Capitulo 23

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Nicole hace su camino a su oficina con una gigante sonrisa en el rostro.

Roman había cumplido su promesa con demostrarle que no era solo una aventura.

La había llevado a tres diferentes restaurantes en toda la semana, todos elegantes.

Había llegado a su departamento con comida y vino y habían paseado por Manhattan, cosa que Nicole no había tenido tiempo de hacer.

Lo primero que la castaña ve al entrar a su oficina es un ramo gigante de flores.

Su sonrisa se agranda al instante y se acerca al ramo para olerlo.

-Necesito una explicación Nicole- Dice su compañera levantándose de su asiento para acercarse a ella.

-Lo se, es peligroso, pero no dejó una nota- Dice la gemela mayor aún sonriendo mientras acariciaba los pétalos de las rosas.

-Eso es porque yo lo saqué- Dice la rubia revelando la nota que venía con el ramo.

Nicole borra la sonrisa de su rostro y toma la nota en manos para leerla.

Aún no he terminado
Que tengas un bello día mi Bella.
Roman.

Nikki siente todo su cuerpo temblar.

Estaba a tan solo cinco metros del despacho de su jefa, las rosas no pasaban desapercibidas y conociendo a Alicia, metería sus narices en el hecho de que su secretaria favorita recibía flores.

Esta loco- Piensa la castaña.

Una risa nerviosa escapa de sus labios.

-Esto no es gracioso Nicole- Dice Lana en tono serio -Perderás tu trabajo en tanto Foxy se entere.

-Lo se, lo siento- Dice la gemela mayor tratando de ponerse seria.

-¿No puedes verdad?

-No- Dice Nikki cubriéndose la boca con ambas manos -Él dijo que me demostraría que soy más que una aventura y ahora se arriesga a que Foxy lo sepa.

-Y meterte en aprietos- Dice Lana rodando los ojos -Por cierto quiero que me digas como lo haces, porque tengo en la mira al nuevo fotógrafo y lo quiero volver tan loco como lo está Reigns por ti.

Nicole iba a responder a su compañera cuando escucha la puerta del despacho de su jefa ser abierta.

Rápidamente esconde la nota que traía en sus manos.

-Rosas- Chilla la morena tal como Nicole predijo que lo haría.

Alicia termina de acercarse y huele las flores sonriendo.

-Nicole, no me dijiste que tenías novio- Dice su jefa.

-No lo tengo- Dice la castaña.

-Son de un admirador secreto, no tenía nota- Dice la rubia.

-Oh pronto lo sabremos- Dice Alicia sonriendo para luego salir de la oficina de sus dos secretarias.

Ambas féminas sueltan un suspiro de alivio al ver a su jefa salir.

Nicole rápidamente toma su teléfono en manos.

Estás loco
-Nicole.

Solo por ti
-Roman.

La gemela mayor sonríe y toma asiento para comenzar con su trabajo del día.

———————————————————————

Una vez más la pequeña rubia suelta un suspiro de cansancio.

Hace más de una hora, Alexa se encontraba en la barra del café bar donde trabajaba su pelinaranja amiga.

Becky le había contado como Phil se había comportado con ella en toda la semana y la pelirrubia no había escuchado siquiera la mitad.

-Lexi.

Escuchar su nombre hace que la fémina mire los ojos de la Irlandesa.

-Lo siento- Se disculpa colocando amabas manos en su rostro.

-Esta bien, te entiendo, creí que iba ir a verte luego de lo que le dije- Dice la Irlandesa.

-Estoy cansada Becky, no se cual es su problema porque cuando estamos los dos solos es increíble pero si decidimos incluir a otras personas... se asusta.

Becky suelta un suspiro.

Jamás había visto a su mejor amigo actuar de esa forma, el ojiazul siempre era decidido y si salía con alguna chica era porque estaba seguro de lo que quería.

-Si no lo conociera diría que es normal que un hombre se asuste a veces pero conozco a Finn, se que no estaría contigo si eso no es lo que quiere.

Alexa deja descansar su cabeza por la barra hasta que dirige su mirada a las puertas que llevaban a la cocina cuando estas son abiertas.

Finn hace su camino a la barra, percatándose de la presencia de la pelirrubia.

-Becky dijiste que tenía el día libre- Dice la rubia.

-Eso pensé- Dice la pelinaranja -Pero tranquila, no voy a dejarte sola- Un cliente nuevo entra al bar haciendo a ambas féminas rodar los ojos -Luego de atender a ese hombre.

Alexa deja que su amiga se retire y pasa los últimos minutos tratando de evitar contacto visual con el ojiazul.

Lo cual le resulta imposible, porque el Irlandés no deja de mirarla mientras hace su trabajo.

Lexi había pasado las noches desveladas por el hecho de que su novio no había aparecido aquella noche.

Tampoco se había dignado en llamarla o mandarle un mensaje.

Se habían reconciliado hace solo una semana.

La rubia no lo soportaba mas, necesitaba saber que pasaba dentro de la cabeza de aquel hombre.

Sin más, la pequeña rubia se pone de pie para caminar hasta el otro lado de la barra, donde se encontraba su novio.

-¿Podemos hablar?- Pregunta la fémina tratando de no sonar nerviosa.

El ojiazul asiente con la cabeza y le indica para que lo siga.

Alexa lo sigue, pasando la barra para luego entrar en la cocina, hasta finalmente salir por una puerta trasera a un pequeño callejón.

-Que quieres decirme.

-¿Que quiero decirte?- Pregunta la rubia confundida -Quizá quisiera saber porque mi novio me dejó plantada hace una semana y no se esfuerza en siquiera en inventar una excusa.

Finn rueda los ojos.

-¿Me acabas de rodar los ojos?

-No eres mi madre Alexa- Contesta el Irlandes.

-No, no soy tu madre, soy tu novia...

-¿Lo eres?- Pregunta Finn con ironía en su voz.

Alexa lo mira confundida hasta que el hombre decide hablar de nuevo.

-Te vi con otro hombre esa noche Lexa, te veías muy a gusto...

-Es en serio- Lo interrumpe la fémina -Me dejaste plantada Finn y un amigo decidió hacerme compañía hasta que mi supuesto novio se decidiera aparecer.

El Irlandes no dice nada, solo se dedica a mirarla.

-Eran las diez de la noche cuando me di por vencida y decidí irme, Allen estuvo ahí para mi...

-Si Allen es tan bueno ¿porque no sales con él?-Suelta el ojiazul.

-Porque te quiero a ti- Contesta Alexa -Pero tu no me quieres a mi... así que, si, quizá salga con él.

Sin nada más que decir la pequeña rubia hace su camino fuera de aquel pequeño callejón con lágrimas amenazando por salir de sus ojos.

Para Alexa nada de esto tenía sentido, porque desesperadamente necesitaba de un hombre.

-Esto es estupido- Susurra la rubia dejando que la primera lágrima caiga mientras hacía su camino por las calles de Manhattan.

————————————————————————

Paige deja salir una pequeña risa al ver a sus sobrinos jugar en el patio trasero.

Había extrañado tanto estos momentos en los que podía compartir con su familia, su loca familia.

Había olvidado también lo bien que se sentía estar en su cuidad natal.

La Inglesa había vuelto a la casa de sus padres.

Le había resultado algo difícil ajustarse al horario de sus padres y volver al negocio familiar, pero al fin lo había hecho todo en una semana.

Reorganizar su viejo cuarto, visitar a todos los amigos y parientes posibles que no había visto en años.

La pelinegra estaba tan ocupada en el día que no tenía tiempo para pensar.

Excepto por las noches, donde su amado hace presencia en su mente y sueños.

-Hermanita- Dice su hermano mayor colocándose a su lado.

-Zaky- Dice la fémina.

Hubo un tiempo en que la pálida pelinegra y su hermano Zak eran como uña y mugre, algunos en el instituto podrían decir que eran gemelos, si no fuera por el hecho de que Zak era un año mayor, nunca dejaban el lado del otro y siempre estaban para defenderse cuando algo malo pasaba.

Hasta el día en que la más joven empacó sus cosas y comenzó con la aventura de su vida.

Ambos hermanos se habían quedado mirando al patio como los pequeños seguían jugando.

Dos de esos pequeños niños pertenecían a Zak y la única niña pertenecía al hermano mayor de los Knight, Roy.

-Aún trato de entender porque estas aquí- Dice Zak.

-¿Porque estoy aquí?- Pregunta la fémina con el ceño fruncido.

-Pensé que estabas por casarte, pensé que estabas enamorada, pensé...

-Ya sabes la historia Zaky- Paige lo interrumpe.

-¿Y?

-¿Y? ¿en serio?- Pregunta la pálida mirándolo a los ojos.

-¿Recuerdas cuando mamá huyó?- Pregunta su hermano -¿Recuerdas como papá estaba tan desesperado por encontrarla?

-Esto es diferente Zak, no puedo hacerlo feliz, pasamos toda nuestra relación hablando sobre nuestro futuro y lo que queríamos para que en una noche todo se vaya a la mierda.

-Porque tú lo permitiste... Paige no estoy diciendo que tu situación no es difícil, pero no deberías estar aquí.

Con esas palabras, su hermano mayor la deja pensando.

Paige sabía que Zak no era el mejor admirador de Seth Rollins.

Cuando la pálida Inglesa había decidido presentar a Seth a su familia, el último en ceder a los encantos del bicolor fue Zak.

La semana entera que habían pasado en la casa de sus padres fue una verdadera tortura para su amado, Zak pasaba todos los días después del trabajo solo para torturar al bicolor.

Paige había dejado que su mente se pierda en todos los recuerdos posibles que había compartido con Seth.

Desde los más románticos y apasionados, hasta los más divertidos y triste.

-Soy una maldita egoísta- Dice la pálida en un susurro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top