Girl Meets First Steps
La sala estaba llena de risas y el sonido de papel de regalo siendo arrancado. Gabe balbuceaba feliz en el regazo de Harriet, mientras ella ayudaba a sujetarle un pequeño juguete que alguien le había regalado. Todos estaban absortos en abrir sus obsequios cuando Josh se acercó tímidamente a Harriet con un paquete pequeño en sus manos.
-Esto es para ti, Harriet, -dijo Josh, con una sonrisa nerviosa.
Harriet lo miró, sorprendida, y aceptó el regalo.
-Oh, gracias. No esperaba que... -Harriet hizo una pausa al abrirlo. Dentro había una delicada pulsera de plata con un pequeño colgante en forma de estrella. Era simple pero hermoso.
-Josh, es preciosa... -dijo Harriet con un leve rubor en las mejillas.
Josh encogió los hombros, intentando actuar despreocupado.
-Pensé que te gustaría. Siempre estás hablando de las estrellas y esas cosas...
Harriet sonrió, claramente emocionada, y sin pensarlo mucho le lanzó un abrazo rápido.
-¡Me encanta! Gracias.
Josh le devolvió el gesto con torpeza, pero estaba contento de que le hubiera gustado.
Entonces, Harriet tomó un paquete pequeño de debajo del árbol y se lo dio a Josh.
-Yo también tengo algo para ti.
Josh arqueó una ceja, curioso, mientras abría el regalo. Dentro encontró un llavero con un diseño especial: era un pequeño grabado de Gabe, Josh y Harriet con la palabra "familia" inscrita.
Josh se quedó en silencio un momento, sosteniendo el regalo y mirándolo con una mezcla de sorpresa y emoción.
-Esto... esto es increíble, Harriet. No sé qué decir.
Harriet se encogió de hombros con una sonrisa tímida.
-Es solo un pequeño recordatorio. Siempre seremos un equipo, por Gabe.
Josh sonrió, algo más confiado ahora.
-Lo guardaré siempre. Gracias.
Ambos compartieron una mirada que, aunque no dijeron nada explícito, tenía un peso emocional que no pasó desapercibido para quienes los observaban.
Desde un rincón, Riley susurró a Maya.
-¿Soy yo o eso fue algo?
Maya sonrió.
-Definitivamente algo... aunque ellos todavía no lo sepan.
Josh y Harriet estaban sentados en la sala, charlando mientras miraban cómo Gabe jugaba con sus juguetes en el piso. El ambiente estaba tranquilo, aunque las risas de Riley y Maya al fondo añadían un toque de calidez al momento.
-De verdad, gracias por la pulsera -dijo Harriet, mirando a Josh con una pequeña sonrisa.
-Y yo no puedo creer lo del llavero. Es genial, Harriet, de verdad -respondió Josh, sosteniéndolo y revisándolo por décima vez.
Mientras hablaban, Gabe, que había estado jugando cerca de Harriet, se puso en pie tambaleándose ligeramente. Sin que ninguno de ellos se diera cuenta al principio, comenzó a dar pequeños pasos, avanzando directamente hacia ellos.
-¡Oh, por Dios! ¡Gabe! -gritó Riley desde el otro lado de la sala, sosteniendo su teléfono.
Todos voltearon al instante, sorprendidos al ver a Gabe caminando con torpeza, pero con determinación, hacia Harriet y Josh.
-¿Está caminando? -preguntó Harriet, llevándose una mano a la boca, completamente emocionada.
-¡Sí, está caminando! ¡Mira eso! -dijo Josh, poniéndose de pie, aunque sin moverse para no distraer al pequeño.
Riley comenzó a grabar con su teléfono, moviéndose para captar el momento perfecto mientras Gabe seguía avanzando con pequeños pasitos inestables.
-¡Vamos, campeón, tú puedes! -animó Riley entre risas, emocionada.
Maya se unió a los gritos de ánimo.
-¡Ahí va nuestro pequeño Gabe!
Cuando finalmente llegó a sus papás, Gabe se tambaleó y cayó directamente en los brazos de Harriet, quien lo abrazó con fuerza, sin poder contener las lágrimas.
-¡Lo hiciste, Gabe! ¡Lo hiciste! -dijo Harriet, completamente emocionada, mientras Josh se inclinaba para abrazarlos a ambos.
-Fue increíble, pequeño. Eres un genio -dijo Josh, riendo y besando la cabeza de Gabe.
Riley terminó de grabar y corrió hacia ellos para mostrarles el video.
-¡Lo grabé todo! ¡Este momento épico está inmortalizado para siempre! -dijo, con orgullo.
Maya sonrió, observando a la familia.
-¿Sabes? Creo que Gabe va a tener muchas razones para sonreír creciendo con ustedes.
Harriet y Josh compartieron una mirada emocionada, llenos de orgullo y amor mientras sostenían a Gabe, quien ahora balbuceaba feliz, como si entendiera lo especial que era el momento.
En la sala, todos estaban reunidos después de un día lleno de emociones. Shawn se puso de pie frente al grupo, con una expresión seria pero emocionada.
-Tengo algo que decirles. Me voy a Filadelfia a una mision.
Un murmullo de sorpresa se escuchó en la sala. Cory lo miró, con un toque de preocupación.
-Te vamos a echar de menos, Shawn.
-Sí, pero no se preocupen... pensaba que podrían venir conmigo -dijo Shawn con una sonrisa.
Auggie miró emocionado hacia Cory y luego hacia Shawn.
-¿Todos nosotros? -preguntó, con los ojos brillando.
-No lo querría de otra forma -dijo Shawn, mirando a cada uno.
Riley, siempre leal a su grupo, habló con firmeza.
-Entonces, no voy a ningún lado sin mis mejores amigas.
Miró hacia Maya y Harriet, quienes inmediatamente sonrieron. Shawn, comprendiendo lo importante que eran para Riley, las miró.
-¿Qué dicen, chicas? ¿Les gustaría ir?
Maya respondió primero.
-Claro que sí.
-Definitivamente, cuenta conmigo -agregó Harriet.
Maya luego dirigió su mirada a Josh, que había estado observando en silencio.
-También estás invitado.
Josh se rió ante la atención repentina y respondió con una sonrisa.
-Entonces, creo que será mejor que empiece a empacar.
Harriet lo miró de reojo, divertida por la dinámica entre los dos, y sonrió ligeramente antes de asentir.
Shawn. Riley, Maya y Harriet estaban sentados en una esquina tranquila. Él sacó una cámara de su mochila, una que claramente había visto muchos lugares y vivido grandes historias.
-Quiero darte algo -dijo Shawn, poniendo la cámara en la mesa frente a Harriet.
Ella la miró, sorprendida.
-¿Esto es para mí? -preguntó, levantándola con cuidado.
-Sí. Creo que es hora de que alguien nuevo capture el mundo. Ahora quiero ver lo que tú puedes hacer con ella.
Harriet, conmovida, estudió la cámara antes de mirar a Shawn.
-Gracias, Shawn. Prometo cuidarla y usarla bien. Algún día me gustaría que vieras mi trabajo.
Shawn asintió con orgullo, sonriendo cálidamente.
-Ese día será un honor.
Harriet miró la cámara nuevamente, notando las marcas del uso y las historias que seguramente cargaba. Era más que un regalo, era un traspaso de confianza y de sueños.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top