Los retos de una fujoshi

-¡Eres un miedoso Claire!

-¡No lo soy! simplemente me da asco.

-Papá te tuvo en su panza, debes estar agradecido.

Elaine platicaba con su hermano gemelo mientras discutían.

-Yo lo sé, pero... Elaine, no estoy acostumbrado a verlos... teniendo... sexo.

Se sonrojó con sus palabras y Elaine vio su potencial de uke conforme el sonrojo aumentaba en sus mejillas.

-Te propongo un reto, si eres tan macho como dices soportarás la historia completa de papá contándonos la forma en la hizo el amor con papá para tenernos.

-¿Escuchar como lo... penetró, con muchos detalles?

-Claro que si gallina.

-¡Soy un gallo! ¡Acepto tu reto para que no me molestes más!

Se cruzó de brazos y le dio la espalda a su hermana, era pesada pero se arrepintió casi inmediatamente cuando dijo eso. ¿Realmente quería saber cómo papá había gemido como perra loca cuando los tuvo? Eran hermanos gemelos, que de gemelos no tenían nada, ambos rubios de ojo azul, piel blanca, complexión delgada, altos, adorables pero con toque sexy, y claro, los dos tenían cara de bebé.

Pero la pequeña Elaine era una traviesa, se la pasaba acosando a sus papás desde hacía no más de una semana y les tomaba fotos para su álbum especial de Yaoi.

Claire era más reservado, leía libros, era bastante tranquilo y le daba miedo la expresión que hacía su padre/madre en el desayuno. Era una sonrisa psicópata con un toque tierno... completamente aterradora.

Elaine tomó la mano de Claire y bajaron rápidamente.

-Papá, tengo una pregunta.

-Dime cariño.

-¿Por qué quisieron tenernos?

Adrien aminoró un poco se expresión de nerviosismo y pareció relajarse completamente.

-Él insistía en tener familia y pues no pude negarme ¿quién no quisiera penetrar ese culito?

-Papá ¿podrías contarlo con TODOS los detalles?

La expresión maliciosa de Elaine se extendió conforme veía a su hermano hacer una mueca de horror.

-Claro pequeña...

~~~~

-¡Adrien! ¡Quiero bebés!

-Amor, eres un hombre, no puedes tener familia.

-¡Adrien!

Nathanaël jaló del brazo a Adrien mientras hacía tiernos pucheros y fingía llorar, Adrien dejó el libro de lado y tomó los hombros de Nathanaël viendo como sus ojos eran más grandes de lo normal.

-Si realmente pudieras tener familia estarías embarazado hace más de diez años, Nathanaël, tenemos sexo todas las noches, cada parte de esta casa está contaminada por nosotros.

Nathanaël hizo cada vez más grandes sus ojos, algo aterrador e hipnótico.

-Adrien...

-Nathanaël, no, ya hablamos de eso, ya te dije.

-Pero el doctor dije que podía, sólo que era con amor.

-Pues nunca lo harás porque no te amo.

Nathanaël abrió sus ojos a más no poder, todavía negaba su relación, algo que claramente le dolió, a lo que se soltó del agarre de Adrien y corrió hasta la habitación para llorar en una esquina.

-¡Nathanaël vuelve aquí!

"Aish, parece vieja en sus días"

Cuando intentó abrir la puerta ésta estaba cerrada con llave, dentro se escuchaban los quejidos y lloriqueos de su esposo, la había cagado, pero no desistió, fue a la cocina, rebuscó en el cajón de llaves y sacó la llave de la habitación para entrar a ella.

Nathanaël se hizo aún más pequeño en su lugar mientras lo veía.

-Lo siento ¿esta bien? No soy de aquellos que quieran una familia así de rápido.

Jaló a Nathanaël para levantarlo y lo abrazo protectoramente mientras acariciaba con delicadeza su espalda.

-Y-yo... quiero intentarlo.

Dijo Nathanaël secando sus mejillas con la ropa de Adrien, le gustaba oler la ropa de su esposo y ese día no era la excepción.

Adrien acarició su cabello y separó su rostro para darle un beso, un beso suave, tierno, emotivo, no pasaba a más de un simple roce de labios y Adrien bajó por la mejilla del pelirrojo para apresar su blanquecino cuello entre sus dientes.

Nathanaël jadeó suavemente y se dejó envolver por los brazos de Adrien, que poco lo aprisionaban para no separarse más de lo debido.

-No Adrien, no quiero obligarte.

Adrien, cargó a Nathanaël para dejarlo acostado en la cama y abrir sus camisa para repartir unos cuantos besos en su pecho.

-Y-Yo debo hacerlo Adrien.

Jalando el cabello de Adrien intentado quitarlo, Adrien aprisionó sus manos por encima de su cabeza y siguió con lo suyo, lamiendo uno de sus pezones, mordiendo levemente y succionando de vez en cuando.

Bajó hasta su vientre, liberó las manos de Nathanaël y tactó sus muslos mientras retiraba sus pantalones holgados, aprovechando para besar sus piernas y dejarlo desnudo a sus ojos.

-Adrien.

El brillo de deseo que iluminaba los ojos de Nathanaël era una tortura para Adrien, quería simplemente follarlo pero prefería cumplir las pequeñas expectativas del chico, quería una familia por amor, y tendría una familia por amor. Retiró su ropa frente la atenta mirada de su esposo y una vez desnudo se dedicó a besar sus labios. Un sabor envolvente, deseoso, adictivo.

Sonrió por lo bajo y sacó una pequeña botella del buró de un lado. Claro, siendo adictos al sexo tendrían botellitas de esas por toda la casa. Derramando un poco en la entrada del menor, pasó su dedo por el anillo del menor un par de veces antes de lubricar sus dedos y meter uno lentamente.

-E-está frío.

Nathanaël cerró sus ojos desviando su mirada mientras apretaba las sábanas, se dejaba hacer si se trataba del rubio, Adrien metió un segundo dedo, abriendo como tijeras, intentando dilatar lo más posible a su esposo, y es que odiaba el proceso, siendo que tenían sexo a cada rato, parecía que su esposo se regeneraba o algo parecido, cada día estaba igual de apretado que cuando era virgen, no sabía si era intencional.

Deslizó un tercer dedo, lleno de ganas de penetrarlo de una vez por todas, simulando leves embestidas, Nathanaël gemía por lo bajo, mordiendo sus labios, o simplemente dejaba que sus jadeos escaparan casi inaudibles, pero Adrien estaba pegado a él, sabía que Nathanaël lo provocaba pero no entendía por qué razón lo hacía ¿no lo había convencido para tener hijos?

Sacó los dedos cuando sintió que su querido esposo ya se había divertido bastante. Nathanaël jadeó con desaprobación Adrien hizo que se diera la vuelta, tomó sus muslos y elevó su trasero para darle un vistazo rápido antes de lubricar su miembro y penetrarlo.

Nathanaël jadeó y mordió la almohada que tenia enfrente, quedándose un rato en la misma posición. Movió sus caderas y Nathanaël volvió a ahogar un gemido.

-No sabes cuantas ganas tengo de follarte duramente ahora mismo.

Adrien gimió levemente, su voz sonaba ronca y provocadora, por lo qué Nathanaël tomó sus cabellos y lo jaló hacía sí.

-Hazlo Adrien.

El rubio sonrió con malicia, le dio una segunda estocada y balbuceó.

-Me gusta torturarte pequeño psicópata.

Una tercera embestida y Nathanaël ya estaba rogando por más, se sentía en las nubes, deseaba algo más que sólo paciencia, pero claro, era más que obvio que Adrien seguiría torturando a su pequeño esposo por obligarlo a tal acción, aunque realmente no le molestaba.

Las embestidas eran suaves, tiernas, lentas, pausadas para disfrutar algo más que sólo sexo, continuando poco, Adrien le dio la vuelta y Nathanaël y mientras seguía con sus sus suaves movimientos, se dedicó a besar los labios de su pareja y morder levemente su cuello dando pequeños besos en su rostro.

Era como magia, un espectáculo hipnótico que no querían terminar, y si, finalmente ambos terminaron con embestidas un poco más rápida, presos del placer que estaba sintiendo, Adrien terminó en Nathanaël, mientras éste terminaba entre ambos.

-Y-yo... S-si te a-amo Adrien.

Ocultó su rostro en el cuello del rubio mientras luchaba consigo mismo por no romper a llorar, fue algo tan emotivo pero tan falso. Adrien abrazó a Nathanaël mientras salía de él, quizá también se había enamorado, quizá realmente amaba su compañía, se imitó a besar su frente y acariciar sus cabellos con dulzura. Cerró los ojos suspirando. Y aunque para él no había significado nada su silencio, para Nathanaël era como un rechazo indirecto.

"Debería dejar que se vaya y matarme por perderle, sé que no viviré sin su compañía" Cerró los ojos dejándose llevar entre el olor de su pareja y el llanto que sentía próximo.

~~~~

La expresión que mantenía Claire en el rostro, era una mueca entre desagrado, trauma, asco y miedo.

Adrien y Elaine sonreían como idiotas, uno por recordar tal momento y la otra por imaginar tal momento, el único que no parecía disfrutar, era Claire. Nathanaël entró a la sala para ver como Claire intentaba borrar las imágenes que había creado su mente, Elaine lo miraba con una sonrisa pícara y Adrien solo sonrió, nervioso.

-Amor...

-Te dije que no hablaras, Claire está traumado.

Abrazó a su hijo y Claire simplemente se dejó llevar entre su madre/padre para teer que evitar recordar tales escenas.

-Oh, vamos, ellos me preguntaron y afirmaron que querían saber.

-No es tu derecho decirles, que vergüenza Adrien.

Elaine jaló a su hermano hasta la habitación de sus padre y se escondieron en el ropero.

-La segunda parte para saber si eres macho es ver a mamá y papá...

-¡Oh, por favor! ¡Ya estoy muy traumado! A parte dijiste que sólo eso.

-¿Tienes miedo!

-¡No! pero... si me dio un poquito de asco.

-Pronto no dirás nada, vamos, está en horizontal a la cama, veremos todo, y los abrigos de papá son cómodos para dormir sobre ellos.

Claire tragó saliva ruidosamente mientras aguantaba la respiración, sería una noche muy larga e inolvidable.

Literalmente.













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En honor a mis musas.

@Loveandlife89

@Yasuhika-Yoshida

Porque cuando me dan inspiración es simplemente perfecta. 

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