad.

-¡Ten cuidado!- le gritó Aria viendo cómo se balanceaba y después ambos chicos entraron corriendo de nuevo al edificio.

Aria sabía que no se podía quedar aquí sin más, ayudándolo en la distancia. Tenía que ir a por su armadura y ayudarlo en la lucha contra el hombre alado. Pero tenía un problema. Ned.

Debía irse de ahí sin provocar preguntas en Ned, pero eso lo veía casi imposible si inventaba una excusa por lo que decidió lo más fácil y sencillo.

-Ned- lo llamó haciéndolo parar.- Llama a Happy Hogan y dile lo que te ha dicho Peter. Me tengo que ir.

Rápido y sin explicaciones comenzó a correr, pero Ned la llamó a gritos haciendo que esta se diera la vuelta para verlo.

-Algo tiene que pasar para que tú te vayas y dejes a Peter solo ante el peligro- hipotetizó acercándose a ella.

-No pasa nada.

-Aria, él es demasiado importante para ti. ¿Qué ocurre?

La chica odió que Ned la conociera tanto o simplemente que se le diera bien intuir que algo pasaba. Soltó un bufido antes de acercarse más a él y poner las manos sobre sus hombros.

-Prométeme que no se lo dirás a nadie. Mucho menos a Peter.

-A ver, depende de lo guay que sea por...

-Ned- le dijo como advertencia.

-Vale, vale. Te lo prometo.

-¿Recuerdas la armadura que ayudó a Peter en el ferry?- le preguntó a lo que él asiente con la cabeza.- Soy yo.

-¿Qué?- ella imitó su acción y asintió con la cabeza.- ¡Hostia puta, es increíble!- añadió emocionado.- ¿Pero como lo has hecho? En que momen...

-Ned, no hay tiempo. Tengo que ir a por la armadura y ayudar a Peter. Tú haz lo que te he dicho y estate atento al móvil, te llamaré. Pero no unas mi llamada a la de Peter. Él no se puede enterar.

Sin dejar que Ned dijera nada salió corriendo entre la gente en dirección a la puerta de entrada donde había varios chicos y chicas hablando. En eso vio a Spider-Man saltar sobre el capó del coche de Flash.

-Flash, quiero tu coche y tu móvil- le pidió poniendo la voz grave el mismo, ya que este traje no tenía funciones.

-Eh... señor... lo... lo... lo cierto es que el coche pertenece a mi padre yo no...

Aria salió corriendo, o todo lo que le permitían los tacones en terreno arenoso, hasta la calle donde levantó la mano en cuanto vio un taxi libre.

La chica puso rumbo a su casa mientras que Spider-Man se llevaba el coche de Flash dejando a este en la entrada junto con su acompañante. Como no sabía conducir golpeó varias bicis para después desaparecer de la vista de todos.

Flash se quedó boquiabierto sufriendo por su coche. En cuanto estuvo entre las calles, con el móvil de Flash, llamó a Ned.

-Hola, Ned. Eh, eh, eh- dijo bastante alterado.- ¿Puedes oírme?

-Aquí Ned- le dijo este desde una de las salas de ordenadores.

-Ned quiero que rastrees mi teléfono- le hablaba a gritos porque estaba bastante desasosegado.

-¿Pero dónde está?

Peter había dejado su móvil encendido debajo del asiento de copiloto del coche del Sr. Toomes. Sabía que tenía que ir a por él sí o sí, y eso lo hizo pasar a la acción. Dejando, como paso principal, su móvil en el coche de este.

-Un puntazo. Ha pasado el Gamestop de la Avenida Jackson- le informó Ned.

-¡Ned! ¿Dónde tiene los faros este trasto?- le preguntó con las dos manos en el volante mientras sujetaba el móvil entre el hombro y su oreja.- Voy en el coche de Flash.

-Lo busco en la ficha- dijo su amigo mientras se movió con la silla hacia otro ordenador.

-Vale, pongo el manos libre.

-¿Le has robado el coche a Flash?- le preguntó divertido con la situación.- Alucinante.

-Sí, es alucinante. Es aluc...- dejó la frase a medias, ya que tuvo que girar rápidamente antes de que se estrellara contra un coche que venía en su dirección. -¡APÁRTENSE, APÁRTENSE! ¡FUERA, FUERA!- gritaba mientras se hacía paso entre un bus y más vehículos.

-Peter, ¿estás bien?

-Es que solo había conducido con May en aparcamientos. Es un salto enorme- le explicó mientras seguía conduciendo intentando esquivar los coches.- ¿Aria ha conseguido hablar con Happy?

-Em... sobre eso- dijo Ned un poco nervioso.

-¡¿Qué pasa con eso?!

-Aria no está aquí.

-¡¿Cómo que no está ahí?! ¡Ned! ¡¿Dónde coño está Aria?! ¡¿Está bien?! ¡Dime que está bien!

-Sí, sí, está bien. Em... lo que pasa es que... está vigilando en el pasillo para que nadie entre- mintió.

-Menos mal- murmuró Peter para sí mismo, pero Ned lo escuchó.- ¿Pero ha hablado con Happy?

-No, me ha dicho que me encargue yo.

-¿Y has conseguido hablar con él?

-Em... estoy en ello. Tengo que hackear el sistema telefónico- Ned se puso a teclear varias cosas para después dar una vuelta en la silla.- El chico de la silla.

Por otro lado, Aria estaba ansiosa por llegar a su casa, pero no podía ir más rápido porque el taxi tenía que cumplir con las normas de circulación. Esas que ahora mismo Aria estaba maldiciendo.

Vamos, joder- pensó Aria mientras observaba la carretera.- Solo espero que Peter esté bien.

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