Capítulo 36
Mis lágrimas caían una tras la otra por toda mi cara. Ella tenía razón, estaba destrozada por dentro y yo misma no lo he querido aceptar, causándome daño. Miro hacia delante y allí estaba ella mirándome, esperando mi respuesta.
-Aceptas el trato-Estira la mano hacia mí para darle fin a todo esto.
Si aceptaba esa mano mi vida cambiaría por completo. Jin estaría de nuevo con sus amigos, pero estarían perdidos en busca de respuestas. Yo volvería a tener todo lo que perdí en un solo día...respeto, perdón, aceptación, unión y a mi abuelo. Todo volvería a su normalidad como debía de ser desde un principio, sin embargo, perdería toda la mitad de mi vida y Jin quedaría atrapado en la mentira nuevamente.
No aceptes su mano
Se escuchaba en mi cabeza una y otra vez. Las visiones volvían aparecer en mi mente, como si un tren me atropellara sin advertencia. Las palabras de Jin, que lo posible es que sean las ultimas en escuchar, retumbaban en mi cabeza. Los malos momentos, insultos, la falta de respeto y los días que me las pase llorando en la esquina de mi habitación, volvían a mi mente. Quiero ser como antes, quiero tener la vida de antes, quiero que mi vida este a la normalidad, unida.
—¿Estas dispuesta? —Escucho saliendo de mi pequeño trance.
Allí estaba ella con una mirada de comprensión, esperando la respuesta. Me levanto del suelo pasando mis manos por mi rostro quitando todas las lágrimas. Coloco mi mano en el bolsillo trasero sacando el mechero de su lugar y me acerco a ella.
—Acepto tu trato—Agarro su mano y un resplandor empezó a parecer en nuestras manos. —pero con una condición. —Digo seriamente mirándola y ella a mí. Agarre su ante brazo con fuerza a lo que con la otra sacaba el mechero encendido. —¡Que te mueras conmigo! —Grito tirando el mechero al suelo.
El fuego se empezó a dispersar a nuestro alrededor. La chica de pelo blanco soltó de mi mano, buscando ahora una salida, pero era inútil, estábamos encerradas. Su mirada se cruzó con la mía y mostraba enojo, desesperación y miedo; causando que soltara una pequeña carcajada de victoria. Sin darme cuenta ambos estábamos peleando, puño, patada, patada, esquivo y puño; la mayoría de las veces ambas recibíamos golpes de nuestras partes hasta que ella se me tira encima. El sonido de un árbol cerca de nosotros ser a punto de caerse se escucha delante nosotras y era lo correcto. Un árbol estaba a punto de caerse encima de nosotras, pero en el último momento me salgo del medio con dificultad y este cae encima de Gyeong-Hui dándole su fin.
Sentada en el suelo mi respiración era agitada, las gotas de sudor mezcladas con lágrimas bajaban por mi rostro hasta llegar a mi cuello, mi cuerpo termino desplomándose en el suelo. Buscaba el aire perdido y mi vista ya estaba empezando a nublarse por el humo a mí alrededor. Gateaba con dificultad buscando una salida, aunque no había ninguna desde el principio. Me arrojo al suelo boca abajo tosiendo, intentando de expulsar el aire contaminado con lágrimas en los ojos, viendo por último un chico acercarse a mí. Aunqueantes de cerrar mis ojos esos seis chicos salieron detrás del creando una fila deteniéndose a unos cuantos pasos delante de mí.
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