viii. Fortune Favours The Bold
GILDED CAGE — viii.
Archer sintió que cargaba una clase de talismán en su pecho las siguientes dos semanas, guardando el secreto que asustaba durante las clases de Umbridge. Ella sentía que cada vez que los ojos de sapo la miraban, todos sus secretos serían revelados y Umbridge podía ver a través de ella todo lo que hizo en contra de su autoridad.
Ella y el ED sucedían bajo su misma nariz, y hacían lo que ella y el Ministerio mismo más temían, y cada vez que Archer supuestamente leía el libro de Wilbert Slinkhard durante clases, en realidad recordaba lo que pasó las últimas reuniones, y luego se asustaba al pensar en que Umbridge podría leerle la mente.
Archer era horrible guardando secretos. Siempre tenía problemas con ellos. Y guardar uno así de grande se sentía como una bomba en su bolsillo trasero, una que explotaría en cualquier momento.
Y además de eso, tenía entrenamientos semanales de Quidditch. Tal vez habría sido más fácil ocultar la culpa dentro de ella si no tenía que ver a Draco una vez a la semana, a veces apenas doce horas después de salir de una reunión del ED. Ella sentía que él también podía leerla como un libro abierto, así que era algo bueno que apenas la notara durante la práctica, mucho menos mirarla a los ojos.
Hermione pronto creó una muy ingeniosa forma de comunicar la fecha y hora de la siguiente reunión a todos los miembros, en caso de tener que cambiarla de repente, porque sería sospechoso que personas de diferentes casas cruzaran el Gran Comedor seguido para hablar. Les dieron un galeón falso. Archer se mordió la lengua para no decir en frente de todo el ED que probablemente Ron lo necesitaba más que ella. (Aunque sí compartieron una mirada y, según la expresión de él, pareció entender lo que estaba pensando).
Les explicaron que Hermione usó un encantamiento proteico en los galeones, así si Harry quería comunicar una fecha y hora para la siguiente reunión, los números de serie de los galeones reflejaran lo que Harry decidiera.
Pero Archer no pudo escuchar mucho más que encantamiento proteico. Ese era un hechizo nivel ÉXTASIS y Hermione apenas estaba en su quinto año. Cuando Terry Boot lo señaló, ella hizo una mala impresión de modestia.
—¿Así que estamos bien con los galeones? —les dijo, levantando una canasta con ellos.
Hubo un murmuro de asentimiento y todos se acercaron para tomar uno de la canasta. Cuando Archer fue la siguiente en la línea, Harry observó.
—¿Sabes a qué me recuerdan estos?
—¿A qué? —le dijo Hermione.
—A las marcas de los mortífagos —dijo él. Archer levantó la cabeza con rapidez—. Voldemort toca a uno de ellos y todas sus cicatrices arden, así saben que tienen que unírsele.
—¿Te lo recordaron las monedas —interrumpió Archer— o verme a mí?
Harry levantó los hombros, pero sonreía.
—No recuerdo qué pensaba, en serio, pero verte sí me lo recordó un poco.
Por mucho que lo intentara, Archer no quería molestarse con algo, ya que no tenía el deseo de pelearse con alguien después de voluntariamente acudir a las reuniones del ED por semanas. Solo ignoró el comentario y aceptó el pensamiento. Nadie le había dicho que ya tenían la confianza para bromear sobre su familia.
—Bueno, sí.... —dijo Hermione con tranquilidad—, de ahí saqué la idea, de los mortífagos... pero verán que decidí grabar fechas en metal y no en la piel de nuestros miembros.
—Sí... lo prefiero así —sonrió Harry, guardando el galeón en su bolsillo.
—Ah, yo también —asintió mucho Archer—. Haría que los retratos familiares en mi casa se vieran mucho mejor, si el Señor Tenebroso aplicaba este método.
Harry y Hermione la miraron de reojo, inseguros de reír, pero Ron, quien estaba a unos metros de distancia hablando con Ginny, empezó a reír. Hasta que Archer conectó su mirada con la de él se dio cuenta de que él se reía de su broma.
Mientras el primer partido de la temporada de Quidditch se acercaba, Gryffindor contra Slytherin, las reuniones del ED se detuvieron porque Angelina y Urquheart insistían en entrenar casi diario. Y el hecho de que la Copa de Quidditch no había sucedido desde hace un año añadía interés y emoción a su próximo juego. Los Ravenclaw y Hufflepuff tomaron un gran interés ante esto, ya que, por supuesto, jugarían contra ambos equipos este año. Y los líderes de las casas que competirían, aunque intentaban disfrazarlo como si fuera vago interés a los deportes, estaban determinados a ver qué lado sería victorioso. Archer notó lo mucho que a Snape le importaba vencer a Gryffindor cuando dejó de darles tarea la semana del partido.
—Pienso que tienen suficiente qué hacer por el momento —les dijo durante una clase. Nadie podía creer lo que escuchaban, pero Archer sabía que el profesor escondería una amenaza detrás de su discurso. Si Slytherin perdía la Copa de las Casas de nuevo, era probable que Snape los castigara con mucha tarea.
El profesor ni siquiera intentó ocultar su favoritismo; él había reservado la cancha de Quidditch para Slytherin tan seguido que los Gryffindor apenas podían jugar. También ignoraba los reportes de los muchos Slytherin que hechizaban a jugadores Gryffindor en los corredores. Cuando Alicia Spinnet apareció en la enfermería con unas cejas tan gruesas que apenas la dejaban ver y hablar, Snape insistió que debió haber intentado un encantamiento para hacer más grueso su cabello en sí misma y se negó a escuchar a los catorce testigos que insistían en que vieron al Guardián de Slytherin, Miles Bletchley, lanzarle la maldición por detrás mientras ella trabajaba en la biblioteca.
Archer era la única miembro del equipo que no se comportaba como mala jugadora fuera de la cancha; solo intentaba mantener su espíritu alto e intentaba lo mismo con el de sus compañeros, pero era obvio que odiaban siquiera pensar en perder. Archer estaba casi segura de que Urquheart se ahogaría en el Lago Negro si perdía Slytherin.
Aunque desafortunadamente, mientras más lo pensaba, menos confiaba Archer en las oportunidades de Slytherin. Nunca le habían ganado al equipo de Potter. Y lo peor era que Crabbe y Goyle seguían sin cumplir las expectativas de Urquheart, pero al menos intentaban mejorar de manera constante. Su misma debilidad era su necesidad de lanzar Bludgers como si fueran armas en vez de pelotas para jugar. Muchas veces lastimaron a miembros de su propio equipo, provocándoles un ojo morado o una nariz sangrante.
Lo que más le preocupaba a Archer era la creciente tensión entre casas fuera de la cancha. Ella, por supuesto, había enfrentado comentarios sobre ella misma y su vida familiar gracias a los Gryffindor que la molestaban de vez en cuando, pero eso se había calmado con el pasar de los años. Y ahora, ya que no la habían visto jugar y no sabían si era buena, solo esperaban bajar su ánimo atacándola.
Archer ya estaba acostumbrada. Y también a no demostrar lo furiosa que se sentía.
Para la mala suerte de los Gryffindor, su nuevo miembro no era bueno ignorando los comentarios de los Slytherin, los cuales eran diez veces peores. Cuando algunos de séptimo año, mucho más grandes que él, le murmuraban al pasar. "¿Tienes una cama lista en la enfermería, Weasley?", él no reía, sino que su rostro se volvía verdoso. Cuando Draco imitó a Ron soltando la Quaffle (algo que hacía cada vez que lo veía), Ron se sonrojó por las orejas y sus manos temblaron tanto que era propenso a que lo que sea que tuviera en su agarre se le cayera.
Por supuesto que Harry le dijo todo esto a Archer cuando tuvieron su última reunión del ED antes del partido; era un acuerdo común que ella no podía ser vista con ningún Gryffindor en ningún lado, mucho menos en Hogwarts. Pero Ginny tenía impresiones brillantes de las reacciones de Ron que hacían reír a todos menos a él mismo, por supuesto, quien gruñía en un rincón y no miraba a nadie a los ojos.
Octubre se fue, dejando vientos fuertes y lluvia a su paso cuando Noviembre llegó, fría como el metal, con heladas cada mañana y corrientes frías que congelaban sus caras y manos. El cielo y el techo del Gran Comedor se volvieron de un pálido gris aperlado, las montañas alrededor de Hogwarts se cubrieron de nieve y la temperatura dentro del castillo bajó tanto hasta el punto de que muchos alumnos tuvieran que ponerse sus guantes de piel de dragón en los pasillos.
La mañana del partido amaneció frío y resplandeciente. Cuando Archer bajó a desayunar, se sorprendió al ver a Draco sentado en la punta más lejana de la mesa, donde usualmente ella comía en silencio. Archer se acercó con cautela y con un ceño fruncido adornando su expresión, preguntándose si uno de sus padres había muerto y así se iba a enterar.
Los labios de Draco se curvaron con burla cuando la miró acercarse.
—No tienes que verte tan disgustada.
—Mira quién habla —le respondió ella, sentándose frente a él—. Y no es disgusto, es preocupación. ¿Qué necesitas?
—Una cosa primero —Draco se aclaró la garganta y sacó el pecho, un acto que, si hubiera sido una chica, hubiera sido muy directo. Pero la atención de Archer cayó en el pin clavado en su jersey, y no era su insignia de prefecto, éste tenía forma de corona y tenía escrito a Weasley vamos a coronar.
Draco tomó el suspiro exhausto de Archer como uno de aprobación.
—Brillante, ¿no lo crees? También escribieron una canción, ¿puedes creerlo?
—Sí —dijo ella con miseria—. Mira, Draco, ¿no crees que eso es... bueno, un poco cruel? Es su primer año en la cancha...
—Por eso lo vamos a coronar —le dijo Draco con orgullo—. Weasley no atrapa las pelotas, y por el aro se le cuelan todas. Queríamos escribir un verso sobre...
—No quiero oírla —lo calló Archer, quien lo miró mal—. ¿No crees que es inmaduro? ¿escribirle una canción a un jugador oponente para desconcentrarlo?
—No creo que lo entiendas —respondió Draco, mirándola de forma condescendiente. Se inclinó en la mesa—. No solo es para distraerlo, también queremos humillarlo.
Incapaz de ocultar su incredulidad, Archer resopló con la mirada fija en su hermano. No podía entender cómo no veía lo infantil que era, poniéndose un pin que molestaba a un estudiante y burlándose de sus capacidades en el Quidditch. Diciendo que era peor de lo que es, si Archer tenía que adivinar. Sus compañeros de casa no tendían a detenerse al hablar mal de sus oponentes. No sería una sorpresa que mencionaran a su familia, dinero (o falta de), apariencia, personalidad, o estatus como traidor a la sangre en esta tontería que Draco comenzó.
—¿Necesitabas algo? —dijo finalmente Archer, como era incapaz de mirar a su hermano a los ojos mientras pensaba en las horribles cosas que habría escrito en esa canción—. ¿O solo querías enseñarme ese pin?
Draco se volvió a enderezar y dejó de sacar el pecho para cambiar el tema del pin. Su rostro se volvió serio.
—¿Estás lista para este partido?
Archer parpadeó, insegura de haberlo escuchado bien y de qué insinuaba.
—¿Perdón? —ella se aclaró la garganta.
Él rodó los ojos, como si no pudiera creer que tenía que lidiar con eso.
—¿Estás lista, Archer? Es una pregunta simple.
—Claro que sí —le respondió ella a la defensiva—. Es una pregunta ridícula. ¿Qué significa si quiera? ¿que estoy lista?
—Has disociado mucho durante los entrenamientos —dijo Draco, extendiendo sus brazos y mirándola fijamente—. No prestas atención. Urquheart quiere saber si estás lista para jugar o si necesitas quedarte en la banca hasta el siguiente juego.
—No tengo que quedarme en la banca —repitió ella con enojo—. ¡Presté la mayor atención que pude durante los entrenamientos, considerando lo aburrido que es escuchar a Urquheart! Perdón si mi mente se desconecta después de escucharlo parlotear por horas...
—No me importa si tienes que soportar eso por días —argumentó Draco, inclinándose en la meza con hostilidad—. Has manchado nuestro nombre en el Quidditch y no dejaré que pase más. Si arruinas este juego tendré que tomar medidas.
—Qué harás —se burló ella—, ¿sacarme del equipo?
—Tal vez —dijo él de brazos cruzados—. ¿Entonces qué le dirías a Madre y Padre en tu próxima carta? Después de todo, estabas encantada de haber entrado...
—¿Te respondieron a ti? —jadeó Archer, furiosa con toda su familia. Reconoció las palabras que escribió en la carta que le mandó a sus padres hace tantas semanas, la misma carta que no le respondieron a ella. Al contrario, su hermano la recibió—. ¡Por qué lo hiciste, idiota! ¡No puedo creerlo!
—¿No puedes? —arqueó una ceja Draco, pelando una naranja casualmente—. Ellos querían saber si estuve bien al dejarte entrar. Creo que el día de hoy lo averiguaremos.
Archer recargó sus palmas abiertas contra la mesa y se puso de pie.
—Supongo que sí. Te veo en los vestidores, estúpido.
Intentó no estremecerse ante su respuesta. Tal vez estúpido no fue su mejor respuesta, pero estaba muy enojada.
El césped escarchado crujió bajo sus pies más tarde ese mismo día cuando se apresuró a caminar por los terrenos hacia el estadio. No corría viento en lo absoluto y el cielo era un uniforme color blanco aperlado, lo que aseguraría buena visibilidad al no tener luz del sol directa en tus ojos. La parte más sensible de Archer notó aquellos factores, aunque no podía pensar más allá del burbujeante enojo en su pecho, y terminó entrando a los vestidores abriendo con tanta fuerza la cortina que se rompió.
Urquheart ya estaba listo y hablaba con el resto del equipo cuando ella entró. Archer se cambió torpemente y se sentó a escuchar la charla pre-partido mientras las voces fuera de los vestidores se hacían más ruidosas conforme más personas llegaban. Ella no podía escuchar más allá del rugido de sus oídos, pero asintió con el resto del equipo cuando lo hacían y animó al final. Evitó mirar en la dirección de su hermano, ya que solo pensar en él hacía hervir su sangre de nuevo.
—Un último detalle —dijo Urquheart, sacando una canasta de pins plateados—. Todos pónganse uno.
El resto de sus compañeros soltó una risa y tomaron los accesorios sin quejarse, así que Archer los siguió sin pensar y se puso un pin.
El equipo se puso de pie, subió a sus escobas y marchó en una sola fila fuera de los vestidores, encarándose con la deslumbrante luz del sol. Un rugido los saludó y Archer también pudo escuchar una canción, aunque estaba silenciada por los ánimos y chiflidos de los demás.
El equipo de Gryffindor estaba de pie esperándolos. El enojo de Archer fue combinado con ansiedad al verlos, provocándole una mezcla de lo que ella pensaba que no sería algo bueno.
—Capitanes, dense la mano —ordenó Madame Hooch mientras Angelina y Urquheart se acercaban al otro. Archer notó que Urquheart trató de aplastarle los dedos a Angelina, aunque ella no hizo ni una mueca—. Suban a sus escobas.
Madame Hooch puso el silbato en su boca y sopló.
Las pelotas fueron soltadas y catorce jugadores volaron en el aire. Por el rabillo de su ojo, Archer vio a Ron dirigirse hacia los aros. Los Buscadores subieron más alto en el aire y juntos evitaron una Bludger y empezaron a volar por la cancha en busca de un destello dorado; al otro lado del estadio, Draco hacía lo mismo.
Con tan solo mirarlo Archer frunció el ceño y se aproximó a la Quaffle y a quien la tenía en las manos.
—Y Johnson... Johnson tiene la Quaffle, y qué jugadora es, lo he dicho por años pero ella aún no quiere salir conmigo...
—¡JORDAN! —gritó la profesora McGonagall.
—Solo era un dato, profesora, ayuda a mantener el interés... Y ahora ella evitó a Malfoy, pasó al lado de Urquheart y ella... ouch... Crabbe le pegó por detrás con una Bludger... Malfoy atrapa la Quaffle, Urquheart se dirige hacia arriba de nuevo y, buen lanzamiento George Weasley, buen golpe a la cabeza a Urquheart, él soltó la Quaffle y la atrapa Katie Bell, Katie Bell de Gryffindor le da un pase inverso a Alicia Spinnet, Spinnet se aleja...
Archer intentó ignorar los comentarios de Lee Jordan, pero éstos hacían eco perfectamente en la cancha y le dificultaba hacerlo. No ayudaba que la tonta canción de Draco se mezclaba con la voz de Lee.
—Y evita a Malfoy, evita una Bludger... por poco, Alicia... Y la multitud ama esto, escúchenlos, ¿qué están cantando?
Mientras Lee pausaba para escuchar, la canción sonó más fuerte y clara, proveniente de la sección verde y plateada donde estaba Slytherin.
Weasley no atrapa las pelotas
y por el aro se le cuelan todas.Por eso los de Slytherin debemos cantar:
a Weasley vamos a coronar.
Weasley nació en un basurero
y se le va la Quaffle por el agujero.Gracias a Weasley vamos a ganar,a Weasley vamos a coronar.
—¡Y Alicia se la pasa de regreso a Angelina! —gritó Lee cuando Archer giró y su enojo creció ante lo que acababa de escuchar. Sabía que Lee intentaba ahogar el canto de los Slytherin—. Vamos, Angelina, parece que acaba de hacer que el Guardián golpee... Y ANOTA... aaaaah...
Bletchely, el Guardián de Slytherin, atrapó la pelota antes de que anotara y le lanzó la Quaffle a Archer, quien aceleró con ella, haciendo zig zag en el aire en medio de Alicia y Katie. Los cantos provenientes de abajo crecieron mientras más se acercaba a Ron. Archer no dudó ni un segundo al acercarse, incluso si la canción sonaba más fuerte por lo que iba a hacer; la cancha no era un lugar donde favorecería a Ron sobre su hermano, incluso si era un idiota.
A Weasley vamos a coronar.
A Weasley vamos a coronar.Se le va la Quaffle por el aqujero.A Weasley vamos a coronar.
Archer estaba muy cegada por su enojo gracias a lo que le dijo su hermano como para pensar un momento en los sentimientos de Ron.
—Archer tiene la Quaffle, Archer se acerca para anotar, está fuera del rango de las Bludgers con solo el Guardián en frente..
Una oleada de cantos creció desde las gradas de Slytherin debajo:
Weasley no atrapa las pelotas
y por el aro se le cuelan todas
—Es la primera prueba para el nuevo Guardián de Gryffindor Weasley, hermano de los Bateadores Fred y George, y el prometedor nuevo talento en el equipo... ¡Vamos, Ron!
Pero los gritos de alivio vinieron de parte de los Slytherin; Ron se había lanzado con los brazos extendidos en el aire y la Quaffle pasó justo entre ellos directo al aro central de Ron.
Con una creciente sensación de orgullo en su pecho, Archer miró alrededor y no encontró señal de su hermano, y ella solo podía que la haya visto. ¿Cómo era eso manchar el apellido Malfoy en el Quidditch?
—¡Slytherin anota! —dijo la voz de Lee entre los gritos de ánimo y el abucheo de abajo—. Eso pone el marcador en diez a cero para Slytherin... Mala suerte, Ron.
Los Slytherin cantaron aún más fuerte.
WEASLEY NACIÓ EN UN BASURERO
Y SE LE VA LA QUAFFLE POR EL AGUJERO.
—Y Gryffindor vuelve a poseer la pelota y ahora Katie Bell se aproxima... —exclamó Lee, aunque el canto apenas lograba que su voz se escuchara.
GRACIAS A WEASLEY VAMOS A GANAR,
A WEASLEY VAMOS A CORONAR
—Y Malfoy la tiene de nuevo —gritó Lee—, se la pasa a Montague, Montague la pierde con Spinnet, vamos, Angelina, puedes con él... bueno, parece que no, pero buen tiro de Fred Weasley, digo George Weasley, ay, a quién le importa, uno de ellos... en fin, Malfoy suelta la Quaffle y Katie Bell... a ella también se le cae, así que Urquheart la toma. El capitán de Slytherin Urquheart tiene la Quaffle y vuela por la cancha, ¡vamos, Gryffindor, bloquéalo!
Archer trató de seguir a Urquheart lo mejor que pudo, pero él volaba mucho mejor que ella y había cruzado la mitad de la cancha en un segundo. Archer frunció el ceño y levantó su escoba para subir la velocidad y alcanzarlo.
—Urquheart evita a Alicia de nuevo y se dirige directo a anotar, ¡detenlo, Ron!
Urquheart lanzó la Quaffle directo entre las piernas de Ron. Hubo un horrible rugido de parte de Gryffindor y algunos gritos y aplausos de parte de Slytherin. Bajando la mirada, Archer miró a la entrometida Pansy Parkinson justo en frente de las gradas, dándole la espalda a la cancha mientras dirigía a los Slytherin rugiendo:
POR ESO LOS DE SLYTHERIN DEBEMOS CANTAR
A WEASLEY VAMOS A CORONAR
Pero veinte a cero no era algo para presumir, aún había tiempo para que Gryffindor los alcanzara o atrapara la Snitch. Unas pocas anotaciones y liderarían el marcador, se recordó Archer a sí misma, volando junto a los demás jugadores detrás de la Quaffle.
Pero Ron dejó que anotaran dos veces más. Archer había comenzado a tararear el ritmo de la canción, sintiéndose bien de sus probabilidades.
—...Katie Bell de Gryffindor evita a Montague y a Urquheart, buen giro, Katie, y lanza a Johnson. Angelina Johnson toma la Quaffle, pasa al lado de Malfoy, se acerca para anotar, vamos, Angelina... ¡GRYFFINDOR ANOTA! Cuarenta a diez para Slytherin y Montague tiene la Quaffle...
Archer se agachó cuando una Bludger fue lanzada con gran fuerza hacia Alicia Spinnet, quien quedó girando en el aire sin control al ser golpeada. Ella pasó al lado suyo y se mordió la lengua para no gritarle a Crabbe por lanzarla con todas sus fuerzas.
—Urquheart lanza a Malfoy, Malfoy a Montague, Montague de regreso a Urquheart. Johnson interviene, Johnson toma la Quaffle, Johnson a Bell, esto se ve bien, digo, mal. A Bell la golpeó una Bludger que lanzó Goyle de Slytherin y ahora Urquheart tiene la Quaffle.
WEASLEY NACIÓ EN UN AQUJERO
Y SE LE VA LA QUAFFLE POR EL AGUJERO
Un destello verde y rojo pasó al lado de Archer y fue empujada hacia un lado. Se enderezó con rapidez y miró alrededor para ver a los Buscadores, quienes habían divisado la Snitch ambos, y ahora volaban a la misma altura para ver quién la atraparía primero.
A poca distancia del suelo, Harry levantó la mano derecha de su escoba, estirándose hacia la Quidditch. A su lado derecho, el brazo de Draco se extendió también en busca de ella, intentando...
Y terminó en dos segundos desesperantes y dejándolos sin aliento. Los dedos de Harry se cerraron alrededor de la diminuta pelota y las uñas de Draco aruñaban el dorso de la mano de Potter sin éxito. Harry levantó su escoba hacia arriba, deteniendo la snitch en sus manos, y los Gryffindor en las gradas gritaron.
Archer maldijo. El rugido de la multitud escarlata la molestó aún más. Por supuesto que Gryffindor atrapó la Snitch. Ya habían pasado años sin que Slytherin le ganara a ellos. ¿Por qué Archer pensó que con ella sería diferente? Tal vez Draco tuvo razón al decirle que no lo pensó bien cuando la dejó entrar al...
WHAM.
Una Bludger golpeó a Harry en la nuca y lo empujó de su escoba. Por suerte estaba a poca distancia del suelo, ya que bajó tanto al atrapar la Snitch, pero igual cayó de espaldas en la cancha congelada. Archer maldijo de nuevo y miró a su alrededor para ver quién lanzó la Bludger, suponiendo que obviamente fue alguien de su equipo y eso los castigaría.
Y estuvo en lo cierto porque fue Crabbe. Urquheart ya se le estaba acercando a él, aunque no muy molesto porque haya lastimado a Potter. Con el rostro blanco de furia, Archer voló hacia ellos para unírseles.
—¿Salvaste a Weasley, no? —decía Draco, y Archer no tuvo que voltearse para saber que le hablaba a Potter—. Nunca había visto a un peor Guardián... pero olvidé que nació en un basurero... ¿te gustó la letra, Potter?
Harry no respondió. El resto del equipo de Gryffindor bajó uno por uno, con los puños extendidos en el aire y gritos de alivio. Archer jaló la manga de Draco sutilmente y le dijo que se detuviera. Él sacudió su propio brazo para que dejara de tocarlo sin siquiera verla.
—¡Queríamos escribir más! —exclamó Draco mientras Kate y Alicia abrazaban a Harry—. Pero no sabíamos qué rimaba con gorda y fea, queríamos escribir sobre su mamá también, tampoco pudimos poner perdedor inútil por su padre, sabes...
Fred y George se dieron cuenta de qué hablaba Draco. A medio camino de sacudir la mano de Harry se tensaron, mirando a Draco. Archer tragó saliva con dificultad, esto no podía terminar bien de ninguna forma.
—¡Déjalos! —dijo Angelina, tomando el brazo de Fred—. Ignóralo, Fred, deja que grite, solo está enojado porque perdió, el estúpido...
—¿Pero a ti te caen bien los Weasley, no, Potter? —dijo Draco con burla—. ¿Hasta pasas Navidad con ellos, no? No sé cómo soportas el olor, pero supongo que si estás tan acostumbrado a los muggles, incluso el cuchitril de los Weasley huele bien...
Harry detuvo a George. Aunque era un caso diferente con Fred, quien era detenido con esfuerzo por Angelina, Alicia y Katie. Archer miró alrededor en busca de Madame Hooch mientras Draco reía, pero ella seguía regañando a Crabbe por su ataque ilegal con la Sludger.
—Draco, detente —intentó de nuevo Archer pero él, por supuesto, no dio indicación de haberla escuchado.
—O tal vez —dijo él, dando un paso hacia atrás— recuerdas lo apestosa que era la casa de tu madre, Potter, y la casita de Weasley te recuerda a...
Archer no pudo describir lo que pasó un segundo después porque sucedió tan de repente que apenas lo procesó. Harry y George se aproximaban hacia los Malfoy. Archer nunca había visto a alguien verse tan enojado. Sin tener el tiempo de sacar su varita, Harry levantó el puño que se aferraba a la Snitch y golpeó a Draco con la mayor fuerza que pudo en el estómago.
Las chicas del equipo de Gryffindor comenzaron a gritarles que se detuvieran, pero las maldiciones de George y Draco las ahogaron. Archer misma no sabía cómo ayudar, así que miró alrededor hasta que su mirada recayó en Ron a unos metros.
—¡Haz algo! —gritó ella como loca, gesticulando hacia la pelea—. ¡Lo van a matar! ¿No puedes... qué?
Ron se había puesto pálido tan pronto como vio a Archer y apuntó con tanto enojo como ella a algo en el pecho de la chica.
—¿TÚ TAMBIÉN TIENES UNA?
Archer apenas entendió a qué se refería, entre los puñetazos siendo lanzados detrás de ella y las maldiciones, las palabras de Draco y el ahora repentino enojo de parte de Ron, Archer no sabía qué estaba señalando él. Ella bajó la mirada a su pecho y una abrumadora oleada de culpa la llenó. Aferrada a su uniforme estaba una insignia plateada con la frase A WEASLEY VAMOS A CORONAR escrita.
—Ay, Ron, no quise...
¿Pero qué podía decir para que no lo malinterpretara? Ella tenía puesto el uniforme de Quidditch de Slytherin y una insignia con el momento más vergonzoso de la vida de Ron escrito. No había hecho nada para detener a Draco al hablar mal de su familia. Solo se quedó parada y miró hasta que, por supuesto, a Draco lo lastimaron, y entonces ya no pudo verlo. Draco siendo lastimado era su límite.
—Ni siquiera sabía que la tenía puesta —dijo ella, pero incluso mientras lo decía se dio cuenta de lo débil que su voz se escuchó. Sus brazos colgaron a sus costados sin saber qué hacer ni qué decir—. Ron...
—Guárdatelo, Malfoy —le frunció el ceño, callándola—. No quiero escucharlo.
sam speaks !!
urquheart tiene nombre o solo es capitán urquheart? buena pregunta
draco literalmente la hizo enojar a proposito para que juegue mejor... veremos más sobre eso dsp
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