DÍA 3: Primera vez

Gracias a la tecnología, en nuestra época no hay duda que no se pueda resolver y no solo dudas, también puedes sacar millones de consejos de Internet y así conseguir hacer todo lo que te propongas con éxito. Pongamos de ejemplo un video sobre cocina, en el vídeo te mostraran exactamente como se hace y habrá muy pocas posibilidades de meter la pata.

Alabado sea Google que te puede enseñar de todo y cuando decimos todo, decimos TODO.

"Cómo preparar tu primera vez", "Las primeras relaciones sexuales: todo lo que quieres saber", "Sexo: cómo hacer que tu primera vez no sea un desastre". Estas eran varias de las páginas que estaba visitando ahora Tomioka Giyuu.

Dos años. Ese era el tiempo que llevaba de noviazgo con el chico más perfecto que existe, es decir, Kamado Tanjiro. El chico es dulce, animado, precioso, amable y cualquier adjetivo que sirva para describir a una persona perfecta. Sin embargo, si bien Tanjiro era lo que cualquiera buscaría en una pareja, también era algo inocente y nunca en su vida se atrevería a dar él el primer paso así que si quería cruzar la línea de la madurez y tener sexo por primera vez, debía ser Giyuu quien organizara todo y quien diera el primer paso. Por eso precisamente estaba recurriendo a Internet para informarse de todo.

El problema de una primera vez entre dos chicos completamente vírgenes es que ninguno sabe qué hacer, por eso informarse era básico y esencial. Sobre todo si quería evitar que Tanjiro sufriera durante su primera vez aunque visto lo que llevaba visto seguramente Tanjiro no lo disfrutaría mucho.

- Me duele la cabeza de tanta información – cansado, dejó el portátil a un lado y se tumbó en el sillón.

- Giyuu – Sabito, su mejor amigo y compañero de piso, se acercó al sillón donde estaba tumbado y se sentó encima de él aplastándole la tripa - ¿Qué tal tu investigación?

- Mal y quita de encima – empujó a su amigo para quitárselo de encima.

- Pero oye, ¿tú cómo lo estás investigando? ¿Estás viendo porno?

- Por supuesto que no.

- Pues creo que el porno te serviría como una buena herramienta. Sabes al menos en que orificio lo tienes que meter ¿no?

- Cállate – le lanzó uno de los cojines pero Sabito lo esquivó.

- Uno de los consejos básicos es actuar con seguridad.

- ¿Cómo voy a actuar con seguridad si soy virgen?

- Tranquilo Giyuu, mira el lado bueno, como Tanjiro no lo ha hecho nunca pues no tiene con qué compararlo. No sabrá si eres malo haciéndolo.

- ¿Eso debería consolarme?

- Sí - asintió satisfecho - ¿No lo hace?

- Pues no.

- Parece que no tengo opción, te ayudaré a practicar.

- No por favor.

- Tranquilo, sé lo que hago – salió un momento del salón para volver con un donut y un pepino.

- Sabito, no quiero saber lo que vas a decir.

- Este pepino es tu pene y este donut es...

- Sabito, déjalo.

- Oye, que te quiero ayudar. Al menos deberías saber hacer las cosas con cuidado para no hacer daño a Tanjiro. ¿Qué pasa si te comportas como un bruto y le haces daño?

Giyuu se quedó mirando el donut y el pepino que sujetaba Sabito. Era vergonzoso practicar con eso pero si de alguna manera llegaba a hacer daño a Tanjiro no se lo perdonaría en la vida.

- Vale – cogió el donut y el pepino pero no sabía que hacer ahora.

- Venga, mete tu pepino en el donut de Tanjiro.

- No lo digas así.

Con sumo cuidado, Giyuu acercó la cabeza del pepino al agujero del donut pero cuando lo rozó, un ruido le desconcentró.

- ¡"KYAAA"! ¡"Giyuu-san"! "Con cuidado" – Sabito había vuelto su voz más aguda y le había sorprendido.

- ¿Se puede saber qué haces?

- Te ayudo, es para meterte en ambiente.

- No me ayudes así.

- Venga, sigue.

Volvió a acercar el pepino al donut pero Sabito volvió a fingir un gemido. Sabía que él solo estaba intentando ayudar. No era una buena manera pero lo que cuentan son las intenciones ¿no?

- N-no va a entrar.

- ¡"No"! ¡"Giyuu-san no seas bruto"! ¡"Ay"! ¡"Idiota"!

- No me insultes, Tanjiro no me insultaría.

- Si resulta que eres horrible en el sexo seguro que te insulta luego. Venga, sigue. ¡"Ahh"! ¡"Que bruto eres Giyuu-san"!

- L-lo siento.

Giyuu consiguió encajar con éxito la punta del pepino en el agujero del donut.

- ¡"AH"! ¡"Entro la punta"! ¡"Qué pequeñito eres Giyuu-san"!

- Cállate. ¿Q-que hago ahora?

- Empuja. Es meter y sacar pero con cuidado.

- Bi-bien – asintió nervioso, sus manos temblaban un poco. Cuando intentó meter más dentro el pepino, acabó rompiendo el donut en dos trozos – Ah... se ha roto.

- ¡¡¡"AHHHHHHHH"!!! ¡¡¡"ME HAS ROTO EL CULO GIYUU-SAN"!!! ¡"NO VOY A VOLVER A ACOSTARME CONTIGO EN LA VIDA"! ¡"ESPERO QUE TE LLEVES BIEN CON TU MANO DERECHA PORQUE ES ELLA LA ÚNICA QUE TE VA A DAR PLACER"! – cogió uno de los cojines y empezó a pegar a Giyuu con él - ¡¿CÓMO PUEDES SER ASÍ?! ¡LE HAS ROTO EL CULO A TANJIRO POR IDIOTA!

- ¡Pero no es su culo de verdad!

- ¡¿Y SI LO HUBIERA SIDO?!

- Hola – la voz de Tanjiro sonó en la entrada del salón poniendo a Sabito y a Giyuu completamente pálidos. Parece que ambos se habían olvidado de que el pelirrojo tenía llaves del apartamento - ¿Llego en un mal momento?

- Ehhh.... No, yo creo que no. Esto... uff, que tarde es. Creo que me voy a... sí, a una cosa importante de esas. Adiós Giyuu.

Rápidamente Sabito abandonó el apartamento dejando a Giyuu solo con Tanjiro.

Aunque Giyuu creyó que Tanjiro comentaría algo sobre lo que estaba diciendo Sabito a gritos, este se acercó como si nada y le dio un beso en la mejilla para luego sentarse a su lado.

- Giyuu-san, ¿cenamos esta noche juntos? – preguntó mientras se enganchaba a su brazo.

- S-sí, claro, l-lo de hace un momento... - rascó su mejilla nervioso – Te habrá parecido raro.

- ¿El qué? ¡Ah! ¡Un donut! – alargó su mano y la acercó al donut partido por la mitad – Que buena pinta ¿te importa que me lo coma?

- No, adelante.

Giyuu miró como Tanjiro devoraba el donut que había estado usando para practicar cosas extrañas. De repente un pensamiento extraño pasó por su cabeza, si ese donut representaba el trasero de Tanjiro antes ¿estaba el pelirrojo comiéndose su propio trasero?

- Maldito Sabito.

- ¿Mm? ¿Ocurre algo?

- No – Giyuu respiró hondo y se preparó para hablar de temas más adultos y comprometedores con Tanjiro – Tanjiro ¿podemos hablar de algo?

- Sí, ¿de qué quieres hablar? – se pegó más a él dejando más cerca sus brillantes ojos burdeos.

Seguro que debía ser pecado querer corromper a semejante ángel.

- E-es que... ya llevábamos dos años.

- ¡Sí! – asintió feliz.

- Y... no sé, he pensado que tal vez... podríamos... en fin, ya sabes.

- ¿Ya sé? ¿El qué?

- Sexo.

Giyuu lo soltó así sin más y Tanjiro le siguió mirando con una sonrisa aunque se notaba que había pequeños rastros de sudor en su rostro. ¿Le había puesto nervioso?

- ¿Sexo?

- Sí, ¿te parece mal? Si te parece mal en realidad no tenemos por qué hacerlo, estamos muy bien y no necesitamos apresurarnos en el siguiente paso. Solo lo haremos si tú quieres así que... ¿qué me dices?

La incomodidad invadió a Giyuu, en el rostro de Tanjiro seguía estando la misma expresión de antes. ¿Sería que no quería acostarse con él?

- ¿Tanjiro?

- ¿Eh? Oh, perdón, es que... - Tanjiro se hizo a un lado dejando más espacio entre él y Giyuu – La verdad... es que yo también he pensado en eso.

- ¿Qué?

- No pienses cosas raras. Llevamos dos años, creo que es normal que... - apartó su mirada avergonzado – Que quiera más.

- ¿Entonces...? ¿Te parece bien?

- Sí, de hecho... he estado investigando varias páginas para informarme. Inosuke me dijo que viera porno pero es que me daba mucha vergüenza.

- Ya veo – sonrió para sus adentros, al final los dos habían estado nerviosos por el mismo motivo y habían investigado por su cuenta – Creo que al final cuenta más experimentarlo que la información que obtengamos de cualquier sitio.

- Puede ser.

- Bi-bien... ¿ha-hacemos el amor?

- Claro, esto... ¿aquí?

- Emmm, no sé, mejor en la cama ¿no?

- Sí, claro, perdón. Ha sido una tontería – la mano de Tanjiro empezó a temblar un poco - Giyuu-san... estoy nervioso.

Giyuu miró el perfil de Tanjiro. El chico se veía inseguro y de alguna manera sintió que ambos compartían ese sentimiento. Inseguridad y nervios porque no sabían si estarían a la altura de las expectativas del otro.

Uno de los consejos que le dio Sabito fue el de actuar con seguridad pero puede que un consejo mejor que ese fuera tranquilizar a su pareja.

- Tanjiro – puso su mano encima de la del otro – Yo también estoy nervioso pero intentaré que disfrutes.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Tanjiro, entrelazó sus dedos con los de Giyuu y volvió a acercar sus cuerpos.

- Giyuu-san – dio un pequeño beso en su mejilla - ¿Podemos empezar ya?

- Claro.

Giyuu se levantó todavía con sus dedos entrelazados con los de Tanjiro y le guio despacio hacia su habitación.

- ¿Y si vuelve Sabito-san? – preguntó Tanjiro preocupado – Me daría vergüenza que nos llegara a ver.

- Tranquilo – acarició con cariño la mejilla de Tanjiro – Sabito sabe cuándo no molestar.

Giyuu rodeó con sus brazos las caderas de Tanjiro y junto sus labios en un beso. Pudo sentir como a pesar de los miles de besos que se habían dado, Tanjiro estaba dando este un poco nervioso. Todavía devorando sus bocas, Giyuu abrió la puerta y se movió hacia delante haciendo que Tanjiro tuviera que entrar en la habitación.

Una vez que ambos estuvieron dentro, Giyuu cerró con el pie la puerta dejándolos a los dos solos en esa habitación donde explorarían completamente el cuerpo del otro por primera vez.

Sería la primera vez y seguro que después vendrían muchas más. 


Hola!!! Tercer día acabado. Sí, ya lo sé, ¿Temática de primera vez y no hay lemmon? Para escribir un buen lemmon tardo como un mes 😭 pero espero que os haya gustado de todas formas.

Gracias por leer, os quiero y nos vemos en el cuarto día. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top