« epílogo. »
エピログ
Narrador Omnisciente.
En una adorable casa de Seattle, Estados Unidos, Moriuchi Shizuka, Morisue Takahiro y Lewin Light se encontraban terminando de exorcisar aquella casa de paredes azules.
Y como era costumbre entre esos dos kitsune, en cuanto pusieron un pie afuera de la construcción, comenzaron a discutir.
Lewin, la mano derecha del paladín, se detuvo simplemente por el entretenimiento gratuito.
ー. ¡Eres un idiota Takahiro! ¡Te dije que fueras hacía la derecha y yo a la izquierda! .ー exclamó la castaña, empujando al chico.
ー. ¿¡Y que me dices de ti!? ¡Fallaste un disparo estando a centímetros del objetivo! .ー Hiro regresó el empujón con un poco más de fuerza, aprovechó para limpiar su espada de la sangre del demonio ya exorcizado.
Pero eso solo hizo que Shizuka lanzara una de sus muy famosas bolas de fuego, deseando incinerar ahí mismo a el que se hace llamar su hermano.
Porque si, aunque Takahiro le contó nada más y nada menos que la verdad, la fémina se niega rotundamente a creerle hasta que tenga pruebas.
ー. ¡Estás loca! ¡Deja de intentar matarme! .ー el de orbes ambarinas contraatacó con una bola de fuego verde.
Kisho, Jun y Jin suspiraron con pesadez. La última de ellos, simplemente comenzó a caminar adelantándose y dejando atrás a los demás, incluido a Takahiro, quien era su "amo".
ー. Entonces deja de meterte en mi camino, zorro inútil .ー no era la primera vez que el fuego negro de Shizuka se enfrentaba al verde de Takahiro.
La forma demoníaca de ambos comenzó a salir a flote, aquí es donde normalmente interviene Lewin ー. Bien, ha sido suficiente .ー bastó con que el hombre de flequillo largo pasara por en medio de los hermanos para que estos detuvieran la pelea ー. Vamos a dejar el reporte de la misión a la Sede. Después debemos ir a investigar un supuesto caso de posesión en Colorado.
ー. ¿Debemos? .ー dijo entre dientes la ojimorada.
La verdad era, que a pesar de que Lewin tenga muchísimo talento, es muy vago. Y le deja las tareas más pesadas y laboriosas a Hiro y Shizuka.
El de sombrero simplemente asintió con una sonrisa y comenzó a caminar en dirección a la Sede.
• • •
Ese día, se cumplían dos meses desde que la kitsune tuvo que marcharse de Japón.
Pero cada que lograba liberarse de Lighting, iba a tomar fotos sobre los alrededores con su cámara Olympus. Justo ahora, se encontraba tomando una foto a la calle en la que se encontraba. Satisfecha con el resultado, fue a la dulcería más cercana, despues, pasó a una librería un tanto especial para terminar en una tienda de souvenirs.
Antes de regresar a su departamento compartido con Lighting y Hiro, fue a la mansión de Mephisto usando su llave infinita.
ー. ¡Ah, Shizu-chan! ¡Bienvenida! .ー Pheles siempre la recibía con una calida bienvenida.
ー. Hey .ー la chica sonrió, para después dejar rápidamente las cosas que había comprado y su cámara ー. Las fotos son para Rin, el libro puede servirle a Yukio. Los dulces y souvenirs son para los tres .ー se encargó de hacer énfasis en la última palabra.
Mephisto corrió a abrazarla ー. Shizu-chan, eres tan mala conmigo, nunca me traes nada~ .ー canturreo el demonio
ー. Porque tengo permitido verte, a ellos no. Además siempre te comes las cosas que no son tuyas .ー respondió, alejándolo para después acomodar un poco su cabello y sentarse en el cómodo sillón.
ー. Ese es Amaimon .ー la ojimorada dirigió su vista a dónde se encontraba una gran jaula con un hamster verde corriendo en su rueda, quien al escuchar su nombre, se detuvo y miró en dirección de la chica.
Le sacó la lengua, y ella solo frunció el seño, imitando sus acciones.
Charlaron un poco, hasta que escucharon unos pasos acercándose, seguida de la voz de los hermanos Okumura quienes parecían estar teniendo una discusión. El corazón de la kitsune dió un vuelco, se acercó un poco a la puerta y estiró la mano hacía el picaporte. Pheles no tenía intención de detenerla, así que se dedicó a mirar expectante la escena.
No.
Llevó su mano a su pecho y se acercó hasta la ventana más cercana para abrirla y subirse al alfeizar de está, una brisa alboroto sus cabellos y las cortinas color vino de Pheles. Se giró para despedirse con un gesto del demonio y despues saltar.
Los Okumura entraron poco después, el menor de ellos se extrañó al ver una ventana abierta. Pero no le dió importancia.
Estuvo a punto de decir algo, cuando Rin se acercó con velocidad a la mesa de centro.
ー. ¿¡Shizuka nos mandó esto, verdad!? .ー el ojiazul se giró a ver a Mephisto, este asintió y una gran sonrisa se hizo presente en el rostro del mitad demonio ー. ¿Vino a dejarlos? .ー preguntó, obteniendo una negación.
Pero algo hizo click en la cabeza de Yukio.
Se acercó a la ventana abierta con la esperanza de volver a ver a esa chica que le robaba los suspiros.
Se decepcionó al no ver ningún indicio de que Moriuchi Shizuka haya estado ahí.
ー. ¡Yukio! Esto es para ti .ー el castaño se acercó a la mesa y vió un libro sobre farmacología.
Sonrió.
• • •
Moriuchi Shizuka entro al departamento que compartía con Takahiro y Lighting. Pero no entro por la puerta, como una persona normal haría, si no que entró por la ventana que daba a la sala.
Lo hizo con cautela, para evitar regaños, los familiares simplemente se dedicaron a mirarla con extrañeza y Jun negaba repetidamente.
Una vez dentro, soltó un suspiro de alivio. Era la primera vez que aquellos dos no la atrapaban infraganti.
O eso le hicieron creer.
Pasó por la cocina, desbordando felicidad y tarareando una melodía.
No había visto a Rin ni a Yukio, pero los escuchó teniendo una de sus típicas peleas de hermanos, y eso bastó para hacerla feliz. Abrió el refrigerador y sacó una lata de refresco.
Al girarse, se llevó el susto de su vida, porque ahi se encontraba Takahiro y Lewin viéndola con una sonrisa burlesca.
ー. Si Angel se entera de tus visitas no verás a tu novio nunca más, ¿No es así? .ー el kitsune se recargó en el hombro del pelinegro y este asintió.
ー. ¡El no es...! .ー antes de siquiera terminar su oración, el de cabellos grisáceos le lanzó un trapo húmedo en la cara para que limpiara el refresco que había derramado.
ー. Si si, lo que digas.
Después de aquello, comenzaron a regañarla y le quitaron su cámara como castigo.
Se fue a su habitación y ahí dentro, sus ojos se encontraron con la fotografía que tenía en un cuadro a lado de su cama. Su fotografía con Okumura Rin.
Contaba los días para volver a verlo y decirle que nunca más se iba a alejar.
♡♡♡
Disculpen la tardanza, es que no me llegó la inspiración y sinceramente no me habría gustado escribir algo forzado y feo
➝ publicación: 21 de mayo del 2020
➝ corrección: ?
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