48

Dos semanas después

-¡DYLAN!- grita Thomas desde el salón haciendo que Dylan deje a Tasha a media merienda y baje por las escaleras saltando de dos en dos.

Casi se cae cuando llega a su lado y ve a Thomas con lágrimas en los ojos.

-¿¡Qué coño, Thomas!?- pregunta alterado colocándose de rodillas sobre el suelo.

-Fue su primer latido. Mira, se puede escuchar- le coge su mano y la coloca en su barriga- son constantes.

Dylan se queda en silencio y las hermanas entran gritando. Dylan grita de vuelta mandándolas callar y vuelve a girar su cabeza a la barriga de Thomas.

Entonces sí nota los latidos dentro de Thomas chocar con su mano. Dándole ligeros golpes en la mano, al compás normal de un corazón.

Julia y Ava entienden lo que pasa y cierran la puerta con lentitud acercándose a sus hermanos.

Dylan mira a Thomas con una gran sonrisa y lo tira para que caiga encima de él cayéndose al suelo. Lo besa repetidas veces en los labios feliz.

-Nuestro pequeño, nuestro pequeño- repite sin apartar la mano del estómago de Thomas haciendo reír al rubio.

-Sabía que estabas aquí, ¿ves? Su papá- susurra Thomas colando su lengua entre los labios de Dylan.

El castaño se derrite debajo de Thomas y deja que el beso se haga más profundo. Las hermanas los observan abrazadas y sonrientes.

-Te amo tanto- susurra Thomas contra los labios de Dylan- te amo con mi vida.

Dylan suspira y lo abraza. Después de un rato mira para las chicas.

-¿No os gustaría más ver la tele?

-Na- sonríe Ava tirando un par de papeles del buzón en la mesa- nuestra mejor telenovela sois vosotros.

Se sientan en el sofá y Thomas sonríe levantándose de encima de su novio.

-¿Hoy no era que te quedabas a dormir?- pregunta el rubio ayudando a su novio.

-¿Acaso no llevo haciéndolo desde que el doctor nos dijo que lo estabas?

Thomas sonríe y al levantarse se agarra del cuello de Dylan.

-Vamos a hacer algo de té- pide Thomas a Dylan e informando a sus hermanas.

Dylan lo sube a su cadera llevándolo hasta la cocina.

-¡APURAD QUE QUIERO ESCUCHAR LOS LATIDOS DE MI SOBRINO!- grita Ava.

Thomas se ríe notando las manos de Dylan quitar su camiseta.

Coloca la mano en la barriga y lo besa con ganas. Notando los latidos en su mano y entrelazando su lengua con la de Thomas.

Este se separa para respirar después de un rato y mira a Dylan.

-Es maravilloso- dice poniendo las dos manos en su barriga- oye, pequeñín. ¿Por qué tienes que tardar 9 meses? ¿Sabes que eso es mucho para tus papás?

Thomas sonríe tierno y se pone la camiseta.

-Debe ser verdad que con el embarazo aumentan las ganas de follar porque...

-No sigas- sonríe Dylan- puedo verla.

Lo besa en los labios y al bajarlos levanta a Thomas para que la falda no le marque la erección.

-He mejorado mucho en los besos si solo con un par ya estás así- susurra Dylan de broma mordiendo su lóbulo.

Este pone el hervidor y vuelve a junto su novio.

-Eres imbécil- sonríe Thomas acariciándole el pelo- me pone mucho tu imagen tierno y de papá.

Se encoge de hombros con un puchero y Dylan suspira para besarlo con ganas.

-La sacaré a menudo- promete el castaño besando los labios de Thomas sin descanso.

-Bien, futuro papá- sonríe el rubio entre besos.

Preparan el té juntos y Thomas se queda pensativo.

-¿Qué pasa?- pregunta Dylan dándole un ligero golpe en su cadera con la propia.

-Creo que voy a ir al doctor. No llevo ni dos meses. ¿No es raro que ya se escuche el latido?- pregunta preocupado- ¿no es muy pronto?

-No creo- sonríe Dylan- pero ve si quieres, mi amor. Puedo llevarte- da un beso en su barriga y después en sus labios.

-No, tranquilo. Iré en coche- le da un pico en los labios y sale con dos tazas para Ava y Julia.

Frunce el ceño al entrar en el salón.

-¿Qué son esas cartas?- pregunta dejando las tazas y cogiéndolas.

-Estaban en el buzón, son facturas en su mayoría- responde Ava.

Las mira hasta que llega a una escrita a su nombre.

-Esta está a mano y sin sello. La han debido de dejar en el buzón directamente.

Dylan llega con su taza y la tetera para mirarla frunciendo el ceño. La abre y se pone pálido.

-¿Qué?- pregunta Thomas al verlo y Dylan se la lee.

Te vas a ir al infierno por todo lo que hiciste.

Thomas rueda los ojos y se pone en la chaqueta.

-Será una tontería. Voy al médico a que me revise, vuelvo en nada.

-¡Tommy, espera! Déjame llamar a papá. Que se asegure de que Ben sigue fuera y que Joe está vigilado- pide Dylan acercándose a su novio- si vuelven estando embarazado no quiero ni pensar en...

-No tienen razón para volver, Dyl. Será una broma. Llámame si quieres cuando Noah te diga- le da un beso en los labios y se despide de las chicas con la mano.

Se sube a su coche y va hasta el hospital.

-¿Vienes a buscar a tu novia?- pregunta un chico de al lado. Rubio y de ojos azules.

-Oh, no. Para nada. Vengo a una revisión- contesta Thomas mirándolo con una sonrisa.

El chico sonríe y ofrece su mano.

-Soy James.

-Yo Thomas- le da la mano- ¿tú sí esperas a tu novia?

-Sí, Fat debería salir ya.

-¿Fat viene de...?- pregunta Thomas divertido.

-De Fátima. Odia que la llamen Fat, ella dice que suena mejor Fati.

-Normal- ríe Thomas- perdón, no quería reírme de ella. Es solo que me pareció...

-Gracioso- completa James sonriendo- lo entiendo. Por eso se lo llamo, a mí también me lo parece.

-Seguro que te suele reclamar por eso- sonríe Thomas.

-Oh sí- sonríe James acomodándose en la silla- pero ya sabes. Una manita por aquí, otra por allá y se olvida del tema. Además de ganarse un bonito orgasmo.

Thomas se sonroja, pero sonríe.

-¿Y qué le pasa?- pregunta.

-Le operaron hace poco y está obsesionada con que algo le pasa.

-Bueno, nunca se sabe- sonríe Thomas hablando por experiencia propia.

-Venga, simplemente está hormonada- comenta James- tiene 22 ¿se puede estar más hormonada?

-Bueno- sonríe divertido el rubio- te puedo asegurar que sí. ¿Tú tienes 18?

-18, sí- guiña el ojo James- y aunque tu aparentas pocos años doy por hecho que tienes por lo menos 16.

-16 justos, sí- sonríe Thomas.

James suspira y de reojo ve a una rubia salir de la sala.

Arranca un papel de revista y escribe con un lápiz pequeño que tenía guardado en su bolsillo. Se lo da a Thomas sonriendo antes de que su novia lo localice.

-Llámame si quieres ir a tomar algo- le sonríe y va hasta su novia.

-Hola, Fati- sonríe besando la mejilla de la chica.

En esto Thomas sonríe y se guarda el número levantándose para entrar en la consulta.

-Hola, Thomas- sonríe el doctor levantándose para darle la mano- ¿qué te trae por aquí?

-Hoy escuché los primeros latidos del bebé y me parece muy pronto. Solo quería saber si todo está bien.

-¿Puedo?- dice el doctor levantándose y Thomas asiente algo cohibido.

-Increíble- murmura el doctor sintiendo los latidos- pero tranquilo, Thomas. Todo está bien. De hecho, es la semana justa para que empiecen los latidos. No tienes por qué preocuparte. Vuelve en un mes para la primera revisión y ya veremos si está todo bien.

-Bien- asiente Thomas- gracias- sonríe sincero.

-De nada, Thomas- le abre la puerta y deja que baje hasta el aparcamiento donde lo está esperando Dylan en la puerta de su coche.

Thomas sonríe como un bobo y se abraza a su novio.

-Ben sigue fuera. Debió de ser una broma como dijiste. ¿Que tal el médico?- sonríe Dylan besando a su novio lentamente.

-Te lo dije- lo besa de nuevo sonriendo- todo bien. De hecho es la semana en la que tendría que empezar a latir.

-Te lo dije- sonríe Dylan de vuelta abrazándolo fuerte por la cintura- ven, vamos al McDonald's.

-¿Crees que eso le hará bien al bebé?

-Una vez al año no hace daño- se ríe Dylan abriendo la puerta del copiloto dejando a Thomas pasar.

-¿Viniste andando hasta aquí?- pregunta sorprendido. Es más de una hora caminando.

Dylan se sonroja y se encoge de hombros.

-Quería venir a buscarte.

Thomas sonríe y se lanza de nuevo a sus labios.

-¿Qué narices habré hecho para merecerte?

-Créeme, Thomas, es lo que me pregunto yo cada mañana cuando despierta a tu lado- sonríe para después darle un beso lento.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top