FIFTEEN
GIЯL STAЯK
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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐋
Peter caminaba por el pasillo del hotel en dirección a su habitación. Lo hacía de forma silenciosa, ya que no quería que nadie lo viera.
Abrió la puerta de su habitación y la cerró tras él al entrar. Ned salió del pequeño baño que tenían y al ver a Peter se acercó a darle un abrazo.
-Gracias tío- le agradeció Ned separándose.
-No las des- dijo Peter restándole importancia.- Intenté decirte que la Luciérnaga era peligrosa, pero no pude, ya que...
Unos golpes en la puerta lo interrumpieron haciendo que ambos chicos se pusieran en alerta. Peter le hizo una seña a Ned para que guardara silencio y se acercó a la puerta.
Al abrirla no le dio tiempo a ver quién era cuando la persona se colgó de sus hombros hundiendo la cara en su cuello. Estuvo aturdido un par de segundos hasta que se dio cuenta de que quién lo abrazaba era Aria.
La abrazó fuertemente por la cintura sintiendo un gran alivio de tenerla sana y salva entre sus brazos. Escuchó un leve sollozo lo que le hizo abrazarla aún más fuerte. Un leve carraspeo los separó.
Aria se limpió rápidamente las pocas lágrimas que se le habían escapado. Era una Stark y para ella eso significaba que no lloraba, al menos no delante de personas, ni siquiera si era Peter.
-¿Estás bien?- le preguntó Peter a Aria con sus manos aún en la cintura.
-Sí- murmuró mientras asentía con la cabeza. Sus manos reposaban en los hombros de Peter.- Gracias, en serio, gracias- añadió volviéndolo a abrazar.
-No tienes que dármelas- dijo él correspondiendo.
-No quiero interrumpir otra vez- dijo Ned haciéndolos separar y mirarlo.- Pero cerrar la puerta antes de que el profesor Harrington te vea aquí- les dijo mientras la cerraba.
-¿Seguro que estás bien?- le volvió a preguntar Peter.
-Sí, gracias a ti- dijo ella con una amplia sonrisa.
-No sé qué habría hecho si te hubiese perdido- Peter volvió a abrazarla y ella se dejó.- No sabes el miedo que pasé al verte caer.
-Estoy bien, Spidey- él sonrió ante el apodo y la abrazó más fuerte.- Creo que me tengo que ir.
Al separarse ambos se sostuvieron las miradas mientras se les formaban unas tímidas sonrisas. Peter se encaminó a la puerta seguida por ella. Revisó que no hubiera nadie en el pasillo y dejó salir a Aria.
-Adiós, Aria- le susurró con una leve sonrisa.
-Adiós, Spidey- le dijo de la misma manera.
Aria sintió un impulso y se acercó para dejarle un rápido beso en la mejilla, cerca de la comisura de sus labios. Se dio la vuelta y volvió a su habitación sin saber que había dejado a Peter con una sonrisa boba.
Peter entró de nuevo en su habitación sin borrar la sonrisa por la cual Ned lo miró con una ceja alzada. Peter se dejó caer en su cama boca arriba mirando al techo. Ned lo miró esperando que hablara.
-Me gusta Aria- confesó Peter.
-Hasta que te has dado cuenta- le dijo Ned burlón.
En ese mismo hotel la chica entró a su habitación, la cual compartía con Michelle. Esta estaba sobre su cama leyendo un libro por lo que no desvió la mirada cuando Aria entró.
Sin decir ni una palabra se tiró en la cama boca arriba y se puso a pensar. Pensó en su situación con Peter. Sabía que no era correspondido porque a él le gustaba Liz y eso le dolía.
-Si tanto me parezco a mi tío, ¿por qué en esto no?- dijo para sí misma, pero su compañera la escuchó.
-¿En qué?- le preguntó sin apartar la mirada del libro.
Aria dudó durante unos segundos en si decirlo o no. Pero al final lo dijo, ya que sabía que podía confiar en Michelle, era su única amiga.
-En ligar.
-¿A caso quieres ligar con alguien?
-Sí- contestó tímida.- Siempre me han dicho que soy un clon de mi tío, pero veo que no en todo. Él ahora ha sentado cabeza, por decirlo así. Tiene a alguien a quien quiere y que lo quiere. Aun así cuando comenzó a tontear con ella fue atrevido, todo un ligón- la imagen de su tío con Pepper en esa fiesta, donde la mujer lucia un precioso vestido azul oscuro, se le vino a la mente.- Pero yo, ahora que estoy en la misma situación, no consigo sacar esa parte de mí.
-Tampoco es que sea algo importante eso de ligar. A mí tampoco se me da bien- dijo ella.- A lo mejor es una de las cosas que has sacado de otra persona, como por ejemplo tus padres. ¿A ellos les costaba ligar?
Todo el mundo sabía que Aria Storm vivía con los Parker, pero no sabían el verdadero motivo. Para los demás los padres de Aria viajaban mucho por trabajo por lo que decidieron dejarla con May Parker, una "gran amiga" de sus padres, para poder tener una educación estable.
-No lo sé, nunca me lo dije... me lo han dicho- se corrigió a tiempo.- Bueno, a lo mejor también tiene que ver con que mi tío estaba seguro de que ella le correspondía, y yo estoy segura de que él no.
-Y tanto que le gustas a Peter- Aria se sorprendió con las palabras dichas por Michelle, ya que en ningún momento había hablado de Peter.
-¿Qué tiene que ver Peter?- preguntó mintiendo.
-No me engañas. Veo cómo lo miras y le hablas, se ve lo que te importa- le contestó Michelle.- Te recuerdo que soy observadora.
-Aun así, no es cierto que yo le gusto a Peter, él está enamorado de Liz.
-Si tú lo dices- añadió y volvió a su libro dando por terminada la conversación.
Debido a lo ocurrido, la vuelta a Queens se adelantó y se iban esa misma noche. Tanto Aria como Peter salieron de sus respectivas habitaciones, ella con la maleta en la mano, y junto con sus compañeros de habitación.
En cuanto dejaron la maleta en el lugar correspondiente entraron al bus. La primera en entrar fue Aria quien se fue a los asientos al final, en los cuales se había sentado a la ida. Se puso a mirar por la ventana hasta que sintió la presencia de alguien a su lado. Se giró a verlo y en cuanto él le sonrió, ella le devolvió el acto.
-¿Cómo estás?- murmuró Peter.
-Cansada- le respondió Aria.
-Ven, descansa.
Peter abrió su brazo para proporcionarle su pecho como almohada. Aria lo dudó unos segundos, pero acabó apoyando su cabeza en él dejándose abrazar. Ese pequeño acto hizo que la mente de Aria se pusiera en funcionamiento.
Pensó en este momento, pero acabó llegando a la conclusión de que solo se estaba montando películas, y que el acto de Peter era simplemente amistoso.
Sin darse cuenta en que momento exacto fue, se quedó dormida entres sus brazos. Peter la observaba embobado mientras volvía a sentir esa sensación dentro suyo, pero esta vez sabía que significaban. Mientras la observaba y le proporcionaba leves caricias en su pelo castaño, se quedó profundamente dormido.
La puerta estaba tan cerca, pero no dio tiempo. Cayó. Gritó sintiendo que su vida estaba a punto de abandonar su cuerpo en cuanto este impactara contra el suelo al final del largo hoyo. Vio a Peter, en su traje de Spider-Man, lanzar una telaraña pero falló. La muerte estaba a punto de alcanzarla cuando un grito salió de su garganta.
Abrió sus ojos de golpe mientras se levantaba de donde descansaba, su respiración estaba agitada. Todo había sido un sueño, pero uno muy real y claro que era así. Había recreado la escena que había vivido horas atrás, pero en este Peter no la conseguía salvar.
-Aria, tranquila- le dijo Peter, quien se había despertado ante el movimiento de Aria alejándose de su pecho.
-Yo...- dijo ella intentando controlar su respiración.
Aunque Aria había vivido todas las guerras de su tío Tony, nunca había estado tan cerca de morir. La mitad de las veces en cuanto algo ocurría, Happy se la llevaba a un lugar seguro; y la otra mitad las vivía de cerca pero con un porcentaje muy bajo de morir.
-Tranquila, solo ha sido una pesadilla- le dijo Peter mientras le pasaba el brazo por el hombro y la acercaba a él para volverla abrazar.
-No me salvabas, Pet, revivía la escena, pero no me salvabas- susurró con la cabeza en su pecho.
-Sshh, tranquila. Estás aquí, conmigo. Estás a salvo- le susurró él mientras le acariciaba el pelo.- Siempre te protegeré, no te pasará nada. Te lo prometo.
Aria levantó la cabeza para conectar su mirada con la de Peter. Ambos se miraron durante varios segundos mientras sentían que algo crecía en sus interiores. Los dos sonrieron tímidamente. Aria bajó la mirada a los labios de Peter, los cuales tenía muchas ganas de besar.
Peter notó su acto y lo imitó fijando su mirada en los labios de la chica. Las ganas de besarla le carcomieron, pero antes de aunque sea acercarse los interrumpieron. El bus se paró y el profesor Harrington anunció que ya habían llegado.
Ambos adolescentes se separaron y se pusieron de pie para salir del bus. Aria fue a por su maleta mientras Peter esperaba en el otro lado con la capucha de su chaqueta puesta y la mochila en su espalda.
-Peter- dijo tía May en cuanto vio a su sobrino y se acercó a él. Peter la miró acercarse.- Peter.
May lo abrazó aliviada por verlo sano y salvo, y él correspondió encantando. Por otra parte, Aria arrastraba su maleta mientras su mirada divagaba entre las personas en busca de una en concreto, su tío específicamente.
No estaba. Después de lo que había ocurrido en Washington pensó que la iría a ver aunque no saliera del coche, por eso también buscó un coche conocido o a Happy, a lo mejor él había venido a ver como estaba y ya de paso llevarla con Tony, pero no fue así. Ninguno de los dos apareció por ahí, ni siquiera la llamaron, lo que decepcionó a Aria.
-Aria- escuchó su nombre proveniente de una voz femenina.
Al girarse vio a tía May caminar apresuradamente hacia ella angustiada. En cuanto estuvo lo suficientemente cerca la abrazó fuertemente aliviada, otra vez, porque Aria se encontraba bien. La chica ya se había ganado su corazón y la quería como si fuera su otra sobrina. Ambos chicos eran como hijos para ella, y se sentía feliz de que los dos estuvieran bien.
En cuanto llegaron a casa May les había preparado la cena, pero ninguno de los dos tenía hambre. Se despidieron de tía May, quien les volvió a abrazar, y cada uno se fue a su habitación. Los dos se pusieron sus pijamas y Aria acomodó la poca ropa que se había llevado en su maleta, y dejo la única muda limpia que había metido de Peter encima del escritorio.
Se metió entre las sabanas, puso su móvil a cargar y apago la luz en el interruptor de al lado de la mesita de noche. Su mirada se quedó clavada en le techo mientras le daba vueltas a todo lo que le había ocurrido.
Un sentimiento de miedo le invadió al recordar que casi muere; uno de alivio al recordar que Peter la salvó; uno de tranquilidad al recordar el abrazo con él en el hotel; y emoción al recordar lo ocurrido en el bus y las palabras de Pet.
Siempre te protegeré, no te pasará nada. Te lo prometo.
En la habitación de enfrente se encontraba Peter, también, pensando, pero a diferencia de ella, él solo pensaba en lo ocurrido en el bus justo antes de llegar. ¿Se iban a besar? Peter descartó la idea, ya que conocía a Aria y sabía que no era posible que ella sintiera algo por él y no se lo dijera.
Ella era como el Sr. Stark y eso la convertía en impulsiva y directa. Si Aria sintiera algo por él ya se lo hubiera dicho y sin rodeos. O al menos eso creía Peter. Ambos pensaban que el otro no sentía nada por ellos. Qué equivocados estaban.
Entre pensamiento y pensamiento ambos chicos se quedaron dormidos pensando el uno en el otro.
-El equipo del Decatlón Académico de Midtown derrotó a los mejores del país y ganó el campeonato nacional- dijo Jason en el noticiero del instituto.- Horas más tarde derrotaron a la muerte- al decir eso se pusieron unos vídeos donde hablaban con algunos que vivieron ese suceso.
-Explosión, Sally grita, Flash grita, todos gritan- explicó eufórico Abe.
-Había láseres y humo. Acojo... *pi*. Igual que un concierto de Bon Jovi- dijo, ahora, Charles.
-Hemos logrado salir vivos y eso es lo más importante- dijo calmado el profesor Harrington.- No soportaría perder a un alumno. Otra vez no- añadió y su mirada se entristeció.
-Afortunadamente, nadie resultó gravemente herido gracias al hombre araña- volvió a decir Jason.
-Gracias, Spider-Man- dijeron Betty y Jason a la vez.
Peter y Aria iban caminando por el pasillo del instituto y observaron la pantalla donde estaban dando ese noticiero.
-A continuación, la Spider-Manmania invade el instituto. ¿Cómo puedes mostrar tu espíritu arácnido?- añadió Jason.
Peter sonrió ampliamente y Aria lo observó contagiándose de su sonrisa. Los dos siguieron caminando con una amplia sonrisa en sus rostros.
-Tío, tío, tío, tío- dijo Ned en cuanto bajaron las escaleras.
Ambos se pararon y se giraron a ver a su amigo mientras este se acercaba a ellos. Aria miró su teléfono y se dio cuenta de que tenía que ir a su casillero antes de ir a clase y que ya se le hacía tarde.
-Me tengo que ir, nos vemos luego- dijo Aria y pensó en darle un beso en la mejilla a Peter antes de irse, pero no lo hizo, simplemente se despidió de ambos con la mano y se marchó.
-¿Qué se siente ser famoso cuando nadie sabe que eres tú?- le preguntó Ned a Peter.
-De locos, tío- murmuro Peter asombrado por lo que estaba viviendo.
-Es de locos- añadió emocionado.- ¿Se lo contamos a todos?
-No.
-¿Se lo cuento yo a todos?
-No, tío- dijo mientras negaba ladeando la cabeza y con una leve sonrisa.- No es una buena idea.
-Vale, vamos que llegamos tarde a clase- dijo mientras daba unos paso en dirección al aula.
-Yo no voy a clase- se apresuró a decir Peter.
-Pero si ya estás en un lío por pasar del Decatlón- le reprendió Ned, quien estaba totalmente en desacuerdo.
-Tío, ya está todo resuelto, ¿vale?- dijo Peter acercándose a Ned.- El del traje alado está robando a control de daños. Y con lo que coge de control de daños es con lo que fábrica las armas- le explicó.- Así que solo tengo que atraparlo.
-Pero hay examen de literatura.
-Ned, seguramente ya no voy a volver aquí. Trasladan a los vengadores al norte del estado- hizo una pequeña pausa.- Cuando capture a este tío...
-Tío. ¿Quieres dejarlo y ser un analfabeto?- preguntó Ned incrédulo. Peter iba retrocediendo sin apartar la mirada de su amigo.
-Ahora estoy muy por encima del instituto- dijo orgulloso, pero todo se desvaneció al girarse y encontrarse al director.
-Parker, a mi despacho- dijo este pasando por al lado del chico.
-¿En detención?- le preguntó Aria incrédula a Ned.
-Sí, por lo del Decatlón- le explicó este. La chica no dijo nada más, solo negó con la cabeza y siguió prestando atención.
-Así que... te han castigado- el chico tuvo que ver otro de los videos del Capitán América mientras estaba en detención.- La has fastidiado- Peter observaba la pantalla mientras soltaba un suspiro y apretaba levemente la mandíbula.- Lo que has hecho está mal. La cuestión es... ¿Cómo lo arreglarás?- el chico, en primera fila, se lamió levemente el labio sin apartar la mirada de la televisión.- Puede que quisieras ir de guay, pero te lo dice un tío que estuvo congelado 65 años, la única forma de ser guay es cumpliendo las normas.
Peter se hartó por lo que se levantó cabreado y con la mochila en el hombro se largó de ahí. El profesor no apartó la mirada de la pantalla del ordenador, pero Michelle lo observó marcharse.
-Ey. ¿A dónde vas? Vuelve aquí- dijo el profesor sin interés.- ¿Y tú que haces aquí si no estás castigada?- le preguntó a Michelle.
-Aah...em... es que me gusta venir aquí a dibujar a la gente en crisis- le contestó ella y le enseñó un dibujo de él mientras soltaba una corta risa.- Usted.
Peter caminaba con cuidado por el pasillo acercándose al sector de taquillas donde estaba la suya. Observó que nadie estuviera cerca y levantó las taquillas para coger uno de los botes de WEB FLUID.
Volvió a bajar las taquillas y se encaminó a la salida, para ir a su casa. Abrió la puerta de su casa con cuidado y asomó la cabeza observando si había alguien o no en casa.
-¿May?- preguntó. Asomó la cabeza observando la sala de estar para ver si su tía se encontraba ahí.
Cuando vio que no se encontraba se fue a su habitación y se puso solo la máscara del traje, con la capucha de su chaqueta encima, mientras se sentaba en la silla de su escritorio y jugaba con un bolígrafo. Apoyó sus pies en el escritorio cruzando uno encima del otro.
-¿Qué hay, Karen?- le preguntó a la inteligencia artificial para activarla.
-Hola, Peter. ¿Cómo ha ido el examen de literatura?- le preguntó la anteriormente nombraba.
-A ver si me ayudas- dijo el chico ignorando la pregunta.- Quiero saber quienes eran los tíos de debajo del puente, de la otra noche. Pero solo recuerdo parte de una matrícula.
-Puedo efectuar un reconocimiento facial con la grabación del encuentro- le comentó ella mientras unos gráficos que mostraba el registro de grabaciones se mostraba ante él.
-¿Grabación?
-Sí, Peter. Yo grabo todo lo que ves.
-¿Todo?- preguntó sorprendido.
-Todo.
-¿Todo el tiempo?
-Se llama protocolo vigila bebés- Peter dejó caer el bolígrafo ante lo dicho.
-Sí, como no- dijo Peter, sabía que Stark no confía en él por lo que no lo sorprendía ese protocolo. Se frotó la frente por encima de la máscara.- Emm... sí, pues rebobina hasta el viernes pasado.
-Será un placer- dijo Karen mientras ejecutaba la acción.
Apareció un vídeo de él mismo ante el espejo con la máscara puesta.
-Hola a todos- fingía el Peter del vídeo.- Sí, un festón de la leche. ¿Qué hay Liz? Peter me ha hablado mucho de ti- actuó coqueto mientras guiñaba con una de las lentes.
-No, no, no. No- dijo el Peter de ahora.- Este soy yo haciendo el idiota. Ve a un poco más tarde. Más tarde- añadió gesticulando.
-Soy yo Thor, hijo de Odin- dijo el Peter del vídeo fingiendo una voz grave mientras levantaba un martillo de madera, para luego enseñar un bíceps.
-No, no, no, no, no. Está claro que no, está claro que no es lo que queríamos ver- dijo el Peter actual.- Es...
-Tus imitaciones son muy graciosas.
-Avanza hasta el tráfico de armas. Vale- dijo él mientras se ponía de pie y observaba las imágenes que se estaban reproduciendo en la máscara.- Los dos de la derecha. ¿Quiénes son?
-Buscando en base de datos de orden público- ella se puso a rastrear mientras Peter esperaba de pie con sus brazos en jarra.- No hay ficha de dos de los individuos.
-¿Nada?
-Un solo individuo identificado- dijo mientras mostraba la imagen del tercer tipo, al que no había prestado atención.- Aaron Davis, edad 33. Tiene antecedentes y una dirección aquí, en Queens.
-Le haremos una visita- dijo Peter sacándose la capucha.
-¿Quieres que active el protocolo de interrogatorio superior?
-Emm...- pensó durante unos segundo antes de contestar.- Sí.
A varios quilómetros se encontraba Aria quien salía de clase en dirección a su taquilla. Esperaba ver a Peter en la suya después de salir de detención pero no apareció.
Agarró el libro que necesitaba y se fue en dirección al aula que le tocaba. Pasó por delante de la clase donde se hacía detención y observó rápidamente el interior, pero no había ni rastro del chico.
-¿Buscas a alguien?- preguntó una voz femenina detrás de ella asustándola levemente. Al girar se encontró con Michelle con el ceño fruncido.
-Oh, no, a nadie- negó mientras retomaba su camino hacia su clase, seguida por la morena.
-A Peter.
-¿Cómo...?- pero su amiga la interrumpió.
-Observadora, ¿recuerdas?- Aria asintió levemente con la cabeza.- Se ha largado de detención.
-¿Qué?- preguntó la chica confundida.- ¿Cómo lo sabes?
-Suelo pasar tiempo en detención por gusto- se explicó.- Él estaba ahí y se fue, pero no sé a donde.
-Mierda. Gracias Michelle- dijo la chica antes de cambiar de rumbo y dirigirse a la salida.- ¡Cúbreme!
Sin esperar respuesta salió del instituto y se dirigió hacia su casa. Al llegar buscó a Peter, pero no se encontraba, y para su mala suerte el traje tampoco.
Se fue a su habitación para abrir el armario y sacar la armadura del doble fondo. La abrió para meterse en el interior y conectó la inteligencia artificial.
-Hola Aria. ¿No deberías estar en clase?
-Esto es más importante. Necesito que localices a Peter, es decir a Spider-Man, a ambos, son el mismo. Cualquier cosa que encuentres de él con sus dos identidades házmelo saber.
-Ahora mismo- contestó Lassa.
Aria se encontraba impaciente por saber algo de Peter y lo que tenía entre manos. Sabía que fuera lo que fuera no acabaría bien y menos si lo hacía a escondidas. Confiaba en Peter y su poder, pero todo era muy peligroso, no lo quería perder.
-Localizado- le informó Lassa.
-¿Dónde está?
-Se dirige al Ferry de Staten Island.
Aria se dirigió a su ventana y la abrió para salir por ahí propulsándose. Tenía la corazonada de que algo malo iba a pasar con Spider-Man y debía ayudarlo.
Por otro lado, y unos minutos antes, Peter localizó a Aaron y ahora era el momento de interrogarlo. La araña del traje volaba detrás de Aaron en el aparcamiento.
Este sacó las llaves de su coche y abrió el maletero mientras Spider-Man se dejaba caer del techo a unos pocos metros de distancia. Aterrizó y en cuanto se incorporó le lanzó una telaraña a la mano de Aaron la cual reposaba en la puerta del maletero. Este observó a la araña robótica con confusión y luego a Spider-Man.
-¿Te acuerdas de mí?- le preguntó Spider-Man con una voz muy grave gracias al modulador.- Quiero información y tú vas a dármela, ya- añadió cuando ya estaba enfrente de él.
-Vale- dijo Aaron mientras extendía una mano hacia Spider-Man.- Tranqui.
-Vamos- exigió el enmascarado.
-¿Qué te ha pasado en la voz?
-¿Como qué me ha pasado en la voz?
-Te oí en el puente, reconozco a una chica.
-No soy chica, soy chico. O sea... eh... soy... soy un hombre- dijo Spider-Man ofendido aún con el modulador.
-Me da igual lo que seas, chico, chica.
-No soy una chica, soy un hombre- dijo mientras Aaron cogía la bolsa, que traía, del suelo y la metía dentro del maletero.- Venga, tío, dime. ¿Quién vende estas armas? Quiero saberlo, dame nombres o si no...
Aaron cerró el maletero de golpe asustando a Peter quien pegó un pequeño salto para atrás. Spider-Man miró a la araña robótica y luego otra vez a Aaron.
-Eres muy novato en esto, ¿eh?- dijo Aaron.
-Desactiva el modo interrogatorio- le dijo a la araña y esta se volvió a meter en su pecho.- Mira tío, estos tíos están vendiendo armas que son superpeligrosas.- dijo ya con la voz normal.- No pueden seguir en la calle. Mira si una de ellas partió en dos la bodega Dalmar imagina...
-¿Conoces Dalmar?
-Sí, los mejores sandwiches de Queens.
-Sandwichlandia no está mal.
-Nah, demasiado pan.
-A mí me gusta el pan.
-Venga tío. Por favor- imploró Spider-Man.- Dichoso modo interrogatorio- añadió mientras se daba la vuelta para marcharse.- Karen no vuelvas a hacer eso.
-La otra noche le dijiste...- dijo Aaron haciéndolo frenar.- ...si vas a disparar a alguien dispárame a mí. Tienes un buen par. Yo no quiero esas armas en este barrio, mi sobrino vive aquí- continuó mientras Peter se acercaba a él.
-¿Quiénes son esos tíos?- volvió a preguntar.- ¿Qué puedes decirme del tío alado?
-Aparte de que es un psicópata disfrazado, nada. No sé quién es ni dónde está- Spider-Man soltó un suspiro mientras apoyaba la espalda en el coche y tiraba su cabeza hacia atrás.- Aunque sé donde estarán- añadió haciendo que el chico se incorporase.
-¿En serio?
-Sí, sí. Un tío chiflado con el que yo había trabajado, he hecho un trato con él.
-¡Bien! ¡Sí!- celebró Spider-Man mientras se daba la vuelta para irse.- ¡Gracias!- añadió girándose a verlo.
-Eh, eh, eh. Que no te he dicho donde, no tienes la dirección.
-Sí, claro- dijo el adolescente acercándose de nuevo.- Fallo mío, qué tonto. Es... sí- apoyó uno de sus brazos en el techo del coche.-¿Dónde es?
-¿Me permites un consejo?
-Mhm- ladeó la cabeza.
-Tienes que currarte más esta faceta- le aconsejó.
-No...no...no lo entiendo- tartamudeó Peter mientras se cruzaba de brazos en un intento de demostrar dureza.- Intimido mucho.
-En el Ferry de Staten Island, a las 11- le informó Aaron.
-Uh, que pronto- comentó.- Eso se disolverá en dos horas- añadió mientras señalaba la mano del hombre que estaba atrapada en una de sus telarañas.
-No, no, no. Quítame esto- dijo él mientras señalaba la telaraña.
-¡Dos horas!- comentó Spider-Man caminando de espaldas mientras le enseñaba dos de sus dedos.- Te lo mereces- lo señaló para después girarse.
-Dentro tengo congelados, tío- se quejó Aaron.
-Te lo mereces, por delincuente- volvió a decir sin dejar de caminar, pero mirándolo por encima del hombro.- Adiós, señor delincuente- se despidió.
Spider-Man se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba el Ferry de Staten Island. Estaba decidido a detener a ese hombre y al del traje alado. Lo que no sabía era que una chica en un traje como el de su tío iba a ir tras él para protegerlo y ayudarlo en caso de que lo necesitase.
Peter estaba seguro de que todo saldría perfecto y que los detendría. Aria sentía que algo malo iba a pasar y que todo se iba a desmoronar.
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