« doce. »

十二

Moriuchi Shizuka POV.
Increíble, no nos dejaron descansar ni un solo día. Y en cuanto llegamos a la academia, nos dieron media hora para desempacar y descansar ¡Cómo si nos fuera a dar tiempo! Al menos a mí me dió tiempo de descansar diez minutos.

En fin, ahora tenemos otra misión. En Mephyland.
El solo hecho de que Mephisto Pheles tenga un parque de diversiones con si cara por todos lados me perturba, incluso me dieron escalofríos.
Ahora estábamos Izumo y yo, esperando a Shiemi, pues había decidido que el kimono era incómodo, debo decir que se dió cuenta demasiado tarde...
En mi caso, tuve que sacarme la sudadera que habitualmente llevo, porque hacía un poco de calor y si necesito pelear, tampoco me convendría. Así que traigo la camisa blanca de manga corta, una corbata (porque siento que el moño me sofoca), la falda, y unas medidas que llegan un poco abajo de la rodilla y unas botas negras, solo por si acaso; un mini short tipo licra color negro para evitar que se vea mi ropa interior.

Ayudamos a Shiemi con el moño, la falda y las medias (que le llegaban muy arriba de la rodilla en comparación mía)
Una vez que la rubia estaba lista, salimos del despacho de Mephisto, quien tuvo la amabilidad de darnos privacidad.

Ahora caminábamos a paso veloz, para evitar llegar tarde a la misión, Kisho se reunió conmigo a las afueras de la entrada a Mephyland, está vez traía un collar blanco que resaltaba con su oscuro pelaje.
¿Porque le puse un collar? Porque me las ingenie para poner ahí mi cámara.

Todo mundo quedó impresionado al ver a Shiemi sin su kimono.
Le reste importancia y me dirigí hacia Yukio, sintiendo unas miradas sobre mí.

─. ¿Cual es la misión? .─ Yukio, quien estaba apuntando algo en una libreta, acomodó sus lentes, me sonrió y se puso al centro de todos nosotros.

─. Primero anunciaré las parejas para esta misión; Miwa y Takada, Yamada y Suguro, Kamiki y Shima, Moriyama y Kitagawa, Okumura y Moriuchi .─ levanté los pulgares, el ojiazul asintió emocionado.

─. Entonces... Hoy estamos en Mephyland en respuesta a varios reportes sobre bromas de fantasmas .─ unos escalofríos recorrieron mi espalda, aunque no supe si fue debido al nombre del parque de diversiones o por los fantasmas ─. Y ustedes van a hacer la investigación. El parque está clausurado solo por hoy para que puedan encontrar al fantasma, y en caso de que lo encuentren, llamen al profesor Tsubaki o a mí.

─. ¿Alguien sabe la definición de fantasma? .─ preguntó el profesor Tsubaki, Izumo y yo levantamos la mano ─. ¿Kamiki? .─ bufé y tuve que bajar la mano.

─. Un fantasma es un demonio que posee la emisión volátil de los objetos y está influenciado por las emociones de su anfitrión antes de morir.

─. ¡Si! Muy bien.

─. Eh... Disculpe ¿Cuántos fantasmas hay? .─ habló Konekomaru.

─. Es sólo uno, se ha visto por todo el parque y tiene la apariencia de un niño. Sus travesuras constan de jalar brazos o levantar faldas .─ Yukio estaba muy serio, más que de costumbre.

─. ¿¡Levantar faldas!? .─ un rubor casi imperceptible apareció en Rin.

─. Qué infantil .─ extrañamente, Shima también estaba serio.

─. Es que el fantasma es un niño .─ recargue mi mano en el hombro del pelirrosa.

─. Cierto, cierto.

─. Debemos encontrar al fantasma antes de que sus bromas se vuelvan peligrosas. ¿Tienen dudas? .─ algunos negaron con la cabeza, mientras que otros (yo) no hicieron nada.

• • •

Cada equipo se fue por lados diferentes. Lamentablemente, Daichi no me dejó rme tan rápido con Rin, al ver que no estaba a su lado, se giró.

─. Hey, Okumura ¿Me la prestas cinco minutos? .─ Daichi pasó su brazo por mí cuello, puse la peor cara de fastidio que pude, esperando que Rin no lo dejara.

Tardó un poco en responder.

─. Si, adelante .─ metió una de sus manos en el bolsillo de su pantalón y con la otra hizo un ademán a forma de despedida ─. Te veo más adelante, Shizuka .─ sonrió.

Cómo desearía estar en Casa Océano, lejos de Daichi...

─. Ve con Shiemi, te está esperando .─ quité bruscamente su brazo y lo fulminé con la mirada.

─. Ella está de acuerdo, está hablando con su mascota.

─. No es su mascota, es su familiar .─ me encaminé hacía la misma dirección por la que se había ido Rin ─. Ahora ve por tu propio camino, no molestes porfavor.

─. ¡Espera! .─ corrió y de repente lo tenía de nuevo frente a mí ─. Solo quería decirte que... Hoy, te ves muy linda .─ pasó un mechón detrás de mi oreja y me miraba con ternura y estuvo a punto de besarme, pero se lo impedí, poniendo mi mano en su boca.

─. Gracias por el cumplido, ahora ve con Shiemi y busca al fantasma. Y no vuelvas a intentar besarme ¿Bien?

Muchas chicas darían lo que fuera por tener la atención de Daichi, incluso se sonrojan por cualquier contacto físico con el, por más mínimo que sea, se sienten en las nubes solo por eso. Mientras que en mi caso, lo único que siento son ganas de darle un puñetazo en la cara.

Quite mi mano y caminé a un lado suyo, el me siguió con la mirada hasta que escuché la voz de Shiemi, supongo que va a seguir mi consejo.
Mi pareja; Okumura Rin, no estaba tan lejos como pensé, así que corrí hasta estar a su lado.

─. Lo siento, Daichi a veces es molesto.

─. Siempre quiere estar contigo, es normal ¿No? .─ arquee una ceja ─. Son pareja.

─. No, su pareja es Shiemi .─ estaba un poco confundida.

─. Me refiero a otro tipo de pareja, novios .─ si estuviera bebiendo algo, seguro hubiera escupido el líquido.

En lugar de eso, comencé a reírme. Cuando pude controlar mi risa, limpié mis lágrimas.

─. Eso fue gracioso .─ ahora tenía una sonrisa de oreja a oreja -. Le gusto a Daichi, eso es cierto, pero no es mi tipo .─ me agaché hasta la altura de Kisho y retiré la cámara, que era una Olympus Pen color blanco.

Comencé a tomar fotos de los juegos que había en Mephyland, aunque me moleste mucho ver su cara por todos lados, debo admitir que en el parque de diversiones hay estética.

─. No sabía que te gustaba la fotografía .─ Rin se acercó a mí y le presté mi cámara para que viera las fotos que había tomado ─. ¡Eres muy buena!

─. Aún soy novata, tengo mucho por aprender.

─. De seguro serias una buena fotógrafa.

─. ¿Tú crees?

─. ¡Si! .- caminó hasta quedar frente a mí, yo detuve mi andar.

─. Vamos a tomarnos una foto.

Rin no dijo nada, pero se colocó a un lado mío, comencé a buscar un lugar en el que pueda poner ahí mi tan preciada cámara, hasta que encontré una barra de uno de los tantos puestos (cerrados) que había en el parque, puse el temporizador a siete segundos y jale al ojiazul hasta estar en una distancia considerable para que los dos salgamos en la foto.
En la primera fotografía, salimos sonriendo, en la segunda; haciendo el símbolo de amor y paz, y en las otras cuatro hacíamos caras graciosas.
Le enseñé las fotos desde la última hasta la primera, el no dejaba de reír por las caras graciosas. Y después, llegamos a la primera, donde sonreímos.

Oh, mierda...

─. ¡Se ven muy bien las fotos! .─ dice el de cabellos medianoche.

─. La nitidez es increíble, eres fotogénico, eh .─ lo empuje levemente ─. ¿Hacía dónde vamos?

Sacó un mapa, ya todo arrugado, de las bolsas de su pantalón y decidimos ir cerca del carrusel. Es pura lógica, los niños aman los carruseles.

En el corto trayecto, me preguntó porque me gustaba la fotografía, pero no supe que responder.

─. Realmente no lo sé con exactitud, creo que me gusta guardar para siempre momentos felices.

─. Hey, Tarsa .─ todos mis músculos se tensaron al escuchar esa infantil voz.

─. ¿Escuchaste eso? .─ me sobresalte un poco, pero rápidamente negué con la cabeza.

El carrusel comenzó a moverse, esto claramente era obra del niño fantasma. Porque no había electricidad en todo el parque.
No tardó mucho en aparecer un niño (claramente fantasma) que estaba llorando.

¿Cómo se debe tratar a un niño fantasma? Alguien porfavor deme la respuesta.

─. Mamá y papá nunca me dejaron salir porque era muy enfermizo .─ sorbió por la nariz ─. Me prometieron venir acá cuando mejorara... .─ comenzó a llorar más fuerte.

─. ¡Deja de llorar! .─ gritó Rin, logrando que me sobresaltara por segunda vez en el día.

─. ¡Rin, Shizuka! .─ Shiemi apareció, aunque caminaba un poco extraño, parecía robot.

Y venía sola.

El fantasma corrió a los brazos de Shiemi y comenzó a llorar ─. Pobrecito, ¿Porque lloras? .─ comenzó a acariciar la cabeza del fantasma -. Rin, no debes gritarle a los niños.

Luego, el niño hizo algo que nos dejó a cuadros, menos a la rubia, ella no entendía bien la situacion.

─. ¡Cállate pechugona!

El espectro con apariencia de niño salió corriendo, bueno, volando, y Shiemi fue detrás de él. Rin comenzó a seguirla.
Yo no pude dar más de seis pasos sin ser detenida por Amaimon, quien de forma muy madura, me lanzó un avión de papel. Me giré molesta y moví los labios a la vez que alzaba los hombros para decirle "¿Qué te ocurre?" El parecía feliz, así que me hizo una seña para que me acercara a él.

─. ¿Vienes, Shizuka? .─ Okumura ya estaba un poco lejos, así que tuvo que alzar la voz.

─. Kisho fue por otro lado, así que iré tras el. Los alcanzó después.

Tuve suerte de que Kisho no estuviera a la vista de Rin, el no hizo preguntas, solo sonrió y fue detrás de la rubia.
Le ordené a Kisho no atacar a Amaimon, muy a su pesar, acató la orden.
El Rey de la Tierra; Amaimon, estaba cerca de una casa de terror, al ver que comencé a caminar cerca de él, entró.
Con el simple hecho de que el esté aquí, sé que va a haber un caos. Muy a mi pesar, entre a la casa.

Todo estaba completamente oscuro, a excepción de unas cuantas luces violetas, verdes y rojas.

─. Boo .─ apareció de repente frente a mí, no hubo reacción de mi parte.

─. ¿Qué haces aquí, Amaimon? .─ Kisho se mantenía cerca mío.

─. ¡Visito Japón! Es muy interesante todo lo que hay, conseguí un kimono edición limitada, aunque mi hermano se lo quedó y también-

Tuve que interrumpirlo ─. Me refiero a Mephyland .─ el formó una "o" en su boca y después sonrió.

─. ¡Vengo a divertirme! Mi hermano me dejó, aprendí algunos juegos tradicionales ¿Conoces piedra, papel o tijeras? .─ asentí.

Nadie jamás se imaginaría que uno de los Reyes que forman parte de la jerarquía de Gehenna sea tan... Infantil.

─. ¡Juguemos un poco, Tarsa-chan!

Nuevamente asentí.

Hola, soy Moriuchi Shizuka y juego piedra, papel o tijeras con un Rey de Gehenna en una casa del terror, mucho gusto.

─. ¡Yay! Entonces juguemos .─ cerramos los puños ─. ¡Piedra, papel o tijeras! .- el escogió, piedra, yo tijeras.

Jugamos una ronda más, en las que quedamos empatados.

─. Bueno, ¡Debo irme, Tarsa-chan! Debo ir a jugar con mi hermano menor ¡Bye!

Desapareció, sin dejar rastro.
Y yo, había perdido de vista la entrada, o bien, Amaimon me encerró aquí con una especie de hechizo.
Hice aparecer en mi mano mi fuego negro y comencé a buscar la salida, o alguna ventana, pero no había nada. Debo admitir que la decoración era muy realista.

Veinte largos minutos atrapada ahí, escuché un estruendo que resonó por todo el parque, comencé a frustrarme porque ya hasta me había aprendido todos los caminos que tenía la casa y no había señal de la maldita puerta, hasta que caí en cuenta sobre lo que dijo Amaimon.

"Iré a jugar con mi hermano menor"

Me maldije millones de veces por no haberme dado cuenta antes, ¡El hijo de Satán está aquí! Y eso solo confirma mis sospechas, que está en mi grupo. Mis manos comenzaban a sudar, estaba ansiosa, emocionada por cumplir mi misión y finalmente recibir información sobre mi madre.

Pero la salida seguía sin aparecer, los estruendos seguían escuchandose.

Solo había una opción.

Saqué mi teléfono y marqué el número de Yukio. El respondió después de los tres tonos.

—. ¡Yukio ayúdame! Estoy encerrada en la casa del terror, no encuentro la salida, llevo aquí más de 20 minutos.

—. ¿Estás herida? .— emití un sonido a forma de negación —. Bien, ahora mismo voy, no tardo .— colgó.

Comencé a desesperarme, quería que Yukio llegará pronto. Necesitaba ir por el hijo de Satán.

Comencé a dar vueltas mientras esperaba, 1 minuto, 2, luego tres, y así sucesivamente hasta que escuché la voz de Yukio acercarse.

—. Sigue mi voz .— obedecí, caminé hasta que me topé con una pared, desaparecí el kitsunebi que rondaba cerca de mí.

—. Listo ¿Ahora que? .— grité lo suficientemente alto como para que él me escuchara.

—. Usa tu poder para derribar está pared.

Nuevamente obedecí, creé una gran bola de fuego negro, que al momento de lanzarla contra la pared, está chocó con una especie de barrera verde. Era claro que Amaimon me encerró aquí. Del otro lado, se escuchaban disparos en puntos específicos y después, la pared se derribo, logré extinguir el fuego antes de que llegara cerca de Yukio.

—. ¡Gracias! Prometo compensarte .— comencé a correr en dirección a los estruendos y el humo que venía de la montaña rusa.

—. ¡Oye, Shizuka! ¿A dónde vas? .— Yukio parecía un poco molesto.

—. Por el hijo de Satán.

Volví a correr, pero no había nadie cerca. Me decepcione mucho. ¿Donde estan los causantes de este desastre? ¿Donde esta el hijo de Satán?

• • •

Todos nos reunimos en un punto en específico, Rin estaba siendo acompañado por... ¿Shura? Ella estaba a unos cuantos pasos de nosotros, Shima disfrutaba la vista.

—. Yo, Girardi .— teníamos cara de confusión ante las palabras de la exorcista.

(n/a: me refiero al "yo" que hacen los japoneses en forma de saludo)

Un momento... ¿Porque Rin está tan herido?
¿Será que...?

—. Vayan a sus habitaciones y no salgan hasta nuevo aviso .— Yukio hecho sus lentes hacia atrás.

Todos obedecieron inmediatamente y caminaron en dirección a la salida de Mephyland. Menos yo, me oculté detrás de unos pinos (con forma de Mephisto).

—. ¡Hey! ¿A dónde me llevan? .— el ojiazul forcejeaba con Shura.

—. Cierto, nunca has visitado la base.

♡♡♡

Muy buenas a todos cracks, máquinas, fieras, tifones
Mañana, 3 de octubre caerá el meteorito jsjs

→ Corrección: 1 de febrero del 2020

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