12
-Venga, Dyl- dice Thomas mientras sonríe mirándolo de arriba a abajo.
Están enfrente a la casa de Thomas al mediodía, el jueves. Dylan está apoyado en la puerta del copiloto de brazos cruzados esperando que Thomas entre a cambiarse y salga.
-No, Thomas. No trates de chantajearme.
Thomas se acerca a Dylan.
-¿Podría hacerlo?- pregunta con una sonrisa traviesa.
Dylan traga saliva y no responde, solo lo mira.
-Anda, dame una pista- insiste Thomas. Pone sus brazos en los hombros de Dylan acercándose un poco más a él.
Dylan rueda los ojos pero sonríe poniendo sus manos en la cintura de Thomas.
-No te voy a decir nada. Ya te dije que es una sorpresa- lo mira mientras que Thomas niega con la cabeza y rodea su cuello con sus brazos.
-Si vamos a un restaurante en plan serio preferiría ir con pantalones- confiesa Thomas- es nuestra primera cita y prefiero que pasemos desapercibidos para los demás...
Dylan sonríe.
-Acabemos en una ciudad lejana, acabemos en mi casa con papá, Julia y Ava, acabemos en un restaurante, en el McDonald's o tirados en la calle... quiero que vayas como más cómodo sueles estar. Y eso no es con pantalones- sentencia Dylan sonriendo.
-Eso solo es una excusa para no decirme ni un poquito de lo que tienes pensado para hoy- sonríe Thomas y Dylan baja sus manos a la cadera sonriendo.
-Como lo tuyo- repone Dylan.
-Bueno...- susurra Thomas- lo mío no era excusa. Quizás llaman a tu padre al verme, por escándalo público.
Mira a Dylan a los ojos y el castaño ve que no bromea.
-Que se atrevan- dice Dylan serio- y más cuando el hijo del Sheriff está saliendo contigo- coloca un mechón de Thomas. Se fija en las mejillas sonrojadas de Thomas y lo mira confundido. ¿He dicho algo malo?- anda, ve a vestirte como quieras para nuestra cita. Como te vea con pantalones te los mando ir arriba a quitar. Bueno, si tu cuarto está arriba.
Thomas sonríe y asiente.
-Da a ese lateral de la casa- señala la parte derecha y Dylan sonríe.
-Pues venga- le da una suave palmada en la cadera- ve a cambiarte. Te espero aquí.
-Vale- acaricia su nuca unos segundos poniendo la piel de Dylan de gallina y al final se separa.
Llega hasta la mitad del camino cuando se para mordiéndose el labio y se da la vuelta, pero se arrepiente nada más hacerlo. Mira a Dylan fijamente y Dylan entiende lo que quería, pero no va a dejar que lo diga si no está seguro.
-Venga, Tommy- sonríe Dylan- se nos hará de noche.
-Sí, pero...
-Tranquilo- interrumpe Dylan tranquilizándolo- espero aquí.
Thomas lo mira un rato para después asentir y sonreírle.
-No tardo nada- grita corriendo lo que le quedaba hasta la puerta.
Sube hasta su cuarto para colocarse una falda de vuelo hasta las rodillas con un top blanco y baja sin preocuparse por la chaqueta, espera que no le haga falta.
Cierra con llave y corre de nuevo hasta Dylan parándose antes de saltarle encima.
Dylan se mueve unos centímetros y le abre la puerta.
-Sube- sonríe y Thomas se sienta mientras que Dylan cierra la puerta y va hasta la suya.
-¿Por qué siempre vamos en mi coche? Yo quiero ir en el Jeep- Thomas pone un puchero y Dylan le sonríe mientras enciende el coche.
-Iremos la próxima vez- contesta Dylan.
-¿No me lo prometes?- pregunta Thomas con un puchero.
-No prometo cosas que no sé si cumpliré, Thomas- sonríe Dylan levemente- ya te lo dije. ¿Acaso sin haber empezado la cita ya quieres la segunda?
Thomas enrojece.
-Me refería a llevar a algún sitio en general- comenta Thomas mirando para el suelo del coche- ¿o te alejarás de mí si no quiero más citas?
-Nunca, pero pensé que te referías a nuestra próxima cita. De acuerdo- sonríe Dylan- prometo que si tenemos una próxima cita iremos en mi Jeep y prometo que la primera vez que vayamos solos a algún sitio te llevaré en el Jeep.
-¿Podré conducir el Jeep?- pregunta Thomas sonriendo.
-No- ríe Dylan a carcajadas- solo Julia y Tyler muy, muy de vez en cuando.
-Por favooooooor- suplica Thomas sonriendo- una vez solo.
-Me lo pensaré- se ríe Dylan.
-Bien- sonríe el rubio- hablando del Jeep... Ava ya está acostumbrada a que nos vayamos solos a la salida. Hoy nada más verte, sonrío y cogió el móvil para llamar a Julia yéndose donde tu Jeep.
Dylan vuelve a reír y mira de reojo para Thomas.
-Bueno, ella pilla muchas más cosas que tú. También sabe en qué momento irse o ayudar- sonríe con cariño.
-Te entiendo- Dylan lo mira de reojo algo alarmado- sé el efecto que produce Ava en la gente. Es increíble y por eso la adoro aparte de todo lo que ha hecho por mí.
-Es tu hermana, tiene que hacer cosas por ti, ¿no?- pregunta Dylan- Julia y yo nos cubrimos mutuamente todo el rato.
-¿Hacéis demasiadas cosas malas cuando papá Noah no mira?- sonríe divertido.
-Mejor que tú queriendo tener sexo con tu ex en el despacho de mi padre...- sonríe Dylan- ya te dije que eso era un suicidio, no sé como sigues vivo.
Thomas se encoge de hombros divertido.
-Tu padre me adora- dice simplemente cuando Dylan apaga el coche.
-Bueno, no es el único. Baja, ya estamos- sonríe Dylan bajando.
Thomas sonríe de vuelta a la nada y baja del coche viendo a Dylan coger una toalla del maletero.
-¿Me has traído a la playa?- pregunta Thomas quitándose los zapatos. Dylan asiente y se quita los suyos metiendo ambos en el maletero y cerrando el coche.
-No a cualquier playa, pero eso lo sabrás después- sonríe Dylan entrelazando sus dedos con los de Thomas haciendo que el rubio de un salto sorprendido.
El rubio se queda mirando unos segundos a sus manos.
-Puede hacer esto, ¿no?- pregunta Dylan acariciando su mano.
Thomas asiente con un nudo en la garganta apretando la mano de Dylan.
-Bien... PUES A CORRER- grita Dylan tirando de Thomas.
El rubio suelta un grito y se deja guiar por Dylan hasta la orilla. Están largos minutos corriendo por la playa y riendo para después pararse en la orilla. Dylan agarra a Thomas por la cintura pegándolo a él.
-¿Ya te has cansado? Que poco aguante tienes- sonríe el castaño.
-Pruébame en otras cosas ya verás como no me canso tan rápido- contesta tratando de recuperar la respiración.
-Lo tomaré como una propuesta viable- se ríe Dylan.
Thomas lo mira y le da un golpe en el pecho sonriendo.
-Me has cansado aposta. ¿Cuánto llevamos corriendo? ¿Una hora?- pregunta separándose de Dylan pero cogiéndolo de la mano de nuevo.
-Media hora en realidad. Solo pensé que sería divertido y te he visto reír.
Punto para Dylan, sonríe Thomas.
-¿Ves aquellas rocas?- le pregunta al oído y Thomas asiente aguantando la respiración- vamos a una gruta que hay entre ellas.
A lo lejos de la playa hay una especie de acantilado con una grieta rompiéndolo en dos desde un par de metros al suelo. Caminan por la orilla de la mano.
-Cuéntame sobre tus exs- dice Dylan.
-¿De verdad quieres saber mi triste vida amorosa?- pregunta Thomas con una sonrisa.
-Y todo sobre ti, pero puedes comenzar por tu triste vida amorosa, sí- se ríe el de lunares.
-Solo tuve dos novios en toda mi vida- comienza Thomas- uno no lo cuento porque fue con 5 años y solo me traía todos los días margaritas a mi mesa. Cuando ni siquiera me gustan- suelta una risa irónica- me parecen muy sosas, pero bueno, ¿qué iba a comprar un niño de 5 años para otro que ni siquiera sabe que hacen los novios?
-Chocolate- sonríe Dylan- yo se lo regalé a mi primer y última novia.
-¿Saliste con una chica? ¿No me dijiste que eras gay?- pregunta Thomas confundido.
-Y lo soy- ríe Dylan- sigue.
Aprieta su mano y Thomas se encoge de hombros.
-El segundo fue un poco antes de que Ben y sus amigos empezaran a molestarme. Creo que fue un mes antes y fue lo que duramos- continúa Thomas- digamos que un día me besó y desde entonces quedábamos para ir al cine por la tarde y a la salida para besarnos.
-¿Ese es el del despacho de mi padre?- pregunta Dylan volviendo a vacilarlo.
-Sí- se ríe Thomas- se le ocurrió que en lugar de ir al cine podríamos liarnos en su despacho... El caso es que la cosa subió un poquito de tono y empezó a hacer un poquito- agudiza la voz- de calor- Dylan se ríe y Thomas sigue- de todas formas... antes de que nos quitásemos los pantalones, tu padre entró pillándonos de lleno. Quiso castrar a mi ex porque era él quien estaba encima de mí y a mí me mandó a casa con una riña algo fuerte. Pero nada que ablande el amor que siento por Noah. Además, me merecía la bronca.
-¿Este no te regalaba margaritas?- se burla Dylan.
Thomas lo empuja pero lo atrae hacia él con un grito cuando una ola de acerca a ellos.
-Thomas- se ríe Dylan- esa ola solo me habría salpicado en pantalón que llevo remangado.
-Tendrías que cambiarte y no trajiste muda- se encoge el rubio de hombros. En verdad pensó que si tropezaba por su culpa se mojaría y cogería un resfriado.
-Siempre puedo quedarme en ropa interior. ¿Seguro que no me querías simplemente tener en tus brazos?- pregunta Dylan sonriendo.
-Ya te gustaría, O'Brien. Y sí, voto por que te quedas en ropa interior.
Dylan tropieza y Thomas lo agarra con más fuerza de la mano riendo.
-¿Ya te has cansado que quieres dormir en la arena?- se burla Thomas.
-Sí, ven- se tira a la arena dejando caer a Thomas encima.
Ambos se ríen hasta que se dan cuenta de su cercanía.
-¿Te vas a ir a dormir, entonces?- pregunta Thomas con una sonrisa.
-Seguro- le devuelve Dylan la sonrisa y cierra los ojos sacando una risa de los labios de Thomas.
Al abrirlos lo ve todavía con esa misma sonrisa, escucha el agua y los da la vuelta para alejarse de la orilla y poner a Thomas contra la arena.
-Una cosa es dormir y otra bañarme con ropa- se ríe Dylan mirando para los labios de Thomas.
Thomas niega con la cabeza sonriendo y pone sus manos en la nuca de Dylan.
-Cómo me manche la ropa vas a ser tú quien la lave- responde Thomas.
-Me haré cargo de eso- responde Dylan sin darse cuenta de que ahora susurra.
-¿También de plancharla?- sonríe Thomas en el mismo tono y con una sonrisa.
-Me hago cargo de todo- contesta ahora mirándolo serio y acercando su rostro al contrario.
-¿De todo?- pregunta, sus ojos viajan por todo el rostro de Dylan sin descanso contando inconscientemente los lunares del rostro del castaño.
-Lo prometo- susurra Dylan- prometo intentarlo, por lo menos.
Thomas sonríe por un segundo antes de juntar sus labios con los del castaño.
Dylan abre los ojos sorprendido y sus mano van hasta la cadera de Thomas moviendo lentamente sus labios contra los suyos. Thomas envuelve más sus brazos en su cuello abriendo ligeramente la boca, Dylan se cuela juntando su lengua con la suya sin pensar realmente ni en lo que hace ni en las miles se sensaciones que están estallando dentro de él.
Thomas trata de juntarse más con Dylan por pura necesidad y mueve su lengua contra la otra jugando con ella. Se separan lentamente y al mirarse a los ojos se ríen.
-¿Se puede saber qué mierda me has hecho?- pregunta Thomas soltando una risita.
-Yo solo te tiré al suelo- sonríe Dylan acariciando la mejilla de Thomas- lo demás que creas que haya pasado ha sido cosa de tu imaginación.
Y de la mía porque ahora mismo no me podría querer más...
-Ya, seguro- sonríe al volver a sentir los labios de Dylan sobre los suyos. Su lengua invade la boca de Thomas rápidamente y este suspira en sus labios, juntándola con la de Dylan. El beso sube de tono y Dylan sube sus manos con cuidado hasta el top del rubio.
Trata de evitar sus suspiros mientras se siguen besando.
-Dime que esto es el cielo, por favor- susurra Dylan con una sonrisa sin dejar de besar los labios del rubio, quien solo se ríe y sigue besándolo disfrutando de cada toque.
Se quedan durante un rato besándose simplemente con el sonido del mar de fondo.
-Me encantaría quedarme besándonos todo el día, pero...- se ríe Dylan- deberíamos seguir hasta la gruta.
Thomas resopla con una sonrisa.
-Vale- sonríe dejando un casto beso en sus labios. Dylan sonríe también y se levantan para volver a darse la mano y caminar hasta la gruta.
-¿Qué hemos venido a hacer aquí?
-Hablar- sonríe Dylan.
Estira la toalla en la arena y se sienta en ella dejando al lado un sitio para Thomas. Este sonríe y se sienta al lado.
-Pensé que entraríamos a la gruta- responde Thomas- pero soy todo oídos.
-¿A que me toca hablar a mí?- pregunta Dylan divertido- quiero entrar algún día contigo, pero hoy no estoy preparado- añade nervioso.
-Bueno, siempre hablamos de mí...
-... y aún así no lo sé todo- interviene Dylan.
-Vale, es verdad. Pero poco a poco- contesta dándole un golpe en el hombro- te toca. ¿Por qué esta playa es especial?
-Papá siempre me dice que aquí aprendimos Julia y yo a hacer la mayoría de cosas que sabemos- Thomas sonríe con ternura- dimos nuestros primeros pasos, dijimos nuestras primeras palabras, aprendimos a nadar... Aquí fue la primera vez donde no manché a nadie comiendo la papilla cuando era un bebé- se ríe Dylan haciendo sonreír a Thomas- Julia dio su primer beso en esa gruta y aunque yo no entré nunca porque me da miedo, para mí también es especial. Mi padre fingía todas las tardes que se perdía los cinco últimos minutos antes de irnos y yo siempre me ponía a llorar como loco. Hasta con seis años sabiendo que lo hacía a posta.
-Eso es tierno- se sincera Thomas sin dejar de mirar para su perfil.
-Y aquí fue el primer sitio donde vine después de la muerte de mi madre. Vine corriendo desde el hospital y me tiré a llorar apoyado en esa roca. Julia y mi padre me encontraron después de medianoche dormido aquí mismo- toca el suelo donde están sentados- es donde me eché a llorar cuando vi que subía la marea. A no ser que haya temporal, el agua no suele llegar hasta aquí.
Thomas lo agarra de la barbilla para que lo mire.
-Lo siento- le dice.
-Eso ya lo dijiste el día que te conté lo de mi madre y el Jeep- sonríe Dylan levemente.
-Pero de verdad lo hago- contesta Thomas serio.
-¿De aquella lo decías de broma?- se ríe Dylan.
-No- Thomas no le va a dejar bromear cuando vio que casi llora- pero no te merecías sufrir así. No te lo mereces ahora tampoco.
Dylan mira ahora directamente a los ojos chocolate del rubio.
-Tú tampoco. Sea lo que sea lo que te atormenta- le responde.
-Eso no lo sabes- ríe irónico Thomas.
-Sea lo que sea que pienses que hiciste. No fue culpa tuya, no eres capaz de hacer o de provocar nada que pueda dañar a alguien- dice duramente.
Thomas siente de nuevo ese nudo en la garganta y se tira encima de Dylan para besarlo. Ambos se tumban en la toalla sin separar sus labios por varios minutos.
-Háblame de esa novia que tuviste- pide Thomas horas después abrazado a Dylan.
-Fue en el colegio- comienza- una compañera rubia empezó a estar encima de mí y era bastante guapa. Yo quería probar si de verdad no me podrían gustar las chicas. Después de la muerte de mamá me obsesioné un poco con eso porque quería una familia como la que tuvieron mis padres y no entendía cómo conseguirla saliendo con un chico ya que los bebés los paren las mujeres, ridículo lo sé.
-No es tan ridículo- comenta Thomas acariciando el pecho de Dylan- eras pequeño.
-El caso es que Ty y Ki me advirtieron que no saliese con ella. Esos dos han estado de acuerdo en todo desde que se conocen- sonríe Dylan- pero en esto tenían razón. Primero me alejó de Hoech, después de Will, luego vino Ki y poco a poco lo intentó con Ty, pero Tyler es mi hermano y no iba a dejar que nadie me separase de él. Era muy controladora, no quería que saliese con mis amigos, quería que saliese solo con ella y que estuviese solo con ella. Ni siquiera me dejaba estar mucho con Julia y con mi padre durante el día. Así que cuando trató de separarme de Tyler la paré y corté con ella. Trataba de manipularme todo el rato. Una familia no valdría la pena si me tengo que separar de Tyler.
-Hiciste bien. Piensa que podría llegar a ser maltrato- Thomas levanta su cabeza para mirarlo- seguramente lo fuese.
-No creo que llegase a tanto, pero no pienso dejar que nadie me vuelva a separar de las personas que amo porque alguien que te quiera de verdad no hace eso- Dylan acaricia el pelo rubio de Thomas y este asiente lentamente.
-Háblame de los demás- salta Thomas- de los demás chicos con los que estuviste.
-Otro día, Tommy- dice Dylan besándolo lentamente- ya está anocheciendo. Te llevaré a casa.
-Creo que no quiero irme- sonríe Thomas, pero levantándose aún así de la toalla.
-Yo tampoco. Pero no podemos quedarnos aquí toda la vida y créeme que me gustaría.
Thomas asiente y caminan de la mano la playa completa hasta el coche hablando de algunas tarde que acabaron liando alguna los Tylers con Ki y Will. Al llegar a casa de Thomas, solo la habitación de la sala está encendida.
-Ava debe de estar esperándome despierta- dice Thomas saliendo del coche.
Dylan va hasta él y lo acompaña hasta la puerta.
-Todavía es temprano. Solo son las 23:00, estará viendo alguna serie- le responde Dylan.
-No lo creo- se ríe Thomas- estará despierta esperando a que le cuente todo.
-¿Y lo vas a hacer?- sonríe Dylan agarrándolo por la cintura.
-¿Contarle todo? ¿Qué es todo para ti?- sonríe Thomas poniendo sus manos en el pecho de Dylan y subiendo hasta sus hombros.
-Buenos, nos hemos besado y... alguna que otra caricia ha caído por ahí- se ríe Dylan- todo culpa de la arena, es muy engañosa.
-Ya, arena- se ríe Thomas- tú sí que eres arena.
Sonríe antes de besarlo y despedirse de él por unos minutos.
-¿Nos vemos mañana?- pregunta entre besos el rubio.
-¿A parte de haber clase? Sí, Julia y yo os vendremos a buscar- contesta Dylan besándolo una vez más.
-Bien- sonríe Thomas.
-Hasta mañana- sonríe Dylan separándose de él.
-Hasta mañana, Dyl- responde Thomas con una sonrisa esperando a que entre en el coche para meterse en casa y con esa sonrisa que le durará hasta el día siguiente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top