EIGHTEEN
No suelo poner muchos mensajes en esta novela, pero tengo una duda y una pregunta para vosotras.
Ya estamos casi acabando la trama de Homecoming y no sé si continuar con Infinity War en esta misma novela o crear una nueva como si fuera una saga de libros. E aquí la pregunta:
¿Vosotros que preferís, queréis o pensáis que es mejor?
GIЯL STAЯK
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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐋
En cuanto, sobrina y tío, bajaron cada uno se fue por su camino. Tony se despidió de tía May y abandonó el departamento; mientras que Aria se dirigía hacia su habitación.
Al abrir levemente su puerta se quedó parada y giró sobre sí misma para observar la puerta de la habitación de Peter, la cual estaba cerrada. Como siempre.
Dio un par de golpes y entró en cuanto el chico le dio permiso. Peter estaba sentado en el escritorio observando diferentes fórmulas, que había hecho él, para mejorar sus telarañas.
-Hola- le dijo la chica mientras cerraba la puerta a sus espaldas.
-Hola- repitió él sin apartar la mirada de lo que estaba haciendo.
-Venía a contarte sobre la conversación con mi tío.
Obviamente, Aria omitiría la parte donde hablaron de Iron-Girl y también la pequeña "amenaza" o advertencia que ella le dijo sobre Peter.
-No me interesa- dijo el chico en tono cortante.
-Sé que ahora mismo no estás muy bien con mi tío, pero...- él la interrumpió antes de poder acabar la frase.
-Estoy ocupado Aria.
Durante toda la conversación no la miró ni una vez, manteniendo sus ojos clavados en su libreta y sus telarañas. El tono cortante le pareció extraño a la chica, pero lo dejó pasar pensando que la presencia de su tío lo había causado.
-Si quieres te puedo ayudar- se ofreció.
-No, estoy mejor solo.
-Oh... em... vale.
-Buenas noches, Aria- fue la forma indirecta de decirle que se fuera.
-Bu... Buenas noches, Sp... Peter.
Con una mueca de confusión y decepción Aria se dio la vuelta y salió de la habitación de Peter para adentrarse a la suya.
Por otra parte, Peter dejo salir un suspiro de frustración mientras se frotaba la cara en cuanto la puerta de su habitación fue cerrada.
Él mismo había decidido tratarla así voluntariamente. En cuanto vio a Aria y Tony subir a la azotea, después de haber presenciado la discusión, se puso a pensar y llegó a una conclusión. Debía alejarse de ella.
Un motivo era que ya la había cagado suficiente. Tony Stark estaba más que enfadado con él y no quería ni imaginarse como se pondría el adulto en cuanto se enterase de que estaba interesado por su sobrina. Firmaría su sentencia de muerte.
Y otro de sus motivos era que Aria no se merecía a alguien como él. Ella era una Stark. Eso significaba inteligencia, fuerza, autoestima, ego, madurez (aunque no lo aparentarán), poder pero sobre todo estatus alto. Eso era ser un Stark y ella lo era.
En cambio, él se veía como un pobre adolescente nerd que aunque era inteligente carecía todo lo demás. Sobre todo le falta del estatus alto, ya que él era un chico invisible y marginado al que solo le hacían caso para meterse con él.
Ella era fuerte, segura de sí misma, poderosa y demasiado para él, quien no era nada de eso y no era capaz de enfrentarse a nadie del instituto. Bueno, y ahora tampoco de fuera. Si no era capaz de conservar su traje como iba a ser capaz de tenerla a ella.
Todo eso pasó por la mente de Peter mientras que tío y sobrina hablaban arriba. Sin decir una palabra se fue a su habitación y se recostó en una de las literas. En cuanto alguien toco la puerta, y supuso que era Aria, se sentó en el escritorio e hizo ver que estaba ocupado.
Le habló mal y eso le dolió, pero lo hacía por ella. Para que no tuviera al lado alguien tan bajo como lo era él. Lo que no sabía es que haciendo eso estaba haciéndole daño a ella.
Unos minutos después de que Aria se fuera, se levantó y se puso el pijama para después adentrarse en la cama. Tía May entró para decir que la cena estaba lista, pero él decidió no cenar.
May no sé lo discutió y salió de la habitación dejándolo solo. Se puso a pensar mirando la litera de arriba y poco a poco se durmió.
A la mañana siguiente ambos chicos fueron a clase juntos, como siempre, pero por más que Aria intentaba tener una conversación normal Peter solo la volvía más fría e incómoda.
Aria estaba más que confundida con su comportamiento. Decidió que a la hora de salida le preguntaría que qué le pasaba, pero solo en el caso de que se siguiera comportando así durante todo el día.
Cada uno se fue a su clase y así fueron pasando las horas hasta que el timbre del almuerzo llegó. Aria buscó a Peter y Ned, pero solo encontró al segundo sentado donde siempre.
-¿Y Peter?- le preguntó Aria a Ned.
-Me ha dicho que no tiene hambre- le respondió encogiéndose de hombros.
Ambos chicos siguieron hablando hasta que Michelle se sentó con ellos y continuaron la conversación con una persona más.
Al acabar el almuerzo Aria fue hacia su taquilla. Desde lejos vio a Peter en la suya. Quería preguntarle por qué no había ido a la cafetería, pero antes de llegar este se fue por el pasillo contrario.
Aria abrió taquilla y dejó unos libros y sacó otros, los necesarios para las siguientes clases. Cuando lo tenía todo listo cerró la cremallera de la mochila y la puerta de la taquilla. Al hacer esto último pegó un salto por el susto que le dio Flash, quien estaba detrás de la puerta.
-¿Te he asustado?- preguntó él con una sonrisa burlona.
-Sí- le respondió ella rodando los ojos y empezando a caminar hacia su siguiente clase siendo seguida por él.- ¿Qué quieres Flash?
-Hacerte una petición- le respondió poniéndose delante de ella justo en la puerta de la clase a la que debía entrar, química.
-Tengo clase- intentó entrar, pero él no se lo permitió.
-Solo un segundo.
-Está bien- dijo soltando un bufido inconforme.- Di.
-¿Quieres ir al baile con el chico más guapo, popular e increíble de todo el instituto? Es decir, conmigo.
-No- dijo firme haciendo que la cara de suficiencia de Flash se esfumase.- Ahora déjame pasar.
-¿Es que vas a ir con el patético de Peter?
-Primero, Peter no es patético, tú sí- le encoró.- Segundo, nunca iría al baile con alguien como tú que solo se preocupa por sí mismo. Y tercero, no, no iré con Peter, pero sería mil veces mejor ir con él que contigo.
Lo empujó apartándolo de la puerta para así entrar. Se sentía orgullosa por lo que acababa de hacer, pero eso se esfumó al ver que Peter se había sentado en su antiguo puesto.
Desde que volvieron de Washington Peter se había cambiado de sitio en química y se sentaba junto a ella. Pero hoy había vuelto a sentarse detrás del sitio que le correspondía a Flash.
-Pues parece que él no piensa que es mejor estar contigo- le susurró Flash detrás de ella para después pasar por su lado y sentarse en su sitio.
Aria caminó hasta su sitio el cual ahora compartía con su antigua compañera. Miro a Peter y en cuanto sus miradas conectaros hizo una mueca de interrogación. Peter lo entendió, pero solo apartó la mirada.
El tiempo siguió pasando y con él el alejamiento que Peter se había propuesto y la confusión de Aria. Sonó el timbre justo cuando Peter abrió la puerta de uno de los pasillos el cual estaba desierto.
Llevaba colgando una tabla la cual sujetaba con la cuerda del boli y paró al ver a Liz caminar en su dirección.
-Hola- la saludó aún a varios metros.
-Hola- dijo sin dejar de caminar.
-Creía que tenías cálculo a quinta hora.
-Sí, estaba preparando la fiesta- Peter se acercó más a ella haciéndola parar.
-Eh... oye... yo... em...- ambos se pusieron mirando a la vitrina donde reposaban todos los premios de instituto.- Solo quería disculparme por todo eso del decatlón, de verdad...
-No importa- dijo ella negando con la cabeza.- La semana pasada el decatlón era lo más importante, pero casi me muero.
-Em... no... yo...- se trabó.- Solo digo que... no estuvo bien sobre todo por...- soltó un pequeño suspiro.- Porque...
La imagen de Aria se le vino a la mente y sintió dolor ante las palabras que iba a pronunciar. Pero recordó que lo hacía por ella y para que así el Sr. Stark no lo matara o peor aún, que la sacara a ella de su vida.
-Tú... me gustas- le dijo mirando al suelo.
-Lo sé- confesó ella por lo que Peter levantó la mirada en su dirección rápidamente.
-¿A sí?
-Eres fatal guardado secretos.
Peter supuso que se lo debió notar antes del decatlón cuando aún pensaba que quería a Liz y no a Aria. Porque ahora sabía que él no la quería a ella.
-Ya, te sorprendería- dijo con una pequeña sonrisa.-Oye- dijo mirando a varios lados.- Tengo que ir a clase pero... em...
No quería hacerlo pero debía. Por más que le doliera y le jodiera, tenía que hacerlo.
-Te diría de quedar, pero voy a estar castigado para...- prosiguió.
-Aha.
-Siempre- concluyó.- Pero...- su mirada fue hacia el cartel colgado encima de la vitrina, el cual anunciaba el baile.- Supongo que ya tienes pareja para la fiesta.
-La verdad, he estado tan ocupada planeándola que ese punto se me ha ido- dijo para después negar con la cabeza.
Y lo hizo.
-¿Quieres ir...- aunque no fuera con quien realmente quería ir, estaba nervioso igualmente.- conmigo?
-Sí, claro- le respondió con una sonrisa.
-¿En serio? O sea, genial. Guay.
-Guay.
-En realidad voy para allá- le dijo y caminó pasando por su lado.
Al darle la espalda su cara se cambió a una de confusión, ya que aunque lo hacía para no ir con Aria nunca pensó que Liz aceptaría. E inevitablemente una sonrisa se le formó.
Había podido pedirle a una chica ir al baile con él y había aceptado, era motivo para estar feliz. Pero no lo estaba ni siquiera al 50%. Aun así se obligó a fijarse solo en la parte positiva.
Cuando acabaron las clases Aria se fue con Michelle al centro comercial, ya que no habían comprado un vestido aún. Y Peter se fue directo a casa para prepararse. Al entrar deslizó los pies por el suelo de la cocina.
-May, necesito tu ayuda- le pidió captando por sorpresa a dicha mujer.
Fue a su armario y eligió un traje, limpió sus zapatos, movió la cabeza delante del espejo, lo cual habría hecho reír a Aria, pero ella no estaba ahí.
May le trajo un corsage (ramillete de flores para la muñeca) que consistía en una flor de un rosa oscuro, casi lila.
Peter puso cara de asco en cuanto olió la colonia que estuvo a punto de ponerse. Junto con May miraron un vídeo en YouTube para anudarse la corbata, lo cual consiguió.
Y por último May le intentó enseñar a moverse en la pista de bailes enseñándole algún movimiento sutil que podría hacer.
Por otro lado, Aria iba con Michelle por el centro comercial en busca de algún vestido, el cual encontró. Luego buscó unos tacones mientras que Michelle dijo que iría en zapatillas.
Después de años asistiendo a las fiestas de su tío, obviamente sin revelar quién era; siempre diciendo que era la hija de unos socios, sabía perfectamente que los tacones eran algo que se tenía que llevar con vestido. Así la habían criado, pero cada vez lo dudaba más.
Cuando ya tuvieron todo ambas se fueron a casa de Michelle a prepararse. Se pusieron los vestidos, los tacones (zapatillas en el caso de Michelle) y por último se hizo unas leves ondas en el pelo.
Como Peter no le había pedido ir al baile con él, decidió que ella lo haría en cuanto llegara a casa. Por lo que al estar lista se fue de casa de Michelle a la suya. Pidió un taxi porque con los tacones iría más lenta.
Cuando entró a casa sus tacones resonaron, pero Peter y May estaban concentrados en los pasos de baile. Aria frunció el ceño en cuanto los vio moverse.
-¿Se supone que estáis bailando?- les preguntó captando la mirada de ambos.
Los dos Parker la observaron de arriba abajo como si analizaran su vestuario. Peter la observó embobado mientras pensaba en lo preciosa que estaba y sobre todo que era. May se acercó a ella y agarró una de sus manos para hacerla girar.
-Estás preciosa- le dijo la mujer con una brillante sonrisa.
-Gracias May- le devolvió la acción. La mujer miró a ambos y se dio cuenta de que los dos adolescentes se estaban observando.- Voy a por unas cosas a la habitación.
Una de las peores excusas, pero sirvió para dejar a ambos solos. Aria se acercó a él con pasos lentos, ya que estaba un poco nerviosa por lo que iba a hacer.
-Estás muy guapa- le dijo Peter nervioso.
-Tú también está muy bien- Aria tenía un nudo en la garganta, no estaba muy cómoda demostrando sus sentimientos.- Yo... em... quería...
-Voy a ir al baile con Liz- soltó de golpe haciendo que Aria lo mirara sorprendido.
-¿Co... con Liz?- le preguntó.
-Sí- su respuesta les dolió tanto a él como a ella.- Me la he encontrado a quinta hora y... y... le he... he dicho que me gusta.
Aria intentaba que no se le notara el dolor que cada palabra de Peter le había causado. Eran como golpes directos a su corazón. Pero era una Stark y no se podía mostrar débil.
-¿Y qué te dijo?- preguntó simulando normalidad.
-Que... que ya lo sabía- le contestó y ambos se quedaron en silencio hasta que Peter lo rompió.- Y bueno... le pedí ir al baile y... aceptó.
-Me... me alegro por ti.
-Gracias- murmuró mientras apartaba la mirada de ella.- Tú... tú vas con Flash, ¿no? Os he visto esta mañana en la puerta de clase.
-No... o sea, sí me lo ha pedido, pero... yo le he dicho que no.
Peter elevó la mirada para observarla mientras aguantaba las ganas de dejar a Liz e irse con Aria. Pero no podía. Primero porque era lo mejor para ambos; y segundo porque no podía dejar plantada a Liz.
-¿Y... con quién vas?- Aria, quien también había apartado la mirada, la volvió a levantar.
-Con nadie. Iré sola- un silencio incómodo surgió entre ellos por lo que Aria buscó la manera de librarse de seguir conversando.- Creo que deberías irte. Vas a llegar tarde a recogerla.
Peter observó la hora en su teléfono y asintió con la cabeza para después mirarla una última vez de arriba abajo. Le dolía que fuera tan difícil la situación.
-Tienes razón. ¡May, nos tenemos que ir!- la llamó.- Nos vemos en la fiesta- le dijo a Aria con una sonrisa ladeada.
-Claro, nos vemos en el baile.
Se observaron una última vez y Peter pasó por su lado hacia la puerta. May salió de su habitación y observó a ambos para luego hablarle a Aria.
-Aria, cariño- la chica se dio la vuelta para observarla.- ¿Te vienen a buscar o te llevo?
-Oh, no, tranquila. Michelle me recogerá.
-¿Michelle? ¿Es tu pareja?
-No, es que ninguna vamos con una así que vamos a ir juntas- le explicó.
-Oh, bien. Pues ten cuidado, ¿vale?- Aria asintió con la cabeza en respuesta.- Adiós.
-Adiós.
Ambos adolescentes se dedicaron una última mirada antes de que Peter cruzara la puerta y se cerrara tras él. Aria soltó un suspiro pesado dejando escapar el dolor con él.
-Eres una ilusa, Aria. ¿De verdad pensabas que un chico tan bueno como Peter se fijaría en ti? Eres una imbécil- se dijo a sí misma.
Sacó el teléfono de su pequeño bolso y llamó a Michelle para pedirle que la pasara a recoger. Esta no hizo preguntas y en cinco minutos ya estaba abajo.
Al entrar en el coche de Michelle saludó a su padre y a la chica, la cual estaba atrás, ya que quería hablar con Aria. Se puso el cinturón y el coche arrancó en dirección al instituto.
-¿Peter te ha rechazado?- le preguntó Michelle.
Durante la tarde de compras Aria le confesó a Michelle que sentía algo con Peter. Le explicó que se había estado comportando extraño y también la invitación al baile de Flash.
Michelle le animó a que fuera ella la que diera el paso e invitara a Peter al baile, ya que ambas pensaban que él no tenía pareja.
-No- le dijo simplemente.
-¿Entonces? ¿Tú no le ibas a pedir ir al baile? ¿Te has acobardado?
Aria lo que menos quería era hablar de lo ocurrido con Peter por lo que decidió explicarle todo de golpe para que no hiciera más preguntas.
-Peter no me ha rechazado. No, no sé lo he pedido, pero no porque me haya acobardado sino porque ya tiene pareja. Se ve que esta mañana le ha confesado a Liz que le gustaba y le ha pedido ir al baile. Ella ha aceptado y van juntos. Me he enterado cuando he ido a casa y he llegado a la conclusión de que he sido una imbécil por creer que Peter aceptaría o sentiría lo mismo.
Dijo todo del tirón y aún ritmo rápido, pero Michelle la consiguió entender. Le sentó bien decirlo en voz alta, sintió un peso menos.
-No eres imbécil, eso lo es él. Se nota a distancia que desde lo de Washington anda detrás de ti, pero es tan tonto que ni cuenta se ha dado.
-No lo creo. Pero da igual aunque fuera así él ahora está con Liz así que- dijo Aria encogiéndose de hombros y se hizo la fuerte.
Su plan era ese, hacerse la fuerte durante el resto de la noche. Estar con Michelle y con Ned y olvidarse de Peter. Evitarlo en la fiesta y punto.
Michelle decidió no seguir con la conversación por lo que ambas se mantuvieron en silencio hasta llegar a la entrada del instituto. Se despidieron del padre de Michelle y bajaron del coche.
Se adentraron a la fiesta, en la cual ya había bastantes personas. Aria observó a su alrededor y admitió que Liz y los demás había hecho un buen trabajo. Estaba precioso.
Mientras observaba a su alrededor vio a Ned por lo que ambas se acercaron a él para entablar una conversación.
-¿Y Peter?- le preguntó Ned a Aria.
-En casa de Liz.
-¿En casa de Liz?- preguntó con el ceño fruncido.
-Sí, es su pareja.
A Ned le pareció de lo más extraño porque sabía que a Peter le gustaba Aria. Pero decidió no decirlo porque no era algo que él tuviera que decir.
-Oh, lo siento- le dijo a lo que Aria negó con la cabeza restándole importancia.
Aria se fue a por un vaso de ponche a la mesa de bebidas. Volvió con él y se quedó junto con Ned y Michelle bailando levemente y conversando.
Por otro lado, May llevó a Peter a casa de Liz. La misma casa en la que se celebró la fiesta semanas atrás. Paró en frente de dicha casa.
-Es la "hora D". ¿Cuál es el plan?- le preguntó May.
-Le abro la puerta, le digo que está muy guapa, pero sin pasarme porque queda de baboso- nombró Peter.
-No baboso- ambos negaron con la cabeza.
-No, y cuando bailemos le pongo las manos en las caderas. Voy a hacerlo- concluyó mientras salía del coche.- Te quiero- le dijo a May por la ventanilla.
Peter se encaminó a la puerta con el ramillete en sus manos. La imagen de Aria estaba en su mente y las ganas de que esto fuera con ella le invadió, pero se obligó a eliminar esos pensamientos de su mente.
Estaba nervioso, era la primera vez que había invitado a una chica al baile y que hacía todo lo que conllevaba eso. Picó al timbre en cuanto estuvo delante de la puerta y soltó un suspiro nervioso.
Se lamió levemente los labios y espero un poco impaciente a que la puerta se abriera. Y todo rastro de alegría se esfumó en cuanto la puerta se abrió y el padre de Liz apareció detrás de ella.
¡Dios! No. No. Es el hombre que he estado persiguiendo. El padre de Liz es el hombre alado- pensó Peter en shock.
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