Capitulo 26

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Había pasado exactamente una semana desde la ultima charla entre el Samoano y la castaña.

Nicole había llegado tarde a su trabajo esta mañana, se sentía bastante mal.

La noche anterior había bebido más de lo acordado con su hermana y su cabeza estaba por explotar.

La gemela mayor apenas había tocado la silla de su oficina cuando escucha la voz de su jefa llamándola.

Con un suspiro de cansancio, Nicole avanza hasta la oficina de su jefa, donde la encuentra sentada detrás de su escritorio con una expresión seria en el rostro.

-Nicole voy a necesitar que juntes tus cosas y salgas del edificio.

-¿Disculpe?- Pregunta la castaña un tanto confusa.

La gemela mayor pensó que no había escuchado bien y que su dolor de cabeza le estaba jugando una mala broma.

-Estás despedida Nicole- Dice la morena poniéndose de pie para acercarse a la castaña -Estoy tratando de mantener las cosas lo más profesional posible.

Alicia termina de acercarse, quedando bastante cerca -Créeme que si no estuviéramos en mi oficina en este momentos sería mucho peor.

Nicole queda muda ante las palabras de su jefa.

La imagen del Samoano había aparecido en su cabeza como un rayo.

-Espero que hayas tenido diversión en la sala de impresiones -Dice la morena para luego volver a su asiento detrás de su escritorio.

La castaña sale del despacho con pasos torpes.

-¿Que quería Foxy?- Pregunta su compañera de trabajo mirando la pantalla de su ordenador.

-Estoy despedida- Dice Nikki aún no digiriendo lo que había pasado en el despacho de su jefa.

Lana la mira rápidamente con preocupación y sorpresa en sus ojos.

-¿Que?- Pregunta la rubia esperando haber oído mal.

Nicole no dice nada y comienza a juntar sus cosas del escritorio.

Lana había ayudado a su amiga a juntar sus cosas y llevarlas en su departamento, no era mucho lo que la castaña poseía, pero la rubia quería estar ahí para ella, después de todo se sentía culpable.

-¿Estás segura que estarás bien?- Dice la Rusa abrasando a la castaña.

-Si, tengo vino y queso en el refrigerador, sobreviviré- Dice Nikki separándose del abrazo -Gracias por hacerme compañía.

-Es lo menos que puedo hacer- Confiesa la pelirrubia.

-Hey no pienses por un segundo que es tu culpa cariño- Dice la gemela mayor sonriendo con ternura -Fue mi error y lo acepto, me haré cargo, tu ve a seguir trabajando antes que Foxy se entere.

Lana abraza una vez más a su amiga diciendo lo mucho que la extrañaría en el trabajo para luego hacer su camino fuera del apartamento.

Sola, una vez más, la castaña se dirige instintivamente al refrigerador para sacar el vino y darle un sorbo desde la botella, no tomándose la molestia de servirlo en una copa.

Quitándose sus zapatos de 11 centímetros, la gemela mayor avanza hasta su sofá para desplomarse en el.

-¿Nicole?- La mencionada suelta un suspiro de cansancio y levanta la mirada para ver al atractivo moreno entrar a su piso con una mirada de preocupación en su rostro.

-Estoy despedida, Foxy vio las cámaras de seguridad...

-Lo se, Tom se las mostró- Dice el Samoano acercándose a su amante con pasos sigilosos.

La castaña abre los ojos sorprendida ante las palabras del hombre.

-¿Tom? ¿Tom Philips?

-El mismo- Dice Roman tomando asiento lentamente al lado de la fémina -Esta mañana pase por Alicia para dejarla en el trabajo, pensaba decírselo esta noche pero creo que el fotógrafo me ganó.

Nicole aún estaba sorprendida por el hecho de que un compañero cercano a ella la hubiera delatado.

-Ibas a decirle- Dice la castaña volteando la mirada para mirarlo a los ojos.

El Samoano asiente con la cabeza.

-Te quiero a ti Nicole, desde la primera vez que te vi- Confiesa.

Nicole sonríe con ternura y siente sus mejillas arder ante las palabras del moreno.

-Creo que puedo vivir con eso- Dice rescostando su rostro en el hombro del hombre.

Roman envuelve sus brazos alrededor de la fémina atrayéndola más a él.

-No se que haré ahora- Dice la castaña pensativa.

-Puedes mudarte conmigo- Dice Roman.

Nikki se separa de golpe de sus brazos para mirarlo a los ojos.

-¿Quieres que me mude contigo?

-Si tú quieres- Dice el Samoano sonriendo mientras coloca un mechón suelto detrás de la oreja de la fémina.

-Quiero, pero me gusta trabajar.

-Entonces busca un empleo, te estoy ofreciendo vivir conmigo, no una carcel- Dice el moreno riendo.

Nicole se muerde el labio y se coloca ahorcajadas sobre las piernas del tatuado hombre.

-Entonces es un trato- Dice Nikki sonriendo mientras planta un dulce beso sus labios.

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Becky deja salir un pequeño grito de sus labios al ver la tienda frente a ella.

-Ahora que- Dice el tatuado hombre a su lado al escucharla.

-Mira eso- Dice la pelinaranja apuntando a un pequeño carro de bebé.

-¿Lo quieres?- Pregunta Phil sonríendo.

-Creo que aún nos sobra algo de dinero- Dice la Irlandesa asiendo su camino a la tienda.

-¿Lo quieres en rosa o azul?- Pregunta el hombre con una sonrisa burlona en el rostro.

-Para con eso.

Esta mañana, el par había salido a hacer unas cuantas compras para las pertenecías del bebé.

Phil había pasado la mañana entera metiendose en la cabeza de la pelinaranja, haciendo referencias sobre el sexo del bebé.

El tatuado la estaba pasando bastante bien haciendo sus bromas, pero Becky está a punto de golpearlo en el estómago.

-Solo digo- Dice Phil sonriendo.

-Será en amarillo- Dice la Irlandesa.

-Estoy cansado de ese color- Se queja el hombre.

Todo lo que habían comprado esta mañana eran de diferentes tonos de amarillo, excepto por el biberón y unos cuantos baberos de color lila y celeste.

-Que lastima- Dice la pelinaranja acercándose a uno de los vendedores, dejando al tatuado con una sonrisa en los labios mientras negaba con la cabeza.

-Será mejor conseguir dos- Dice para él mismo mirando el pequeño carro.

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Paige recuesta su rostro en el pecho desnudó de su prometido.

Ambos habían vuelto a la mansión de los padres del bicolor hace una semana.

Para sorpresa de todos, Stephanie había envuelto a la pelinegra en sus brazos y la había tratado más que bien en toda la semana.

La Inglesa no era tonta, sabía que Stephanie tramaba algo.

Con la punta de sus dedos traza pequeños círculos en el pecho de su amado, acariciandolo lentamente hasta que el hombre abre los ojos.

-Buen día- Dice con una ronca voz.

-Buenos días- Dice la pálida fémina acercando su rostro al de su amado para plantar un profundo beso.

El repentino sonido de la puerta de la habitación siendo abierta hace que la pareja se separe de golpe.

-Mamá- Se queja el bicolor al ver a su madre al pie de la puerta.

Paige cubre su cuerpo desnudó al instante.

-Yo no vi nada- Dice la castaña tapándose los ojos -Necesito hablar con Paige.

La pelinegra suelta un pequeño suspiro y con pasos torpes se pone de pie con la sábana enrollada en su desnudó cuerpo.

-Esperaré afuera- Informa la castaña para salir cerrando la puerta.

La pálida mujer se viste rápidamente, quería saber que le diría su futura madre en ley.

Al salir de la habitación, la castaña la esperaba recostada por la pared del pasillo.

-¿Es lo mejor que puedes hacer en un minuto?- Pregunta Stephanie mirando su vestimenta.

-Que quieres Stephanie- Dice la Inglesa.

-Quiero hacer lo planes de la boda, estaba pensando en ir con Alicia pero tendrás que cambiarte...

-Espera, espera- Dice Paige interrumpiéndola -Suenas emocionada.

-Lo estoy, mi único hijo volvió a casa y va a casarse... te dije que si tenías el valor de hablarlo serías bienvenida a mi familia, tardaste un poco, pero la intención es lo que cuenta- Dice Stephanie.

-Lo que significa que...

-Lo que significa es que aún tenemos diferencias, pero estoy dispuesta a cambiar... mientras tu te cambies ese atuendo.

-Espera si vamos a hacer esto, lo haremos a mi manera, es mi boda- Dice la Inglesa en tono firme.

-Bien- Dice la castaña rodando los ojos.

-Nicole hará mi vestido y Brianna será la organizadora- Paige observa como su suegra rueda los ojos -Pero tu podrás opinar, obvio, después de todo es la boda de tu hijo.

Stephanie sonríe y asiente con la cabeza.

Paige le sonríe de vuelta y vuelve a entrar a la habitación de su amado, quien al observa con una gran sonrisa en el rostro.

-¿Que?- Pregunta la Inglesa confundida.

-Así de hace tigre- Dice el bicolor saliendo de la cama completamente desnudo.

Paige se muerde el labio inferior hasta que siente los fuertes brazos de su prometido envolverla.

Seth se acerca a su rostro para robarle un beso cuando continuos golpes en la puerta se hacen escuchar.

-Sigo esperando aquí- Dice la castaña del otro lado.

El par de enamorados suelta una discreta carcajada y comparten un pequeño beso de todas formas.

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