69

-Poneros todo- pide Mark- recordad, solo tenéis que hacer que pierda el bebé. Podéis torturarlo lo que queráis siempre y cuando dañéis lo suficiente su estómago. No lo matéis, queremos ver sufrir a Tasha y al Sheriff.

Dicho esto se va y los otros tres se miran.

-Vaya padre- rueda los ojos James.

Ben la da un golpe en el hombro.

-Hombre, que como ya te he repetido varias veces. Nos paga, es lo único que me importa. Que me pague para largarme de esta ciudad antes de que el Sheriff y los demás se pongan a investigar esta mierda.

-¿De qué te quejas exactamente, rubio?- comenta Juan terminándose el porro- tú ni siquiera lo vas a dejar en la puerta de la comisaría. James y yo tenemos que hacer ese trabajo.

-Sí. ¿Y quién ha ido hasta la casa de Dylan para comprobar que podíais llamar y volver corriendo para aquí?

-Lo que sea. Vosotros siempre poniéndoos contra mí. Cómo se nota que la polla piensa más que el cerebro- resopla tapándose la cara.

James rueda los ojos y Juan le tira un cojín.

-Que hayamos follado un par de veces no significa que solo pensemos con la polla. En serio deberías dejar de ser tan homófobo, vive este siglo. El hecho de que seas el que menos hace y todos lo sepamos no significa que pensemos con la polla.

-Claaro, dile eso a tu novia- ruedo Ben los ojos.

-Deja a Fátima fuera de esto. Solo estamos de lío. Lo de la novia era todo mentira para acercarme a Thomas con tranquilidad, así como yo soy bisexual y me follo a quién quiero ella también puede hacerlo- contesta James mordaz.

-Bueno, no nos vengamos arriba que hemos tenido varios polvos nada más- comenta Juan.

-Vamos ya- dice James entonces sacando la navaja de su bolsillo.

-¿Quieres que Thomas te reconozca nada más entres con eso?- le quita Ben la navaja- te recuerdo que eres su amigo. Tú eres el que más peligro tiene. No lleves cosas personales a su habitación.

-Tiene razón- apunta Juan cubriéndose bien- cogeremos cuchillos de la cocina. Los afiló Mark anoche después de dejarle la cena a Thomas.

-Bien, como digáis- accede poniéndose una bufanda y un pasamontañas negro.

(...)

Dylan se mete en el despacho de su padre.

-Por favor, mamá, que funcione- mira para la foto que colocó su padre en el despacho hace poco y suspira.

Holl entra despacio con Dylan.

¿Del 1 al 10 como está tu ansiedad?- pregunta cerrando la puerta detrás de ella.

-¿9?- pregunta Dylan- estoy nervioso. No es... ansiedad, son nervios. Estoy por perder la paciencia. De verdad necesito estar con Thomas- la voz de Dylan se hace notar- son tres semanas sin verlo. Tres jodidas semanas, Holl. He estado a punto de volverme loco.

-Estoy segura de que Parrish lo encuentra- sonríe la pelirroja- es un buen agente y os quiere mucho a Noah y a ti. No va a fallaros.

-Lo sé, pero... aunque funcione su plan. Hay muchos factores externos que pueden hacer que todo falle.

Ki toca la puerta y asoma la cabeza.

-Ya está todo listo. Solo tienes una llamada, Dyl. Es llamar y rezar que contesten y nos den tiempo.

El castaño asiente nervioso.

-Vamos- salen del despacho y se acercan a la mesa de Parrish.

-Vale. No te preocupes, Dylan- dice Parrish cuando está sentado y con todo preparado- tu marcas 69, le das y llamará al último número que te ha llamado. O sea, al privado.

Dylan asiente y suspira dándole al 69. Pulsa la tecla de llamar. Esperan pacientemente hasta que contestan.

-¿Qué quieres?- pregunta la voz de antes- estamos ocupados.

-Espero que en nada con mi novio. Quiero saber qué queréis y qué puedo hacer para que me devolváis a Thomas sano y salvo.

Se escuchan voces de fondo y este resopla.

-Nada, pero quizás te lo devolvemos. Dudo que sea sano y salvo.

Cuelga la llamado cuando Dylan gritaba otra cosa para seguir hablando con él.

Parrish niega con la cabeza.

-No tengo la localización, pero podemos coger el número para ver a quién pertenece la línea- les dice decepcionado.

-Bien- dice el Sheriff abrazando a Dylan- consíguelo y ve a la compañía que sea a que te den el nombre, di que es parte de una investigación. Si hace falta abrimos el caso solo para que te den el nombre.

(...)

Los tres de negro entran tapados totalmente al cuarto de Thomas.

-Me tenéis bastante cómodo, aunque aburrido, aquí- bromea el rubio bebiendo agua- ¿no podéis traerme unas cartas o algo? Para jugar, no sé. Matar el rato.

Ben coge la botella y se la tira al suelo derramando el agua para empujarlo contra el cemento.

Thomas se queja y los mira confundido. James se pone en sus piernas con el cuchillo en su garganta.

 Juan sonríe bajo el pasamontañas.

-Más abajo el cuchillo, compañero.

La tela les cambia levemente la voz, pero aún así tratan de no hablar mucho.

-¿Aquí?- pregunta apretando el cuchillo en el costado.

Thomas da un grito.

-¡Para! Por favor, por ahí no- pide Thomas.

Juan aprovecha ya que Thomas solo lo ha escuchado hablar una vez.

-¿Qué pasa? ¿Creías que solo pensábamos que estabas gordo? Eres un monstruo y sabemos lo que llevas dentro. Siempre lo supimos.

James hace más honda la herida y Thomas grita tratando de zafarse.

-¿¡Y para qué me habéis alimentado bien!?

-Para tenerte tranquilo hasta este momento- comenta Juan y aunque Thomas no puede verlo, se puede imaginar que bajo la tela está sonriendo.

Ben rueda los ojos y se agacha para coger un brazo de Thomas. Con su cuchillo marca una letra aleatorio.

 A Juan parece gustarle la idea porque hace lo mismo con las piernas, pero con cortes simples. James hace más cortes y esta vez por la barriga.

Thomas llora y trata de retorcerse suplicando que paren. Por Sammy, solo por Sammy.

-Dejad a mi bebé, por favor- suplica entre gritos.

-Eres un monstruo- susurra Ben cambiando su voz- siempre lo has sido. Tienes que pagar.

-Por favor, no. Por favor, por favor...- suplica Thomas llorando.

Se marea al ver la cantidad de sangre a su alrededor y solo puede llorar y gritar ya que ahora le duele moverse.

James se levanta y se aparta del cuerpo de Thomas, los otros dos se levantan de igual manera y se ponen los tres a dar patadas al estómago de Thomas más por el resto del cuerpo.

Por la boca del rubio cae un hilo muy muy fino de sangre. Está medio inconsciente en el suelo cuando Ben sale de la habitación para seguir con su plan. James lo coge en brazos y van hasta el garaje para meterlo en los asientos de atrás.

Thomas respira muy superficialmente y como James conduce, mete el acelerador a fondo para llegar a la comisaría. Una vez están en la puerta, tiran a Thomas delante y el coche escapa rápidamente cuando todos salen.

-¡Tommy!- grita Dylan corriendo para tirarse a su lado. Mira el cuerpo de su novio horrorizado y lo coge en brazo.

-Dyl...- suspira Thomas- Sammy, tenemos que saber si Sammy...

-Shhh, está bien. Vamos con el doctor, Sammy va a estar bien. Tú vas a estar bien- besa su frente y nota como la sangre por las heridas abiertas de Thomas la va manchando toda su camiseta.

Todos miran la escena en shock hasta que Ki se adelanta y coge a Thomas.

-Coge el Jeep, yo tapo las peores heridas de Thomas- le dice cogiéndole a Thomas de los brazos.

Dylan asiente y se seca las lágrimas manchando levemente su cara de sangre. Tyler va hasta ellos y los demás suben a sus coches.

-Te ayudaré con las heridas- dice Tyler temblando.

-No, Ty. Con este tembleque eres capaz de abrírselas más.

Mira preocupado a Thomas y Dylan llega con el Jeep.

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