30

Cuando Dylan sale de la comisaría, busca a Thomas por todos los alrededores hasta que lo ve sentado en medio de un sitio del aparcamiento.

Lo mira serio, está jugando con los bordes de esa falda blanca que tanto le gusta. Al colocarse detrás, se agacha y lo abraza por los hombros tratando de darle un beso en la oreja, pero Thomas trata de zafarse de su agarre.

Dylan pone una mueca.

-¿Qué pasa, Thomas?- pregunta con cuidado poniéndose a su lado.

-Nada, Dyl...- el rubio suspira con lágrimas en los ojos- solo... da igual.

Dylan se inclina sobre él secándole las lágrimas que le caen.

-No me da igual. A mí nunca me da igual. Lo sabes, Tommy. Nada que tenga que ver contigo me da igual. Nada.

Thomas se frota los ojos y pasa su mano por su pelo rubio despeinándolo. Dylan se muerde el labio por lo sexy que está y porque sabe que Thomas no está para esas cosas.

-Lo siento, ¿vale?- dice Dylan con la voz rota- siento haberme puesto a gritar en el despacho de papá- lo agarra de las manos y acaricia su dorso- perdí los nervios por culpa de esos malnacidos y de sus horrorosas sonrisa nada más salir del despacho.

-No pasa nada, Dylan- suelta una de sus manos y se seca una última lágrima que le cae por las mejillas.

Dylan se odia por no poder hacer nada por evitarlo.

-Sí, sí pasa- contesta este enfadado consigo mismo- te lo dije antes cuando Ava fue a llamar a los chicos. Sé que hay algo que no me has contado y no pasa nada. Lo entiendo. De verdad- lo mira a los ojos y al ver que Thomas no es capaz de mirarlo, resopla y lo coge por la barbilla- te juro que lo entiendo, Tommy. Todo el mundo tiene secretos y no tienes por qué compartirlo todo conmigo. Sé que tiene que ver con Ben y no pasa nada. Pase lo que pase seguiré aquí. Porque te quiero. Te quiero de verdad.

Al rubio se le vuelven a aguar los ojos y esconde la cabeza en sus piernas. Dylan se queda al lado hasta que no puede evitar lanzarse al rubio. Es cuando Thomas empieza a llorar desconsoladamente en los brazos de Dylan, dejando caer su cuerpo encima del castaño.

Dylan lo recoge hacia su cuerpo abrazándolo por la cintura.

-Está bien... Está bien, Tommy- susurra Dylan- ¿quieres que te lleve a casa? ¿O quieres quedarte a dormir en la mía?- pregunta preocupado acariciándole el rostro.

-No... no, voy a terminar la tarde en casa de Daniel. Dijo que me venía ahora a buscar- dice sacando el móvil.

Dylan alza una ceja, pero la baja enseguida. No debe tener celos.

-No quiero estar con nadie de antes- se excusa algo avergonzado viendo la sorpresa de su novio.

En el momento en el que Dylan iba a hablar. Un coche pita y se para delante de ellos. La ventanilla del piloto se baja y Camden sonríe.

-Hola, Dylan- en sus ojos se instala la alarma al ver a Thomas en el suelo y dejando de llorar- Daniel, deberías bajar a ver a tu amigo- le comenta Camden a Daniel que está sentado en el asiento de atrás.

Daniel frunce el ceño y sale del coche confundido. Al ver que Thomas se levanta con cuidado del suelo con Dylan abre los ojos.

-¡THOMAS!- va hacia ellos y los mira a ambos preocupado- ¿estás bien? Los dos, ¿estáis bien? ¿Os hicieron algo Ben y los gilipullos de sus amigos?

-No. Tranquilo, Daniel- se adelanta Dylan con el ceño un poco fruncido- solo que Thomas estaba mal y se sentó en el suelo. Lo estaba consolando- mira al conductor y sonríe levemente- hola, Camden.

-Lo siento, Daniel- dice Thomas mirándolo- vaya manera de conocer a tu hermano.

-Tranquilo, a Camden no le importa. Incluso se preocupó- comenta Daniel- además, hoy vino mi tío Peter con su hijo Miguel. Te divertirás, tienen los dos un humor extraño, pero bastante gracioso.

Thomas asiente y sonríe levemente.

-Ven, vamos al coche- se lo señala con la mano y Daniel sonríe.

El rubio se gira hacia Dylan, que no ha soltado su mano, para mirarlo de frente y el castaño le sonríe.

-Iré a buscarte después, ¿te parece?- pregunta mirándolo y cogiéndole la otra mano. Daniel se aparta un poco entendiendo que van a despedirse y se apoya en el coche mirándolos- vamos a cenar al McDonald's. Tú y yo solo, ¿de acuerdo?

Thomas asiente algo serio y Dylan, sin parar de sonreír, coloca un mechón detrás de su oreja y lo coge de la cintura acercándolo a su cadera.

-Te quiero- susurra antes de besarlo.

Y lo hace tan lentamente y con tanto cuidado que Thomas se sorprende agradablemente y se junta más con él. Dylan baja sus manos hasta la falda del rubio, al borde de la espalda baja. Daniel y su hermano apartan la mirada algo incómodos siendo un beso tan profundo e íntimo como se ve.

Al separarse, Thomas coge dos bocanadas de aire.

-Te quiero- le responde Thomas de vuelta en un susurro- llámame cuando estés en la puerta.

Dylan sonríe y se separa dándole un apretón en la mano antes de que Daniel le abra la puerta para que monte en el coche.

(...)

-Y... ¿qué tal con la familia de Daniel?- pregunta Dylan echando la bolsa de patatas en la otra parte de la caja de la hamburguesa.

-Bien- sonríe Thomas- la verdad es que Miguel es un poco chulo, pero me cayó bien. No me dijiste que...

Lo mira y Dylan enrojece empezando a comer.

-No lo vi importante. No te di detalles de ningún ex chicos porque son pasado y lo son por algo.

Thomas asiente lentamente.

-Peter es bastante divertido, aunque tiene un humor muy...- vuelve Thomas con el tema.

-¿Negro?- sonríe Dylan- y quizás tiene el punto de sádico.

-Pero toda la familia me cae muy bien. En el fondo todos se ven muy buenos- sonríe Thomas.

-Sí- responde Dylan- todos son bastante diferentes, pero hacen una familia bastante peculiar. Daniel es adorable, Peter es algo sádico, Miguel es un chulo y Camden es el justo. Si queremos estereotiparlos, claro.

-Eh... ¿pasaste mucho tiempo con Miguel? Pareces conocer bien a la familia- pregunta Thomas algo cohibido.

-Apenas seis meses- contesta Dylan restándole importancia- sobre todo los conozco por Daniel. Cuando iba a buscar a Ty a su casa siempre me quedaba un rato. Tyler también me habló mucho de ellos.

-¿Apenas seis meses?- pregunta Thomas sorprendido.

Dylan asiente de nuevo incómodo.

-Lo siento... me sorprendió- contesta Thomas- más que lo dijeses como si fuera una semana. ¿Nosotros qué llevamos? ¿Tres meses? Es mucho menos y...

-Sí, pero no es lo mismo- lo interrumpe Dylan rápidamente- no podías compararte con nadie antes de empezar a salir, ni ahora, ni nunca. Nunca podrás compararte con nadie porque nunca he hecho el amor con nadie y nunca he querido a nadie- lo mira a los ojos y ve que Thomas comienza a ruborizarse.

Se quedan en silencio durante largos minutos.

-¿Te hablé alguna vez en profundidad de mi padre?- pregunta Thomas con la mirada vacía.

Dylan niega con la cabeza mudo, pero al ver que Thomas no le ve. Trata de desenredar el nudo en su garganta para hablar.

-No- consigue responder.

-Era un gilipollas. O es, supongo. No lo volví a ver desde los 8 años- dice Thomas- pero de antes me acuerdo como trataba a mamá. Nunca le llegó a poner las manos encima, por lo menos que yo lo viese, pero era un cerdo machista y...- se detiene para suspirar- me acuerdo cuando venían tus padres.

Dylan lo mira ahora fijamente.

-Claudia siempre me cogía en brazos y me ayudaba a vestirme con faldas mientras que Noah esperaba para jugar con Ava y conmigo. Nos sentábamos después los tres en el jardín delante de mi madre y de la tuya, que se reían y hablaban toda la tarde. Cuando empezaba a anochecer, tu padre me llevaba en brazos a mi cama porque me quedaba dormido encima de sus piernas. A veces me despertaba, pero seguía haciéndome el dormido porque amaba que tu padre fuese tan cariñoso conmigo. Me sentía querido- sonríe Thomas jugando con sus dedos de las manos- después se iban, la casa estaba en silencio 10 minutos porque mi madre ya había acostado a Ava también y después llegaba mi padre. Así cada sábado.

Thomas se reclina sobre el asiento y cierra los ojos.

-Entonces, Mark llegaba borracho a casa. Empezaban los gritos, empezaban a tirar y golpear cosas. Mamá nunca tuvo valor para echarlo hasta el día en que se fue. Ava venía a mi habitación sin que se enterasen a abrazarme y cuando mi padre estaba durmiendo la mona en el sofá, ella se iba ya más tranquila a su cuarto. Al día siguiente lo despertábamos o Ava o yo, pero solía ir yo porque no me gustaba ver a Mark con Ava. Así que, me ponía unos pantalones y unas camisetas que a mi padre le encantaban y le llevaba el desayuno al sofá. Una vez despertaba, me veía y veía la comida, creo que era el único momento en el que era amable conmigo o amable con cualquiera- suelta una risa irónico y para durante unos minutos.

Dylan lo observa. Cómo alguien tan bueno, tan guapo, tan amable, tan sincero con lo que piensa, tan transparente... ¿lo puede tratar la vida tan mal?

-Me ha insultado tanto... Me ha despreciado por decir que un niño era muy mono y me gustaba jugar con él. Me ha insultado por querer ponerme los tacones de mamá y las faldas de Ava cuando Noah solo quería jugar conmigo... Él no dejaba pasar a nadie a nuestra casa, ni siquiera a mis abuelos, que no sé que son de ellos porque pelearon con mi madre y mi padre antes de que Mark se fuera de casa. Ni siquiera dejaba a la tía Am pasar para ver a mamá, se escondían para verse. Por eso tus padres venían solo un día a la semana y cuando mi padre salía ''por ahí'' con sus amigos. A puticlubs, supongo. La verdad es que cuando vi que se había ido para siempre por una parte respiré aliviado, pero tenía a mamá como está ahora y tu madre había muerto hacía pocos meses. Me odié y me odio a día de hoy por no haber podido ir. Mi padre nunca me dejó, ni siquiera a mamá, que era su mejor amiga... Quizás te hubiese conocido allí- sonríe Thomas triste- quizás podrías haberme empezado a mejorar la vida en ese momento, cuando casi ni estaba jodida.

Dylan alarga la mano por encima de la mesa del McDonald's y Thomas entrelaza sus dedos sonriendo levemente.

-Lo único que pido ahora mismo, a parte de que Ava y tú no me dejéis nunca, es que mamá mejore. Poder disfrutar de ella solo como cuando venían tus padres o como cuando no estaba Mark.

-Me alegro de no haber conocido a Mark- dice Dylan- siento lo que te pasó. Siento que Tasha, Ava y tú hayáis sufrido tanto y a pesar de haberte conocido este año, le agradezco mil veces a mis padres que fueran a veros. Supongo que sería más complicado llevarnos con vosotros y explicarnos vuestra situación para no decir algo inadecuado. Me habría encantado que estuvieses en el entierro. Estaba muy mal, lo de mamá fue un golpe del que nunca me recuperé. Sé lo buena que era- sonríe Dylan- espero que tu padre esté bien muerto. Es lo único que se merece por trataros así a los tres.

Dylan se inclina para besar las manos de Thomas y este sonríe emocionado.

-Gracias, Dylan. Por todo- responde- desde el primer momento en el que te vi en el suelo supe que ibas a cambiar algo en mí que realmente me daba miedo cambiar, pero te quiero tanto y te necesito tanto que me alegro de que seas tan cabezota- se ríe al final.

-Yo también me alegro de ser tan cabezota- sonríe Dylan levantándose.

Thomas le hace sitio a su lado y Dylan lo abraza por los hombros.

-Te quiero, Thomas- lo mira a los ojos y se emboba con el brillo que percibe en sus orbes chocolate.

-Te quiero, Dyl- sonríe antes de posar su mano en la mejilla del castaño para acercarlo a él y besarlo lentamente.

(...)

-No hagas ruido- sonríe Thomas llevándolo a oscuras por la entrada hasta las escaleras- Ava debe de estar dormida.

Dylan se ríe en bajo y se pega al cuerpo de su novio.

-¿Cómo de dormida?- susurra en su oído sonriendo para después morderle el lóbulo.

-Dyl- se ríe Thomas en bajo, pero juntándose más con él.

Las luces se encienden y donde la puerta de la entrada ven a la tía de Thomas en bata.

-¡Tía Am!- dice Thomas sorprendido dándose la vuelta y poniendo a Dylan detrás de su cuerpo para que su tía no vea la erección de Dylan- ¿qué haces aquí?

-Me voy a quedar con vosotros un par de noches. Por si tu madre mejora- se cruza de brazos mirándolos- ¿y vosotros a donde vais?

-A dormir- responde Thomas algo divertido.

-¿Y donde va a dormir él?- pregunta señalando a Dylan. sois muy pequeños para dormir juntos.

Thomas resopla y cuenta hasta tres para no perder los nervios.

-Ese ''él'' es mi novio, se llama Dylan O'Brien y por si te olvidaste, es el hijo del Sheriff. Llevamos ya varios meses saliendo y dormimos juntos. Cosas de este siglo, tía Am, los novios duermen juntos en la cama. En la misma- responde con una pequeña sonrisa.

-¿Cómo es que el Sheriff os deja dormir juntos?- pregunta la tía.

-Déjalo, Tommy. Me voy y nos vemos mañana temprano, te vendré a buscar y vamos a donde quieras- dice Dylan en bajo. No quiere más problemas con su tía.

-Ni hablar, Dylan. Tú te quedas. Eres mi novio y no tengo por qué dormir sin ti- responde Thomas mordaz.

Mira a su tía y esta relaja los gestos.

-Ya hablé contigo, Dylan- lo avisa antes de apagar las luces y coger la linterna de su bolsillo para subir las escaleras.

-Sí, señora- dice Dylan cuando pasa por al lado.

La tía se mete en la habitación de Tasha para dormir con su hermana y Thomas resopla dándose la vuelta para quedar en frente de Dylan.

-A veces no entiende que ya no soy ese niño de 8 años del que se tuvo que hacer cargo- rueda los ojos Thomas.

Se pone de puntillas quitándose los zapatos y agarrándose al cuello de Dylan.

-De hecho... ahora me tengo que hacer yo cargo de ciertas cosas- sonríe el rubio acariciando la nuca de Dylan.

Este sonríe cuando Thomas empieza a besar su cuello. Lo coge por las piernas y sube lentamente por las escaleras tratando de no caerse.

-Solo no me arrastres a mucho, Tommy. No me gustaría que tu tía se enterase de que estamos haciéndolo a su lado- comenta Dylan en bajo.

Thomas ríe contra su cuello restregándose levemente contra la entrepierna de Dylan.

-Solo un poquito, Dyl. Ha cerrado la puerta, no se va a enterar- suspira en su oreja y esto enciende a Dylan lo suficiente para apurar las últimas escaleras y entrar en la habitación cerrando también su puerta- solo quiero que me pe...

Los labios de Dylan interrumpen las calientes palabras de Thomas deshaciéndose ya de sus pantalones.

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