« once. »
十一
Moriuchi Shizuka POV.
─. ¡Amo el mar! .─ gritó Shima, ganándose por parte mía y de Izumo una mirada de desprecio.
Nos habían enviado a una misión para conseguir algas que posteriormente serían usadas para pociones contra demonios, estábamos Shima, Rin, Izumo y obviamente yo. Claro, también estaba Kuro y Kisho.
Jun hizo un berrinche, así que decidió quedarse en la comodidad de la residencia junto a Yukio. No es muy fan del clima caluroso.
• • •
Terminamos en el puesto de calamares del lugar donde nos hospedamos.
Okumura se encargaba de cocinarlos, yo le ayudaba con lo que podía, mientras que Shima simplemente estaba sentado en la arena.
Sin embargo, nadie se acercaba a aquél puesto.
─. ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que ayudar en este puesto cuando estamos rodeados de chicas voluptuosas? .─ rodeé los ojos.
─. Disculpa... ¿Dijiste tenemos? .─ hablé haciendo énfasis en la última palabra, el asintió ─.¡No has hecho nada más que quejarte! .─
─. ¡Prueben nuestros calamares a la parrilla! ¡Son deliciosos!
─. Eres un buen tipo, Okumura .─ Shima suspiro derrotado.
─. Aunque no entiendo porque nadie compra... ¡Los calamares se ven bien! .─ Rin parecía confundido.
─. ¡También huelen bien! .─ Kuro, el familiar de Rin, estaba en su hombro ─. ¿Me das uno? .─
─. No, son para los clientes.
─. Oh ¿Es el? El gato sidhe .─ Shima se levantó a ver a Kuro.
─. Si, es mi familiar, lo traje porque dijeron que esto era una misión .─ el de ojos medianoche siguió asando los calamares.
─. ¡Esto no es una misión! .─ Shima estaba muy frustrado
Me acerqué a la parte de enfrente del pequeño puesto. Sorprendiendo a Shima y Rin.
─. ¿Podría venderme un calamar? .─ sonreí, provocando una sonrisa por parte de Rin.
─. ¡Claro! ¿Solo uno?
Fruncí los labios ─. ¡Que sean dos!
No tardó mucho para que Okumura me diera los dos calamares, obviamente pagué y fingí no conocer a mis compañeros, un calamar era para mí, el otro era para Kuro y Kisho, así que llamé a los familiares.
─. ¡Uwah! Eres tan amable, Shizuka, ¡Gracias! .─ Kuro mordió un poco del calamar.
─. Muchas gracias, Moriuchi-sama.
─. No agradezcan, solo deben compartir el calamar ¿Esta bien? .─ susurré lo más bajo que me fue posible, sosteniendo los calamares con ambas manos.
─. ¿Cómo supiste que Kuro quería comer un calamar? .─ Rin me miraba fijamente.
Ni siquiera Izumo, quien salió con su traje de baño y flotador hizo que desviara la mirada, Shima comenzó a hablar con ella.
Pero fue como si solo existieramos nosotros dos.
─. Bueno... .─ mordí mi calamar y mastique.
─. ¿Y bien? .─ pasé el bocado, Rin realmente estaba intrigado.
─. Hace rato, cuando dijiste que el calamar era para los clientes, pareció que hablaste con Kuro así que, solo lo supuse.
─. ¿No vienes, Shizuka? .─ Izumo se acercó a mí, le agradecí internamente que interrumpiera nuestra conversación ─. Iré a nadar un rato.
─. Iré a explorar los alrededores, tal vez más tarde te alcance ¿Vale?
Izumo se encogió de brazos y camino directo al mar, cuando logré ver qué se metió en este y se las arregló para acomodarse en el flotador.
─. ¿Puedo tomarme un descanso? .─ miré a los chicos, hice cara de cachorro.
─. No preguntes, ¡Te mereces un descanso! Nosotros nos encargamos del lugar ¿Verdad, Shima? .─ el pelirrosa asintió, entonces caminé un poco lejos del puesto de calamares cuando me giré, Shima estaba viendo a las chicas en bikini, Rin seguía al pendiente de los calamares, cuando Kuro se subió en su hombro y tocó su mejilla, el observó primero al felino y después miró en mi dirección.
Levantó su mano y sonrió. Imité su acción.
Paseaba por los alrededores, viendo las tiendas que había. Decidí comprarme un helado de vainilla.
Toda la gente comenzó a acercarse al muelle, no entendía el porque.
─. Apostaría lo que fuera a que es el demonio de alta mar .─ dice el encargado de la heladería.
─. ¿Hay un demonio? .─ el asiente ─. Me sería de mucha ayuda si me cuenta, señor.
El accede, y me resume la historia lo más que puede. Termino por contarme que uno de sus amigos, salió en un bote completamente solo para enfrentarse al calamar, pero nunca volvió.
Sentí un poco de pena por el señor, así que me disculpé con el.
Le restó importancia y en cambio me ofreció un cupón 2x1.
Es mi día de suerte.
• • •
El inconfundible olor de la lavanda penetró mis fosas nasales, y sin darme cuenta, me encontraba siguiendo aquél aroma.
Hasta que termine pérdida dentro de un bosque.
Kisho me acompañaba, caminaba a mi lado, hasta que deje de escuchar sus pisadas, me volteé a verlo, confundida.
─. Algo no está bien, hay alguien cerca, Moriuchi-sama.
Ambos guardamos silencio absoluto, escuchamos con atención, había pájaros cantando, unas cuantas cigarras, pisadas de un cuadrúpedo acercándose, eran débiles, pero lograba escucharlas con claridad.
Entendí que, de acuerdo al sonido que producía el cuadrúpedo, se acercaba con cautela, intentaba atacarnos.
Las pisadas se detuvieron. Miraba en todas direcciones, ¿Desde dónde atacará?
Me agaché rápidamente, un kitsune con pelaje grisáceo apareció detrás mío, gruñó en cuanto vió que falló el ataque.
─. ¿Quién eres? .─ me puse en posición de ataque, el kitsune y yo junto a Kisho caminábamos en círculo.
Gruñó de nuevo.
─. Debemos regresar con los demás, Moriuchi-sama.
Me transformé en un zorro, que a diferencia del desconocido y Kisho, mi pelaje es del mismo color que mi cabello; castaño claro.
Comenzamos a correr a través del bosque para encontrar un atajo al lugar donde nos estábamos hospedando, era fácil.
El kitsune desconocido se abalanzó sobré mi, haciéndonos rodar, Kisho se preocupó.
Sacudí un poco mi cabeza, y gruñi, el otro kitsune hizo lo mismo. Comenzamos una pequeña pelea, lanzando nuestro fuego de kitsune.
Creé una distracción, haciendo una esfera de fuego gigante, si el otro quería sobrevivir, debía esquivarla, durante la pelea, logré ver qué siempre esquiva a dos a la derecha, uno a la izquierda y dos hacía atrás.
Iba a hacerse hacía atrás cuando esquive mí esfera, así que usando un poco de mi poder, me moví tan rápido que el no fue capaz de notar cuando me coloque detrás de él, quitándole su hoshi no tama.
Fin de la batalla, había ganado.
Gracias Ernest por tus entrenamientos.
Pensé.
Ahora el desconocido Kitsune se mostraba más tranquilo que anteriormente, relajó su cuerpo de inmediato.
Volví a mi forma humana.
─. No nos sigas, si sabes lo que te conviene.
Amenace, para después caminar fulminando con la mirada al kitsune.
Me acerqué a Kisho y con una técnica logré crear humo.
Corrí con Kisho delante mío, pues él me guiaba.
En unos minutos llegamos a Casa Océano, el lugar donde nos hospedabamos, entre y me quité mis zapatos, Izumo salió corriendo.
─. ¿¡Donde estabas!? Nos tenías preocupados.
─. Estoy bien, de verdad. Solo nos perdimos en el bosque pero nada grave .─ sonreí.
Ella suspiró ─. Esta bien, ven, vamos a comer, de seguro estás hambrienta. Te guardamos un poco
La pelimorada me guío hasta el comedor, la mesa estaba un tanto grande, y había muchos platillos con pulpo.
Me senté en frente de Shima y Rin, Izumo se sentó a un lado mío.
Ellos comenzaron a planear sobre el día libre de mañana, y ahora que lo pienso, no veo al profesor por ningún lado.
¡Al fin! Un momento de tranquilidad lejos del profesor Patillas, como lo llaman mis amigos.
─. Casi lo olvido, mañana vigilen a Yohei, ¡Oh! Hola, Moriuchi. Bueno, me retiro, mi gatita me necesita~
─. Hola... Profesor .─ aseguraría que mi cara es un poema.
Corrección, la cara de todos es un poema, aseguraría que inclusive Okumura y Renzo están decepcionados.
Hubo un silencio sepulcral.
─. Bueno, iré a darme un baño .─ Izumo se levantó con pesadez y se dirigió al baño.
─. ¡Saldré a explorar! .─ anunció Shima, si las miradas mataran, el ya estaría muerto gracias a mi ─. H-Hey, tranquila no haré nada malo .─ levantó las manos y salió corriendo.
Rin y yo nos miramos, le regalé una sonrisa.
─. Entonces... Okumura-san .─ el se extrañó, ya que normalmente no le hablo con tanta formalidad ─. ¿Sería tan amable de contarme sus extraordinarias actividades del día hoy? .─ recargué mis codos en la mesa.
─. Por supuesto, Moriuchi-san .─ nos sonreímos, me alegró ver qué entendió de que trataba el juego ─. Pero primero, hay que curar esa aterradora herida .─ el se levanta y me mira expectante.
¿Cual herida?
No tardo mucho en comenzar a notar un ardor cerca del tobillo, así que me levanto y sigo al ojiazul.
Estábamos en la habitación que compartía Rin con Shima y Kuro. En uno de los cajones que había ahí, sacó un kit de primeros auxilios.
─. Parecen mordidas .─ dice sin despegar la visita de la herida ─. ¿Peleaste con alguna bestia? .─ comenzó a desinfectar la herida.
Estuve a nada de decirle que si, que había peleado con un kitsune.
─. No vi ninguna bestia .─ intenté sonar lo más confundida y despreocupada posible.
Ahora Rin comenzó a vendar con las gasas. He de admitir que esto de "vendar cosas" no es lo suyo. Pero me ahorré el comentario.
─. Algo es algo .─ habla con orgullo ─. Normalmente Yukio se encargaba de esto.
─. ¡No te preocupes! Siempre hay una primera vez para todo ¿No es así?
El hace un sonido, similar a una afirmación.
─. Muchas gracias por curar mi herida, normalmente se cu... Digo, dejo que mi herida sane naturalmente.
─. ¿En serio? .─ me mira con asombro, yo asiento.
Parece querer decir algo más, pero nada, igual que aquella vez que me enteré de Neuhaus y sus intentos fallidos de asesinar a Rin.
─. Entonces... ¿Qué hicieron hoy? Aparte de estar en el puesto de calamares .─ me siento de una forma más cómoda.
En realidad no tengo permitido estar aquí, en la habitación de los chicos, pero ¿Qué más da?
─. Bueno, Izumo fue rescatada por un niño, al parecer le dio un calambre .─ alce las cejas, el ríe ─. Vimos la tinta de calamar en el mar.
─. ¡Ah! Así que tú estuviste en el muelle.
─. ¿También estabas ahí? No te ví.
─. No, estaba en una heladería, el señor que atendía me contó la historia y del pescador que desapareció .─ Rin abre sus ojos como platos.
─. Es el padre de Yohei, el niño que salvo a Izumo. Y también el hijo del pescador que fue a retar al kraken .─ Kuro, acompañado de Kisho, entran, cada uno se acuesta a lado de su dueño correspondiente.
─. Qué pequeño es el mundo .─ comento ─. ¡Rin! .─ el se sobresalta ante mí repentino grito y busco en los bolsillos de mi short el cupón, cuando logro encontrarlo, se lo muestro ─. Tengo un cupón ¿Mañana quieres ir por un helado?
Se sorprende ante mí repentina invitación, ¿Oh? ¿Se acaba de sonrojar?
Me fue imposible contener una sonrisa.
─. ¡Si! Vamos
• • •
¿Cuánto tiempo estuve hablando con Okumura Rin? No sabría decir con exactitud...
Hablamos de cualquier cosa, sobre las clases, los profesores, anécdotas graciosas y sobre nuestros gustos, sueños y demás.
De no ser por Shima, quien me delató con Izumo, hubiera seguido la plática con Okumura. Y como era de esperar, él pensó que estábamos haciendo cosas raras, y para variar, también pensó que teníamos una relación que le ocultabamos a todo mundo.
Pero dejando eso de lado, ahora estoy en mi habitación, con Izumo y Kisho.
─. ¿Qué hacías con Okumura? .─ me acosté en el suelo despreocupadamente, pasé mis brazos detrás de mí cabeza. Izumo estaba de pie, con los brazos en jarras.
─. Demonios Izumo, ya te dije que solo hablamos .─ rodeé los ojos.
─. Pasan de las once .─ dice.
─. ¿Qué con eso? No hacíamos nada malo.
Supuse que Izumo comenzaría a reclamarme, eso hizo, pero después de las veinte palabras caí profundamente dormida.
• • •
Escuché las patitas de Kisho correr a toda velocidad hacía mí.
─. ¡Moriuchi-sama! Kuro me acaba de decir que la venga a despertar, al parecer hay problemas con el mar.
Abro un ojo con dificultad.
Me levanto del futón con cuidado para evitar posibles mareos, bostezo y me quedo mirando fijamente a la pared.
─. ¿Moriuchi... Sama? .─ reaccionó de mi trance y despierto a Izumo.
Ambas nos comenzamos a cambiar, dándonos la espalda para no incomodar a la otra.
Sacó un short de mezclilla claro y una blusa de cuello v con líneas blancas y negras.
Salimos de la habitación y nos encontramos con Rin y Shima, no necesitamos explicación y los cuatro vamos al mar a vigilar a Yohei. Ahora que lo pienso, todos aquí lo conocen, menos yo.
Lo primero que se ve, es una gran mancha negra en el mar, no dudo en concluir que es el kraken.
─. Otra vez no .─ habla el mayor de los Okumura ─. Supongo que el niño también sospecha la causa .─ soltó un suspiro ─. Espero que no haga nada estupido...
Izumo baja las escaleras corriendo, los tres nos sorprendemos ante su acción ─. Iré a vigilarlo .─
─. ¿Izumo? .─ decimos Rin y yo al unísono.
─. ¿Qué? .─ la ya nombrada nos mira con sus orbes color vino, un tanto fastidiada ─. Me salvó la vida ¿No? Como sea, no soporto cuando la gente no conoce sus límites .─ los tres quedamos boquiabierto y vemos a Izumo correr hasta que la perdemos de vista.
• • •
Renzo Shima, Okumura Rin, y por supuesto yo, Moriuchi Shizuka nos encontramos en la misma habitación, el aburrimiento es notorio y cada uno está en su propio mundo.
Shima leyendo manga.
Kuro durmiendo.
Rin está sentado en el alféizar de la ventana. Y luego estoy yo, también sentada, jugando un juego de una viborita en el celular.
─. Izumo dice que no es necesario que vayamos .─ Shima y yo miramos a Rin.
─. Ella debe estar hambrienta .─ asiento con la cabeza, creo que es de las pocas veces que estaré de acuerdo con Shima ─. ¿No te parece extraño? Izumo no suele preocuparse por las personas .─ vuelve a su lectura.
Ninguno de los tres hablamos durante un corto periodo de tiempo, aunque a mí no se me hace incómodo, al contrario, me asusta que Shima esté tan tranquilo.
Me levanto del suelo y me estiro un poco, que momento tan oportuno para recibir una llamada de Ernest, me dirijo lo más rápido que puedo a mi habitación y me aseguro de irme al rincón más lejano a la puerta.
Okumura Rin POV.
Segui a Shizuka con la mirada, su teléfono comenzó a vibrar así que supuse que iba a atender la llamada.
─. ¿No te parece un poco extraña? .─ Shima pasa su vista de la puerta a mí.
─. ¿Cejitas? Pues ahora que lo mencionas, se ha comportado un poco extraña estos días...
─. No no no, me refiero a Shizuka .─ lo miro perplejo. Shima cierra el manga y se sienta.
─. A mí me parece normal .─ digo encogiendome de hombros.
─. Venció a un Naberius ¡Cuando no tenía armas ni a su familiar! Al menos tú traías tu espada .─ sonrío con nerviosismo y asiento ─. Además, ¿No crees que se recuperó muy rápido de la herida? Una herida de ese tamaño era para que estuviera en cama por una semana, pero al día siguiente vino como si nada .─ mi amigo tenía razón, se recuperó rápido.
─. A lo mejor Yukio le puso alguna cosa rara para que la herida desaparezca y no tenga que faltar a clase.
─. Puede ser. ¿Has visto a su familiar? Es un kitsune kage, leí que la probabilidad de tener uno de esos como familiar es baja.
─. ¿Suerte, quizá?
─. Eres más cercano a ella, debes haber visto algo raro .─ ahora Shima clavo completamente su mirada en mí.
Claro que vi algo raro, como que escribe cosas en latín, parece ser cercana a Mephisto, tiene mucho dinero y da la impresión de qué habla con Kuro. Sin mencionar que ya sabía sobre la existencia de Ukobach.
─. Mmm, no, nada .─ mi amigo no parece convencido, así que entrecierra sus ojos ─. Bueno, si hay algo .─ ahora parece que sus ojos brillan -. ¿No has notado que se lleva bien con Suguro últimamente?
─. ¡Oh! ¡Es verdad! ¡Antes se odiaban a muerte!
Logré distraer a Shima, y que momento más oportuno para que Shizuka llegue.
No hablamos más sobre las sospechas de Shizuka. Pero era más que obvio que necesitábamos salir de Casa Océano, Izumo aún no nos dejaba ir a vigilar a Yohei.
Renzo fue el primero que salió.
.─ Iré a nadar un poco, ustedes hagan lo que quieran .─ tomó su traje de baño y salió de la habitación.
Tardó un poco en regresar, pero tenía ya puesto el traje de baño.
─. No me mires así Shizuka, das miedo .─ Shima hizo una cara graciosa, las risas vinieron de parte de la nombrada ─. Bueno adiós, Okumura, Moriuchi .─ salió casi corriendo.
Nuevamente estábamos nosotros dos ¿Debería preguntarle...?
─. ¿Te parece si vamos por un helado? .─ se recargó en el marco de la puerta, enseñando el cupón y sonriendo.
¡Cierto! Ella me invitó a ir por helado.
Me ayudó a levantarme, y Kisho se encargó de despertar a Kuro, quien se subió de inmediato a mi hombro y Shizuka lo acarició un poco, causando un ronroneo por parte de mi familiar.
En el camino para llegar a la heladería, seguimos con nuestra plática de ayer, Y después comenzamos a hablar sobre mangas.
Parece una chica de buenas calificaciones, inteligente y sería cuando debe serlo, pero también es divertida, de mente abierta y en ocasiones un poco torpe. Porque ya chocó con tres personas.
─. ¿Entonces has viajado fuera de Japón? .─ le pregunté, sin embargo habíamos llegado a la heladería.
─. Es bueno verte por aquí de nuevo .─ el señor de la heladería saludo a Shizuka y me miró ─. Oh, así que es una cita .─
Sentí mis mejillas un poco calientes, y ahora que lo pienso, si parece una cita. La miré por el rabillo del ojo, un ligero rubor se apareció en sus mejillas. El dueño del establecimiento sonrió.
─. Eh... Rin .─ se le escuchaba un poco nerviosa ─. Tú helado... Esto... ¿De que lo quieres? .─
─. Limón.
─. Dos de limón, por favor .─ Shizuka entrega el cupón y ambos pusimos dinero para pagar el helado.
Salimos de ahí con mucho cuidado de no tirarle el helado a algún cliente, y cuando logramos salir, ambos soltamos un suspiro. Pues de repente, se comenzó a llenar el lugar.
─. Oye... Espero que no te haya incomodado lo que dijo el señor .─ se disculpa, y noté que no me ha mirado directamente a los ojos, la razón fue simple deducirla, porque estaba sonrojada.
Esto realmente parece una cita.
Sonrió tenuemente ante mí pensamiento.
─. ¡Ah! Descuida, no me incomoda en lo absoluto .─ caminé hasta quedar delante de ella y coloque mi mano libre en su hombro, le sonreí.
─. ¡Esta bien! .─ me devolvió la sonrisa.
• • •
Pasamos mucho tiempo juntos, estar en compañía con Shizuka es agradable, las risas están presentes siempre que estás con ella.
Descubrí muchas cosas de ella, como que en su infancia vivió mucho tiempo en Italia. Era interesante escucharla hablar sobre la comida, las personas e incluso me mostró algunas fotos de allá. Eso claramente respondió mi pregunta acerca de si había salido de Japón.
Estábamos a dos cuadras de llegar a Casa Océano, cuando me acuerdo repentinamente de su herida cerca del tobillo. Bajó la mirada a su pie que se supone estaba lastimado, pero no hay nada. Ni venda, ni herida, ni cicatriz, su piel está perfecta, como si nada hubiera pasado.
─. Tú herida... .─ ella para en seco.
─. Ah, si .─ comienza a mover sus dedos ─. Pues, verás... ¡Curaste mi herida! Y supongo que eso ayudó .─ retoma su caminata hasta que llegamos a Casa Océano.
Subimos hasta que encontramos mi habitación compartida con Kuro y Shima, una vez que llegamos, vemos a mi amigo pelirrosa ahí.
Pero los tres vemos que el calamar ha aparecido, así que bajamos las escaleras hasta encontrar a Izumo, quien debería estar con Yohei.
• • •
No hubo necesidad de matar al calamar, que a pesar de que se acercó peligrosamente al muelle, resulta que el demonio guio al padre de Yohei de nuevo a Japón. No hubo heridos, y me salve de que nadie viera mis llamas azules.
Así que ahora estábamos los cuatro (seis si contamos a nuestros familiares) de regreso a Casa Océano, listos para descansar y al día siguiente, hacer nuestras maletas.
• • •
Eran cerca de las ocho y media de la mañana, cuando el profesor Tsubaki nos despertó, nos dijo que preparemos nuestras cosas y que podríamos tener dos horas libres.
Al parecer, nosotros junto a Shizuka fuimos los que acabaron las maletas más rápido, Izumo tuvo unas cuantas dificultades, pero cuando terminó, los tres salimos a dar un paseo por el pueblo. Compramos botanas para el viaje de regreso a la Academia y también comimos un poco antes del viaje.
—. Shima, ¿No te gustaría un recuerdo de aquí? .— bromeó Shizuka, pero a Shima no le hizo gracia y puso cara de pocos amigos —. ¡Oh, vamos! Era una simple broma .— ahora Shizuka se encontraba codeando a mi compañero.
Seguimos recorriendo el pueblo, nos cruzamos con Yohei y su padre.
—. Gracias por cuidar de mi hijo .— agradece el mayor, haciendo una leve reverencia.
—. Ah, descuide. No fue nada .— Izumo miró a Yohei y este le sonrió.
Ahora Shizuka se encontraba codeando a Izumo y alzando las cejas. Ella miró en otra dirección, emitiendo un "Hum".
El profesor Patillas tuvo la amabilidad de venirnos a buscar, nos despedimos de Yohei y su padre y subimos al auto del profesor.
El auto era una camioneta un poco pequeña, pero los cuatro cabiamos perfecto, incluso sobraba un espacio que fue inmediatamente ocupado por Kisho. Kuro estaba en mi regazo.
Shima y Shizuka querían la ventana y pelearon unos largos cinco minutos por ella, la ganadora de la ventana fue Shizuka, después me encontraba yo, a un lado estaba Shima y en la otra ventana Izumo.
El viaje de regreso fue agradable, las bromas y chistes de Shizuka no faltaron. Incluso el profesor se animó a contar unas cuantas anécdotas de su infancia gracias a la insistencia de la de cabellos cobrizos.
Después, todo estaba en silencio, Shizuka se quedó dormida y ahora estaba recargada en la ventana. Aprovechando que Izumo hablaba con Shima, con mi mano hice que la cabeza de Shizuka quedará recargada en mi hombro. Temía que golpeara su cabeza contra la ventana, me pasó unas cuantas veces, y no es algo agradable.
♡♡♡
¡Capítulo largo! Lamento la tardanza como siempre jiji
En realidad no sé cuándo leerán esto, pero el día que termine de escribirlo salió K-12 de Melanie Martinez 💗
¿Algún lector la escucha? (◍•ᴗ•◍)
→ Corrección: 31 de enero del 2020
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top