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-¡Tommy! Tienes que comer- protesta Dylan sentado en la cama con las piernas fuera de la cama mirando a su novio.

La enfermera entró hace media hora para avisar que el doctor vendría más tarde y para dejar el plato de Thomas en la mesa de la habitación.

-Está asqueroso- se cruza de brazos enfadado- ¿es que no saben lo que es la sal?

Dylan ríe a carcajadas.

-Tienen que hacer las comidas iguales para todos. Piensa en los hipertensos- trata de consolarlo Dylan- además, seguro que no está tan mala.

-Me dan igual. Todo me da igual. No pienso comer eso- dice Thomas firme- ¿por qué no traficas con sal para mí, Dyl?- pide con un puchero acercando su rostro al del castaño.

Dylan sonríe.

-Porque sería injusto.

Lo besa lenta, pero cortamente.

-Lo injusto es no poder comerte a ti- susurra Thomas contra sus labios.

Dylan sonríe y deja un pico en sus labios antes de separarse.

-¿Cómo es que tomaste un desayuno sin mí?- pregunta divertido.

-Iugh, me traían leche y un par de croissants rancios de todo- finalmente Thomas sonríe- pero con mi encanto natural, seduje a la enfermera y me trajo un café cargado de la máquina. Ya que según mi historial no me haría nada malo.

-Mmm... ¿entonces tengo que estar celoso de la enfermera?- pregunta Dylan dejando el plato en la mesa y acercándose a él.

Thomas rueda los ojos mínimamente.

-Seguro- confirma Thomas- ella me ha traído un buen desayuno con el que tragar esos asquerosos croissansts.

-¿Y si te doy un beso te acabas la comida? Uno ahora y otro al acabar- dice Dylan sonriendo con la ceja levantada.

-Bueno, eso ayuda mucho a la meta que quieres que consiga- comenta Thomas solemne.

Dylan se ríe y primero deja besos por toda su mandíbula.

-Me parece un buen trato- acaricia su mejilla mirando sus ojos chocolate y sonriendo sin poder evitarlo.

Juntan sus labios y sus lenguas se encuentran inmediatamente acariciándose con lentitud. Hasta que entran a tropel todos sus amigos, sus hermanas y Noah con Melissa.

Dylan se separa lentamente y resopla, el rubio sonríe dejando otro pico en sus labios y los mira a todos saludándolos.

-Hola, chicos.

-¿¡HOLA, CHICOS!?- grita Ava furiosa- ¿¡DESAPARECES TODA LA NOCHE, BORRACHO PERDIDO Y TE ENCUENTRA DYLAN EN UN HOSPITAL PRIVADO DE LAS AFUERAS DE LA CIUDAD Y SOLO DICES HOLA CHICOS!? ¿¡QUÉ ANDA MAL CONTIGO, THOMAS BRODIE-SANGSTER!?

Ava respira tratando de calmarse y todos guardan silencio mirando el explotado enfado de la rubia.

-Bueno, estuve inconsciente hasta que llegó Dylan- comenta Thomas jugando con los dedos de la mano de su novio- poco antes- añade.

Ava niega con la cabeza y en dos zancadas está llorando abrazada a él.

-No me vuelvas a hacer esto, ¿vale? Eres mi hermano pequeño. ¿Qué piensas que iba a ser de mí solo con mamá si te pasara algo? ¿O de mí en general?- dice Ava sollozando en su hombro.

Thomas acaricia su pelo y su espalda sonriendo viendo a los demás de reojo.

-Bueno, no me sentiría mal yéndome. Te dejo con una buena familia- sonríe separándola para darle un beso en la frente.

Dylan interviene rápidamente.

-Bueno, bueno. No vayamos por ese camino. No le ha pasado nada y no le va a pasar. Me da que te vas a hacer viejo con nosotros- responde Dylan.

Thomas nota como se le aguan los ojos.

-Puedo asegurarte que eso es más un privilegio- sonríe besando su mano y Dylan enrojece.

-Bueno- grita de repente Ki haciendo que todos lo miren- ¿qué te ha pasado? ¿Cómo estás? ¿De qué son esas vendas? ¿Cómo llegaste aquí?

Thomas sonríe.

-No tengo ni idea. Bien, ahora estoy bastante bien- confirma apretando la mano de Dylan- de heridas, se supone y no tengo ni idea.

Los demás lo miran confundidos.

-El último recuerdo que tengo es a Dylan dejándome en la cama de Ki- se encoge de hombros el rubio- hasta que me desperté en la habitación con una enfermera tratando de darme una leche asquerosa con unos croissants rancios.

Dylan se echa a reír a carcajadas.

-Tommy, tienes que asumir que las comidas de los hospitales no son buenas.

A Noah le da un escalofrío y sonríe.

-Claudia siempre se quejaba de eso.

-Lo recuerdo- ríe Melissa- cuando tuvo a Julia no paraba de decir que el bebé iba a salir enfermo por ''la basura que ponéis aquí, Melissa'' ''¿cómo se os ocurre cocinar algo así para las embarazadas o los que no tiene nada muy grave?''.

Dylan sonríe.

-Muy de mamá- mira a Thomas y le acaricia el flequillo- y muy tuyo. Come- le pone la bandeja en las piernas- tuviste la primera parte, la segunda es cuando lo acabes.

-No queremos ver cómo os acostáis- ríe Hoech- y no creo que Noah y Melissa quieran tampoco.

-A nosotras no nos importaría- ríe Crystal refiriéndose a Holland, a Kaya y a ella.

-¡Crys!- la recrimina Will y esta se encoge de hombros divertida.

-¡Solo hablaba de un beso!- protesta Thomas sonrojado. Se tapa la cara con la mano y Dylan sonríe.

-Come- le dice suavemente.

Entonces, Thomas lo mira y empieza a comer despacio.

Noah, Melissa, Ava y Julia se sientan en la cama de al lado mientras que los chicos y las chicas están todos alrededor de Thomas y de Dylan tratando de distraer a Thomas con vaciles para Tyler y Ki.

A media tarde más o menos entra el doctor dejándolos a todos callados.

-¿Quién de todos vosotros es el enfermo?- pregunta sonriendo el doctor.

Todos se ríe y Thomas levanta la mano. Todos sus amigos se apartan para la puerta del baño y para la otra cama mientras que Dylan tan solo se pone a su otro lado de pie en la cama.

-¿Y tú eres...?- pregunta divertido viendo que no suelta ni siquiera la mano de Thomas.

-El novio de Thomas, doctor- hay una ligera presión en los hombros de Dylan cuando lo dice tan convencido.

-Bien, no te preocupes. Tu novio está bien- le sonríe y mira al rubio- te encuentras bien, ¿verdad, Thomas?

-Sí- sonríe Thomas viendo como le toma el pulso- algo cansado, pero bien.

El doctor abre los vendajes para comprobarlos y los cierra con la misma cara. Comprueba que todo esté correcto y lo apunta en la carpeta.

Todos están sumamente atentos a los movimientos del doctor.

-Mmm... doctor- lo llama Thomas cuando empieza a comprobar su presión- ¿usted sabe lo que me pasó?

El doctor apunta otra cosa y sonríe sentándose a los pies de la cama.

-Bueno, lo trajeron aquí sobre las 3 y media de la mañana. Alguien en una moto lo dejó en la puerta mal herido con cortes de navaja por los brazos, pecho y el estómago- señala con el dedo su cuerpo, donde tiene los vendajes- una enfermera que salía te recogió en seguida y me mandaron directamente a la sala de operaciones porque habías perdido mucha sangre. Gracias a Dios no te pasó nada. Te pusimos la anestesia general en la operación a pesar del pequeño riesgo. Entre la anestesia y la borracho que estabas tardaste tres horas en que recuperarte, una vez comprobamos que tus constantes vitales estaban estables te bajamos a planta. Justo antes del desayuno fue cuando fuiste al baño y la enfermera te dio el desayuno y ese café de contrabando- sonríe mirándolo y Thomas enrojece mientras que Dylan sonríe igual.

-Es cuando llegué yo, sobre las 8- comenta Dylan y Thomas asiente porque las horas cuadran en lo que terminaron la operación y despertó de la anestesia.

-¿Entonces estoy bien?- pregunta Thomas dudoso.

-¿Te encuentras mal?- pregunta de vuelta el doctor con una leve sonrisa.

Thomas se queda callado tratando de analizarse a sí mismo. Después de unos minutos levanta la cabeza y sonríe. Niega.

-No me siento diferente, ni enfermo.

El hombre da una palmada y se levanta.

-Doctor- continúa Thomas- ¿por qué no me enviaron a un hospital público? Yo no tengo dinero para pegar todo esto y...

El doctor levanta la mano.

-No se cobrará nada.

-Pero...- continúa Thomas.

-Thomas, los médicos tenemos que hacer un juramento cuando acabamos nuestras prácticas y comenzamos a trabajar. Y es jurar ayudar a cualquier herido. Con la sangre que habías perdido, llevarte en ambulancia a cualquier sitio estaba descartado.

Todos miran a Melissa para que confirme lo del doctor y la morena se encoge de hombros.

-Yo soy enfermera, pero sí lo he escuchado.

-¿Y cómo es que encontraron a alguien para donarme sangre? Según tengo entendido es un tipo raro- pregunta Thomas.

El doctor sonríe de nuevo.

-Esto no es un hospital público, Thomas. Tenemos reservas para todos los tipos de sangre.

El rubio asiente.

-Entonces, ¿puedo tomar sal?- pregunta haciendo que Dylan se muerde el labio para no reír.

-Claro. Incluso una poca te vendría bien- responde extrañado el doctor.

-Bien, no se ofenda, doctor. Pero esta comida es una mierda sin sal- le enseña el plato vacío.

El doctor suelta una carcajada.

-Le comentaré a las enfermeras que traigan un par de sobres de la cafetería a esta habitación- responde.

-Bien- sonríe Thomas contento.

-Te dejo descansar- sonríe el doctor- o despejarte un poco con tu familia.

Le sonríe a los demás.

-¿Cuánto tiempo me quedaré aquí, doctor?- pregunta curioso.

-Una semana a lo máximo- asiente el doctor  yendo hacia la puerta- seguro que en 3 días te damos el alta.

-Doctor, una última cosa- pide Thomas apretando la mano de Dylan- ¿Dylan podría quedarse a dormir? No quiero dormir solo.

-Esta noche o la siguiente bajan a su habitación a Haymitch Abernathy. Hemos tenido que hacerle una operación de hígado así que no dormirás solo. Pero de acuerdo- sonríe el doctor mirando para Dylan suponiendo que es al que Thomas se refiere- Dylan puede quedarse, pero en el sillón. No queremos quejas de Haymitch, suele llegar a ponerse muy pesado. Ya lo hemos tenido otras veces por problemas con el alcohol.

Thomas sonríe y el doctor añade antes de irse.

-Una enfermera vendrá en un rato a cambiarte los vendajes. Dúchate si quieres antes, te darán un camisón nuevo para el cambio y tu ropa estará seca en el armario dentro de una bolsa- señala el armario de en frente a la cama de Thomas- también tu ropa interior ya que por tu comodidad a la hora de dormir te la cambiamos. Quizás necesites ayuda para ducharte. Creo que nada más, mañana volveré para revisarte- sonríe y cierra la puerta con cuidado.

-Bueno, ¡qué doctor tan majo!- sonríe Julia desde la cama.

-Y qué guapo- añade Kaya con una sonrisa- ¿no es muy joven para ser doctor?

Thomas se encoge de hombros y enrojece. Melissa se ríe a carcajadas junto las chicas.

-Veo que pasarás algunos días fuera de casa, hijo- comenta Noah viendo como Dylan se sienta de nuevo al lado de Thomas con las piernas fuera, mirando a la puerta.

Se agarran de la mano y Dylan asiente.

-Hasta que le den el alta- confirma Dylan.

-Bueno, pues dejemos descansar a mi hermano y a Dylan- dice Ava bajándose de la cama- no creo que Dylan haya dormido más de cinco horas en lo que llegamos y Thomas ya dijo que estaba cansado.

Los demás asienten y salen primero los chicos despidiéndose de Dylan y de Thomas.

-Vendremos de noche para darte las buenas noches- le dice Tyler a Thomas para darle un beso en la frente.

-Gracias, Ty- sonríe el rubio.

-Recupérate pronto, garlopo- dice Ki abrazándolo- nos vamos a aburrir sin ti.

-Pues yo aquí mucho peor, shank- sonríe Thomas.

Salen y se escuchan sus numerosos pasos por el pasillo.

Ava les da un beso y un abrazo a los dos.

-Noah, Julia, Melissa y yo volveremos en un par de horas, ¿vale? Solo os dejamos dormir. Vamos a decirles a la enfermeras que os dejen hasta que entremos nosotros para cambiarte las vendas y ducharte- sonríe Ava.

Thomas asiente y Melissa abraza fuerte a Thomas mientras que Noah le revuelve el pelo a Dylan con cariño.

-No nos des más estos sustos, eh- pide Melissa con una sonrisa dándole besos en la cabeza.

-Sí, Melissa- sonríe el rubio con cariño abrazándola- cuando salga haremos una buena comida para que conozcas a Ava de forma oficial.

La enfermera le sonríe abiertamente.

-Bien- le da un último beso en la cabeza y se queda abrazada a Dylan mientras que Noah abraza demasiado fuerte a Thomas que gime de dolor, pero se ríe al comprobar la reacción de Noah.

-Estoy bien, Noah- le dice a su suegro.

-Lo sé, lo sé- dice el hombre secándose un par de lágrimas- era para asegurarme. Ha sido una noche dura. Prométeme que a partir de ahora controlarás más el alcohol cuando bebas.

-Te lo prometo- sonríe Thomas mirándolo.

Noah suspira y abraza de nuevo a su yerno para después darle un beso en la frente.

-Descansa, Tom.

Thomas sonríe a los cuatro y estos salen de la habitación.

Dylan sube a la cama del todo para quitarse los zapatos y los calcetines y meterse dentro con Thomas.

El rubio se ríe ligeramente.

-Dyl, tienes que dormir en el sillón. Lo dijo el doctor.

-Ya, ya, ya- dice Dylan acomodándose detrás de Thomas abrazándolo- un doctor, por muy majo, joven y guapo que sea, no me va a impedir que duerma abrazado a mi novio cuando pensaba que lo había perdido.

-Pero no me has perdido, Dyl- le acaricia la mano que está en su barriga y sonríe.

-Pero casi- contesta Dylan.

Este se da la vuelta y hace un puchero.

-¿Y mi premio por acabar la comida?- pregunta.

Dylan sonríe, eleva la barbilla de Thomas con una mano para que lo mire ya que Dylan queda más alto y pone su mano en el espalda baja de Thomas para sujetarlo mientras le da un beso largo y profundo.

-Ahora a dormir. Dijiste que estabas cansado- dice descansando la cabeza de Thomas en su pecho.

Thomas se abraza a la cintura de Dylan y coloca su cabeza en la almohada. Respira en el cuello del castaño. Da un suspiro mientras nota como Dylan los arropa y lo abraza entrelazado sus piernas para pegarse más.

-Buenas noches, Dyl- suelta una risita viendo el sol a través de las cortinas que cerró Ava antes de irse- te amo.

-Buenas noches, Tommy. Yo también te amo- sonríe dándole un beso en la frente.

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