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Geno estaba cansado, había tenido un día bastante agotador en el trabajo, apenas comió en el horario de descanso pues se mantuvo todo el tiempo sentado en su escritorio mientras tecleaba sin parar. Reaper fue bastante amable en recogerlo y ofrecerse en hacer las cosas que supuestamente le tocaban al albino ese día.
Por más que se había rehusado, el pelinegro usaba sus múltiples estrategias para lograr el consentimiento de Geno, como por ejemplo, su carita de cachorro triste.
Por ello se había ido directamente a dormir una siesta en la cama, despertando alrededor de las ocho de la noche. La habitación estaba bastante oscura, apenas se podían ver las cortinas; se estiró tensando sus músculos para despertar con más facilidad, mas, la cama estaba bastante cómoda no deseaba levantarse.
Una vez se acostumbró a la penumbra del cuarto, sacó su celular, allí fue directamente a la mensajería para escribirle a Reaper.
La puerta casi al instante se abrió con lentitud y con la misma velocidad el pelinegro se asomó, Geno que todavía estaba acurrucado solo movió la mano demostrando que estaba despierto. Allí Reaper cerró la puerta tras de sí y con voz baja habló.
— ¿Qué tal? ¿Descansaste?
— Mm... Sí. —Bostezó.
Reaper rió, su entonación era muy agradable para el albino, su voz solo lo relajaba más. Este se acercó a la orilla y se sentó llevando una mano a su blanca cabellera, acariciando con cariño y amor. Geno tomó su manga para atraerlo a él, queriendo de su cercanía, algo que realmente necesitaba a cada segundo, una necesidad que nació por haber estado meses reprimiendo sus sentimientos.
— Espera, deja quitarme los zapatos.
— Apúrate.
Él sonrió amortiguando una risa en su garganta, realizó lo dicho y se recostó bajo las sábanas para hacer más cómodo la cercanía, Geno de inmediato le abrazó el torso, hundiendo su rostro en su pecho y suspirado en el proceso, podía ser la cama tibia pero su novio era increíblemente cálido y confortante. Reaper siguió acariciando su cabeza y bajó un poco a su espalda.
— Últimamente llegas más cansado.
— Es fin de mes, hay más trabajo; pero es posible que me asciendan si sigo trabajando duro.
— ¿Y eres feliz ahí?
— Mm... no es el trabajo de mis sueños pero no me pagan mal y tampoco es que sufra trabajando allá.
— Entiendo. Ahh... Igual debe ser agotador estar mirando la pantalla todo el tiempo.
— Ya estoy ciego así que.
— ¿Ciego? No te he visto usando lentes, seguro te ves muy sexy~
Geno refunfuñó, removió su cabeza rozando su frente en el pecho ajeno como si estuviese haciendo algo similar a un golpe. Reaper solo rió otra vez, pero fue una entonación mucho más coqueta, de aquellas que se habían vuelto algo usuales cuando estaban así de cerca.
— No usaré lentes solo para complacerte.
— Ow, ¿por qué no?
— No quiero cumplir fetiches raros.
— Aun así, Geno... —Su voz se hizo más grave, como estaba apegados, Geno podía sentir la vibración— así como eres ya me vuelves loco...
Un escalofrío le recorrió de pies a cabeza más de una vez, una entonación sensual que le hizo retener el aire por varios segundos. Cerró los ojos con el ceño algo tenso, en su estado actual de haber despertado hace poco y siendo recibido por muchos mimos le dejaban muy receptivo a aquellos gestos, no pudo evitar suspirar para despejarse.
— Reaper. —Intentó hablar firme empero le costó al separarse y ver su rostro, de algún modo aquella expresión era muy sugestiva y tentativa— ¿Me insinúas algo?
— Puede.
Geno se separó más, la calidez en su cuerpo le estaban poniendo más nervioso, se mordió el labio inferior por dentro, Reaper mantuvo su mano en la cintura adversa.
No es que no quisiera, era posible que su cuerpo le estuviese gritando que se dejase hacer y su resistencia no era tan poderosa, solo era la timidez lo que le impedía hablar. Con lentitud llevó sus manos hasta las mejillas de su novio, ahí hizo gestos de que se acercara más a él, pero no para solo recostarse juntos, sino, para poder interactuar de otras formas.
— Vayamos de a poco, por favor...
— Haré lo que quieras que haga.
—...Bésame y yo te daré el alto.
Reaper ladeó su sonrisa y poco a poco se acercó para topar ambos labios, fue un beso que partió con un movimiento de mandíbulas suave, como si estuviese degustando su sabor con todo el tiempo del mundo. Geno había correspondido como pudo, perdiéndose de dulzura por la agradable sensación que lo prendía.
Podía estar muy tenso pero Reaper se encargaba de usar sus manos para hacerle saber que con él estaba seguro, pasó por su torso y después muy tentado tocó sus muslos. En solo un par de minutos había pasado por todo su torso haciendo de Geno un mar de nervios y escalofríos.
Se separaron del beso cuando Geno no pudo soportar más y se estremeció visiblemente, bajó la cabeza mordiéndose el dedo, dejándose hacer.
— ¿Cómo te sientes? —Preguntó Reaper.
— Hasta ahora... Bien.
Su mano, bastante cálida por estar en tal ambiente, fue a la orilla del pantalón del albino, allí deslizó por debajo tocando su ropa interior, Geno cerró los ojos con fuerza, su piel estaba ardiendo por toda la sangre que corría por sus venas, ahora sí que era primera vez que pasaba los límites anteriores. Acarició por sobre la ropa interior lo que alcanzaba: sus muslos, la parte baja de su espalda y un poco de sus glúteos, con la misma velocidad iba bajando aquellas prendas hasta que sus yemas tocaron directamente su piel.
— Es primera vez que me dejas tocarte así, dime cuando no quieras más.
Geno guardó silencio, solo asintió afirmándose a la ropa del mayor. La grata sensación aumentaba con los toques sobre su cuerpo, mas otro sobresalto tuvo cuando su mano llegó hasta su miembro, no se asustó pero fue bastante sorpresivo.
— R-Reaper.
Dijo dudoso, sin saber qué decir en realidad. Fue un tono muy extraño el que salió de su boca pero era fácil de explicar pues Reaper empezó a acariciar su falo moviendo sugestivamente su mano de arriba a abajo. Geno se trató de acomodar abrazándose a él pero Reaper solo frenó para dirigir el mentón ajeno hasta él, volviendo a besarle.
Fue sugestivo, tentador, Geno correspondía a medias por el placer que estaba gobernando sus sentidos, Reaper estaba masturbándolo a una velocidad estable, apretando y atendiendo cada parte para hacer de él un manojo de excitación. Estuvieron así un par de segundos hasta que el albino se separó del beso dejando escapar varios jadeos, su cabello estaba desordenado y sus piernas se agitaban bajo las sábanas.
— Nn...
— Geno... —Susurró él.
Era difícil soportar, estaba al borde de la cumbre y solo pudo apretar sus dedos en los brazos del pelinegro. Reaper no paraba de estimularle hasta que Geno con la mente algo nublada agudizó su voz al soltar un gemido que quedó atrapado en su garganta.
Había llegado al climax y se había agitado por completo, su cuerpo se encogió con varios espasmos en las piernas. Solo pudo sentir un pequeño beso en la frente y con una mano era peinado para que sus ojos pudieran ver los suyos azulados.
— ¿Qué tal estuvo~? —Coqueteó Reaper.
Geno sabía que su propia expresión era extasiada, solo suspiró cerrando su boca.
— Bien... Solo estoy un poco avergonzado...
— ¿Por qué? Si eres demasiado lindo, quiero comerte a besos en estos instantes.
— ...Solo hazlo, Reaper... —Susurró, sus palabras lograron que el pelinegro se sonrojara— Aprovecha antes que me vaya a cambiar ropa...
Reaper se sentó sin dejar de mirarle, de un segundo a otro comenzó a sacarse el abrigo y su camiseta, quedando con el torso descubierto. Era un ambiente demasiado caliente que hasta el albino estaba tirando al diablo sus nervios, lo sucedido apenas había sido el plato de entrada.
— ¿Qué tal si te ayudo yo a quitarte la ropa?
Geno sonrió, poniéndose boca arriba cuando Reaper se colocó encima de él. No era mala idea.
De esa forma fue su primera vez, una de la que Geno disfrutó mucho estando entre los brazos del hombre que realmente amaba, que aunque estuviese desnudo frente a él, estaba tranquilo y deseoso de ser amado de mil formas.
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