« dieciséis. »
十六
capitulo largo
Seguí caminando por el bosque, extrañamente, tuve la suerte de que ningún demonio me atacara.
Opté por escalar una pequeña montaña que había cerca de mi posición, y una vez que estuve en la cima, divisé dos faroles, fuí por el más cercano a mí.
Comencé a correr, esquivando ramas, arbustos, demonios y raíces de árboles que sobresalían del suelo.
En el momento en el que llegué al farol, también llegó Amaimon.
─. Oh, hola Tarsa-chan .─ alzó su mano a forma de saludo en cuanto me vió.
Por pura educación, le devolví el saludo.
Algo malo pasaría, lo estaba presintiendo. Y no me agradaba en absoluto esa sensación.
─. ¡Encontraste uno! ¡Uwah! ¡Felicidades! .─ el peliverde comenzó a saltar de un lado a otro, y después lanzó confeti.
Me cuestioné si realmente quería ese farol en concreto, fácilmente podría ir por el otro.
No hablé y solo le di la espalda al demonio, para caminar de vuelta al bosque.
─. Quería venir a decirte que hoy conocerás al hijo de satán ¡Yay!
Seguí caminando.
─. Vamos Tarsa ¡Emocionate un poco! .─ Amaimon me abrazó, pero inmediatamente lo alejé. Sonreía con malicia.
Solamente debía ignorarlo, tal y como hacía cuando me llevaba contra mi voluntad al infierno para matar demonios inferiores. Estaba a escasos pasos de entrar de nueva cuenta al bosque.
─. Tal vez si te digo donde está tu madre me pongas atención...
Fue inevitable, me giré a verlo. El sonrió con satisfacción, sabía lo mucho que anhelaba ver a mi madre.
Mi móvil sonó, un mensaje de Konekomaru me había llegado.
El mensaje decía que necesitaba ayuda con el farol, en seguida supe por qué.
Miré a Amaimon, luego a mi móvil.
El no sabía el paradero de mi madre, el único que al menos tiene una pista sobre ella, era Ernest.
─. No, no lo sabes .─ dije, para mirar con furia al peliverde y guardar mi móvil en la mochila.
Creé varías bolas de fuego, las cuales giraban al rededor mío a una velocidad increíble.
Mi plan era sencillo, crear muchas ilusiones en las que salía corriendo para todos lados, lo que causó que Amaimon no supiera a cual de todas esas ilusiones seguir.
Y funcionó.
Por lo que no tarde en reencontrarme con mis compañeros. Todos estaban asombrados por el tamaño del farol.
Eso explicaba el porque Yukio dijo esas palabras.
─. Por eso no puede solo, es imposible arrastrarlo... .─ extrañamente, Suguro estaba tranquilo.
─. ¿Esa cosa es un farol? ¡Es enorme! .─ Rin, al contrario de Suguro, se veía confundido.
-. Quizá es un farol de piedra . ─ la rubia hizo un ademán con su mano, denotando sorpresa.
─. No, es un farol colgante. Durante la noche, espera a que alguien lo encienda. Y cuando se enciende, empieza a moverse. Usa como combustible cualquier cosa viviente. Prefiere a las mujeres .─ Shiemi y yo miramos a Suguro aterradas ante su explicación ─. Es un demonio que, para cuándo se le acaba el combustible o amanece-
Miwa lo interrumpió ─. Al verlo entendí que malinterpretamos el propósito de la prueba.
─. Yukio lo dijo .─ los presentes voltearon a ver en mi dirección, confundidos ─. "Si maximizan sus fuerzas, lograrán el éxito"
Eso disipó cualquier duda existente
─. Claro... En esta prueba necesitaremos la ayuda de todos .─ noté como unas gotitas de sudor comenzaron a deslizarse por la frente de Suguro.
─. Un momento Bon .─ el pelirrosa recargó su brazo contra mi hombro, como si fuera una recargadera o algo por el estilo, me quité ─. Fuiste tu quien dijo que no nos ayudemos.
─. ¡E-Es que dijo que solo habían tres vacantes!
─. Si, pero no dijo que para tres personas ¿O si? .─ fuí a recargarme en un árbol no muy lejos de ahí.
─. Moriuchi-san tiene razón .─ dijo Koneko.
─. En fin, hagamos esto entre todos. ¿Alguien tiene forma de contactar a Kamiki, Takara y Kitagawa?
─. ¿Quién es Takara? .─ de nueva cuenta, todos voltearon a verme ante mí pregunta, solo encogí mis hombros.
─. El chico que siempre trae el títere .─ Rin tuvo la amabilidad de responder a mi pregunta.
─. Oh, es que como nunca habla...
─. Bueno, Izumo-chan me rechazó varias veces... .─ Shima agachó la cabeza.
─. Y yo rechacé muchas veces a Daichi.
─. Oigan... Se me ocurre una forma en la que podemos cargar al farol entre los seis.
• • •
Konekomaru colocó un sello en el farol ─. Con esto evitaremos que se mueva cuando lo encendamos. Bon recitará el escrito correspondiente, ya que se lo sabe de memoria. Antes de encenderlo, reuniremos polillas para usarlas como combustible, necesitaremos muchas para evitar que se apagué, esa será la tarea de Moriyama-san .─ sacó su fósforo y con este, prendió el farol ─. Shima, Moriuchi-san y yo vigilaremos para evitar el ataque de Chuchis.
─. Oh, entonces deberé invocar a mis familiares... .─ no tenía papel ni pluma para hacer el circulo de invocación, amablemente, Shima me brindó dos papeles, mordí mí dedo para que saliera sangre, y usarla a manera de tinta. Humo blanco y negro me rodeó, apareciendo a mi lado Kisho y Jun.
─. Entonces Shima y yo estaremos a los costados, tu, Moriuchi-san, irás a lado de Okumura. Por último, la persona con más caballos de fuerza jalará de la carreta.
El ojiazul se colocó delante de la carreta y comenzó a ejercer una fuerza casi sobrehumana, Rin comenzó a gruñir debido al esfuerzo que estaba haciendo.
Quería ayudarlo, pero debía mantener mi posición y protegerlo de un posible ataque de Chuchis o polillas demonio.
─. ¡Increíble, Rin! .─ dijo con asombro la rubia.
─. ¿De que planeta será Okumura? .─ le siguió Shima.
Tuve que limitarme a soltar una pequeña carcajada. No quería que Rin se ofendiera.
Pero era cierto, todo de el parecía ser sacado de otro planeta, especialmente su fuerza y sus ánimos.
¿Que demonios?
─. ¿Sabían que las tortugas respiran por el trasero? .─ solté sin más, divisé como Jun negaba con su cabeza al mismo tiempo que lanzaba una especie de esfera con energía dentro para alejar a un grupo de Chuchis del Okumura.
Era un momento serio, de esto dependía aprobar el entrenamiento y yo venía a decir datos totalmente triviales.
En mi defensa puedo decir que quería hacer el trayecto más... ¿Agradable?
Rin me miró por sobre el hombro, sonrió y soltó una pequeña risa ─. ¿A qué viene eso? .─ volvió su vista al camino, dejando ver qué la sonrisa aún estaba plasmada en su rostro.
Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza, lleve mi mano a mi pecho.
─. No está de más saberlo.
En el cielo apareció el petardo, anunciando que Kamiki, Takara o Kitagawa se habían dado por vencidos.
─. ¿Quién se habrá rendido? .─ me encogí de hombros a forma de respuesta ante la pregunta de Moriyama.
Nadie más le respondió, todos estaban metidos en su deber.
─. Tal vez Daichi.
Reí, me dí el lujo de imaginarmelo gritando aterrado, suplicando por su vida y rezando para que un profesor llegase.
El chico con más caballos de fuerza frenó repentinamente, escuché un golpe detrás, por lo que Konekomaru y yo fuimos a ver qué había sucedido. ─. ¿Que pasó? .─ preguntó
¡Bon se había golpeado en la cara con el farol!
Sin duda este entrenamiento será recordado como uno de los más divertidos, no me arrepentía de haber venido.
Contuve mis risas, debido a que el chico con mechones rubios -para nada naturales- aún seguía recitando los escritos y no quería desconcentrarlo.
─. ¡Oigan! ¿Que haremos con esto? .─ enfrente de Rin, se encontraba un puente bastante viejo y sin varios tablones por los que pasar.
Abrí mi boca con la intención de proponer la idea que tenía, pero el inconfundible olor característico de Amaimon apareció, inundando mis fosas nasales.
─. Shizu-chan cierra la boca, se te meterán moscas o polillas .─ el pelirrosa me sacó de mi trance, solo asentí y cerré la boca.
Quedé como estúpida. Aunque hubiera sido gracioso ver una foto con la cara que puse.
Me puse a la altura de mis dos queridos familiares y susurré ─. Si algo malo pasa, proteganlos .─ señalé con mi cabeza hacia donde estaban todos mis compañeros ─. Eso incluye a Kitagawa, Kamiki y Takara.
Asintieron, los acaricié con todo el cariño del mundo.
Fui con los demás, acercándome al pequeño grupo que habían formado Shima, Rin y Koneko.
─. ... Si te orinas, lo pierdes absolutamente todo .─ el menor de ellos en cuanto a estatura, es decir, Koneko, se puso ligeramente sonrosado cuando me vio en medio del pelirrosa -quien temblaba de miedo- y el de cabellos medianoche.
─. El deseo de orinar va más allá de tu propia voluntad .─ solté, cruzandome de brazos, los tres chicos me miraron sorprendidos y después comenzaron a reír.
Bon se acercó a nosotros aún recitando el escrito y le quitó a Shima su arma para enterrarla en los ¿Insectos?
Pobre Shima, casi sufre un infarto ante tal acción.
Ryuuji Suguro estaba explicando un plan, dibujando y escribiendo en una libreta, debido a que seguía recitando.
Era sencillo.
Debía admitir que sus dibujos eran buenos.
Rin se lo hizo saber una vez que terminó su explicación.
Konekomaru cruzaría el puente, quedándose con un talismán para posteriormente sellar el farol, mientras que Rin cargaría la carreta caminando entre aquellos insectos raros. Del otro lado, Shima cargaría a Shiemi sobre sus hombros, mientras que yo estaría con ellos y Ryuuji quitará el sello del farol y el pelirrosa debía correr hasta el otro lado con Shiemi cargándola en sus hombros ¿Yo? Debía ir sola por entre esa extraña masa, porque según el plan de Ryuuji, y como su combustible favorito son las mujeres, se volvería loco al ver a dos delante suya.
Para mí que Ryuuji solo quería hacerme sufrir. Por eso me dejó hacer eso sola.
Al final del plan, Koneko colocaría el talismán y el farol dejará de moverse.
La risa de Shima llamo la atención ─. ¿Tú quieres que me meta ahí, con los muslos de Shiemi entre mi cara? Es probable que vaya al cielo... .─ lloró ¿De alegría? A la vez que levantaba su pulgar.
─. Shima, procura reprimir tus deseos terrenales .─ Koneko, quien siempre sonaba alegre, ahora le hablo a su amigo con un tono un tanto enfadado.
─. ¡Hasta Koneko es cruel conmigo! .─ y ahora Shima hablaba de manera infantil, mientras hacía un puchero.
─. Renzo Shima .─ lo fulminé con la mirada, el enseguida detuvo su pequeña rabieta ─. Yo cargaré a Shiemi .─ dije.
• • •
Me levanté con Shiemi en mis hombros, comenzó a agarrarse de mi cara, enterrandome sin querer una de sus uñas y haciendo que por poco ambas cayeramos al suelo ─. ¡Shiemi ten más cuidado! .─ grité molesta, tomé con un poco de incomodidad los tobillos de la rubia.
─. ¡Lo siento, Moriuchi-san! .─ salté al pantano lleno de cosas extrañas.
La sensación que provocó en mi en el momento en que tocó mis piernas fue de completo asco. Pero debía seguir con el plan, avancé un poco para tenerle ventaja al farol.
Rin y Koneko estaban ya en sus posiciones, Bon no tardó en quitar el sello.
El farol nos había visto. Se volvió loco, tal y como predijo Ryuuji. Por lo que comencé a caminar, cargando a Shiemi en mis hombros.
─. ¡Ven, ven!
─. ¡No le digas que venga, Shiemi! .─ volví a gritarle a la rubia.
Gracias a la estupidez que hizo la chica, el farol comenzó a ir más rápido, así que tuve que lanzar a Shiemi a la carreta, ya que estaba medianamente cerca.
De no ser por Jun, quien empujó con fuerza al farol, me habría convertido en combustible.
Cuando el farol demoníaco ya estuvo en la carreta, Konekomaru puso el sello nuevamente, me sentí tranquila.
─. ¿Te ayudo? .─ preguntó Okumura Rin, extendiendo su mano para que la tomara.
Estaba sonriéndome.
Mis manos comenzaron a temblar, pero aún así acepté la ayuda del ojiazul. Le sonreí una vez que estuve con mis compañeros.
─. No sabía que tenías dos familiares .─ Jun comenzó a ser acariciado por Miwa, el zorro comenzó a cerrar sus ojos, le agradó el tacto del chico.
─. Es un regaló de mi madre.
Bajamos la guardia, y todo pasó tan rápido.
Rin ahora se encontraba siendo sujetado por una polilla gigante. Intentó liberarse del agarre del demonio, pero su expresión de molestia nos dio a entender que ni con su fuerza sobrehumana era rival para aquél demonio.
─. Vamos .─ ordené, corriendo hasta la polilla siendo acompañada por mis dos familiares.
Salté hasta que logré quedar detrás de la polilla.
─. ¡No, Shizuka! Ustedes vayan, yo los alcanzaré .─ hice caso omiso, aproveché que Rin no podía girarse a verme y que los demás estaban mirando para dejar salir un poco de mi poder y rasguñar la polilla, inmediatamente comenzó a salir sangre, pero eso no bastó.
Mientras tanto, Jun junto a Kisho mordían los tentáculos del demonio. Pero al parecer, eran demasiado fuertes incluso para ellos.
─. ¡Otra vez lo están haciendo! .─ gritó Ryuuji ─. ¡Siempre hacen las cosas por su cuenta!
─. Lo siento .─ le respondió el ojiazul, junto a una sonrisa nerviosa.
No dije nada.
Porque así me educaron en el Vaticano, a hacer las cosas por mi cuenta.
─. ¡Idiotas! ¡Claro que los vamos a ayudar! ¡Shima, tu K'rik!
Ryuuji era increíble.
En unos segundos acabo con la polilla, liberando a la Okumura.
─. ¡No se queden ahí! ¡Corran!
Rin tomó mi mano y me ayudó a salir de aquél pantano, al parecer, Ryuuji no mató a la polilla, por lo que aún seguía viva.
Comenzamos a correr, dejando que mis familiares jalaran de la carreta.
Y el aún sujetaba mi mano.
• • •
El campamento estaba a unos cuantos metros. Estábamos agotados de tanto correr. Rin finalmente me soltó.
─. Cuando lleguemos, hay algo que quiero decirte .─ mire a Rin, se veía bastante serio y me extraño la forma en la que me veía.
Con tristeza.
Solo asentí.
─. Ya no nos sigue... .─ Shima puso sus manos en sus rodillas y comenzó a respirar con pesadez.
Me senté en el suelo, intentaba calmar mi ritmo cardíaco.
─. Suguro, gracias por eso.
─. Solo salde mi deuda...
No puse atención a la charla entre Suguro y Okumura, volví a sentir esa presión en el pecho. Comencé a inquietarme.
Inconscientemente toqué mi gargantilla con mi perla. Kisho y Jun se acercaron a mí, ellos me conocían, pues de alguna forma estábamos conectados, sabían lo que sentía y viceversa.
─. No eres un idiota... ¡Pero ustedes siempre quieren hacer todo por su cuenta! ¡Eso es un mal hábito! .─ observé a Suguro, realmente estaba molesto por nuestra actitud ─. ¡No olviden que tienen amigos! .─ se giró para ver a Rin, y después a mí.
Amigos.
─. ¡Ese es nuestro Bon! ¡Tiene mucha labia! .─ el pelirrosa se acercó al círculo que se había formado.
─. Ustedes quieren derrotar a Satán ¿Verdad? Eso no lo pueden hacer solos.
Me levanté para acercarme a ellos.
─. Soy un poco débil... ¡Aún así estoy seguro de que cubriré sus espaldas! .─ Renzo rascó su cabeza con nerviosismo ─. Se que soy un inútil cuando se trata de insectos, pero mira...
─. Chicos... .─ Rin estaba conmovido ante las palabras de los demás.
Yo también. Pero no podía decir palabra alguna, sentía que iba a llorar en cualquier segundo.
─. Rin, Shizuka ¡Contamos con ustedes! .─ mis ojos comenzaron a cristalizarse.
─. Claro.
A diferencia del Okumura, yo solo me límite a asentir con una tenue sonrisa en el rostro.
─. En esta ocasión fuiste todo un inútil, Shima .─ Ryuuji se cruzó de brazos y tenía una mirada de desaprobación para el pelirrosa.
─. ¡Bon~! ¡Ten piedad! ¡Hago todo lo que puedo, de verdad!
Todos comenzamos a reír, a excepción de Rin, quien dirigió su mirada al suelo. Ya no se veía feliz como minutos atrás.
Estaba preocupado, triste... Toqué su hombro, vió directamente hacía mis ojos.
El azul de sus ojos, se encontró con el morado de los míos.
─. Hey no se que esté pasando por tu cabeza, pero no tienes que preocuparte, ahora los tienes a ellos .─ señalé a los demás con mi cabeza ─. Y a mí .─ sonreí.
Aquella mirada que anteriormente reflejaba tristeza, ahora tenía un pequeño brillo de alegría.
• • •
Varios minutos pasaron para que llegáramos al campamento. Rin había insistido en llevar la carreta, ese era el motivo por el que ahora tenía una cara de cansancio.
─. ¡Al fin! ¡Hemos llegado al campamento! .─ anunció Shima, estirando las manos.
─. Tardaron mucho .─ Izumo estaba sentada a lado del fuego, Takara y Daichi nos observaron.
─. Buen trabajo muchachos, veo que están ilesos .─ Kirigakure estaba cruzada de brazos, al parecer llevaba mucho tiempo esperando nuestra llegada.
─. ¿¡Que!? ¿¡Ya terminaron la misión!? .─ Suguro cerró sus puños y comenzó a gritar.
─. Obviamente, hice que mis familiares la hicieran .─ le respondió Izumo, prestando atención al fuego ─. Aunque Takara junto a Kitagawa regresaron antes que yo.
─. ¿Les llevó tanto tiempo con toda esa gente? .─ preguntó... El títere ─. ¡Son unos torpes!
Increíble, un títere me acaba de decir torpe.
Shiemi solto un pequeño quejido y llevó su mano a su cuello.
─. ¿Que pasa?
─. Ouch...
─. ¿Eh? ¿Ustedes son todos? ¿Ninguno se rindió? .─ me alerte ante lo que había dicho Shura ─. ¿Entonces quien lanzó el petardo?
Mi cerebro hizo click.
Faltaba alguien. Okumura Yukio. Ese petardo era el mío, estaba segura.
Me senté sin cuidado alguno en el suelo, comencé a revolver mis cosas que estaban en la mochila.
El petardo me lo quitó cuando me abrazó.
Yukio estaba allá afuera, siendo probablemente atacado por Amaimon.
Y no importaba el nivel que el menor de los Okumura tuviera, no era rival para Amaimon.
─. ¿Oye que te pasa? ¿Te has vuelto loca? .─ Suguro me miraba perplejo, todos en realidad.
Me levanté ─. Yo... Eh... Se me calló el móvil en el camino .─ fingí unas cuantas risas y rasque mi mejilla ─. Iré por el, ya vuelvo .─ sonreí para comenzar a caminar por dónde habíamos llegado
─. ¡Te acompaño! .─ dijeron Okumura y Kitagawa al unísono, se miraron, el ojiverde parecía más molesto que el ojiazul.
─. No, gracias.
Intenté caminar tranquilamente para no levantar sospechas, pero una vez que estuve lejos del campamento, mis familiares aparecieron, Kisho se hizo lo suficientemente grande como para llevarme en su lomo, mientras que Jun nos guiaba hasta Yukio.
♡♡♡
Primero que nada, disculpen la demora.
Segundo, terminé el dibujo de Shizuka y Jun (en su forma humana) y en unas semanas tendré listo el dibujo de Kisho uwu
Los dejo aca abajo ╰( ・ ᗜ ・ )➝
Moriuchi Shizuka ; 森内 静か
Jun ; ジュン
¡Ya se que hice los marcos chuecos! Xdón
Y también disculpen la fea mano de Jun, las manos no son lo mío ;; aún soy novata en el dibujo
Siganme en instagram xd : @blueberry_lin
→ Publicación: 15 de diciembre del 2019
→ Corrección: 11 de febrero del 2020
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