26

Cuando los jueces y el maestro comenzaron a desconfiar de MinHo, lo primero que hice fue, caminar rápido al cuarto de seguridad, parecia que el camino es más largo que la muralla China, tuve que subir escaleras, pero eso no me afectó, pues mi mente solo tiene una misión.

Demostrar que MinHo no es el culpable, que los jueces y maestro, estaban siendo demasiado crueles.

Cuando llegue, Jin estaba allí, con el de seguridad, haciendo un trato a cambio de enseñarlos las grabaciones.

Le debo una a Jin, pero esto está siendo tardado.

Me pongo a caminar, dando círculos por el salón de seguridad, siento como si, estuviera en el agua, pero en una pecera, ahogándome mientras trato de salir.

Muchos dirán que me estoy ahogando en un jodido vaso de agua, pero en mi perspectiva, esa frase es una jodida mierda. Sí, me estoy ahogando en un vaso de agua, pero no quita el hecho de que, me estoy ahogando, sea un mar o un simple charco, me estoy ahogando, estoy teniendo esa sensación de vacío.

Por el simple hecho de que, hasta ahora en mi vida, lo que me llena, lo que saca a flote mis sentimientos por completo, lo único en lo que creo que realmente soy buena y puedo llegar al mundo, es con mi arte, y que me lo arruinen, es un poco cruel. Pero es más cruel que, le echen la culpa a MinHo, aún sin tener tantas pruebas.

Sé que no pudo haber sido él, yo siento eso, pero tengo que probarlo. Tengo que enseñarles a los jueces y a mi maestro que, MinHo no ha hecho nada malo.

—Listo, aquí están las grabaciones —dice el guardia de seguridad, justo cuando vamos a ver las grabaciones, la puerta del cuarto de seguridad de abre más.

—¿Qué hace aquí señorita Iseul? —preguntan los jueces. Mi maestro toma la palabra, se ve abatido.

—Necesitamos que este presente cuando le demos sanción al joven MinHo...

—Eso es una idiotez sin argumentos —digo enojada y ellos se quedan callados—. No pueden tirarle la piedra a alguien que seguro no hizo nada, eso no es justo, probaré que MinHo no fue, y si lo es, al menos tienen la grabación como argumento, para eso vine, por favor, déjenme descartar a MinHo en esto —suplico bajando la cabeza, tratando de que no vean mi cara lastimera.

Jin se acerca a mi y me da un apretón en mi hombro, como si tratara de reconfortarme.

Viéndolo bien, es un arma de doble filo, si MinHo lo hizo o no, espero que, esto le ayude, si es el, me dolerá mucho.

—Adelante, le daremos la oportunidad, solo porque usted lo pidió —dijo un juez y asentí.

Todos nos acercamos al computador, estamos pendientes de lo que ocurrió en la grabación, primero vemos en el pasillo. Justo cuando salimos todos, efectivamente, MinHo fue el último en salir, y cierra la puerta, pero no con llave, justamente porque, yo le hablé, pues su novia le llamaba y yo tenía su celular.

Pasan los minutos y una mujer de cabello negro, tiene llaves, trata de abrir la puerta, pero al ver que no tiene seguro, es más fácil para ella. Ahora vemos las grabaciones dentro del salón, vemos cuando están arruinando mi pintura.

Después se va, sale de la puerta trasera y se va en una camioneta, no alcanzo a ver las matriculas, pero Jin al parecer, si, pues hace un gesto demasiado sorprendido. A la par, deja de grabar todo lo que ha pasado, eso es bueno, así tenemos pruebas, porque se ve que aquella tipa conocía muy bien este lugar.

Jin está siendo el más inteligente en esta ocasión, esta ayudándome, eso es un gran gesto.

—¿Por qué ella tenía copias de las llaves? —pregunte rápidamente y el guardia niega sin saber quién era—. Esto es una jodida broma.

—Solo déjame investigar quien es el dueño de este establecimiento, para que me de más información sobre los familiares de los trabajadores, no te preocupes Iseul —dice Jin y yo asiento, sintiendo como si Jin me estuviera ayudando a salir de ese vaso de agua.

Sin más, nos vamos a la recepción, los jueces y el maestro hablan, tratando de encontrar una solución a lo que paso, ya que, es algo que no es mi culpa. Mi teléfono teclea para mandarle un mensaje a la novia de MinHo, solo por si acaso, para que venga por si algo malo pasa, pero eso es obvio, tratándose de MinHo, es obvio que esto le afecta.

Le explico a MinHo con tranquilidad que descartamos que era él, pero aún así, sigue con ese semblante triste. Puesto que, los jueces hicieron alusión a que, si él no hubiera sido distraído, la tipa esa, no hubiera entrado a arruinar mi pintura.

—MinHo, yo confiaba en ti, al diablo lo que pensaron los jueces —digo tratando de que reaccione, lo hace, pero no de buena forma.

Se levanta del sofá y sale de recepción, la gente está al pendiente mío, pero no importa, yo salgo a la calle, donde detengo a MinHo quien está caminando, cuando le detengo, veo que, esta llorando, pero al ver que soy yo, tapa su rostro con su antebrazo, escondiendo sus lágrimas.

Tan indefenso.

—Pero fue mi culpa, yo dejé la puerta abierta, no mereces esto, soy una mala persona, le di acceso a esa mujer y tu concurso esta arruinado.

—MinHo, esto no es tu culpa...

—¡Si lo es, papá tenía razón, siempre soy el culpable, no quería arruinar esto para ti, es mi culpa! —exclama con la voz entre cortada.

No sé que hacer, iba a darle un abrazo, decirle que todo estaba bien, que él no tenía la culpa, hasta que alguien llego, e hizo lo que yo tenía planeado.

Si novia solo me sonrio con tristeza, tomó a MinHo y lo metió al carro, al de ella y se acercó a mi.

—Habla con MinHo dentro de una hora, no va a entender ahorita, lo llevaré con su doctora, espero que esa arpía pague por lo de tu cuadro.

Y sin más se va, MinHo está en buenas manos, mejores que las mías, yo no sé que hacer con la gente así, me siento inhumana al no saber como ayudar.

Vuelvo a la recepción y los jueces y mi maestro se acercan. Seguro ya llegaron a un acuerdo

—Necesitamos saber si quieres seguir en el concurso —dice uno de ellos y asiento rápidamente. Todos los jueces son importantes, pero este juez lo es más, por el simple hecho de que, es el mejor pintor asiático desde hace más de dos años,.—. Tienes hasta dentro de una semana para hacer otro cuadro, el lo que también buscamos a la culpable, solo déjame encargarme de eso.

Eso es poco tiempo, pero lo trataré de lograr. Aunque me quiero rendir, supongo que es una traba.

—Gracias por la oportunidad.

Las cosas siguen su curso, todos levantando las sillas del evento, mirándome con pena, tape mi cuadro y sin despedirme, salí de allí. Mi hermana, Hoseok y Jisoo se fueron antes, sabían que quería estar sola.

Pero Jackson y Jin, ellos me siguieron hasta la salida, tenía mi pintura en manos, hasta que me detuve a mirarlos.

—Agradezco que estén preocupados, pero necesito ir a casa y pensar, ¿pueden dejar de seguirme?

—Solo deja que alguno de nosotros te lleve a casa, por favor —suplica Jackson y entre gruñidos, aceptó.

Ni siquiera me tomó el tiempo de ver quien gana en el piedra, papel o tijera, solo cuando Jin gana y me subo a su camioneta, al asiento trasero.

Ninguno dice nada, estoy acariciando mi cuadro, me siento sola con este pesar, me primera, mi pintura fue arruinada súbitamente, en segunda, MinHo piensa que es el culpable, espero que, la psiquiatra le haga ver lo contrario, y en tercera, no tengo inspiración.

—Vi que MinHo, tu amigo se puso mal, ¿le dijiste que no era su culpa? Se veía muy alterado, si quieres, puedo llevarte a su casa, vi cuando su hermana se lo llevó —habló Jin cortando el silencio. Y me quité una lágrima, pero no sirvió, pues salieron más lágrimas.

Hoy me siento tan mierda, tan abatida, tan solo el recordar que, ni siquiera soy lo suficientemente competente para consolar a MinHo. Mi pintura fue arruinada, todo es un asco.

Tal vez esto no sea lo mío.

—No llores Iseul, te juro que te ayudaré a atrapar a esa mujer alacrán que quiso arruinar tu pintura —dijo Jin quitándome las lágrimas—. Aún con esos arañazos, demuestra que es una buena pintura, que eres talentosa y naciste para eso, ¿o estás preocupada por MinHo? Su hermana seguro lo está cuidando bien, se ve que te gusta, si quieres puedes que por el, arregla las cosas, si eso te hace feliz, hazlo.

Jin parece adolorido al darme estos consejos, pero me alegra, solo un poco, al saber que, de alguna manera, quiere que sea feliz

—Mi pintura, creo que me decepciona saber que la gente puede ser tan cruel, si tanto tienen un problema conmigo, que me lo digan de frente, que no sean cobardes, odio que no me digan las cosas, MinHo —musite su nombre con una sonrisa débil, cosa que Jin se dio cuenta—. Entre él y yo, no habrá y nunca hubo nada, las cosas son mejores así, últimamente me han roto el corazón, el amor es una mierda sobrevalorada.

Ya no digo nada, mucho menos Jin, y sigo clavada en mi pintura, hasta que la camioneta se detiene, la galería y mi casa no estaban lejos, alzo la mirada y Jin apaga el motor de su carro, los dos salimos, y me deja en la entrada, a un lado, está el gran bote de basura.

—Gracias por traerme, regresa bien a casa —digo tirando la pintura. Jin no dice nada, no le dejo, pues me meto casi corriendo al edificio y cierro la puerta.

Hoy no fue mi día, no como pensé que iba a ser.

Me siento sola, han pasado tres días desde que estoy encerrada en casa, después del incidente de la pintura, me siento extraña. Es más, le pedí a Jackson que me dejara descansar esta semana, solo voy y vuelvo de la facultad, a encerrarme frente al lienzo. Ya hay varios lienzos arruinados, mal pintados, y tachados por mi enojo.

Me siento sola.

Así que, abro la ventana, para escuchar  los sonidos de las personas, no quiero la pena de nadie, eso me agobia más.

Jin está investigando quien es la que está detrás de esto, MinHo el acepto que no fue él, pero yo aún no dejo de pensar en aquellas rasgaduras en mi lienzo.

Últimamente me siento grande y pequeña, un estado anímico inestable, no entiendo porque.

No, no quiero sentirme mal, ya no.

Tomó mis botas y tomó el elevador, picándole al botón que me lleva al piso del estacionamiento.

La música del elevador es una porquería, odio la música que ponen en el elevador, me irrita y yo estoy muy irritada desde hace unos días, creo que es ya es muy notorio.

¿Por qué demonios no ponen kokobop de exo? ¿Por qué no piensen mínimo una canción de metal? Esos sonidos estúpidos de elevador me estresan.

Ya estoy en el segundo piso, faltan tres para llegar al estacionamiento, falta poco, o faltaba, pues las luces del elevador empiezan a parpadear y solo me queda mirar hacia arriba, hasta que de apaga completamente y el elevador comienza a fallar, hasta quedarse inerte.

¡Por un demonio, ¿qué más quieren de mí?!

Toco los botones de emergencia, pero estos no dan señal, esto es una porquería, tomó mi celular y prendo la lámpara, lista para llamar, pero recordé que mi teléfono no tenía saldo.

—¡Ayuda! —Gritó en busca de que un alma me escuche, pero creo que será difícil.

No me declaro una persona ansiosa, pero estoy inquieta, más por el hecho de que seguro tardan en venir a ayudarme, el guardia siempre se duerme. Hoy quería ir en mi moto y perderme, tratar de buscar inspiración y he quedado encerrada. Menuda mierda de suerte.

Mi rostro se ilumina al ver que me están llamando, es Hye, se supone que esta de noche en donde esta. Contesto la llamada con ansias.

Iseul, hermanita querida, te he mandado la ropa que querías, el envío fue seguro, Jin es un idiota y le da miedo tocar tu puerta, ¿puedes abrirle y recibir lo que te mande? —pregunta con ese tono elocuente—. Ya supe que se medio arreglaron las cosas, son amigos, así que me tomé la libertad de que él te enviara mi regalo.

—Hyeon, gracias por el regalo, pero estoy atrapada en el elevador, dile a Jin que, vaya con el guardia y me saquen de esta mierda, por favor —habló rápidamente.

Vale, deja le llamo, me mandas foto de como te ves con la ropa, bye~~

Tal vez suene raro, pero Hye ya tiene un acento norteamericano, espero que solo sea una etapa.

No espero mucho, tal vez como media hora, mi desesperación decae, pues la puerta del elevador comienza ser abierta, salgo disparada de allí, pues ya estaba odiando estar alli dentro.

No tenía en cuenta que iba a caer encima de Jin.

—Tranquila, se que es agradable estar encima de mi —suelta sin pensar, yo solo suelto una limpia carcajada, pues no está de más que explique que es en doble sentido.

—Más bien, es agradable para ti que te dominen —contesto, siguiéndole el comentario. Pero recobró la postura y me levantó de encima, le agradezco al guardia y a los bomberos.

Jin me lleva a mi departamento, dejamos el regalo de Hye, pero ambos bajamos las escaleras.

—Debiste ver tu cara al salir del elevador —dijo burlesco y yo le pegué, haciendo que se tambaleara.

—Bah, que no me gusta estar encerrada, ¿por qué traes una mochila ridículo? —preguntó mientras recibo un empujon de Jin.

¿Con qué con esas vamos, Jin? Luego no chilles porque te tire de las escaleras.

—Le comente a mi hermana que, tenia que tener un disfraz, algo muy importante, y ya sabes, ella siendo diseñadora de moda, quiso ayudarme a que el disfraz fuera bueno, lo suficiente para que mis pecados sean perdonados.

—¿Qué disfraz es poste de luz?

—Que te importa, pequeña rascatierra.

Seguimos peleando en lo que vamos bajando las escaleras, y ambos llegamos al estacionamiento, sin darnos cuenta.

—Iseul, sé que no has salido con nadie, que no has ido a otro lugar más que a tu facultad, no soy nadie para decirte que hacer en tu vida, lo sé —dice con precaución. Supongo que muchas veces atrás, le he dejado en claro que mi vida ya no es asunto suyo y no sé si eso sea totalmente malo—. Pero sé que estás molesta con lo de tu concurso, solo opino que debes salir, no encerrarte, es lo peor, le das gusto a quien sea que te hizo esto.

—Tal vez tengas razón, pero perdí inspiración y quizás algo más —susurre lo ultimo, pues aún no tengo claro lo que quiero—. ¿Quieres acompañarme al lago? Creo que seria bueno tener compañía en lo que queda de la tarde, que quede en claro que es salida de amigos.

—Al parecer estoy friendzoneado —dice dando un suspiro de resignación y yo asiento—. No seas escoria —habla divertido pues le doy un jalón de cabello.

Hace mucho que no me dice escoria, eso me debía cuando éramos amigos.

—Soy la más grande de las escorias —digo con una sonrisa satisfecha—. Vale que tampoco es el fin del mundo que seamos amigos, ¿quieres ir conmigo o no?

—Yo invito la comida, aparte tengo algo que hacer, algo que tu me dijiste y creo que haz olvidado —dice Jin y ambos caminamos hacia mi motocicleta—. Esa carcacha del demonio, ¿segura que no nos va a matar?

—Es la única que se ha quedado en todo momento, no nos va a matar, tal vez a ti si —digo jalando su cabello y Jin me mira con una sonrisa—. Deja de papar moscas y vamos que no tengo tu tiempo.

Ambos nos ponemos un casco respectivo, mi corazón por un momento late un poco más fuerte, al pensar que estábamos saliendo de casa, una mañana normal de hace dos meses, donde ambos vamos tarde a nuestras actividades y no tengo de otra más que llevarle a su trabajo.

Solo sonrió ante eso y subo a la motocicleta, esperando a que, Jin también se suba, y cuando lo hace, arrancó para ir al lago.

Aún no se que estoy haciendo, pero supongo que no tiene nada de malo salir con Jin, ¿o si?  Solo quiero que estos malos días acaben.

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Estoy viva jajaja, vale que no he podido subir capítulo, pero aquí ando, ¿creen que pase algo bueno en esa salida de "amigos?  Bueno tal vez sea algo aburrido el capítulo, pero les aseguro, que el siguiente tiene un buen de bardo 7u7

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