026.
Las cosas habían estado tomando un buen color después de todo; la deuda de Yoongi ya estaba saldada, Sunmi por fin había terminado otro semestre.
Sí, aunque el lugar donde Yoongi tenía montado Genius Lab ya había sido perdido totalmente, Sunmi tuvo una grandiosa idea.
El departamento de Yoongi era grande, la verdad. Contaba con dos habitaciones y él era el único que vivía ahí, eran piezas espaciosas y mientras una era su habitación, la otra era un tipo de bodega donde guardaba objetos que ya no quería o que no utilizaba. La idea de Sunmi fue montar un studio temporal ahí mientras Yoongi conseguía otro local; la idea le pareció excelente. Además vendería todo lo que estaba ahí.
Toda la mañana habían estado clasificando todo en cajas y le habían puesto precio a cada una de las cosas.
— Hemos estado toda la mañana sin parar.— Sunmi chilló mientras abría su paquete de fideos negros.— Muero por comer esto.
Yoongi la miró y empezó a reír, ella lo miró enojada. Era la que más había estado activa, Yoongi era demasiado lento y tardaba más de dos horas en clasificar una caja.
— Y todavía nos falta montar Genius Lab.— Recordó.
— Bueno, ya quiero hacerlo.— Confesó.— Eso sí es emocionante, además, me estresa ver todo el inmueble aquí.— Miró alrededor, la sala y estancia estaban con los muebles y equipo del studio.— Presiento que terminaremos tarde, me quedaré a dormir.
— Genial.
Y no era la primera vez que lo hacía. Increíblemente no había pasado nada de nada hasta ahora. Fue domingo cuando ocurrió el casi beso, hoy era jueves y Sunmi ya había dormido dos días en la casa de Yoongi. Claro que había tensión, pero Yoongi siempre la frenaba, causado que creciera endemoniadamente más. Seguía diciendo que no la merecía y pasaba disculpándose una hora entera después por todo lo que había pasado. Sunmi ya le había perdonado todo, no entendía Yoongi y su insistencia de disculparse cada segundo.
Ella lo necesitaba. En. Todos. Los. Sentidos.
— Ugh, mañana tengo que ir por mi vestido a la tintorería y tú por tu esmoquin.
— Es verdad.— Yoongi siguió comiendo.— ¿Muy temprano, verdad?
— Ajá. Así que hay que terminar rápido Genius Lab para poder descansar, mañana será un día muy cansado y es probable que durmamos hasta dos días después.
Viernes. La graduación de Jimin, Jini, Jungkook, Namjoon y Taehyung. Sí, por fin había llegado la fecha.
Sicko Mode de Travis Scott sonaba por el equipo de sonido. Ya habían terminado su comida y aunque Yoongi amenazó a quedarse dormido en el sofá, Sunmi lo obligó a ponerse de pie nuevamente y por suerte, la comida le había recargado su energía.
Todo ya estaba clasificado en las cajas y apiladas en la entrada porque mañana a primera hora, además de pasar por sus atuendos para la graduación, Yoongi vendería esas cajas en las tiendas de segunda, excepto la ropa, Sunmi la donaría al hospital.
Llegó el momento de montar el studio, lo primero que hicieron fue meter el escritorio, las computadoras y la pantalla plasma, después el sillón negro de piel y poco a poco metieron todo. Yoongi se encargó del cableado y de configurar la pc, mientras Sunmi estaba decorado y acomodando las pequeñas cosas que le servían a Yoongi como inspiración, por ejemplo, su jersey del equipo de béisbol de Daegu, la colección de todos los discos de 2Pac, etcétera.
— ¡Ahí!— Gritó Sun y Yoongi retiró su mano del equipo de sonido. Había estado cambiando el sonido y el jodido bass no sonaba como quería.— Ahí se escucha perfecto, Gi.
El pelinegro sonrió satisfecho, tenía sus manos en la cintura y miraba con orgullo toda la habitación. No importaba en donde se estableciera, Genius Lab siempre lo seguiría a todas partes.
— Jodidamente me encanta.— Suspiró. Pasaban de las 2 AM.— Somos un gran equipo, ¿lo sabías, cariño?
Sunmi le sonrió desde el sofá y asintió. Estaba exhausta, no lo podía negar y tampoco ocultar, pero vaya que el resultado era gratificante.
— Claro que sí.
*
— ¡Rápido Yoongi, muévete!
Sunmi salió corriendo al estacionamiento, Yoongi venía tras de ella a varios metros con la última caja entre sus manos. Sunmi había organizado todo, la mitad de ellas estaba en el maletero del Charger y la otra en los asientos traseros.
— ¡Cariño la tintorería abre a las 9 AM, tranquila!
—¡¿Y?! Además de eso, tenemos que ir al hospital para dejar la ropa y lo más probable es que nos manden a la casa hogar con la que tienen conexión, no sólo eso, tienes que ir a vender esto a las tiendas de segunda y después dejarme en la casa del padre de Jungha, ¿ya mencioné que la tintorería está lejos? Listo, lo he hecho. Yyyy, tienes que acompañar a Jimin y ayudarlo con lo que te pidió.
Yoongi se mareó por el vómito verbal que escupió Sun en tan sólo dos segundos, dejó la última caja y fue con ella, tomó sus manos y sin previo aviso le dio un beso en la frente.
—Respira, por el amor de Dios.
—¿Podemos irnos ya?
—Sube al puto auto.
Sunmi sonrió victoriosa y saltó al asiento pasajero.
Yoongi se puso en marcha y como lo predijo Sunmi, el hospital los mandó a una casa hogar. El asunto ahí fue más tardado de lo esperado pero con gusto recibieron las prendas de Yoongi, no eran muchas, pero casi toda era de invierno y serían de mucha ayuda.
La siguiente parada fue un mercado donde vendían de todo y casi toda la mercancía era de segunda; Yoongi no tenía la chispa como para convencer a los comerciantes de comprar sus cosas, pero Sunmi sí y en tres negocios le recibieron las cajas.
El auto ya tenía espacio nuevamente y fueron a la tintorería, corrieron con suerte pues ya era medio día y casi cerraban para irse a comer.
— ¡Muchas gracias!— Dijo Sunmi saliendo de la tienda.— Yoongi abre al auto.
Así lo hizo y con mucho cuidado Sunmi dejó las prendas en la parte de atrás. Ahora tenía que irse a la casa del padre de Jungha, todas ya estaban allá y no paraban de enviarle mensajes.
— Cariño,— Yoongi aprovechó que cambiaba de marcha y justo después de soltar la palanca, reposó su mano sobre la pierna de ella.— Dalai.
— ¿Qué?
— Relájate. Ya estamos yendo a la casa de los Bae, en tres horas todas estarán listas y nosotros pasaremos por ustedes, iremos a la ceremonia de graduación y después a la fiesta. No hay nada de qué preocuparse.
Sunmi respiró profundamente, tomó la mano de Yoongi y lo miró.
— ¿Me lo prometes?
Yoongi sonrió y de paso le guiñó un ojo.
Minutos después llegaron a la casa del padre de Jungha, Hyeji estaba de pie en el pórtico esperándolos y cuando vio el carro de Yoongi aproximarse por la calzada, empezó a sacudir su mano y entró de nuevo a la casa para anunciar que Sunmi por fin había llegado. Hyeji tenía su cabello lleno de pinzas para peinar, Yoongi y Sunmi rieron al notarlo.
Jungha tenía contactos y había conseguido que una estilista profesional, con la que solía trabajar antes, maquillara y peinara a todas. Fue su regalo de graduación, aunque Jini insistió en pagar, Jungha tenía todo controlado.
— Pasaré por ti en tres horas.— Yoongi le comentó a Yoongi mientras la acompañaba a la puerta.
— Muy bien.— Respondió ella y se dio la vuelta para encararlo.— Puntual. No quiero saber que Hoseok y tú se llevaron a los graduados a beber antes.
Yoongi bufó acompañado de una sonrisa.
— De acuerdo, comandante.
— ¡Sunmi entra ya!— Jungha gritó desde adentro.
— Me voy, Gi.
Yoongi asintió y se despidió con la mano, la vio entrar a la casa y pasó a retirarse. Aprovecharía el tiempo para dormir un par de horas.
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HOLAAAAAA NO ME MATEN POR DESAPARECER, les traigo noticias, alargaré un poco este fic 😛😛
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