14
-¿Nos vemos de noche, chicos?- pregunta Posey cuando a la salida ya están los cuatro hermanos juntos y se tienen que separar de los chicos.
-Sí- sonríe Thomas- estaremos allí a las 22:00.
Posey corre hacia ellos y abraza a Thomas y a Dylan haciendo sonreír a Dylan y sorprender a Thomas.
-Bien- sonríe al separarse. Dylan le da otro abrazo a Posey mientras que Thomas se sonroja- os esperaremos en algún sitio de la casa. Os envío un mensaje.
-Llevaré el móvil cargado- responde Dylan cogiendo de la mano a Thomas.
Este mira sus manos y sonríe levemente pegándose un poco a Dylan. Posey se va con los otros para irse a casa.
-ADIÓS, CHICOS. OS QUEREMOS- grita Posey ya de lejos saludándolos con la mano con una sonrisa.
-Ty es demasiado tierno- sonríe Thomas- espera, ¿ha dicho os queremos?
-Claro, Tommy. Les caes muy bien, para los cuatro ya eres de nuestro grupo y te quieren como amigo que eres- sonríe Dylan agarrando su otra mano y pegándolas a la cintura del rubio junto las suyas abrazándolo.
Thomas no sabe qué decir, pero Dylan entiende que está agradecido.
-Gracias- susurra antes de juntar sus labios con los de Dylan en un beso rápido que en cuanto escuchan un grito saben que no quedó inadvertido para ambas hermanas.
Al separarse, Thomas sonríe tímido y junta su frente con la de Dylan.
-Ay, ¡¡qué monos!!- sonríe Julia contenta.
-Por lo menos lo hemos pillado- sonríe Ava.
-Nos vamos en el Jeep- comenta Dylan separando su frente de la de Thomas- comeremos con papá y después iremos a la fiesta.
-Vale- dicen las dos chicas contentas.
Dylan tira de la mano de Thomas para llevarlo hasta el Jeep y Thomas se emociona cuando está sentado.
-Si para ver esa sonrisa solo teníamos que haber venido en el Jeep te habría traído desde el segundo día de conocerte- se ríe Dylan encendiendo el coche.
Thomas da una carcajada y deja un casto baso en los labios de Dylan provocando que el castaño enrojezca. Thomas sonríe al verlo y conducen hasta la casa de Dylan.
-Hola, chicos- les sonríe Noah al entrar- ¿y Julia?
-Hola, Noah. Con Ava en mi casa- sonríe el menor dándole su chaqueta a Dylan.
-¿Os quedáis a comer mis famosos espaguetis?- alza las cejas sonriendo.
-Sí, papá- sonríe Dylan- nosotros subimos, llámanos cuando estén listos. Y Thomas después quiere hablar contigo.
El Sheriff asiente y Dylan y Thomas suben al cuarto de Dylan.
-No me puedo creer que desde nos conocemos solo haya subido una vez a tu cuarto y tú estabas borracho- comenta Thomas mirando la habitación con la curiosidad que no pudo ese día.
Dylan suelta una carcajada y se tira a la cama.
-¿Dónde voy a dormir hoy?- pregunta Thomas.
-En mi cama conmigo- responde Dylan.
Thomas lo mira alzando una ceja.
-¡Oh, vamos, Tommy! No pasará nada. Podemos dormir juntos- sonríe Dylan.
Thomas se encoge de hombros sonriendo.
-Pero te haces tú cargo si tu padre nos pilla o algo así- le advierte Thomas. Dylan sonríe y asiente.
Se quedan unos segundos en silencio antes de que Dylan vuelva a hablar.
-No sé por qué estoy tan casando- resopla Dylan divertido.
-Culpa mía no es- sonríe Thomas acomodándose el vestido.
-No, ya te digo yo que no- se ríe Dylan mirándolo de arriba a abajo acostado.
Thomas lo ignora mirando las estanterías y el tablón con sus apuntes de clase.
-¿Por qué tienes solo fonética en rojo?- pregunta Thomas curioso.
Dylan sonríe y mira para el techo.
-Porque no entiendo fonética. Tengo que buscar algo para ayudarme con eso. Lo que no entiendo lo marco con rojo.
-¡DYL! Y JUSTO FALTAMOS- responde Thomas triste y parándose a mirar más cosas- yo te explicaré, creo que no se me da mal.
-¿Qué se te da mal?- pregunta Dylan riendo.
Thomas resopla divertido y lo ignora. Cómo si me acercase siquiera a ser perfecto.
Dylan se levanta y lo abraza por la cintura dejando su cabeza en el hombro del rubio.
-Esa es mamá- señala un cuadro- con papá, Julia y conmigo. En la playa a la que te llevé.
-Reconocí la roca- sonríe Thomas acariciando las manos de Dylan todavía abrazando su cintura.
-Que listo eres- susurra sonriendo para dejar un beso debajo de su oreja.
Thomas se estremece y siente una ola de calor recorrerle el cuerpo.
-Más de lo que piensas- sonríe Thomas alzando su mano para coger un libro de historia de la literatura inglesa.
Dylan le da la vuelta y lo pega a su cadera haciendo notar su miembro.
-¿Ah sí? ¿Cuánto más?- pregunta Dylan acariciando su espalda y llevándolo hasta la cama.
-Mmm... mucho más- susurra Thomas dejándose caer debajo de Dylan.
-Eso me gusta- sonríe Dylan rozando sus labios con los de Thomas- miento- susurra- me encanta- añade antes de coloca sus manos en sus mejillas para besarlo.
Thomas sonríe en medio del beso y se acomoda debajo de Dylan disfrutando de sus labios. El vestido de Thomas se levanta un poco dejando entre ver el borde del tanga que lleva puesto.
-Dyl...- susurra- déjame colocarme el...
Pero Dylan no le deja hablar y cuela su lengua de nuevo en la boca de Thomas haciéndolo gemir levemente. El de lunares coloca su mano en la pierna de Thomas acariciándola con la misma lentitud con la que sus labios se mueven contra los de Thomas.
-Dyl, no aquí. No con tu padre en casa- susurra Thomas separando sus labios de nuevo de los de Dylan, pero en realidad necesita más.
Dylan lo mira con las pupilas dilatadas y brillantes. Su mano sube hasta el vestido y lo baja lentamente rozando su mano con la piel de Thomas erizándola.
-Lo siento- pide Dylan poniendo sus brazos a cada lado de la cabeza de Thomas.
Este niega con la cabeza y acaricia su pelo besándolo de nuevo.
-¿Cómo era mi madre contigo?- pregunta Dylan pasando sus dedos por el pelo de Thomas desenredándolo.
Thomas sonríe.
-Siempre me cuidó mucho, pero no sabía que os tenía a Julia y a ti. Me traía chocolate cada tarde que venía, jugaba conmigo a las muñecas- se ríe- y con Ava. Mientras que mamá hablaba con Noah. Cuando mi madre y la tuya estaban juntas siempre estaban riendo. No sé quien de las dos era la que contaba cosas graciosas, pero estaban siempre con una sonrisa en la cara.
-¿Cómo se llama tu madre? ¿Y tu padre?- pregunta Dylan.
-Tasha y Mark- contesta Thomas mirando cada lunar de Dylan.
-Deben ser increíbles habiéndoos tenido a Ava y a ti- responde Dylan- aunque no creo que los conociese.
Cunado las lágrimas amenazaban los ojos de Thomas y Dylan se estaba alarmando, Thomas atrapa los labios de Dylan suavemente, mordiendo su labio inferior arrancando un jadeo del castaño.
Thomas se mueve para que todo el cuerpo de Dylan quede contra el suyo y Dylan se deja llevar por Thomas profundizando el beso. En cuanto Thomas nota la lengua de Dylan chocar con la suya con fuerza, su cuerpo se tensa. El beso sube de tono y ambas manos se mueven automáticamente por el cuerpo del otro.
Las de Dylan en los muslos de Thomas tocando el borde del vestido metiendo sus manos por debajo pero sin subir más que un par de centímetros.
Las manos de Thomas viajan por toda la espada y hombros anchos de Dylan dejándolas de vez en cuando en su espalda baja jugando igual con su camiseta. Acaba levantándola hasta por encima del ombligo sintiendo desfallecerse del placer. Dylan suspira y ayuda a quitársela.
El castaño trata de hablar para calmarlos. A Thomas, a él mismo y a su cuerpo que parece querer arder con cada toque de Thomas. Dylan pasa sus labios al cuello de Thomas mordiéndolo suavemente.
Este recorre el abdomen de Dylan devorando sus labios, presiona las yemas de sus dedos por la piel caliente de Dylan. Ambos gimen cuando Dylan se mueve encima de él teniendo ya una erección. Las manos del de lunares estaban por subir el vestido del rubio hasta la cadera cuando su padre llama a la puerta.
-Chicos, ya está lista la comida- dice el Sheriff a través de la puerta.
Ambos separan sus labios alterados.
-¡Ya vamos!- consigue gritar Dylan sin que le tiemble la voz. Al escuchar a su padre bajar, respira profundamente y mira los labios rojos de Thomas.
Se levanta de encima de su cuerpo tratando todavía de calmar todas sus emociones.
-Lo siento, yo no... yo no quería... Dios- suspira Dylan nervioso- yo no quería...
-Tranquilo, Dyl- lo agarra de la mano y le pasa la camiseta- ahora empecé yo. Está bien.
Dylan lo mira fijamente como queriendo descifrar que pasa ahora mismo por la mente del rubio.
-Bien. Yo...
Thomas sonríe tierno viendo que quiere disculparse de nuevo, se sienta en la cama y le acaricia la mejilla. Lo mira con una sonrisa, pero sin decir nada.
-Te prometo que estaba bien con todo, más que seguro y gustándome.
Deja un beso corto en sus labios pero entrelazando sus lenguas unos segundos. Dylan al final sonríe y, al separarse, ve a Thomas sonrojado y se pone la camiseta.
Ambos bajan a comer y después, mientras Dylan friega los platos. Noah y Thomas van a la habitación de Noah para hablar.
-¿Pasó algo con Tasha?- pregunta una vez cierra la puerta.
Thomas duda.
-Más o menos- se sienta en la cama del Sheriff y este lo mira sentándose a su lado.
El Sheriff espera paciente a que Thomas hable.
-Es también sobre Dylan- añade.
-¿Qué ha hecho?- frunce el ceño.
-Nada, nada- se apura a decir Thomas removiéndose en el sitio- nada malo- añade en bajo.
-¿Entonces?- pregunta el Sheriff confundido.
-Dylan... me gusta mucho, Noah- confiesa mirándolo- por no decir bastante más que mucho. Y cada día va a más y realmente no sé como lo hace y...- suspira pasando la mano por su cara- el caso es que quiero ser sincero con él. No estoy muy seguro de si estoy haciendo bien o no, pero realmente no puedo resistirme a él. Quiero contarle lo de mamá y lo de papá. Explicarle nuestra situación y que pueda a entrar en casa. Si hasta Julia lo sabe y él no- resopla- pero tengo miedo. Tengo un miedo terrible por lo mucho que me está importando.
Noah sonríe levemente y abraza a Thomas por los hombros consolándolo.
-Mi hijo tiene mil defectos, Tom- comienza- tiene mil defectos que incluso puedes llegar a odiar de él, pero tiene un millón de virtudes que ganan a todos esos defectos. Tiene un corazón enorme y lo que más cuida es a la gente que quiere. Y le pasa contigo, Tom. Me he dado cuenta y no creo que haya mejor persona para cuidarte. Dejando a un lado que se trata de mi hijo y quizás lo tengo idealizado... pero créeme. Idealizado o no, sé que le gustas mucho a Dylan y sé que te va a cuidar. Y si te soy sincero- se ríe el hombre- me dejáis bastante tranquilo tanto por un lado como por el otro sabiendo que estáis juntos.
-¿Pero y si reacciona mal a lo de mamá? ¿Y si se nos complican las cosas por saberlo?- pregunta Thomas.
-Estoy seguro de que no reaccionará mal. Todo lo contrario. Lo conozco bien- contesta- ¿y no crees que realmente se te harán más fácil si lo sabe? No tendrás que andar con mentiras y créeme que te quitarás un gran peso de encima porque te ayudará a sobrellevarlo.
-Eso no me quita el miedo que tengo, Noah. Ni de que se vaya ni de lo que siento.
-En lo que sientes no me puedo meter, Tom- dice el Sheriff- yo me dejaría llevar. No por ser Dylan sino porque ya es hora de que te ilusiones con algo más con que tu madre reaccione a algo. Y aunque no pueda tranquilizarte con lo de que se vaya, aunque sé que no lo hará, es también tu decisión. Tómate el tiempo que quieras. ¿Sospecha algo?- pregunta.
-Sí- contesta Thomas- no le he contado nada y sabe que siempre evito el tema. Comiendo, una vez, me dijo que esperaría lo que hiciera falta para que se lo contase, porque sabía que algo le ocultaba. Que algo me pasaba.
-Entonces ten la calma que quieras. Si algo tiene Dylan es paciencia. No te preocupes. Cuando te salga hablarlo con él. Te saldrá solo.
-Gracias, Noah- sonríe Thomas separándose del padre de Dylan- lo haré y espero que sea pronto. Y espero que el miedo no me ciegue.
-De nada, hijo. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo. Me alegro de que Dylan pueda estar con alguien como tú- sonríe el Sheriff.
Dylan toca en la puerta y la abre con cuidado.
-¿Alguien quiere ver Piratas del Caribe?- pregunta enseñando las tres películas.
Ambos sonríen y se levantan de la cama.
-Por mi perfecto- se estira el Sheriff con cuidado.
-¿Tommy?- pregunta mirándolo algo tímido.
-Lo que quieras, Dyl- sonríe caminando hacia él.
Dylan sonríe y baja al salón con Thomas detrás seguidos segundos después por el Sheriff.
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