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La pelinaranja limpia inútilmente las lagrimas de sus ojos, ya que estas se vuelven a empapar.

Mira una vez aquel aparato, esperando a que magicamente cambie el resultado, pero no, las dos lineas seguian alli.

La fémina no podía sentirse mas estúpida y derrotada.

La Irlandesa no habia tenido tiempo para hacerse esa prueba en la comodidad de su apartamento, ya que tuvo que salir rapidamente para llegar a tiempo en su trabajo.

Se maldecia a ella misma por haber tomado la estupida decision de hacerlo en su trabajo.

Becky siempre había sido un desastre a la hora de llorar, no era capaz de contener los sollozos.

Unos ligeros toques en la puerta del baño la sobresalta.

-¿Becky estas bien?- Pregunta su compañera de trabajo.

-Estoy bien Bayley- Miente la Irlandesa.

-Becky pude escucharte hasta la cocina, abre la puerta.

La pelinaranja rueda los ojos, se limpia una vez mas los ojos y abre la puerta.

La castaña mujer avanza y cierra la puerta con seguro detrás de ella.

-¿Que paso Becky? ¿Te duele algo?- Pregunta la fémina acercándose a su amiga.

La Irlandesa niega con la cabeza, incapaz de formular alguna palabra.

-¿Que pasa cariño? Me estas preocupando.

-Estoy embarazada Bay.

La pelicastaña se congela al escuchar esas palabras.

-¿Que? Pero si tu apenas conoces a los del trabajo...

-No es de aquí- Dice Becky -Fue en Irlanda... tiene que ser él, fue el ultimo.

-¿Lo recuerdas?- Pregunta la castaña.

-Si, lo recuerdo, pero no se nada sobre él, fue solo una noche de mucha locura- La pelinaranja niega con la cabeza ante sus propios actos.

-Soy una estúpida.

-Hey no digas eso- Dice Bayley tomando a su amiga ligeramente de los hombros.

-Que haré ahora, como se lo diré a Finn, no creo que tolere otra de mis estupideces.

-Tranquila cariño, Finn no te dejará sola, es tu mejor amigo y yo no te dejaré sola, Sheamus tampoco lo hará, nos tienes a nosotros.

Ambas féminas comparten un fuerte abrazo, en el cual la Irlandesa se siente mas protegida que nunca.

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Nicole avanza con pasos rápidos por los pasillos de su trabajo, tenía que entregar unas nuevas fotografías a su jefa e iba tarde.

La castaña entra al despacho sin molestarse en tocar, encontrándose a su jefa, quien al parecer estaba en medio de una discusión con Tom Philips, uno de los fotógrafos.

Alicia siempre se desquitaba con Tom, lo que hacia a la gemela mayor tenerle pena a aquel hombre.

Al escuchar la puerta ser abierta, Alicia Fox gira para encarar a quien sea que la haya interrumpido, pero al ver a su secretaria de pie a la puerta, sonríe ampliamente.

-Nicole- Dice Alicia sonriendo de oreja a oreja.

-Señora Fox, estas son las nuevas fotografías de las modelos- Dice la castaña avanzando con pasos seguro a su jefa.

La morena mujer toma el folleto en mano y revisa las fotografías, examinándolas con cuidado.

Nikki trata de esconder su nerviosismo al ver a su jefa tan concentrada en el proyecto que ella le había sugerido.

Alicia sonríe de oreja a oreja y mira a su empleada favorita.

-Me encanta- Dice la morena mirando a Nikki complacida -Seras bien recompensada por esto, eres la mejor.

Alicia se gira sobre sus talones y avanza hasta su enorme escritorio.

Nicole sonríe dando media vuelta para salir del despacho de su jefa cuando siente una quemadura en el pecho.

La castaña es incapaz de aguantar un quejido de dolor.

Le habían derramado café caliente en el pecho y si que dolía.

-Lo siento mucho- Dice una grabe voz.

La castaña levanta la vista para encontrarse con unos profundos y penetrantes ojos negros, la gemela mayor queda muda ante el duro y atractivo rostro de ese hombre.

-Cariño- La chillona voz de Alicia es escuchada por toda la oficina.

Nikki frunce el ceño ante esas palabras para luego ver como el atractivo hombre rompe el contacto visual con ella, para mirar a su jefa.

Alicia Fox se acerca a la escena con pasos rápidos.

-¿Nicole te encuentras bien?

La gemela mayor asiente con la cabeza, no queriendo articular palabra.

-¿Tu eres Nicole?- Una vez mas, la fémina escucha la grave voz -Lo siento mucho.

-Esta bien- Dice la castaña, tratando de apartar la mirada del -lo que ella suponía- novio de su jefa.

-Fui tan estúpida- Nikki se deja caer pesadamente en el comodo sofa.

-¿Que paso esta a vez?- Pregunta su hermana, quien entraba a la sala con dos copas de vino.

-Me comporte como una completa idiota frente al novio de mi jefa.

-¿Que paso?- Pregunta la gemela menor tratando de no reír y dejándose caer en el sofá, al lado de su hermana.

-Me cruce en su camino y me derramo café- Dice la castaña dando un gran sorbo al vino.

Brianna no es capaz de contener la carcajada que escapa de sus labios.

Nikki la mira incrédula y la golpea con un almohadón.

-¡Nicole!- Exclama la gemela menor al ver su copa de vino en el piso.

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-Lo siento Alexa- Dice el castaño tomando sus cosas.

-Ahora soy Alexa, si mal lo recuerdo me llamabas Lexi- Dice la rubia, molesta.

-Lo siento, pero esto no puede seguir- El hombre se pone de pie y deja a la fémina con la palabra en la boca.

Los ojos de la pequeña pelirrubia comenzaron a aguarse.

De nuevo no había funcionado, otro más que salia corriendo a la primera señal de seriedad en la relación.

La rubia había esperado mucho de Allen, incluso mucho mas que aquel chico Murphy que la había dejado un mes atras.

La fémina se limpia la pequeña lagrima que se había resbalado por su mejilla y se dispone a levantarse.

-Hey Lexi- Dice una voz masculina.

La mencionada rueda los ojos y voltea para encontrarse con los azulados ojos del Irlandés.

-No estoy de humor Finn- Confiesa la rubia.

-No te preocupes, no estoy aquí para molestarte, lo prometo.

-Bien- Alexa suelta un suspiro -Continua.

Sin decir una sola palabra, Finn saca un pequeño papel blanco y se lo entrega la fémina.

Alexa frunce el ceño, pero decide tomar el objeto en sus manos.

-¿Y esto es?

-Solo llama cuando necesites algo- Dice el ojiazul, para luego hacer su camino detrás de la barra.

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La mujer de larga cabellera negra ríe al lanzarse desde una gran roca a las profundidades del océano.

-Es tu turno cariño- Dice la fémina al salir a la superficie.

Paige suelta una pequeña risa al ver a su apuesto prometido, tirarse de la misma roca que ella, cayendo de calvado.

Al verlo salir a la superficie lo escucha reír.

Riendo una vez mas, nada hasta él. El hombre la toma en sus brazos y une sus labios a los de ella, besándola apasionadamente.

-¿Te gusto?- Pregunta el hombre bicolor.

La pálida mujer al separarse de su prometido suelta un largo suspiro.

-No puedo esperar para casarme contigo- Dice en suspiro.

-Sobre eso- Dice el hombre nervioso.

Paige frunce el ceño- ¿Sobre eso?

El repentino nerviosismo de su prometido causa el mismo efecto en ella.

El hombre de oscuro cabello castaño guarda silencio, sin mirarla.

-Seth Rollins no me dejes hablando sola- La pálida lo regaña.

-Lo siento, te lo contare en el hotel- Dice mirándola a los ojos.

La fémina lo mira con miedo y nerviosismo.

-No hagas eso- Dice Seth tomando el rostro de su prometida en sus manos -No es nada complicado, son solo cosas que se me pasaron contarte.

La mujer Inglesa relaja su cuerpo y suelta un suspiro.

-Bien.

Seth sonríe de oreja a oreja y la besa de nuevo.

-¡¡Que eres que!!- Dice la mujer alterada.

-Paige cal.....- Antes que pueda terminar la oracion es interrumpido.

-No voy a calmarme, ¿esperaste tres años para decirme que eres heredero a la empresa de tus padres? Que por cierto es la empresa que por tantos años pase burlándome.

-Paige eso no me importa- Dice el castaño tomándola suavemente de los hombros -Y ya no soy el heredero, desistí de ello cuando comencé a viajar, nunca me gusto la apretada agenda de mis padres o los exagerados lujos.

La pálida suelta un suspiro de relajación.

-¿Y tus padres estuvieron de acuerdo con ello?

-Claro que no- Seth ríe por lo bajo -Soy su único hijo, pero eso no me importa, solo me importas tu y nuestro futuro juntos.

Seth toma el rostro de la Inglesa y le plata un casto beso en los labios.

-Desde que te conocí solo traes felicidad a mi vida, no imagino un futuro sin ti.

-Siempre sabes que decir- Dice la Inglesa sonriendo.

La pareja queda en silencio por un largo tiempo, solo abrasándose.

-Me faltó otra cosa- Confianza el castaño.

Paige abre los ojos para mirarlo.

-Mi madre -Dice con dificultad -Ella quiere que nos casemos en New York y quiere conocerte.

El corazón de Paige comienza a latir a un ritmo acelerado.

-Esta bien- Dice con dificultad -Supongo que esto tendría que pasar, tarde o temprano.

Seth sonríe de oreja a oreja y la toma en brazos haciéndola girar.

La contagiosa risa de la Inglesa es escuchada por toda la habitación.

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Carmella se encontraba sentada en la barra de un bar, bebiendo sola.

No se preocupaba por la hora, ya que su apartamento estaba a solo una calle.

La rubia había pensado en salir con sus amigos, pero luego recordó que no los tenia, los único amigos que tenia, también eran amigos de su ex novio y estar cerca de gente que lo recuerde a él o momentos que hayan pasado juntos era lo último que quería.

A las una semana de rompimiento se había cansado de su monótona agenda y decidió salir, para poder intoxicar su cuerpo y mente.

-Mierda- Murmura la rubia al sentir que aquel ultimo sorbo de vodka la hizo ver borroso.

-¿Miren a quien tenemos aquí? ¿Arrepintiéndote de haberme dejado?

Carmella rueda los ojos y siente todo su cuerpo calentarse al oír aquella voz.

-De lo único que me arrepiento es haber dejado que entres a mi vida, idiota- La rubia gira con dificultad para encontrarse a nada mas y nada menos que Dean Ambrose, su pesadilla hace una semana.

-Awww ¿De mal humor? ¿Quieres que lo arreglemos como en los viejos tiempo?- Dice el castaño acercándose peligrosamente.

Carmella se había dado cuenta que su ex estaba casi o mas borracho que ella, lo cual hizo que le den ganas de vomitar.

-Aléjate idiota- La rubia lo empuja con fuerza, logrando alejarlo de ella.

La pelirrubia de larga cabellera trato de escapar, pero Dean la tomo del brazo y la estampo contra su cuerpo.

-¿Que ya tienes a otro? No me sorprendería, con lo arrastrada que eres.

-Suéltame imbécil, me lastimas- Dice la fémina, haciendo caso omiso a su comentario.

-¿Para que? Para que vayas a revolcarte como lo...

-Creo que la señorita le dijo bien que se aleje- Dice una grave voz, interrumpiendo al castaño.

La ex pareja giran sus respectivas cabezas para encontrarse con la presencia de un alto y fornido hombre.

Dean decide soltar a su ex novia y acercarse amenazante a aquel hombre.

-¿O que?

-O tendré que encargarme de ti de otra manera- Aquel hombre se acerca mas al castaño, intimidandolo.

-¿Así que este es el idiota con el que te revuelcas ahora?- Dean mira a su ex, quien sobaba sus muñecas.

Carmella iba a abrir la boca para insultarlo pero fue interrumpida.

-¿Algún problema con eso?- Dice el alto hombre.

Luego de unos segundos de intensas miradas entre Dean y aquel hombre, el primer mencionado decide hablar.

-No, ninguno- Dean mira a su ex con una burlona sonrisa y se aleja.

Aquel hombre de largo cabello oscuro se acerca a la pelirrubia.

-¿Estas bien?

-Gracias- Carmella lo mira con cautela y se aleja de él.

La rubia mujer corre a la salida del bar con dificultad, desapareciendo de la vista del fornido hombre.