021.
Sunmi estaba sentada en el sofá, su cabeza tomando su frente y su pie izquierdo moviéndose con impaciencia. Habían pasado apenas 20 minutos desde que Yoongi se había ido con esa estúpida arma y la alteración a tope. Por más que había querido comunicarle a los chicos lo que estaba pasando, Yoongi se había llevado su celular y el de Sunmi, además no había teléfono fijo en el studio, lo único que pudo hacer fue mandarle mensajes por Facebook a todos, pero lamentablemente sus amigos no usaban más esa red social.
— No debí haber dicho nada, joder...— Se lamentaba y no podía con la angustia.
No sabía a dónde había ido Yoongi y tampoco con quién, pero quería estar con él para cualquier cosa. Ahora más que nunca.
El tiempo pasó mucho más lento de lo normal, Sunmi había estado sentada mordiéndose las uñas, como también había estado caminando por la pequeña habitación 4x4 una y otra vez. Su coleta estaba demasiado floja y sus ojos estaban rojos de la irritación. Ya no podía más. Estaba a punto de salir corriendo e ir a buscar, cuando iba a abrir la puerta, una notificación proveniente de la pc sonó, Sunmi se giró rápido y desde donde estaba, alcanzó a ver que era Hoseok y en el momento que iba a correr para escribirle por ayuda, el motor del auto de Yoongi se escuchó desde afuera y no era el único, dos o tres motores más lo acompañaban.
Salió del studio a toda prisa, el Charger frenó frente a ella de manera brusca, al igual que las motocicletas; los chicos arriba de éstas tenían puestos cascos, por lo que no los reconocía, hasta que uno de ellos se lo quitó y reconoció al tipo de la sonrisa burlona que había ido a su escuela. ¡Mierda! El miedo la consumió en ese momento, estaba estática sin saber que hacer y desesperada por lo ver a Yoongi, entonces la puerta del piloto se abrió y de ésta salió el otro chico que la había visitado.
— ¿Qué haces?— Gritó desesperada.— ¡¿Dónde está Yoongi?!
Las cuatro personas rieron. El chico que iba conduciendo el Charger se acercó a ella, le dio las llaves del auto y se inclinó a ella para susurrar: — Cuida mejor a tu novio, linda.
Y se alejó, subiendo a una de las motos y todos se retiraron. Se escuchó un gemido de dolor desde el auto, Sunmi reaccionó y voló hacía él. Abrió una de las puertas traseras y soltó un grito al ver a Yoongi ahí todo golpeado y con el rostro todo sangrado.
— ¡Dios mío, Yoongi!— Se cubrió la boca del susto y no fue capaz de detener sus lágrimas.
Aun así, se talló las gotas de la cara, haciendo casi lo imposible, logró sentar a Yoongi y dejó su cabeza inclinada para atrás, cerró la puerta de golpe y corrió a Genius Lab sólo para cerrarlo. Volvió al auto, subió al asiento piloto y encendió el auto sin ningún problema, de manera arrebatada saltó a la calle y empezó a conducir a toda velocidad, esta vez sin dudar de cómo manejar los jodidos cambios.
— No vayas al hospital, Sun.
— No hables.— Pidió ella, casi rogando.— Y manten la cabeza inclinada.
— Sunmi, por favor. Si vas a un hospital, me harán preguntas y me meteré en peores problemas.
— ¡Ugh, maldición!— Sunmi dio una vuelta en U, cambiando por completo su camino, ahora yendo a su departamento.— Sólo resiste, Gi. Iremos a casa.
Sunmi entró al estacionamiento del edificio donde vivía y por suerte, estaba el guardia, un señor de casi 40 pero musculoso y fuerte. Sunmi le hizo señas, el guardia al verla tan desesperada corrió a ella y se quedó en shock al ver a Yoongi, pero sin decir nada, lo cargó y corrió dentro con Sunmi detrás.
— Señorita, ¿quiere que llame a la policía?— Preguntó preocupado, dejando a Yoongi en el sofá.
— Ya lo hice, vienen en camino.— Mintió por el bien de ambos.
— ¿A una ambulancia?
— Soy estudiante de medicina, tengo esto bajo control.— Suspiró, asintiendo y convenciéndose a sí misma.— Gracias por la ayuda.
— Llame si necesita cualquier cosa.
Sunmi asintió y lo despidió en la puerta. Fue al sofá, como pudo puso a Yoongi de pie y lo llevó a su habitación. Ahora su bata y parte de su uniforme médico estaba rojo por la sangre de Yoongi. Lo sentó en la cama, él ayudando en todo lo que podía, con las almohadas hizo un tipo de respaldo. La hemorragia de la nariz había parado, eso era lo único que tranquilizaba a Sunmi.
Fue al baño y sacó su botiquín de primeros auxilios, el cual era más grande y estaba más equipado. Había sido un regalo de su tío y por suerte, estaba todo lo necesario para ayudar a Yoongi en ese momento y estaba rezando para que no tuviera una fractura de costilla, pues cada mínimo movimiento que Yoongi estaba haciendo, él se quejaba. También tomó una toalla húmeda y otra seca.
Volvió con Yoongi, nadie hablaba, Yoongi estaba luchando para respirar, Sunmi estaba concentrada en todo lo que estaba a punto de hacer. Se deshizo de la bata ahora roja y tomó su cabello en un moño alto, arremangó sus mangas de la licra que traía bajo el uniforme y miró a Yoongi con dolor.
— Vas a estar bien.
— Sunmi...— Ella negó con la cabeza, indicando que no hablara. Sólo podría complicar las cosas.
Con cuidado le sacó la camiseta y tuvo que ahogar un grito al ver su abdomen con pequeños raspones y varios moretones ya visibles. Lo habían atacado en grupo. Malditos cerdos. Tomó la toalla húmeda y con delicadeza limpió toda la sangre derramada del rostro que caía hasta el cuello y parte del pecho, Yoongi hacía muecas y gemía del dolor. Le había sangrado la nariz, por lo que la tendría hinchada, también tenía el labio inferior reventado, cortada la ceja izquierda, el pómulo derecho con un gran moretón y el otro con un raspón.
— Yoongi, te va a doler.— Advirtió.
— ¡¡Agh!!— Yoongi chilló cuando Sunmi movió su nariz, por suerte no estaba rota.
Limpió las heridas, Yoongi fue fuerte esta vez y sólo hacía muecas cuando el agua oxigenada lo tocaba, también puso pomada en los golpes. Yoongi cada vez podía respirar mejor.
— Amor, te dolerá otra vez.— Volvió a advertir Sunmi, ahora centrándose en el pecho y abdomen.
— Sunmi le llamaste a... ¡¡Agh!!— Golpeó la cama cuando Sunmi empezó a picotear las costillas, agradecida con lo más sagrado, Sunmi comprobó que los golpes no habían llegado a fracturarlo, todos los huesos estaban donde tenían que estar.
De todas maneras, obligaría a Yoongi por unas radiografías para confirmar.
Yoongi respiraba pesadamente mientras ella le limpiaba los raspones del abdomen y le ponía la misma pomada en los moretones. No la dejó de ver en ningún momento y a pesar de que Sunmi sólo estaba tratando con una paliza, estaba orgulloso por la grandiosa doctora que sería en el futuro. Además que según Yoongi lucía hermosa y comprobó la teoría de Hoseok: las chicas con uniforme médico lucen maravillosas.
Sunmi esperó media hora, dejándolo dormir un poco y ella fue a ducharse rápido.
— ¿Puedes moverte?— Le preguntó con delicadeza.— Lo mejor será que tomes una ducha.
— Creo que sí puedo.— Asintió él y empezó a reincorporarse.
— Con cuidado, Yoongi.— Pidió ella y se acercó par ayudarlo.
Lo llevó al baño, preparó el agua y lo dejó ahí para que él hiciera el resto. Sunmi fue a la cocina, puso a hervir agua y sacó un par de analgésicos que tenía. También fue al cuarto donde guardaba todo, por suerte, aún había un poco de ropa de Yoongi, tomó unos pantalones cómodos, ropa interior y un hoodie. Volvió a su habitación donde estaba el baño.
— Yoongi voy a entrar.— Dijo desde afuera.
Fue rápido, sólo dejó los pants y ropa interior.
Regresó a la cocina, le preparó un té a Yoongi, un sándwich y tomó los analgésicos que le daría. En su habitación ya estaba él, la vista era buena a pesar de que estaba golpeado. Aplicó la pomada denuevo y esta vez le puso los vendajes donde los necesitaba. Le indicó que se tomara los analgésicos, que se bebiera el té y que después se alimentara.
— No te merezco.— Dijo él apenado mientras Sun le ayudaba a ponerse el hoodie.
La pelinegra lo miró y terminó asintiendo.
— Lo sé.— Suspiró.— Pero lo que sí merezco es una explicación de todo esto.
— La tendrás.
Yoongi tomó una bocanada de aire.
— Primero descansa, duerme un poco.— Le dijo ella.— Estaré en la sala por si me necesitas.
Él asintió, incapaz de pedirle que se quedara haciéndole compañía. Sunmi apagó la luz de la habitación, lo miró por última vez desde el marco de la puerta, hizo un ademán con la cabeza y cerró la puerta.
*
Sunmi no había podido dormir ni un segundo. Estaban a punto de ser las cuatro de la mañana, estaba en la sala de estar, con la televisión encendida pero silenciada sólo para no sentirse tan sola. Hace unas horas les había hablado de lo sucedido a sus amigos y aunque todos querían correr a Yoongi y otros saltar para matar a los bastardos que le habían hecho eso, Sunmi se los prohibió y sugirió que lo visitaran hoy por la tarde. De todas maneras, ella había decidido faltar a la escuela por obvias razones y estaría en casa todo el tiempo.
Voy a llamarte. Decía el mensaje de Namjoon.
Sunmi dio un gran suspiro y cuando la llamada entró, ella sin dudarlo aceptó la llamada de su amigo.
— Hey, ¿cómo sigues, Sunny?
— ¿Te soy sincera?— Rió por lo bajo.— He estado llorando la última hora completa... Fue horrible verlo en esas condiciones.
Sunmi tenía confianza plena en sus amigas, como también la tenían en Hoseok y Jimin; sabía que podía contar con ellos siempre y cuando sea, sin embargo, esta personita al teléfono, era alguien especial. Siempre sabía qué consejos dar y qué decir, incluso sabía cuando no tenía que comentar nada. Namjoon y Sunmi eran iguales.
— ¿Tan malo fue?
— Tenía todo el rostro sangriento, Namjoon. Fue aterrador. Antes, cuando se metía en peleas, terminaba con uno o dos rasguños, esta vez fue brutal. Lo atacaron.
— Mierda... ¿Y cómo está él en este momento?
— Pasé por la habitación hace un rato, está durmiendo profundamente. Casi como un bebé.
— ¿Qué? ¿Cómo puedo hacerlo siendo recientemente masacrado?
— Bueno...— Sunmi sonrió levemente.— Es su especialidad.
— Wow... Es algo para admirar.— Contestó el sorprendido.— Como sea, lo bueno es que está bien en estos momentos y con la mejor compañía.
— No lo soy.
— Lo eres.— Aseguró.— Por lo menos la mejor compañía para él.— Sunmi no dijo nada, se limpió la lágrima que caía por su mejilla.— No llores. Él está bien ahora.
— Fue mi culpa.— Sollozó.
— Sunmi no digas eso.— Esta vez, el tono de voz de Namjoon fue un poco más severo.— Tú no lo obligaste a hacer lo que sea que haya hecho para terminar metido en ese problema.
— Lo sé, pero yo decidí apartarme de él, eso le afectó y bueno, ya sabes el resto... Se dejó llevar por el sentimiento del vacío, tal vez, y terminó metiéndose con personas que no debía.— Soltó un fuerte suspiro.— No puedo creer lo mucho que puede afectar alguien en una persona, me duele ser ese alguien de Yoongi. Ni siquiera sé porqué soy tan importante para él.
— Lo eres por la misma razón por la misma razón que él es importante para ti.— Comentó con tranquilidad, diciendo la verdad con su silencio.— Te ama, tú lo amas a él. Así de jodidamente simple, Sun.
— Sí, pero si lo aceptabamos íbamos a sufrir...— Namjoon soltó un "aghh" del otro lado.— ¡Oye!
— Esta plática te la deberían de dar las chicas, pero bueno, a veces te toca hacer la tarea de otros...
— ¿A qué te refieres?
— ¿Te has dado cuenta que el sufrimiento de ambos comenzó cuando cortaron los lazos?— Preguntó con perspicacia.— Sí, Sun. No tuve que estar desde el comienzo de todo y yo lo noté, al igual que el resto.
— Bueno sí, pero...
— Pero nada.— La cortó.— Probablemente uno de sus mundos alternos pudo ser uno en el cual los dos aceptaban sus sentimientos, seguían como siempre, él con su música, tú con tu escuela, apoyándose y dándose amor el uno al otro sin inconveniente.— Sunmi de nuevo iba a hablar pero Nam le ganó.— Por Dios, ¡ustedes ya eran novios!
— Grandioso.— Dijo ella con ironía.— Soy una idiota.
— Te quiero hasta el infinito, pero sí, lo eres.— Dijo y Sunmi rió mientras negaba con la cabeza.— Pero él también lo es y uno muy grande.
Sunmi lo único que quería era evadir cualquier dolor que el amor hubiera podido causar y no se dio cuenta que al hacer eso, alejó a la persona más especial de su vida y la única que había logrado llegar a su corazón, como también a su mente. Yoongi ayudó que la pasión por la medina creciera aun más en ella, Yoongi hizo que la Sunmi fuerte y orgullosa floreciera, Yoongi la ayudó a superar el pasado... Yoongi le enseñó a amarse a ella misma. Prácticamente le debía todo a él y siempre estaría agradecida.
Por eso siempre quiso ayudarlo.
Y por eso mismo nunca le negaría su ayuda.
— Y tuve que darme cuenta de todo esto cuando mi padre está jodiendo, amenazando la estabilidad de mi familia y Yoongi está metido en aprietos con una posible mafia... El premio para la más tonta es para... Park Sunmi. Ehhhh, wuuu, aplausos...
— Lamentablemente.— Namjoon estaba riendo.— Pero el lado positivo de esto es que ya te diste cuenta y vamos, no es el jodido fin del mundo, allá afuera hay gente sufriendo hambre, sed y pobreza.— Hizo conciencia.— Puedes salir adelante, él también y si lo hacen juntos... Mucho mejor.
— Diablos...
Namjoon le dijo un par de cosas más y pocos minutos después la llamada terminó. Sunmi lanzó el celular a un lado, abrazó sus rodillas y escondió su rostro. Otra vez estaba llorando y no podía creer que las lágrimas seguían saliendo de esa manera tan fácil, lo peor es que ahora le dolía la cabeza horrores. Todo pudo haber sido tan sencillo, pero ella y Yoongi complicaron todo de manera descomunal. Estaba furiosa consigo misma y triste por todas las consecuencias.
No tenía cara para ver a sus amigas... Ellas se lo habían advertido todo ese tiempo.
— Sabes...— La voz ronca de Yoongi inundó toda la sala.
Sunmi se sobresaltó al escucharlo.
— ¡Min Yoongi!— Se quejó, apretándose el pecho, sintiendo su fuerte pulso cardíaco.— ¿Por qué estás despierto? Necesitas descansar.
La ignoró, salió del pasillo, acercándose a ella.
— Este era el punto al que no quería llegar.— Hizo énfasis en el "no".— De verdad, es lo que siempre quise evitar y sin embargo, aquí estamos, cariño.
— Siempre resaltamos por terminar donde no debíamos.
— Lo sé.— Sonrió con melancolía y se sentó en la mesita de centro que estaba frente a ella.— Escuché tu llamada con Namjoon... Sigues hablando muy fuerte al teléfono, Sun.
Ella sonrió de la misma manera.
— Perdón.
Una vez más, estando con Yoongi, todo lo malo que había pasado parecía desaparecer y en lo único que se concentraba era él.
— ¿Ahora te das cuenta porque estaba convencido de no volver?— Preguntó y Sunmi asintió aunque no lo sabía realmente.— Yo lo pensé, había decidido tirar todo a la mierda, mis inseguridades y miedos por ti, Sunmi... Iba a confesarme y luchar para estar juntos de nuevo.
— ¿Y por qué no lo hiciste, Yoongi? Diablos... ¿Por qué no lo hice yo?
— Ya era demasiado tarde, Sun. Ya me había metido en esa porquería y por nada del mundo quería arrastrarte, podría afectar tu futuro y...
— Yoongi no deberías preocuparte por el futuro, lo importante es el presente.
— Tu futuro es muy importante.— Aseguró él.— De verdad que lo es.
Sunmi suspiró y apreciaba el hecho que a Yoongi de verdad le importara su carrera de medicina. Ni siquiera su familia lo hacía como él.
Necesitaba saber todo, hasta el más mínimo detalle y entonces así pensaría en lo que podrían hacer para solucionarlo.
— Yoongi... ¿Tú de verdad te drogabas?
— Lo hice.— Confesó.— Tres veces, a la tercera me di cuenta que fue una estupidez. Yo mismo quise ingresar a un centro, Jimin y Jinyoung se hicieron cargo de todos los trámites y de mí en todo ese tiempo.— Sunmi tenía que agradecerles plenamente.— Por eso es que, los primeros tres meses no supiste nada de mí, estaba allá dentro.
— Si no eras adicto, ¿por qué quisiste entrar, Yoongi?
— Justamente para no convertirme en uno, Sunmi. Las personas allá adentro de verdad estaban graves, algunos con grandes avances, otros no.
— Te sacrificaste por tu bien... Yoongi, estoy orgullosa.
Antes, Yoongi se hubiera hundido en el oscuro mundo de las drogas sin inconveniente. Cuando empezó a convivir con Sunmi, supo lo que era tener conciencia y también aprendió que todo en el futuro tendría consecuencias y que las podía prevenir.
— Pero entonces, fui al bar underground al que solía asistir, ¿lo recuerdas?— Ese lugar era peligroso, pero Yoongi lo amaba. Había rap battles, freestyle y stages.— Una noche, cuando volvía a casa, un conocido me pidió un favor.
— ¿Qué clase de favor?
— Uno ridículo. La casa de un amigo suyo me quedaba de pasada, me entregó una mochila y me pidió que pasara a dejarsela. Fácil.
— Y dentro de la mochila había droga, ¿no es así?
— Heroína.— Suspiró.— Al llegar a casa, me llegó un mensaje de mi conocido que decía: Grandioso, estás dentro.
— ¡¿Qué demonios?! Tú ni siquiera sabías qué había dentro.
— Lo sé, cariño, pero así de sencilla es la trampa para entrar en ese mundo.
— ¿Y lo has seguido haciendo?
— No me han llamado y por suerte sólo lo han pedido dos veces. Una de esas, fue cuando fuiste por mí a la comisaría.— Apretó sus labios. Sunmi lo sabía, Yoongi no necesitaba un parque para inspirarse.— Y no, antes de que preguntes, no me puedo negar. Me amenazan si no obedezco y una de las amenazas es atacarte.
— Eso es una jodida extorsión. Dios, qué horrible...
— El mismo día en el que mi infierno comenzó, por la mañana había pensado en confesarme y volver a ti, pero a la mañana siguiente, cuando supe que era lo que estaba dentro de la mochila, supe que eso sería imposible. Por eso, creé ese estúpido plan de hacer que me odies y hacer que pienses que me drogaba.
Sunmi se cubrió el rostro con la manos y negó con la cabeza. Era mucho para asimilar y se sentía muy mal por Yoongi. Todo este tiempo ella había estado sufriendo por no tenerlo a su lado, pero él, además de sufrir eso, era víctima de una extorsión y nadie lo sabía, él estaba lidiando con todo.
— Estuviste solo todo este tiempo...
Se puso de pie y empezó a caminar, se sentía asfixiada.
— Nunca quise lastimarte, Sunmi. Cada vez que me mirabas con desprecio, dolor y tristeza, sufría como no tienes una maldita idea. Perdón por preocuparte... Perdón por mentirte.
La chica negó con la cabeza, volvió a sentarse frente a él, esta vez tomó sus manos y las entrelazó.
— Debiste habérmelo dicho, Yoongi.
Yoongi suspiró, ni siquiera podía pensar en ese momento.
— Lo siento.— Se disculpó de nuevo.
— Vamos a posponer nuestros problemas amorosos y de confianza después.— Dijo mientras asentía, ya sabía qué hacer, sabía en qué centrarse.— Primero nos ocuparemos de esos malditos.
— No sólo de ellos.— Yoongi la miró con una sonrisa.
— ¿Hay alguien más?— Preguntó confundida.
— Tu padre, cariño.
••••
NO SE CONFUNDAN, ellos no están juntos de nuevo, CASI, pero aún no, sorry babes but you need to wait
BTS YA ESTÁ EN AMÉRICAAAA, YA ESTAMOS A LA MISMA HORAAAA, OMGGGGGGGGG
wattup wattup, qué han hecho? si les dije que ya estoy de vacaciones??? I'M SO HAPPY FOR THAT
¿SE IMAGINABAN TODO ESO DE YOONGI? pobre): ni siquiera hoseok lo sabía
song:
Calvin Harris ft. Dua Lipa – One Kiss
ES MI JAM DEL VERANO, YA DIJE; creo que aún ni empieza el verano but ya dijE
foto:
mi vieja BUT ALSO, PARK SUNMI
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