23: Espera lo inesperado.

-¿Podrías abrirme la puerta de una vez? – Le habla Rouge cara a cara a la puerta.

-¡N-NO! – Responde Knuckles del otro lado.

-Te la bajaré de un martillazo, no seas cobarde – Dice preparando el martillo, en todo ese tiempo ya comenzaba a aprender a invocarlo.

-¡¿A quién llamas cobarde?! – Espeta él abriendo la puerta de golpe. Rouge se sorprendió por la brusquedad pero sonrió por fin al verle. Knuckles tardó un momento antes de desviar la mirada nervioso. - ¿Qué quieres? – Se pasó la mano por la cabeza.

-Sobre... la otra vez... - Responde Rouge haciendo su mayor esfuerzo por no delatarse. -Dijiste que empezaste a sentir algo por mí – Jugó con sus dedos. Knuckles ya ni siquiera sabía hacia dónde mirar para sentirse menos incómodo.

-También dije que lo olvidaras...- Murmura entre dientes. -Estás por rechazarme ¿verdad? – Se cruzó de brazos y sonrió forzadamente. – No necesito escuchar nada, puedes irte –

-Knuckles...-

-¡Para! no quiero escucharlo – Niega con la cabeza, dispuesto a cerrar la puerta otra vez pero Rouge se adelanta y mete el martillo. – ¡Saca tu martillo! –

-No lo haré hasta que me escuches, pedazo de terco con patas– Dice decidida la eriza rosa.

-¡¿TAN DECIDIDA ESTÁS A RECHAZARME?! – Rouge le miró con asombro sin poder decirle nada, él realmente parecía dolido.

El silencio se hizo notar y con su sorprendente fuerza terminó rompiendo la puerta al intentar cerrarla con el martillo entremedio. Fue inútil ya que se volvió a abrir sola. Knuckles gruñó enfurecido, Rouge sabía que estaba confundido y angustiado pero empujó levemente la puerta para verle.

-Pasemos juntos este día ¿por favor? – Pide ella intentando convencerle. Él le miró de reojo.

-¡Sonic! – Tails bufó exasperado, llevaba persiguiendo como podía al erizo azul, todo ese tiempo estuvo insistente en su búsqueda. – Sé que quieres hablar con Amy y resolver tu asunto rápidamente porque luego no sabrás cuando lo harás – Dijo recordando sus palabras antes de volver a mirarle con severidad otra vez. - Pero creo que esto es más importante –

-Tiene que estar por algún lado... ya la he buscado en todas las tiendas en las que nos encontrábamos de casualidad –

-Dirás a las tiendas a las que ella fue para verte – Corrigió Tails para recibir la mirada curiosa de Sonic. - ¿Siquiera escuchaste lo que te dije? – Alzó las manos cansado de perseguirle tanto tiempo.

-No, lo siento Tails, realmente estoy preocupado –

-¿Por lo que te dije? – Pregunta aunque algo le decía que no.

-¿Dónde estará Amy? Ya la he buscado por todos lados –. Tails rodó los ojos, no sabía si preguntar exactamente qué es lo que planeaba decirle o mejor mantenerse callado y ver en qué resultaba todo.

-Aun así creo que la tormenta... - Tails desvió la mirada y vio a la eriza rosa junto al equidna rojo a lo lejos. – OH mira, ahí está ella con Knuckles – Sonic volteó rápidamente y fue hacia ellos sin siquiera decir algo al respecto al zorrito.

-¡Amy! Al fin te encuentro – Sonríe Sonic una vez frente a ambos. - ¿Qué tal Knuckles? – Saludó enérgico pero de repente se sintió fuera de lugar, la eriza rosa le miraba con cansancio y Knuckles con molestia, después de todo seguro que él era la razón por la que Amy no le correspondía. - ¿Interrumpo algo? –

-Bueno ahora que lo preguntas sí – Responde Rouge con una sonrisa cínica, algo que sorprendió a ambos presentes. – Estábamos a punto de desayunar aquí -

Sonic miró mejor la situación, ambos estaban en una mesa de las afueras de un café restaurante, ya con su pedido, como si estuviesen en una cita. Knuckles y Amy. El erizo estaba de más ahí, miró a ambos con sorpresa y con una sonrisa se retiró para dejarles en paz.

Volvió caminando hacia el zorrito de dos colas quien le esperaba cruzado de brazos, esperando a que por fin le hiciese caso a sus advertencias, pero en vez de dirigirle una palabra siguió de largo metido en sus pensamientos.

Una vez se sentó en el sillón llevó ambas palmas a sus mejillas y se quedó mirando a la nada. Tails se acercó a él curioso para luego suspirar y cruzarse de brazos.

-Bien ¿En qué tanto andas pensando? – Esperando que la tormenta sea un asunto que pueda esperar lo que dure el problema de su amigo.

-Es que... - Sonic negó con la cabeza. – Creí que una vez viese a Amy le diría... que realmente no le veo como algo más que una amiga, que la quiero pero no de esa manera... que solo seamos amigos... - Miró hacia abajo. – Y que por fin pudiésemos arreglar lo nuestro... -

-... ¿Y? –

-... Y... parece que ya no hace falta... - Parpadeó. Estaba convencido, esa mirada de rencor en la eriza rosa, sin duda ya no lo quería. Ese dolor en el pecho regresó, no comprendía por qué pero verle con Knuckles no le hizo sentir feliz.

Aún estaba impactado por la pareja, aunque no podía negar que se le fue advertido antes. Knuckles le avisó, ella le había coqueteado, pero pensó que no era real, o que solamente buscaba ponerle celoso, torturarle por haberse desaparecido. Después de todo, ellos dos pasaron juntos mucho tiempo, era algo creíble que él nunca quiso notar.

Temía que al final de todo estaba equivocado, tal vez en todo ese tiempo en que se alejaba de ella... se dio cuenta que la extrañaba demasiado, y al final él también salió herido por su estupidez, por convencerse que no la quería así. Verla con Knuckles le hacía pensar que realmente la había perdido.

No, no podría ser, eso sería ridículo. Sonic debía sacarse esa escena de Knuckles y Amy de la cabeza.

Sonic realmente parecía tener mucho en qué pensar, estaba tan metido en su mente que hasta ignoraba a su amigo amarillo. Tails suspiró, en ese estado no iba a cooperar en mucho.

-De acuerdo... iré a investigar por mi cuenta... - Dijo antes de dejarle solo.

En ese momento la verdadera Amy Rose se encontraba refregando el rostro vampírico de Rouge contra la almohada. Olía a la ropa limpia de Rouge, y estaba medio húmedo después de tanto llorar. Sabía que era de día, que faltaba unas horas para el almuerzo, pero no quería sacar ni un solo pie de la cama, solo quería dormir... o despertar de esa pesadilla.

-ROUGE, ES HORA DE LEVANTARSE – Dice el robot Omega entrando sin previo aviso por su habitación. La femenina se levantó de golpe y gritó del susto, pero ver que solo era el montón de metal y circuitos de Omega se tranquilizó un poco. El robot dijo un montón de información sobre madrugar, el desayuno como la comida más importante del día y que ella se lo estaba perdiendo, o que incluso quedarse hundida en su cama solo la metía más en su miseria y la volvía alguien deprimente.

Amy solo suspiró, volvió a hacerse bolita en la cama y deseó volver a su solitaria casa para poder seguir sufriendo por su amor rechazado.

-HE INTENTADO SER BONDADOSO AL NO LEVANTARTE LAS ANTERIORES TRES VECES QUE GOLPEÉ TU PUERTA, PERO VIENDO EL RESULTADO DE MI HOSPITALIDAD ME VEO OBLIGADO A HACER ALGO QUE TE PODRÁ RESULTAR IRRITANTE – Y dicho esto abrió las cortinas dejando entrar el sol en toda su cara. Rápidamente se refugió bajo las frazadas. – LO QUE SIGUE ES ARREBATARTE LAS FRAZADAS PARA QUE NO TENGAS OTRO REFUGIO AL CUAL HUIR Y NO TE QUEDE DE OTRA QUE LEVANTARTE COMO UNA MURCIÉLAGO CIVILIZADA –

-¡NOOOO! ¡PARA CON ESTA TORTURA! – Gimió Amy aferrándose a las frazadas.

-Omega –

Amy abrió los ojos bajo sus frazadas y esperó un momento, a juzgar por la dirección en que le escuchó sentía que Shadow estaba en la puerta de su habitación. Las pisadas de Omega se dirigieron a la salida y solo hubo silencio. Amy se asomó y notó que le dejaron sola otra vez. Apoyó su cabeza en la almohada y dejó que el brillo del sol le calentara el rostro, viendo qué tanto aguantaba bajo su luz.

No quería levantarse, de verdad no quería. Pero tenía que.

Se puso ropa cómoda y unas pantuflas, no planeaba salir asique ¿para qué más? Y fue hacia el living del departamento. Fue capaz de ver las púas de Shadow asomándose por el sillón, del lado más cercano a la ventana, con un periódico frente a él y una taza de café.

-Buenos días – Dijo tímidamente, sin saber si estaba bien saludar. Shadow emitió un sonido en respuesta. Amy miró por todos lados mientras se aseguraba de no tener lagañas en los ojos. - ¿Y Omega? –

-Haciendo las compras – Dijo luego de un suspiro.

-Ah... - Y fue al baño para darse una ducha, reflexionando otra vez en lo que dijo Sonic, una parte de ella decía que lo dejara, que se rindiera, y otra parte le decía que no perdiera las esperanzas, tal vez él cambie de opinión en algún futuro.

Por ahora solo quedaba aguantar y solucionar esa situación de los cuerpos. Ojalá Rouge hubiese logrado cooperar en algo.

Se secó el cabello mientras salía del baño y vio a Shadow recostado en el sillón con el periódico tapándole el rostro. En ese momento se preguntaba qué pasaba por la mente de ese erizo, no se imaginaba cómo hacía para vivir su vida, tan misterioso y callado, a veces un tanto malhumorado y solitario. Hasta Rouge había dicho que prefería quedarse en casa viendo la televisión antes de salir con ella a alguna fiesta.

Se preguntaba por qué lo encontraba tan deprimente, estaba segura que Rouge también lo había notado, él siempre parecía cargar con tristeza dentro de él. Y tal vez sus razones para estar triste eran mejores que las suyas.

-¿Omega aún no ha vuelto? – Pregunta con suavidad, pero no recibe respuesta, por lo que cree que se durmió hasta que lo ve levantarse y quitarse el montón de papeles de la cara.

-Rouge – Sus ojos rojos se fijaron en ella. Amy parpadeó, realmente daba miedo el cómo le miraba, parecía que podía ver a través de ella. - ¿No tienes nada que decirme? –

Pudo notar que dejó el periódico en la mesita y se sentó mejor en el sillón, pero no dejó de mirarle, esperando su respuesta. Amy no sabía nada más que apretar sus labios confundida, buscando mentalmente qué decirle.

-... ¿Feliz cumpleaños? – Sonrió tímidamente. Shadow le miró en silencio y Amy supo que se equivocó cuando arqueó una ceja. -¿No es tu cumpleaños? – Shadow parpadeó lentamente. – Tomaré eso como un no, entonces – Dio unos pasos para irse de vuelta a su habitación, pero notó que él también se levantó, y eso no era bueno.

-¿Segura que no tienes nada qué decirme, Rouge? – Preguntó otra vez, una advertencia antes de que algo malo ocurra, y sin que ella se percatara ya la tenía acorralada contra la pared, era sorprendente lo rápido que podía acercarse cuando uno no le prestaba atención.

-¿Q-Q-Qué debería d-decir? – Amy se atrevió a verle a los ojos y se arrepintió de descubrir lo rojos que eran. Sentía que Shadow estaba enojado, pero no sabía por qué, no sabía que hizo mal.

¿Olvidó que tenían trabajo ese día? No, estaba segura que dijo que lo tenían libre ¿Acaso olvidó algún evento importante? Su cumpleaños no era, definitivamente ¿Qué era lo que estaba ignorando?

-Estuviste llorando toda la noche – Dijo de repente. Amy volvió a mirarle con sorpresa.

-¿Qué? – Estaba segura que hizo todo lo posible por llorar en silencio, ¿cómo se enteró?

-Apenas llegaste a casa te escondiste en tu cuarto, sin saludar, sin cenar, y pude escuchar claramente cómo llorabas... - Se apartó un poco de ella para cruzarse de brazos, mirándola expectante, esperando a que respondiese con sinceridad. Amy desvió la mirada.

-Si tanto te preocupaba ¿Por qué no me dijiste nada? – Preguntó con un puchero, haciendo su mejor esfuerzo por no dejar que su corazón roto se delatara.

-Creí que querrías tu espacio... - Respondió él. Amy se mantuvo en silencio, lo que ella realmente quería era que todo acabase y que sea solo una pesadilla. Shadow chasqueó la lengua – Apuesto a que es por él ¿no es así? –

Amy miró hacia abajo, Shadow de seguro se refería a Knuckles, pero ella pensaba en Sonic.

-¿No tienes nada que decir, Rouge? – Volvió a preguntar. – Creo que es momento de que dejes de fingir... -

¿Por qué Shadow tenía que ser tan severo? Mirarle con tanta frialdad aún en su momento de debilidad, sabiendo que estuvo llorando. Ella ni siquiera se dio cuenta de que parecía un perrito abandonado a sus ojos. De seguro pensando en lo penosa que se veía, y ella con ganas de esconderse.

-Ya Shadow, sí lloré ayer, bien por ti por escucharme, se nota que no te importo tanto, déjame en paz – Pidió al borde de las lágrimas, dispuesta a irse, pero él volvió a acorralarla.

-A mí sí me importas – Amy le miró a los ojos con asombro, pudo sentir su cercanía, él realmente estaba exasperado, la quemaba con sus rubíes. – Siempre que estas cerca me siento distinto, no puedo dejar de prestarte atención, ni siquiera puedo ignorar tus detalles, es realmente molesto tener que darme cuenta de todos tus movimientos, ni siquiera es algo que yo quiera, y odio saber que deseas estar con alguien más – Dijo todo aquello con tanto enojo, ella solo se quedó ahí, impactada.

- Y que cuando por fin te fijas en mí... y me sonríes...- El enojo de recién parecía esfumarse muy rápido. – Siento que... podría... -

Amy sentía su corazón latir con fuerza, se preguntaba por qué Shadow le decía todo aquello, qué clase de relación tiene con Rouge. Sus piernas flaqueaban sintiendo su respiración, estaba tan cerca y ella sin saber qué planeaba hacer ¿Por qué no podía moverse? ¿Por qué de repente se quedó en blanco? sus labios unidos en un tacto suave y anhelado, mientras se aferraba de ella en un abrazo cálido, manteniéndola cerca de él. Las lágrimas aprovecharon para escaparse y recorrer sus mejillas, un consuelo sentir sus corazones estaban tan unidos en sincronía y...

Se apartaron rápido. Reaccionó.

¿Qué fue eso?

La murciélago miró boquiabierta al erizo frente a ella, podía sentir su rostro caliente, y aún tenía la sensación en sus labios, incluso cuando se apartó sintió el frío del departamento. Su corazón aún no se había calmado y Shadow simplemente se fue sin decir nada más.

"VUELVE AQUÍ" Quiso gritarle desesperada por una respuesta, pero no pudo articular ni una sola palabra antes de que desapareciera.

Se tapó la boca con ambas manos, sus piernas no aguantaron más y se sentó en el suelo. Temblaba por la adrenalina, aún podía escuchar sus propios latidos y ni sus manos frías podían hacer que su rostro volviera a su temperatura natural.

-¿Estás segura, Cream? – Pregunta la conejita mirando incrédula a la gatita lila.

-¡Sí! Era una enorme nube de colores ¡pero no como un arcoíris! Era más como... colores del espacio exterior – Contó a la coneja acompañada del chao.

-Si es así... tal vez sea de lo que Espio me estuvo hablando... - Blaze se mordisqueó el pulgar, nerviosa. - ¿Qué podrá significar? ¿Tendrá algo que ver con las esmeraldas caos? –

-No tengo ni idea – Responde la gatita con pena y desánimo. – A mí también me preocupa... ¿crees que no podamos volver nunca más a nuestros cuerpos? – Pregunta con temor.

Blaze detiene su andar y mira a la gatita. Deseaba decirle con certeza que iban a regresar a sus cuerpos. Ella tenía un reino que cuidar, y Cream una familia esperando por ella, pero aún no tenían una solución prevista, solo esperaba por buenas noticias.

-Cream... no te puedo asegurar nada, pero... hay que ser positivas y buscar la manera... -

Fue interrumpida por un golpe en la puerta de su casa. Ambas se miraron y fueron a atender.

-¿Charmy? – Pregunta Cream curiosa.

-¿Qué haces aquí? – Blaze arquea una ceja. La abeja suspiró.

-En realidad soy Espio – Dijo con una expresión de pena.

-Ah... - Ambas soltaron con normalidad.

-¡¿QUÉEEEEE?! –

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

N/A: Bueno, al fin he escrito una escena que tenía prevista hace años, aunque no exactamente como lo imaginé -porque no lo anoté y me olvidé ajio- esto significa que falta poco para terminar la historia... no sé que tanto falta pero... menos que antes -lepegan-

Asique, Sonic recibió un puñetazo al corazón al ver a Rouge con Knuckles, ¿será que en realidad está enamorado de Amy pero nunca se dio cuenta? :O

Y ¿qué onda con Shadows actuando raro, preguntando si no tiene algo que decir a Rouge y besandola como si no hubiese un mañana? :V para luego huir gotta go fast? xdxd

¿Qué creen que pase con Rouge y Knuckles?

¿Qué creen que pase con Espio en el cuerpo de Charmy?

Todo eso y mucho más en la próxima actualización

Hasta entonces ¡chaito!

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