-Ava, cariño. ¿Qué te pasa?- pregunta Thomas sentándose al lado de ella en la cama.

Ava seca sus lágrimas y se muerde el labio negando con la cabeza.

-Ya hacía que no me llamabas cariño. Desde que estás con Dylan más o menos- sonríe levemente pasando la mano por su pelo.

Thomas se paraliza un momento y después acaricia la mano de su hermana.

-He estado muy atento a Dylan y poco a ti, lo siento. Pensé que podrías tener a Julia como lo que era yo- contesta Thomas ahora triste- debería haber seguido prestándote atención.

Ava niega con la cabeza.

-Julia ha hecho eso y sigue haciéndolo, créeme. Me encanta tenerla a mi lado- sonríe levemente- y también he notado que sigues con el ojo encima de mí aunque todo lo demás vaya junto a Dylan. 

Thomas suspira algo aliviado. Por lo menos no es Julia, ya que hoy se quedaban con las chicas a dormir.

-Entonces... ¿me vas a contar qué te pasa?- pregunta de nuevo con cuidado.

Ava mira a la nada y las lágrimas caen de nuevo por su rostro apretando los labios.

-¡Que Julia tenía razón, Tom! Julia siempre tiene razón- grita de repente alarmando a Thomas- porque la jodida Lucía ha ido por todo el instituto diciendo que soy... cuando ¡vaya! ella se tiró a Gabriel hace dos fines de semana. Y Julia me avisó. Cuando no congeniaron me extrañé ya que las dos son muy directas. Hasta pensé que sería eso, pero no. Fue porque Julia la caló desde el minuto cero y me avisó, lo que pasa es que no me insistió sobre ella porque no quería meter mierda. Bendita y jodida Julia, qué razón tiene con todo.

Ava coge aire después de hablar y Thomas reacciona.

-¿Se acostó con Gabriel?- pregunta sorprendido- joder con el niño...- resopla Thomas.

Gabriel fue un chico del curso de Ava que se lio con Thomas y cuando el rubio vio que no iba para nada más, se lo presentó a su hermana. Resultando ser el chico con quien lo haría por primera vez y su primer amor.

-¡Sí! Y lo sé porque vino a pedirme perdón ayer. ¡Él! ¡Y dos semanas después!- dice indignada- cuando tendría que haber sido Lucía hace dos fines de semana.

-¿Entonces qué pasó? Sé que Gabriel te importa y siempre te importó mucho por lo mucho que lo quisiste, pero ¿por qué acabas de entrar llorando?- pregunta Thomas confundido.

-Hoy quedé por la tarde con las chicas ya que de noche me iba con Julia y las demás- suspiró Ava secándose las lágrimas- y pensaba encarar a Lucía por eso, pero las demás me contaron lo que habían escuchado de mí y que fue Lucía quien difundió todo. Me puse a despotricar sobre ella y cuando apareció le di un bofetón, se enfadó y empezó a insultarme. Me fui tan enfadada que empecé a llorar de rabia. De rabia porque Lucía era una de mis mejores amigas y porque no me esperaba esa traición.

Thomas se acostó a su lado y la abrazó dejando un beso en su frente.

-¿Quieres que llame a los chicos? Podemos darle un paliza- sonríe Thomas levemente.

-Gracias, Tom- se ríe Ava- pero podré arreglármelas, puedo con una rubia teñida.

-Y tienes a Julia, que a veces da miedo- añade Thomas sonriendo.

-Y tengo a Julia- se ríe Ava a carcajadas abrazando a su hermano- y a las demás.

Y hablando de Julia, el móvil de Thomas sonó provocando una sonrisa en sus labios.

Tommy, Julia está desesperada por saber Ava. Dice que no le responde los mensajes y no he querido decirle que entró llorando porque iría ahora mismo a verla y no creo que pudieseis hablar. Lleva así un rato, pero ahora se está volviendo loca.

Podéis venir a casa, pero prefiero que no le digas nada. Estoy seguro de que Julia ya sabe que algo malo le pasó a Ava y al verla lo confirmará. No necesita que le digas nada.

Bien, ahora la llevo.

¿Dyl?

Dime.

¿Te quedas a dormir?

Claro, dame dos minutos. Llegaremos volando si hace falta.

Thomas se ríe guardando el móvil.

-Dylan y Julia vienen en seguida- le dice Thomas a Ava.

-Me entrañaba que Julia tardase tanto en verme al ver que no respondía a los mensajes- sonríe Ava.

-Y así hizo, pero Dylan la retuvo. Pensó que necesitaríamos hablar.

-Adoro a mi cuñado- suspira Ava.

Thomas sonríe pensando, yo también lo adoro bastante.

-Por cierto, se quedará a dormir- dice levantándose- ¿te preparo la bolsa?

-Sí, por fa- pide Ava desde la cama- pues a ver si os acostáis ya. ¿No te llegan tantos meses?

Thomas deja la cara de póquer mientras mete un pijama en la mochila de Ava. Le encantaría decirle que ya hizo el amor con Dylan y que teme que le guste más de lo que piensa, pero sabe qué pasará si Ava lo sabe.

Ava se levanta abriendo los ojos y se pone delante de él. Thomas la mira fingiendo sorpresa.

-¡YA OS HABÉIS ACOSTADO!- grita emocionada la rubia.

Coge la mochila, la tira al suelo y empuja a Thomas para que se siente en su cama.

-¿Cuándo? ¿Cómo fue? ¿¡Por qué no me lo has contado!?- pregunta la rubia dándole golpes en el hombro. Y Thomas prefiere las consecuencias a tener que seguir ocultándolo cuando se muere por gritarlo.

Thomas sonríe y Ava vuelve a gritar.

-Fue antes- suspira Thomas- al mediodía más o menos. Fue un rato después de hablar con mamá. Estuvimos con ella, la dejamos dormir y... surgió hasta el final- ensancha su sonrisa mirando a su hermana- ¡y fue increíble! Maravilloso, mágico, único... No sé cómo lo ha hecho Dylan. Bueno, sé perfectamente cómo lo ha hecho- ríe Thomas- pero no entiendo cómo lo hace todo tan perfecto.

-¡DIOS MÍO! No os interrumpí por unas horas. Menos mal, me habría odiado por ello- pero Ava sonríe y se levanta para terminar su bolsa- te dije que Dylan valía la pena. Estoy viendo hasta la nube en la que flotas- lo señala disimuladamente riendo.

Thomas mira para abajo y resopla al verlo todo normal y le tira un cojín a Ava, la cual lo esquiva riendo.

Minutos después, timbran en la casa. Nada más abrir la puerta, Dylan y Thomas se sonríen y este pasa junto Julia.

-¿No te parece que hoy nos marginan más de lo normal con las miradas?- pregunta Julia a Ava sin dejar de mirar a su hermano y a su cuñado.

Ava sonríe y niega con la cabeza. Julia la mira y salta a sus brazos abrazándola.

-No me vuelvas a hacer algo así, Ava Sangster, o te acordarás de quién soy yo- dice Julia.

-Lo siento- pide la hermana- nos vamos, chicos. Os queremos- comenta antes de empujar a Julia y cerrar la puerta.

Thomas agarra la mano de su novio y tira de él hacia su cuarto.

-¿Ava ya lo sabe?- pregunta observando la espalda de Thomas.

-Lo descubrió solo con mirarme- sonríe Thomas tirando más de él.

-¿Sabes que se lo contará ahora a Julia y mañana lo sabrán todos, verdad? Hasta mi padre- se ríe Dylan mientras caminan por el pasillo.

Thomas asiente. ¿No puede callarse? Trato de llevarlo a mi habitación.

-¿Y sabes que nos vacilarán con ello?- pregunta sonriendo delante de la puerta del rubio.

Thomas asiente abrazándolo por el cuello y cerrando la puerta con su cuerpo desde dentro. Dylan observa sus ojos y sus labios rápidamente con las ganas creciendo.

-¿Y...?

-Mejor cállate y bésame, O'Brien- sonríe Thomas divertido caminando hacia la cama.