Capitulo 3
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La risa de la pelinegra es escuchada por toda la sala y escaleras que dirigían al segundo piso poniendo de mal humor a la dueña de la mansión.
Stephanie le había pedido a su hijo que se quedara y pasara tiempo con su familia en los meses que se preparaba la boda.
Esa estúpida boda- Piensa la castaña bajando las escaleras con algo de brusquedad en sus pasos.
Al estar en la gran sala de estar Stephanie presencia -según ella- la escena mas desagradable que había visto.
Su hijo estaba encima de su prometida, repartiendo besos y cosquillas por todo su rostro y cuerpo.
Stephanie rueda los ojos y decide interrumpir aclarándose la garganta, ya que la feliz pareja no se había dado cuanta de su presencia.
El hijo de la castaña voltea a verla y se incorpora del sofá, ayudando a su prometida a levantarse.
-Paige me temo que has olvidado nuestra cita con la diseñadora- Dice Stephanie tratando de no sonar ruda en sus palabras ya que su hijo se encontraba presente.
Stephanie McMahon, es bastante puntual, no llegar a la hora establecida era como una falta de respeto para ella. No quería que la hagan esperar y tampoco quería hacer esperar a los demás.
Paige se golpea mentalmente ante las palabras de su suegra.
Distraída- Piensa Stephanie al ver la expresión en el rostro de la Inglesa.
-¿Cita? ¿no invitaste a Carmella por eso?-Pregunta Seth a su prometida.
Una vez mas, la fémina mas joven se golpea mentalmente.
-¿Carmella? ¿ella esta siquiera en pie?- Dice la castaña en tono de burla.
Carmella McMahon, sobrina de Stephanie McMahon, hija de Shane McMahon, la oveja negra de la familia.
Carmella no era bien vista en su familia, había renunciado a su puesto y herencia por un hombre que la había dejado un año después.
Stephanie había visto a su sobrina ahogarse en vino la noche anterior y no le pareció para nada adecuado siendo que habían personas extrañas en la mansión.
Stephanie no aprobaba ese comportamiento, no aprobaba a Carmella para nada.
-En realidad la resaca solo dura hasta el medio día, máximo- Dice una fémina voz.
El trío voltea para encontrarse con la mirada poco amistosa de Carmella dirigida a su tía.
-Aunque tu deberías de saberlo Stephanie ¿no fue así como conociste al tío Hunter?
La pareja debe aguantar las risas que deseaban soltar.
-Las espero afuera- La castañas se coloca su lente se sol y se retira de la sala.
Carmella se acerca a la pareja, quienes sueltan una sonora risa al percatarse que Stephanie no podía oírlos.
-Bueno, mejor nos vamos o Cruella de Vil no nos dará dulces por portarnos mal- Dice la rubia.
-Cuídala por mi prima- Dice el bicolor envolviendo sus brazos alrededor de su prometida.
-Descuida, no dejare que la coma viva- Dice Carmella.
Seth planta un suave beso en los labios de su prometida.
-Nos vemos en la noche.
Paige toma el rostro de su prometido y lo besa apasionadamente.
-Oh por dios, creo que tenemos una guerra de lenguas ahora mismo ¡¡traigan la cámara!!- Exclama la rubia.
La pareja ríe, pero no se separan.
-Bien, suficiente, la dejaras sin rostro- Dice la rubia tomando el brazo de la Inglesa para separarla de su primo.
-Te amo- Grita el bicolor con una estúpida sonrisa en el rostro viendo como su prometida se alejaba.
-Te amo más- Grita la Inglesa antes de salir de la sala.
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Alexa suelta un suspiro de cansancio al escuchar la conversación de sus dos mejores amigas.
Si tan solo hubieran organizado esta salida una semana antes, la pequeña rubia estaría como ellas, presumiendo a su novio con corazones en los ojos.
-¿Que pasa Lexi?- Pregunta la pelirroja al notar el animo de su amiga.
-¿Recuerdan del chico que les hable hace una semana?
-¿El de perfecto cabello?- Pregunta la alta rubia.
-Exacto.
-¿Que paso con el cariño?- Pregunta la pelirroja.
-Me dijo, como los cinco chicos que eh salido este año, que no quiere nada serio- Suelta la rubia un tanto triste.
Alexa siempre había creído en los cuantos de hadas, siempre había creído que al final de la linea había alguien destinado a estar contigo hasta el final y la rubia jamas se rendiría hasta encontrarlo, pero si la ponía algo melancólica cada vez que la decepcionaban.
-Oh cariño, lo siento- Dice la pelirroja colocando su mano sobre la de la pequeña rubia.
-¿Eva que es eso?- Pregunta la alta rubia.
Alexa dirige su mirada donde su mano se entrelazaba con la de una de sus mejores amigas.
-Ah eso- Dice la pelirroja sonrojada -Es por eso que las cite hoy chicas... ¡¡voy a casarme!!
La pequeña rubia sintió un mal sabor en la boca ante tal noticia.
-Oh por dios Eva, tienes que contarme todo- Dice Maryse tomando ambas manos de la pelirroja, excluyendo a la rubia por completo.
Luego de escucharlas hablar y pretendiendo como si ella no existiera, Alexa se pone de pie y se acerca a la barra.
-Disculpa ¿puede decirme a que hora empiezan a servir las bebidas con alcohol?- Pregunta la rubia a la barman frente a ella.
La mujer del otro lado de la barra frunce el ceño ante la expresión de la rubia, que parecía haber tenido un pésimo día.
-Lo hacemos a partir de las seis, pero como falta solo media hora y por ti, are una excepcion cariño.
Alexa sintió su corazón derretir ante las palabras de la simpática mujer frente a ella.
-Gracias Becky...
-Becky Lynch- Contesta la fémina -A sus servicios.
Ya que ponía en peligro su trabajo vendiendo bebidas con alcohol a la hora no establecida, la Irlandesa le había preparando una bebida especial a la pelirrubia.
Había preparado una deliciosa malteada y le había agregado algo de alcohol a ella.
A la pequeña rubia le había encantado tanto que le había dicho que solo le sirva esas deliciosas malteadas toda la noche.
-Deberías beber conmigo- Dice la rubia a la pelinaranja.
La Irlandesa ríe por lo bajo.
-No puedo, lo siento.
-Por favor- Ruega la rubia -No se darán cuenta, lo prometo.
Becky ríe una vez mas.
-No es por eso, estoy embarazada.
Alexa siente aquel mal sabor en la boca de nuevo, pero se contuvo ya que aquella mujer fue la única en ser amable con ella en días.
-Felicidades... creo- Dice la rubia no sabiendo muy bien que decir.
Becky ríe -Si, tampoco se como sentirme al respecto, pero gracias.
-¿No lo quieres?- Pregunta Alexa.
-No, digo si... es solo que, acabo de obtener una oportunidad para empezar de nuevo y ahora esto.
-¿Y que piensa tu novio de que pienses así?- Pregunta la rubia.
Becky ríe -No, este bebé vendrá al mundo con solo una figura paterna y ese es su tío.
-Siento mucho escuchar eso.
-No te preocupes- Dice Becky con una sonrisa en los labios -Solo errores del pasado.
Ambas féminas quedan en silencio.
-Hey Becky ¿me llamas a un taxi?- Dice Alexa sintiéndose algo mareada.
-¿Te sientes mal?- Pregunta la pelinaranja algo preocupada por la rubia.
-Eso creo- Es lo único que dice la rubia para luego dejar caer su cabeza pesadamente sobre la barra.
Becky abre la boca sorprendida.
-Finn- Grita la pelinaranja.
El Irlandés hace su aparición rápidamente.
Normalmente, las cosas eran tranquilas por las noches en el café bar, pero no faltaba el desubicado.
-¿Esta todo bien? ¿estás bien?- Pregunta el ojiazul a su mejor amiga.
-Yo si, pero creo que mi nueva amiga no- Dice la Irlandesa.
El Irlandés se acerca a la noqueada mujer y levanta su rostro.
-¿Lexi?- Dice extrañado.
-¿Ella es Alexa?- Pregunta su mejor amiga.
-Si.
-Creí que dijiste que era molesta- Dice Becky
-Lo es- Dice Finn.
-No, no lo es.
-Si lo es.
-No.
-Como sea.
-¿Que aremos con ella?- Pregunta la Irlandesa preocupada.
-Yo digo que le tiremos en la calle- Propone Finn.
-No, la llevaremos a casa y sin peros, es mi nueva amiga- Demanda Becky.
Finn rueda los ojos- Bien, pero llevémosla a la cocina, solo faltan pocas horas para salir.
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Nicole se deja caer pesadamente sobre la silla giratoria, frente a su escritorio.
La gemela mayor estaba exhausta, había pasado toda la mañana por las calles de New York, llevando recados de su jefa en las diferentes agencias de modelos, hasta había salido a comprar comida para su chiwawa.
-Nicole- Grita su jefa.
La mencionada rueda los ojos y suelta un suspiro de exasperación al ponerse de pie.
-Buena suerte- Dice su rubia compañera de trabajo.
Foxy había recibido una visita muy importante y no quería que ninguno de sus empleados la molestara, pero al parecer sus ganas de aguar el día de la castaña eran mas grandes.
-Llamo Señora- Dice Nicole al entrar a la oficina de su jefa.
-Nicole, estas son Stephanie McMahon una amiga muy querida, su sobrina Carmella y su nueva nuera Paige.
La pelinegra frunce el ceño ante la palabra nueva.
Stephanie sonríe.
-Mucho gusto Señoritas, Señora- Dice Nikki amablemente.
Alicia sonríe de oreja a oreja.
-Paige va a casarse con el apuesto Seth Rollins y necesita un vestido ¿quieres buscarme el folleto de vestidos de novia?
¿Habla en serio?- Piensa Nicole.
-Claro.
La castaña avanza hasta el gran estante que cubría toda una pared de la oficina de su jefa, rápidamente busca y encuentra el dicho folleto.
Se lo entrega a su jefa.
-Gracias cariño.
Nikki dio media vuelta para retirarse pero es detenida.
-No te vayas aun, necesito tu opinión- Ordena su jefa.
Suprimiendo las ganas de rodar los ojos, la castaña vuelve a girar sobre sus talones para sonreír a su jefa.
-Que te parece este cariño.
Paige se acerca al escritorio de la morena mujer y tiene que aguantar las ganas de soltar una carcajada al verse a ella misma usando uno de esos vestidos.
-No lo creo- Dice la pálida mujer, soltando una pequeña risa.
-¿Algún problema?- Dice la morena ofendida -¿Te crees muy buena para usar uno de mis vestidos?
Paige abre y cierra la boca repetidas veces no sabiendo que decir.
Stephanie ríe por lo bajo mientras Carmella rueda los ojos.
Parece una niña- Piensa la rubia.
Nicole, quien ya había captado la escena decide intervenir.
-Si quieres, puedo hacer un vestido de tu gusto, claro, con el permiso de mi jefa.
La mirada de las cuatro mujeres se posan en ella.
-Buena idea- Dice su jefa cambiando rápidamente su humor -Nicole es excelente, les va a encantar.
La castaña se sonroja ante las palabras de su jefa.
-Bien, lo aremos con Nicole- Dice Carmella.
-¡¡Cariño!!- Exclama Foxy.
Nicole se congela al ver al novio de su jefa.
La gemela mayor no se había cruzado con él desde el incidente con el café y se sentía extremadamente nerviosa ante su presencia.
El hombre en la puerta se queda paralizado en su lugar ante la presencia de cinco mujeres.
-Lo siento, no sabia que tenias visitas cariño- Dice el hombre.
-Esta bien, ya nos íbamos- Dice Stephanie haciendo su camino a la salida.
-Esperen- Dice Foxy -¿Que les parece si comienzan con el vestido hoy?
-Genial, yo invito el almuerzo- Dice Stephanie.
-Mas te vale- Murmura Carmella haciendo reír a su nueva mejor amiga.
-Nicole, eres libre de irte- Dice Alicia.
La castaña asiente con la cabeza con una sonrisa en el rostro y se retira.
Al pasar por el corto pasillo que la dirigida a su oficina sintió una penetrante mirada sobre ella que casi hizo que se tropezara con sus tacones de 12 centímetros.
Respira Nicole, respira- Se dice a ella misma.
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