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-Buenos días, Tom- sonríe Sophia entrando a la habitación- buenos días, Dyl.

Ambos chicos despiertan al notar la luz encendida y se desperezan.

-Buenos días, Sophia- masculla Thomas despertándose.

-Ya que es vuestra última noche aquí no os voy a decir nada por haber dormido los dos en la cama, pero recordad que la cama es solo de Thomas- lo mira fijamente y ambos asienten.

Más Thomas que Dylan ya que el castaño todavía está despertando. Se gira para abrazar al rubio y acomodarse contra él. Este se ríe suavemente mirando a su novio.

-Dyl, nos vamos- lo sacude ligeramente y Dylan abre los ojos de repente. Se mueve cayéndose de la cama.

-¿Cómo? ¿Cuándo?- pregunta levantándose del suelo.

Los otros dos se ríen.

-Buenos días, mi amor- se inclina en la cama y Dylan refunfuña.

-Buenos días- le da un beso y mira a la enfermera- buenos días, Sophia- le sonríe.

-Buenos días, Dylan. No te alteres. Os vais hoy, pero al medio día. Tiene que venir Ealdien a darle el alta a Thomas. Mientras... el desayuno- le deja la bandeja en la mesa de al lado.

-Genial, con el hambre que tengo y...

Thomas lo mira tan duramente que Dylan se calla.

-Iré a por algo a la cafetería cuando acaben y suban los demás- sonríe Dylan débilmente.

Thomas rueda los ojos y Sophia suspira acerándose al rubio.

-Te recuerdo que tú estás embarazado, no Dylan. Eres tú quién tiene que alimentar a Sam- lo mira y Thomas desiste.

-Lo sé, es solo que vuestra comida es asquerosa, Sophia.

La chica se ríe y se separa negando con la cabeza.

-No es mía, es del hospital. Yo solo estoy aquí por ti. Menos mal que voy vuelves a casa y volverás a comer debidamente.

-Y a desayunar chocolate. Chocolate con churros- dice Thomas con la boca haciéndosele agua.

-Te traeré mil litros de chocolate y mil churros para que disfrutes de ellos- sonríe Dylan besándole la frente.

-Por favor- suspira Thomas- ¿de cena podemos ir al McDonald's?

Dylan sonríe.

-Vamos a donde tú quieras.

Sophia sale de la habitación para darles privacidad y Thomas abre la bandeja viendo café y una manzana.

-Eh, no te han traído en pan sin sal- se ríe Dylan- una manzanita sí la comes, ¿verdad?

-Sí, pero el café seguro está tan asqueroso como los otros días. Todo tuyo- se lo pasa y se sienta a sus pies a desayunar.

Espera unos segundos en silencio.

-¿Vas a...? ¿Vas a ir hoy?- pregunta Thomas cuando se han terminado de acomodar.

Dylan lo mira fijamente antes de beber un poco del café con leche.

-Debería- declara simplemente para seguir bebiendo.

Después de unos minutos en silencio, Dylan lo mira curioso.

-¿No planeas decirme nada? ¿Pedirme que lo deje estar? ¿Que Sam y tú estáis bien y que eso es lo que importa?- pregunta.

Thomas niega lentamente con la cabeza comiendo su manzana.

-Lo que Ben le ha hecho a Sammy... Lo que le pudo hacer...- toma aire y mira a su novio- merece mucho más que lo que piensas hacerle. A él y los que ayudaron.

-Gracias, Tommy- comenta con calma- era hora de que llevase su merecido.

Thomas suspira.

-Supongo que sí.

Terminan ambos desayunos en silencio y cierran la bandeja.

-¿Tendré mi McDonald's de cenar, verdad? Y mi chocolate antes de que te vayas- pide Thomas.

-Por supuesto que sí, señor antojos- bromea el castaño- estaré en casa a la noche para que cenemos juntos ese McDonald's.

-No te quejes. No he tenido muchos que hasta yo me he dado cuenta. ¿Podemos cenar en la playa?

-Podemos, sí- sonríe Dylan- y tienes razón, Sammy no nos ha dado muchos dolores de cabeza por ahora.

-Tranquilo, le quedan dos meses para molestar- se acomoda en el pecho de Dylan cuando se coloca a su lado, de pie.

-Más bien dos meses para que empiece verdaderamente a molestar- se ríe el contrario.

-No llames molestia a mi hijo, Dylan O'Brien- bromea divertido.

-¿Ya me estás poniendo por encima de él?- sonríe acariciando su barriga.

-El sentimiento es muy diferente, pero sí. Y por encima de mí mismo también.

En ese momento entran los demás para ver a Thomas.

-Os traemos churros con chocolate- sacuda Julia una bolsa grasienta.

-Oh dios mío- gime Thomas alcanzando la bolsa- gracias. Os amo.

-¡Eh!- protesta Dylan- ¿quién crees que les dijo que trajeran churros con chocolate?

-A ti te amo más- responde Thomas acomodando todo en la mesa.

Dylan se inclina con una sonrisa y se besan cortamente.

-¿Por qué están tan casados si llevan solo dos años juntos?- pregunta Ki dándose una palmada en la frente.

Dylan le tira la manta mientras todos ríen y Thomas come sus churros con chocolate.

(...)

-Sigo sin entender por qué venís conmigo- resopla Dylan- puedo arreglármelas solo. Fue a mi novio y mi hijo a quién le hicieron todo esto.

-Bueno, nosotros somos tu familia. Si tú estás hasta el cuello, nosotros también- contesta Hoech- además, no estamos todos. Will y las chicas se han quedado a entretener a Thomas.

-Igualmente- niega Dylan- es Ben. ¿Qué me va a hacer?

-¿Teniendo dinero y habiéndose escapado? Sabe dios el qué, hermano- contesta Tyler.

-Además- añade Daniel- yo también le tengo ganas.

-El rizado tiene razón. Ben nos ha jodido a todos- comenta Ki- no tanto como a Thomas, pero a todos nos ha hecho algo.

Dylan aparca el Jeep donde los padres de Ben supusieron que se podía haber ido y les avisa antes de bajar.

-Dejadme hablar primero a mí.

Al timbrar, efectivamente, Ben abre la puerta y lo primero que hace Dylan es darle un puñetazo que lo hace trastabillar hacia atrás.

Todos entran para cerrar la puerta después.

-Vas a decirme quién ha estado contigo torturando a Thomas- dice Dylan apretándolo contra la pared.

-¿Por qué crees que haría eso?- se ríe Ben- no tienes pruebas y yo yo no vivo en vuestra ciudad. Tengo dinero y me he ido para no volver. No tengo razones para hacer nada de eso.

-Salvo que sí tenemos pruebas- contesta Tyler enfadado al ver su actitud.

-Oh, muéstremelas, su señoría- contesta Ben irónico.

Dylan lo suelta y saca del bolsillo interior de su chaqueta la copia de una factura del móvil pre-pago con el nombre de Ben en ella. Se la alcanza y Ben la tira al suelo nada más leerla.

-Hijo de puta... Yo lo avisé, lo vi venir- masculla algunas maldiciones y Dylan lo para.

-Explícate, Ben.

El rubio mira a Dylan y a los demás detenidamente. Va a su nevera a por una cerveza y se sienta en el sofá.

-El cabrón de tu suegro es el que contrató el móvil pre-pago y yo ya veía venir que le iba a poner alguno de nuestros nombres y claro, mejor yo que ya he tenido problemas con Thomas. He sido imbécil, lo que me ha pagado no vale tanto.

-¿De qué coño hablas?- pregunta Ki- ¿que tiene que ver el padre de Thomas con esto?

Ben se ríe y bebe de su cerveza.

-No iba a tener ganancias con embarazarlo, quería deshacerse del bebé y de paso torturar un poco a la madre de Thomas y al Sheriff. El muy imbécil no sabe que la madre está enferma. Además, entiendo que quisiera deshacerse de Thomas, ¿quién quiere, en su sano juicio, un hijo que se viste de mujer, es gay y tiene un hijo que ha salido de él? Yo soy Mark y con la primera falda ya lo habría...

Dylan le da un puñetazo y Ben se levanta con rabia dispuesta a devolvérsela cuando ve a Hoechlin y a todos dispuestos a actuar.

Trata de calmarse yendo a a la cocina a por papel para su nariz mientras Dylan le habla.

-Recuerda que no hemos venido aquí de buenas y que estás hablando de mi novio. Nombres, Ben. Quiero todos los nombres.

-James, que se supone que es amigo de Thomas, un tal Juan que no sé de dónde salió y Mark. Solo Juan, James y yo nos encargamos de Thomas. Mark organizó todo y nos pagó.

-¿Juan? ¿Juan qué?- pregunta Dylan pálido.

-O'Neill o una mierda así.

-Dylan, ¿así no se apellidaba tu ex?- interviene Hoech.

El castaño asiente.

-¿Tu ex es Juan?- se ríe Ben- ya entiendo por qué James y él se follaban de vez en cuando. Que asco dan.

-Ahí estoy de acuerdo- apunta Tyler- pero tú das todavía más asco.

-Ahí estoy de acuerdo yo- apoya Daniel.

-Vámonos. Este imbécil no va a resolver nada y no creo que nos esté mintiendo. Prefiere salvarse el pellejo antes que mentirnos- dice Dylan.

-Se ve que no eres tan tonto como pareces, O'Brien- comenta Ben.

-No te creas- dice Dylan acercándose a él- mientas o no, vamos a volver a por ti. Vas a caer de todas todas.

-Si es que estoy aquí para cuando volváis- sonríe Ben.

-Te encontraré estés donde estés- dice Dylan para salir de la casa.

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