17

-¿¡Me estás diciendo que Thomas te hizo una paja en el baño!?- se altera Tyler una semana después cuando salen del instituto.

-Shh, Ty- lo chista Dylan mirando para todas partes- no vaya a ser que te escuche.

-Sabes que fue a buscar a Ava y a Julia al piso de arriba. No es Dumbledore para aparecerse dentro de la uni- ríe Tyler.

-Tampoco estamos en Hogwarts cómo para poder aparecer o no dentro de la universidad- comenta Hoech.

-De hecho, Hogwarts es colegio no universidad- protesta Tyler.

-Seguía lo que dijiste- Hoech se encoge de hombros.

-Hoech te ha pillado, Ty- ríe Will.

-Yo siempre pillo a todos- sonríe Hoech bromeando.

Will sonríe y niega con la cabeza mientras que Dylan contiene la risa al ver a sus cuatro amigos.

-El caso es que sí- mira para Tyler con una sonrisa boba.

-¿Y seguís sin acostaros?- pregunta Tyler sin entenderlo.

-Sí- resopla Dylan- pero no pasa nada. Todo por ver la sonrisa de Thomas todo los días. Imagínate que lo presiono para seguir a más y me acaba odiando. No puedo dejar que Thomas me odie. ¿Qué hago yo si acaba odiándome? Me tiro en la gruta de papá hasta que suba la marea.

-¿Por qué te odiaría? Thomas pierde el culo por ti y según nos has contado, fue él quien empezó- dice Tyler.

-Bueno, sí. Pero...

-¿Y no piensas que es mejor si hacéis así?- interviene Ki.

Dylan lo mira confundido y Ki rueda los ojos.

-Si vais jugando el uno con el otro. Si vais probando y experimentando- dice como si fuera obvio- está claro que cuando os acostéis ya conoceréis que os gusta y qué no.

Dylan y Tyler lo miran con la boca abierta.

-Mira el puto chino como los ha dejado sin palabras- ríe Hoech a carcajadas.

Ki se sonroja y sonríe.

-Cae de cajón. No es acelerar las cosas, es conoceros más a fondo y más lentamente- se encoge de hombros el coreano.

-Otra cosa quería meterle más a fondo y lentamente- resopla Dylan.

-¡O'BRIEN!- gritan todos riendo.

-Oye, que me gusta mucho y esperaría casto toda mi vida, pero yo también tengo las ganas por los aires.

-¿Las ganas de qué?- pregunta Thomas detrás sonriendo al grupo.

Todos se queda pálidos y miran a Thomas que se acerca para dejar un beso corto en los labios de Dylan. El rubio sigue esperando respuesta cuando Dylan lo coge de la cintura.

-De nuestra segunda cita- apura Dylan sonriendo- he pensado que podría ser hoy. Si no os importa estar sin nosotros, chicas.

Mira a ambas hermanas que los miran sonriendo y niegan con la cabeza rápidamente.

-Se nos ocurrirá algo- sonríe Ava divertida.

Thomas le da una patada y Dylan sonríe mirándolos algo confundido.

-¿Y a ti te parece bien?- le pregunta a Thomas cogiéndolo de la barbilla para que lo mire.

Thomas sonríe cuando lo mira a los ojos y pone sus manos en el pecho de Dylan.

-Por mí está perfecto- susurra Thomas tentado de darle un beso algo más profundo de lo acostumbrado aún delante de todos.

-Bien- susurra Dylan igual sonriendo.

-No me importa que me suban el azúcar- sonríe Hoech orgulloso.

Ty niega con la cabeza y coge del bolsillo trasero de Thomas las llaves del su coche.

-Iros a casa, chicas- le sonríe a Julia y a Ava dándoles las llaves.

-Gracias, Ty- sonríe Ava cogiendo a Julia del brazo.

Ellas se van y Thomas se ríe apoyando su frente en el cuello de Dylan. Los chicos hacen igual dándoles en los hombros y caderas de Thomas y Dylan para despedirse.

(...)

Mientras la conversación de los chicos ocurría

-Espera- dice Ava sorprendida- ¿masturbas a tu novio en el baño del instituto y me lo cuentas una semana después?

Thomas enrojece violentamente y deja un golpe en el brazo de Ava.

-Gracias, hermanita. A ver si no te escuchó Noah desde su casa- Thomas agacha la cabeza y Julia se ríe.

-Pero si no pasa nada, Tom. Sois novios, eso está bien- interviene Julia.

-Julia, hoy duermo contigo en casa- dice Ava- vamos a dejarles la casa solo con mamá.

-¡NO! Dylan todavía no sabe lo de mamá- grita Thomas.

-Lo siento, Thomas- dice Julia triste.

-No pasa nada, Julia. Se lo contaré- contesta Thomas rascándose la nuca- solo... que no encuentro el momento, pero quiero hacerlo.

-Estoy segura de que se te haría más fácil vivir si Dylan lo supiese todo- resopla Ava.

-Eh, lo sabe todo- se defiende Thomas- bueno... solo le falta lo de mamá y Mark.

-Como si eso no fuera importante- comenta Ava.

-Ava, no le des tanta caña a Thomas. Es normal que se comporte así con mi hermano- lo apoya Julia.

-Bien, bien- acepta la rubia- mira, ahí tienes a tu enamorado- dice Ava saliendo de la facultad y señalándolo con los chicos.

Dylan gesticula mucho con las manos y los demás se ríe. Se acercan del todo y Thomas mira embobado para Dylan.

(...)

Cuando salen del McDonald's, Dylan y Thomas se cogen de las manos y caminan hasta el Jeep.

-Te prometí que en nuestra segunda cita te llevaría en el Jeep- comenta Dylan- ¿dónde está mi premio?

Thomas niega sonriendo y se pone delante de él sin soltarle de la mano. Caminan hacia atrás hasta que llegan al capó del Jeep. Dylan sube a Thomas encima y una vez lo sienta, lo atrae a su cuerpo.

Dylan lo mira y Thomas rodea el cuello del castaño con sus brazos.

-¿Qué es lo que quieres?- pregunta divertido poniendo sus piernas alrededor de la cadera de Dylan.

-A ti- sonríe Dylan acariciando su espalda.

-Suena demasiado comprometedor, Dylan O'Brien- juega Thomas acariciando la nuca de Dylan.

-¿Qué quiero hacer contigo que no sea comprometedor?- pregunta sonriendo.

-Ah no sé- se ríe Thomas peinándose- dímelo tú.

Dylan niega con la cabeza y pega sus labios de los de Thomas para después moverlos lentamente. Thomas abre la boca reprimiendo un suspiro y dejándose hacer por Dylan.

Thomas se recuesta en el capó al mismo tiempo que Dylan se sube para ponerse encima del cuerpo de Thomas sin separar sus lenguas.

Dylan profundiza el beso haciendo jadear a Thomas, que pone sus manos en la espalda baja de este.

-Dyl- ríe Thomas separando, a su pesar, sus labios de los del castaño- estamos en un aparcamiento- apoya la cabeza en el coche sonriendo y tratando de respirar regularmente.

-Lo siento- sonríe Dylan viendo que Thomas no esta molesto- me cuesta controlarme.

-Ni que fueras un hombre lobo- sonríe acariciándole la mejilla. Dylan se baja y Thomas se sienta en el capó.

-No, pero soy un hombre con ojos y con diversas erecciones a lo largo del día- se ríe Dylan agarrando la mano de Thomas para bajarlo con cuidado.

Thomas enrojece y sonríe. Al bajar, Dylan lleva de la mano a Thomas hasta su asiento abriéndole la puerta.

-¿A dónde me vas a llevar?- pregunta Thomas cuando Dylan se sube al asiento del piloto.

-A la gruta. Creo que hoy puedo enfrentar mi miedo si estás a mi lado- sonríe Dylan tímido.

El corazón de Thomas se derrite de ternura y acaricia la mano de Dylan entrelazando sus dedos.

-Será un placer- contesta con una pequeña sonrisa.

Dylan le sonríe embobado y sacude la cabeza cuando nota la mano de Thomas abandonar la suya para poder arrancar el coche y conducir.

(...)

-¿Sabes que no tienes por qué hacerlo, no?- pregunta Thomas delante de la gruta parados y notando a Dylan temblar.

Agarra mejor su mano y la aprieta con algo de fuerza. Dylan mira sus manos entrelazadas y sonríe.

-Lo sabes todo de mí. Sabes mis miedos, sabes mis gustos, te sabes mi vida. Y a penas llevamos medio año conociéndonos, pero me importas más que el 99% de la gente que he conocido estos últimos meses- dice Dylan serio- si tengo que hacer esto con alguien es contigo. Ni siquiera he dejado venir a ninguno de los chicos.

Thomas sonríe con ternura y se pone delante decidido con su plan. Dylan tiembla ligeramente viendo la gruta detrás de Thomas.

-Por cierto, ese 1% es Ava. Que la quiero ya como a Julia- confiesa mirándolo a los ojos.

Thomas sonríe y agarrando sus dos manos, acerca su rostro al contrario para besarlo lentamente.

Dylan se sorprende de la forma en la que lo besa y lo atrae hacia él para continuar besando los labios de Thomas con todo el amor que siente.

Thomas da pasos hacia la gruta sin separarse de Dylan para guiarlo casi sin que se entere ya que el castaño está demasiado atento a los labios de Thomas y a saborearlos como se merece.

Después de unos segundos, se paran y acaban de besarse para después separarse. Dylan abre los ojos lentamente, encontrándose a Thomas a un metro de él todavía de la mano y ambos dentro de la gruta.

Dylan mira para su alrededor asustado y Thomas se pone delante de él pegándose a su cuerpo. Coge las manos de Dylan y las coloca en su cintura para que se sienta protegido y coloca las suyas encima acariciándolo lentamente.

-Caminemos por dentro para ver que hay, ¿de acuerdo?- dice Thomas en bajo para tranquilizar a Dylan. Este asiente respirando en su cuello provocando que la piel de Thomas se erice.

Es una gruta ancha y oscura hasta que llegan a un pasillo estrecho. Thomas se asoma por el pasillo y ve luz.

-¿Quieres entrar?- le pregunta algo inseguro a Dylan.

Dylan asiente tragando saliva con dificultad.

-Eh, tranquilo- dice Thomas agarrando las mejillas de Dylan dándose la vuelta- estoy aquí, ¿vale? Estoy aquí contigo.

Acaricia su pecho y Dylan asiente de nuevo. Le da la mano y se agarran con fuerza para pasar de lado por el pasillo.

Al entrar en la cueva dentro del pasillo, ambos miran maravillados para toda la cueva.

Miles de luces dan en las piedras acristaladas por la luz que entra de la bóveda. Toda la estancia brilla provocando que Dylan y Thomas miren para todas partes.

-Aquí se metía Julia siempre- suelta Dylan de repente soltando aire con ello.

-Es precioso. ¿Son diamantes?- pregunta Thomas acercándose a las paredes.

-Piedras preciosas por lo menos- Dylan se acerca junto donde está Thomas.

Toca una y sonríe.

-No, no son piedras preciosas. Fíjate- lo llama arrancando una de la pared con cuidado- es bastante ligera, tiene burbujas de gas bastante grandes y redondas. ¿Ves las líneas de flujo y los hoyos?- lo mira por unos segundos y Thomas mira la piedra atento- es una imitación, pero engaña a la vista desde luego. Y que brillen tanto es impresionante.

-¿Una imitación no es artificial? ¿Qué hace alguien viniendo aquí y construyendo una cueva entera, con varios metros de altura he de decir, dentro de una gruta para poner piedras preciosas de imitación?- pregunta Thomas curioso.

-No tiene porque ser artificiales. Hay piedras preciosas de imitación que son naturales- contesta Dylan.

-¿Cómo sabes todo esto?- pregunta de nuevo el rubio mirando a Dylan.

El castaño sonríe.

-Soy verniano- contesta simplemente y al ver la cara de confusión de Thomas se explica- ser verniano es leer y creerse los relatos y teorías de Julio Verne, que es un escritor francés. Algún día te enseñaré mi colección de libros, los tengo todos.

Dylan camina por la cueva mirando maravillado las paredes.

-El caso es que me leí a Verne cuando era muy pequeño. Viaje al Centro de la Tierra fue el primero que leí. Axel, el sobrino de Lindebrock, y el profesor saben mucho sobre piedras preciosas, minerales... Al principio de la novela se explica cosas sobre estos tipos de piedras/rocas. Me gustó tanto que investigué sobre el tema- sonríe Dylan- durante todo el libro se hace mención de cómo cambian los tipos de suelo en sus viajes y conforme avanzan al centro de la tierra. Además de que me leí el resto de los libros de Verne dándome por verniano al 200%

Thomas se le queda mirando y se apoya en la pared para no caerse.

-¿Por qué cada vez eres más sexy?- pregunta seriamente.

Dylan lo mira sonriendo y, al ver que lo pregunta de verdad, se sonroja. Dylan le tira la piedra y Thomas la coge al vuelo mirándola.

-Si la metes en una vitrina y no dejas que nadie la coja, pocos se darán cuenta de que no es una piedra preciosa real- sonríe levemente.

Thomas sonríe y espera a que Dylan se acerque del todo a él.

-¿Sabes? Me siento increíblemente cómodo aquí. A veces, cuando me bañaba con mi padre, mamá y Julia entraban en le gruta. Estoy seguro de que venían aquí y me gusta la sensación de saber que ella estuvo aquí disfrutando de esta maravilla.

Thomas sonríe y agarra las manos de Dylan.

-Vio muchas maravillas en su vida, Dyl. Tú eres una de ellas- sonríe Thomas provocando que un par de lágrimas acudan a los ojos de Dylan.

Thomas lo atrae a él para abrazarlo y suspira en su oído. Se quedan un rato abrazados hasta que Dylan se separa dejando un casto beso en los labios de Thomas.

-Vámonos a mi casa, anda- sonríe Dylan agarrando a Thomas de la cintura.

Caminan hasta el pasillo donde se separan para salir y vuelven a la misma posición.

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