Extra - Mi impredecible destino

Hola a todos gente bonita, antes que nada este capítulo esta dedicado a Greyzlealrosas espero que te guste ya que esta con mucho amor.

Lo segundo es que esta es una historia extra que no tiene nada que ver con la historia, es solo que la idea se me ocurrió y me pareció interesante.

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Hace muchos años, en un mundo bajo la superficie, encerrado por una barrera, había un científico a las órdenes de su Rey, este era respetado y querido por muchos, pero en especial por un pequeño esqueleto que lo admiraba y amaba en secreto.

Cuán grande fue la sorpresa de aquel pequeño esqueleto al ser seleccionado por el propio científico para ser su asistente personal. Su juventud e inexperiencia hicieron que cometiera muchos errores, pero su amado siempre mostraba una sonrisa amable para él, haciendo que lo amara aún más. Estos sentimientos no eran ajenos para aquel científico, sin embargo supuso que solo se tratará de simple admiración, que tan grande fue su error ya que con el tiempo aquellos sentimientos que su tierno asistente fueron creciendo.

Un día como cualquier otro, aquel científico Real decidió darle la tarde libre a su asistente y continuó con su trabajo solo, al sentir el cansancio en el cuerpo decidió salir a despejar su mente y fue al bar por una copa, y ahí, ante su total sorpresa vio a su asistente, sentado en la barra "sonriente" charlando con el dueño del lugar mientras este le servía un trago.

Aquél importante y prestigioso científico bebió y bebió sin control hasta perder la noción de sí mismo, cuán grande fue su impresión al despertar al lado de su asistente, el cuál dormía desnudo al lado suyo, a su mente vinieron todos los recuerdos, todo lo que hizo, todo lo que hicieron, incapaz de creer haber sido capaz de tales actos, incapaz de entender porque lo hizo.

Yo siempre te he querido— Dijo su asistente.

Esto fue un error— Respondió él, vistiéndose rápidamente y dejando atrás aquel que hace unas horas compartió la noche envuelta en pasión.

Los días siguientes pasaron con normalidad, aquel incidente jamás fue mencionado y el trabajo continuó como siempre, pero las cosas no fueron igual que antes, todo el mundo notó la frialdad y distancia con la que aquel asistente cumplía su trabajo, esto no afectó en lo más mínimo su labor, más el científico extrañaba aquel trato cariñoso con el que siempre era recibido.

Los días pasaron, la distancia y la frialdad con la que ahora era tratado por su asistente lo enloquecía, lo desesperaba, lo entristecía. Con el temor de perderlo lo tomó entre sus brazos, sujetándolo con fuerza —Perdóname, te extraño, te amo— pronunció él, —Te amo, te extraño, te perdono— Fue la respuesta que recibió.

Su amor fue creciendo con el paso del tiempo, la felicidad los invadía, pero el cruel destino quiso sepáralos, arrebatándole a aquél asistente el amor de su vida en un trágico accidente, dejándolo solo y con una herida en su corazón.

El tiempo pasó y su corazón no pudo olvidar aquél gran amor, otro hombre le ofreció su hombro para llorar y corazón para amar, pero, por más que intentó su corazón no fue capaz de amarlo y se alejó, lo único que impedía que sucumbiera ante el dolor era su lindo y pequeño hermano menor, cuya inocente mente no conocía la tristeza por la que su hermano pasaba.

La vida pacífica se vio amenazada, un peligroso enemigo llegó desde otro lugar, otra dimensión, y enfrentarse a esta amenaza llego también un individuo de un poder impresionante, el Protector se hizo presente, que a pesar de su poder no podía vencer a su enemigo el Destructor, y por ello estaba viajando a otras dimensiones a reclutar aliados para la terrible batalla que se aproximaba.

El tiempo le había dedo a aquel esqueleto la madurez suficiente como para saber que en batalla era completamente inútil, sin embargo, viendo a su única razón para seguir con vida correr peligro, decide enlistarse y participar en la batalla, siendo transportado a una dimensión de un blanco absoluto e infinito.

Ahí, en ese lugar, conoce a otros que al igual que él, llegaron con la intención de proteger aquello que aman. Su corazón se exaltó al ver entre los muchos que allí se encontraban, a su amado, pero pronto descubrió que era una versión alterna, también conoció a muchas versiones alternas de sí mismo y de su hermano y en medio de todo ese mar de gente conoció a dos hermanos, estos venían de un universo alterno al suyo dónde no existía la misericordia ni la piedad, la primera impresión no fue muy buena uno de otros pero quiso el destino que fueran agrupados en un mismo equipo.


Un pequeño período de paz fue dado en medio de la batalla, pero esto no significaba que podrían descansar, cada quién tenía su función definida dentro del equipo. Aquellos que venían de un lugar llamado el Infierno se encargaban de proteger a los otros dos que cumplían las funciones de investigador y asistente.

Aquel asistente se vio nuevamente trabajando al lado de su amor perdido, nuevamente aquellos sentimientos reprimidos por años llegaron a él, y esta vez la fuente de su amor le correspondía abiertamente, sin embargo una oleada de confusión inundó su mente y su corazón, aquel guerrero, el más joven de los hermanos Fell había despertado en él una gama de sensaciones nuevas que no lograba descifrar, confundiéndolo e intoxicándolo.

El período de relativa paz acabo y pronto se vieron luchando en batalla, hombro a hombro, defendiendo aquello que era tan valioso que hasta su vida estarían dispuestos a sacrificar.

Aquél investigador sintió una distancia entre su nuevo asistente y fue más agresivo con sus intenciones con él, provocando en el asistente un cierto rechazo al darse cuenta de algo totalmente evidente.

—Tú... no tienes a alguien como yo en tu mundo— Dijo el asistente.

—Sí, y por él estoy aquí, para protegerlo— Respondió el investigador.

—Pero entonces... ¿Por qué quieres estar conmigo si ya amas a otro? ¿Él no te ama?—Pregunto el asistente.

— . . . . . . . Él me ama, eso es verdad, pero es un amor diferente.... para él yo soy como un padre, y por más que he intentado no he logrado que me vea como yo lo veo. . . . . Pero vi en tus ojos una chispa de amor igual al mío, aún si sabemos que esto no durará para siempre y que en cualquier momento seremos separados ¿Por qué no unir nuestros corazones en un solo querer?— Fue la respuesta.

—No... no puedo... no quiero eso para mí...yo... deseo amar sinceramente y ser amado igualmente, no quiero un falso querer— Respondió el asistente dejando atónito a su acompañante, pero esas palabras fueron suficientes para que su pretendiente detuviera su cortejo.

Ahora que su mente logró despejarse un poco, aquel pequeño asistente fue consiente de una verdad abrumadora, sus pensamientos ahora giraban en torno al más joven de los hermanos que los resguardaban, su juventud, su fuerza, su temple en batalla, todo su ser lo habían cautivado, pero también el miedo al rechazo apareció en el corazón de dicho ser, y todo esto debido a que fue consciente de que el tiempo le había quitado su juventud y se había convertido en alguien amargado y sin gracia, considerándose a sí mismo demasiado feo.

El asistente, convencido de que sus sentimientos jamás serían correspondidos por aquel guerrero decidió callar su amor y concentrarse en la batalla que los amenazaba, pelea tras pelea, golpe tras golpe, las luchas eran desesperantes e interminables, pero en medio de todo ese dolor y desesperación, aquel asistente miraba a su nuevo amor pelear y vencer, el tiempo les dio la oportunidad de hablar, de conocerse el uno al otro un poco más, haciendo que dicho amor creciera aún más en ese corazón lleno de miedo y dolor.

Mientras tanto el investigador buscaba obtenía los placenteros favores del hermano mayor del guerrero, así que para ello trazó un plan, invitado a los tres a una fiesta en donde la bebida no faltaría, su plan era simple, embriagarlo y separarlo de su hermano del cuál ni una sola vez apartó la vista.

Finalmente los cuatro se encontraban en un pequeño claro en un bosque donde se había desarrollado la última batalla, tomando la excusa de celebrar la pequeña victoria que había sido obtenida en dicho lugar comenzó la celebración, los más pequeños de estatura se marearon con mucha facilidad y el investigador no tardo en cumplir su propósito, logrando llevarse a su nuevo querer a una zona más apartada del bosque, dejando solos a su nuevo asistente y al joven guerrero que no estaba mareado en absoluto.

Quizás el alcohol le dio al más pequeño de estatura el valor que necesitaba para confesar su amor, algo mareado y tambaleante decidió acercarse y hablar pero cayó al suelo estrepitosamente antes de poder estar cerca de él, sintiendo que el valor inicial lo dejaba decidió simplemente seguir callando su corazón pero su sorpresa fue tal al ver aquél cuya mirada fría y tenebrosa se agachaba para brindarle ayuda, sin poder contenerse más y sin decir palabra alguna saltó sobre él dándole un choque de dientes, ninguna palabra fue dicha pero el joven asistente sintió como aquéllos brazos fuertes abrazaban su espalda con mucha calidez y su imprudente beso fue correspondido.

Ni una palabra fue dicha esa noche, no era necesario, ambos cuerpos pronto se encontraban despojándose de las ropas que los reprimían, en un mar de caricias y besos pudo sentir por primera vez que por fin era libre de aquel primer amor que lo aprisiono tantos años, una oleada de placer recorrió su cuerpo al sentir dentro suyo aquél nuevo querer que lo hacía suspirar, esa noche, en medio de la nada en un pequeño claro de bosque, sus corazones se hicieron uno en una danza de placer y lujuria, aquel cuerpo azotaba su juventud y virilidad contra ese asistente hasta que ambos quedaron exhaustos y cayeron en los brazos de Morfeo, pero la mañana llego rápido y ambos individuos despertaron.

—L-lo lamento... estaba muy ebrio— Dijo con temor el asistente, buscando culpar al alcohol — No... no volverá a pasar.... lo... lo siento.

—¿Eso es todo lo que me dirás? ¿En verdad eso sientes?— Respondió el guerrero jugando al ofendido.

—No... es que yo....yo... —Tartamudeo el asistente.

—Shhhh, calla, lo sé, no es necesario decir más—Respondió nuevamente el joven guerrero con una pícara sonrisa en su rostro, seguido a esto un pequeño choque de dientes fue escuchado.

Ni una palabra más fue dicha, las palabras solo les estorbaban, no eran necesarias, sus corazones hablaron por ellos aquella noche.

Los cuatro se reunieron nuevamente para regresar a ese enorme espacio en blanco lleno de papeles colgados por doquier, el investigador continuó sus trabajos muy malhumorado, al parecer no logró su objetivo final esa noche, más su nuevo asistente trabajaba con alegría sabiendo que su nuevo amor lo esperaba para compartir su querer.

El tiempo siguió su curso y las batallas se volvieron más intensas y desalentadoras, más aquel asistente no podía evitar sentir la felicidad al compartir su tiempo con aquel joven guerrero.

Un rayo de esperanza surgió, una tregua fue declarada, el destructor y el protector hicieron un acuerdo y así le ponían fin a esa cruel guerra. En medio de toda esa felicidad, la pareja de amantes fue consiente que el fin de la guerra también daba fin a su romance.

Al fin todos fueron devueltos a sus respectivos mundos, las despedidas siempre son tristes más esta no sería la excepción, parados frente a frente uno al otro se preparaban para el inevitable final.

—Adiós, fue un gusto conocerte.

—Adiós, buena suerte.

Y con esas simples palabras ambos se despidieron, sin lágrimas, sin promesas que no podrían cumplir, solo un simple le adiós y buenos deseos, aún cuando la pena era igual para ambos, también era la alegría de saber que el otro viviría en paz.

El asistente regresó a su mundo, ahora con una nueva perspectiva de la vida, dejó atrás aquella melancolía que lo caracterizaba y vivió al lado de su hermano con alegría. Ahora aquel asistente era un tipo genial y despreocupado que contaba malos juegos de palabras enloqueciendo a su hermano menor, aún amaba aquel joven guerrero pero ese amor no lo ahogaba ni sofocaba, le daba esperanzas, fuerza y también la seguridad de volver amar otra vez.

El tiempo paso nuevamente, sucesos asombrosos acontecieron en ese mundo, un alma humana cayo de los cielos y los liberó del encierro que aprisionaba a ese mundo y los ayudo a ver el sol nuevamente y con esto las esperanzas de todos aquellos que habitaban el subsuelo.

Ahora, aquellos que como él vivían en el subsuelo, habían logrado hacer sus vidas en la superficie, y quiso el destino y casualidad que en medio de un mar de gente logró visualizar a aquel joven guerrero que al igual que su mundo, su infierno fue liberado por un alma humana llena de piedad y misericordia.

Y como es la vida se curiosa, que quiso que ambos mundos convergieran en una misma superficie.

Ninguna palabra fue dicha, no eran necesarias, sus miradas lo decían todo, la guerra los hizo conocerse y amarse, y ahora se reencontraban en un mundo lleno de paz para continuar su amor, sabiendo ahora que ya no podrían separarse nunca más.

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Hola gente bonita, gracias por leer, siento que quedo algo vago pero me gusto escribirlo en forma de cuento... no sé por qué... el Egde-Ketchup no es mi fuerte... me llama la atención este Ship más de lo que puedo imaginar, pero cada vez que intento escribirlo.... mi mente se llena de ideas pero ninguna llega a nada, hice como 5 borradores de diferentes ideas de esta pareja antes de poder escribir está, lamentó que no sea tan buena, hice mi mejor esfuerzo.

Ya no habrán más extras, así que el próximo capítulo continuará con la historia del libro... non tengo ni idea de cuándo estará listo...., gracias gente bonita, los quiero :3

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