Capitulo 22

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Alexa revisa una vez más su teléfono.

Había pasado casi media hora de la hora acordada en la que se encontraría con Finn y el ojiazul no daba señal alguna.

La pequeña rubia primero había pensado que le había ocurrido algo, pero con el pasar del tiempo, su mente no le permitía pensar en otra cosa más en que la había dejado plantada.

Soltando un largo suspiro y reprimiendo las ganas de soltar las primeras lagrimas, la pelirrubia da media vuelta dispuesta a seguir su camino para llegar al restaurante.

-Lexi.

La mencionada da media vuelta para encontrarse con un familiar rostro.

-¿Allen?- Dice la rubia un tanto sorprendida de encontrarlo.

-Hola- Dice el pelicastaño con una sonrisa en el rostro.

-Hola- Dice Alexa.

-¿Que haces por aquí sola?- Pregunta el hombre acercándose más a ella.

-Estaba esperando a alguien... pero al parecer no va a aparecer.

-Oh- Dice Allen algo arrepentido por preguntar -Quizá pueda hacerte compañía.

Alexa frunce un tanto el ceño, si no lo recordaba mal, el mismo hombre que la había rechazado por no querer nada serio ahora estaba queriendo hacerle compañía.

-No se si sea una buena idea Allen- Dice la rubia con sinceridad.

-¿Porque no? Quizá si entramos a tomar un café... quizá tu cita aparezca- Dice el castaño.

-No es una cita, es mi novio- Dice la pequeña fémina.

-Aún así, se está haciendo tarde y frío... yo invito.

Alexa lo mira de pie a cabeza, la verdad no tenía las ganas ni el estómago para ir a la reunión con sus amigas si Finn la había dejado plantada.

-Bien, solo un café- Dice la rubia haciendo sonreír al pelicastaño.

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-No quiero irme- Susurra el moreno hombre en el cuello de la castaña haciéndola soltar una pequeña risa.

-Tienes que- Dice Nicole -Se hace tarde y Foxy se preguntará dónde estás.

-No me importa, quiero quedarme- Dice Roman acurrucándose al lado de la castaña.

Esas palabras hicieron que el corazón de Nicole deje de latir por unos segundos.

La gemela mayor podía sentir como sus mejillas ardían.

-No juegues conmigo Roman- Dice la fémina casi en suplica.

El moreno despega el rostro del cuello de la castaña para mirarla a los ojos.

-Quien dijo que estoy jugando contigo- Dice el Samoano en tono serio.

-Tienes una novia, hermosa y exitosa, yo solo soy un pasa tiempo- Nicole sintió como se desasía de un gran peso al decir esas palabras.

-Quien dice que no es del lado contrario- Dice Roman -No se lo que siento por ti Nicole, pero no puedo dejar de pensar en ti... y no hablo de una forma sexual.

-¿Como puedo creerte?- Pregunta la castaña colocando una mano delicadamente en el rostro de su amante para acariciarlo suavemente.

-¿Quieres pruebas?- Dice el Samoano sonriendo -Te daré más de una.

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Becky suelta una pequeña risa al ver a Phil hablar a su vientre.

La Irlandesa se encontraba acostada en el sofá en la sala de su apartamento, con el tatuado entre sus piernas.

-Y cuando salgas de ahí jugaremos hasta cansarnos, pasaremos noches desvelados, te enseñaré a andar en bicicleta y tú me llamarás papá...

La Irlandesa sentía su corazón derretirse al escuchar tales palabras.

Si tan solo le hubieran dicho que Phil estaría hablando a su vientre con un pequeño bebé dentro cuando recién se conocieron, Becky se hubiera reído todo un día.

Ahora mismo, no había nada más en lo que la pelinaranja no pueda pensar, solo deseaba tener a su pequeño bebé en brazos y a Phil a su lado.

-Crees que sea un niño o niña- Dice Phil recostando su rostro en el vientre de la fémina con cuidado de no aplastarlo.

-Espero que sea un niño- Dice Becky -Pero no me importaría tener a una niña.

-Una niña como tu- Dice Phil sonriente.

Becky siente sus mejillas quemar.

-Tienes algunos nombres en mente- Pregunta el tatuado.

-Si, si es un niño estaba pensando en James, Jason y si es una niña Ashley o Mónica.

-Me gusta Jason y Ashely- Dice Phil.

Becky suelta una pequeña risa y toma el rostro de Phil en sus manos para acercarlo al suyo.

La Irlandesa planta un suave beso en los labios del tatuado y este no pierde tiempo en corresponder.

Había pasado un largo tiempo desde que la pelinaranja se sentía de esta forma.

Ahora que lo pensaba bien, jamás se había sentido de esta forma por ningún hombre.

El único que se había acercado a este sentimiento fue Neville, pero la Irlandesa sabía muy bien que eso no era amor.

Un carraspeo hace a la pareja separarse para elevar la mirada al Irlandes frente a ellos.

-¿Finn?- Dice la fémina extrañada de verlo -Creí que saldrías con Lexi.

El mencionado no responde.

-Creí que nos presentarías formalmente- Dice Finn mirando al padre de su futuro sobrino.

-Claro- Dice el tatuado poniéndose de pie -Soy Phil Brooks.

Finn observa como el hombre frente a él le extiende la mano y decide estrecharla.

-Finn Balor- Dice el Irlandés.

Becky se pone de pie colgándose en medio de ambos hombres.

-No trates de zafarte ¿porque no estás con Lexi?- Pregunta la fémina.

El ojiazul resiste el impulso de rodar los ojos.

-Será mejor que te apresures, si de verdad te importa- Dice la pelinaranja en tono serio.

Becky toma la mano de Phil y lo guía hasta su habitación, donde ambos entran para cerrar la puerta detrás de ellos.

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Carmella abre la puerta de su apartamento para encontrarse con nada mas que oscuridad.

Esperando a que sus ojos se ajusten, la rubia recorre su piso con la mirada, pudiendo notar a tu primo plácidamente dormido en el sofá.

Mella suelta un suspiro de rendición y se dirige a su cocina, donde toma una botella de agua de la nevera para beberla.

La pelirrubia toma su teléfono en mano para darse cuanta que tenía un mensaje.

¿Estas bien?
-Baron .

Carmella sonríe al leer el mensaje.

Los pequeños minutos que había pasado con el tatuado habían mejorado su día de alguna forma.

No habían hablado de nada interesante, de hecho casi no tuvieron tiempo de decirse mucho ya que la fémina tenía que volver a su trabajo.

Aún así, en todo el día no había parado de pensar en las palabras de su ex.

Carmella sabía que decía la verdad, lo podía ver en sus ojos.

Pero no estaba segura de que hacer.

Solo cansada  y preocupada.
-Mella.

¿Algo que pueda hacer?
-Baron.

Sácame de aquí.
-Mella.

A tan solo diez minutos de haber enviado aquel mensaje, la fémina recibe otro diciendo que el pelinegro la estaba esperando fuera de su apartamento.

Carmella bajo con prisa los tres pisos del edificio, ansiosa por ver al hombre montado en su motocicleta.

Al verlo, lo único que tomo para que montara aquel vehículo fue la sonrisa del pelinegro.

La pelirrubia se había dejado perder en el camino, había cerrado sus ojos y disfrutado de la velocidad en la que iban.

En menos de diez minutos, la motocicleta comienza a desacelerar.

Mella habré los ojos para encontrarse bajo el High Line.

-Wow- Es lo único que sale de la boca de la fémina al subir las escaleras y observar su alrededor.

-¿Nunca lo habías visto antes?- Pregunta el pelinegro frunciendo el ceño.

-No, siempre digo que vendré, pero nunca lo hago- Confieza Mella.

Baron toma su mano con delicadeza y entrelaza sus dedos.

Carmella se queda mirando sus manos entrelazadas por unos segundos hasta que sonríe.

-Es hermoso- Dice mirando a su alrededor.

-Si- Dice el tatuado sin dejar de mirarla.

La pelirrubia se percata que el hombre no deja de mirarla y sonríe sintiendo sus mejillas calentarse.

El par comienza a caminar por aquel jardín lineal sobre los raíles de una antigua vía ferroviaria.

Era más hermoso de lo que Mella esperaba y los modernos edificios alrededor también se hacían notar.

-Baron- Dice la rubia llamando la atención del mencionado -¿Que harías si tu ex te busca de nuevo?

-¿Ahora?- Pregunta el hombre frunciendo el ceño.

-No- Dice la fémina riendo -Me refiero a después de la ruptura, si habían pasado solo unos meses.

-Bueno, mi caso es diferente al tuyo, porque yo termine con mi novia hace dos años, porque ya no sentía nada por ella... pero tu...

-No estoy hablando sobre mi, solo hago conversación- Se excusa.

-Si, claro- Dice Baron rodando los ojos con una sonrisa.

-Bien- Dice Carmella rindiéndose -No se que hacer, lo que Dean me dijo hoy parecía real.

-Y puede que lo sea- Dice el pelinegro -Pero no puedes volver con él si no sabes lo que sientes... así que pregúntate a ti misma que es lo que sientes.

Carmella quedó perdida en sus pensamientos ante esas palabras.

Estaba algo confundida por la reacción de Baron.

Mella no sabía que exactamente tenían, pero desde la caminata en el puente de Brooklyn su pensamiento ante el pelinegro acosador había cambiado, se sentía a gusto a su lado y sin mencionar el beso que se habían dado.

La rubia no era ciega, sabía las intenciones de Baron hacia ella.

-Esto es raro- Confiesa la pelirrubia.

-¿Que cosa?

-Tan solo una noche atrás nos besamos y ahora estoy confesándote mis intenciones de querer volver con mi ex.

Baron suelta una pequeña risa.

-Lo que sea que quieras que sea para ti, eso seré.

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