5. Ese par

El viernes en la escuela no pasó absolutamente nada interesante hasta la última hora.

Por alguna razón nos vimos obligados a mover los instrumentos del salón de música al auditorio, luego nos enteramos que se llevaría a cabo una presentación y tocaríamos una de las canciones que más hemos practicado. La profesora ocultó todo para no ponernos nerviosos.

Gun y yo nos encontrábamos empujando el gran Piano de cola por el corredor.

—No lo parece, pero es realmente pesado —comenté. Él sonrió.

—Tiene ruedas, realmente no podemos quejarnos.

Bien. Eso dejaba al descubierto que mi comentario solo había sido para generar conversación cuando en realidad no necesitaba de eso para comenzar una charla agradable con Gun, Él es del tipo fácil de hablar.

—No podemos confiarnos, podría irse rodando hacia una pared y romperse. La profesora Godji nos mataría —comenté fingiendo estar asustado. —Gun rió de una forma que me hacía quedarme mirándolo y deseando más, mucho más de él...—. Al menos a mí me mataría. Jamás le haría daño a la estrella de su clase —solté con una sonrisa.

—Ploy me arrebata fácilmente ese título y lo sabes —contestó mirándome y ¡Cielos, esos ojos! Otra vez esa mirada que me hipnotiza y me llena el corazón de alegría.

Dejé de empujar el piano y comencé a caminar a paso lento hacia Gun sin apartarle los ojos de encima, me hipnotizaba realmente. Sus ojos me atraían. Necesitaba estar más cerca, necesita sentir la calidez de su cuerpo, y él no retrocedió. Se me quedó mirando medio confundido mientras me acercaba.

¿Qué haría una vez cerca? ¿Perderme en el iris de sus peculiares ojos nada más? Entonces ¿Por qué estaba listo para mover mis manos hacia él y abrazarlo tan fuerte hasta que nuestros cuerpos se sintieran como uno solo? ¿Qué estaba pasando conmigo? Ni siquiera debería estar intentando acercarme. Pero no podía evitarlo, necesitaba tocarlo. ¿Por qué siempre terminaba buscando una excusa para estar junto a él? ¿Cuántas veces me había ofrecido para quedarme a ordenar, solo porque Gun se quedaría? Había perdido la cuenta. Siempre diciéndome a mí mismo que lo hacía porque tanto él como su hermana Ploy son personas realmente interesantes, de las que me gustaría no apartarme. Ese par me tenía perdido.

Estás enamorado de Ploy. Contrólate, me dije a mi mismo.

—Otra vez estas actuando extraño —dijo él sin apartar sus ojos de mí. No había ningún tipo de tono que indicara que yo le parecía un bicho raro en este momento o que se sentía realmente asqueado con mi mirada fija en él. Me quedé parado muy cerca de Gun, nuestros ojos nos atravesaban el uno al otro y no había incomodidad alguna.

¿Qué vas a hacer ahora, Off?, preguntaba una multitud imaginaria sentada en butacas. Ni siquiera yo mismo estaba seguro de que hacer. Pero mis brazos, lo sabían, lentamente se fueron levantando y estaba a punto de tomarlo entre ellos, cuando una voz me sacó del trance.

—¿Qué hacen holgazaneando? —preguntó Ploy desde el otro lado del pasillo. No la había oído acercarse—. Tenemos que dejar todo esto listo antes de irnos. Realmente me gustaría irme temprano si no les importa —Se quejó con humor.

—Vamos a movernos más rápido por ti, Ploy —prometí dándole un guiño y tomando su mano para atraerla a mi antes de besarla.

Totalmente innecesario ese beso. ¿Por qué lo hice? Mierda. ¿Qué diablos estaba haciendo? Estaba tan perdido. Supongo que fue otro de esos actos que hago para complacer a las personas a mi alrededor. Aunque rara vez lo hacía con Ploy.

Me alejé para encontrarme con los ojos de Gun sobre nosotros. Su media sonrisa me decepcionó por alguna extraña razón que no podría explicar.

Movimos el resto de los instrumentos tan rápido como pudimos y nos aseguramos de que todo quedara bajo llave para no llegar el lunes y descubrir que alguien había hecho un desastre con nuestro trabajo.

Vamos, hasta habíamos colocado los instrumentos exactamente donde la profesora de música lo había indicado.

» Ploy y Gun iban de la mano a mi lado mientras caminábamos hacia la salida. Ellos charlaban sobre lo que sucedería el lunes durante el show e intentaban incluirme en la conversación, pero yo tenía la cabeza en otra parte.

Ploy tomó mi mano cuando llegamos al estacionamiento, su mano derecha se entrelazaba con la mía y la izquierda con la de su amado gemelo.

—Deslumbraremos el lunes —dijo demasiado entusiasmada.

Admito que me contagiaba bastante de eso.

—Por supuesto. Ustedes lo harán —les dije en tono bromista.

—No digas eso. Tú, sin ningún instrumento deslumbras y robas palpitaciones de chicas en los pasillos —me dice con una sonrisa traviesa.

—¿Cómo sabes eso? —pregunté bastante desconcertado.

—Off, soy tu novia. Noto esas cosas, no soy ciega ni tonta —terminó con una risita—. Lo que quiero decir, es que no es tan malo ya que gracias a ti muchas chicas vendrán a ver el show.

No soy un experto, pero estoy seguro de que eso no es exactamente lo que diría tu novia si sabe que te ganas las miradas lascivas de tus compañeras de secundaria.

Adoraba eso de Ploy.

—Tal vez me inviten a bailar después del show —aventuré.

Soltó mi mano y clavó su dedo en mi pecho.

—Las miradas no me molestan, pero ¿manosearse en algún club? Es más, de lo que puedo tolerar —bufó.

Gun soltó una risita por lo bajo ganándose una mirada irritada de su hermana.

—Yo seré la que baile contigo mañana en la noche. Espérame en la fiesta, Off. Ahí podrás decidir si quieres tocar a alguien más —propuso traviesa.

—¿Qué? —exclamó Gun, estupefacto.

—Mañana lo averiguaré —continúe con una sonrisa que la hizo ruborizarse.

—Ploy, mamá dijo... —Gun fue interrumpido a media frase.

—Mira Gun, llegó papá —señaló hacia un coche que entraba en el estacionamiento escolar—. ¿Quieres que te llevemos a casa, Off? A papá no le importara.

—Está bien. Yo puedo caminar —dije. Y fui completamente ignorado mientras era arrastrado hacia el coche.

Saludé educadamente al señor Atthaphan y me senté junto a Ploy en el asiento trasero. Ella sostenía mi mano con fuerza.

—Llevaremos a Off a su casa, papá. —dijo.

No era la primera vez que el señor Atthaphan me llevaba a casa, la primera vez fue cuando Ploy decidió que me presentaría a su padre sin consultarme; y me metió dentro del coche donde me sentí totalmente incómodo los primeros segundos. Fue solo hasta que me di cuenta que el padre de mi novia era una persona simpática y agradable.

"Tan diferente a mi padre", pensaba en ese momento.

Yo intentaba prestar atención a lo que el padre de Ploy y Gun decía, mientras a mi lado se desataba una guerra de murmuraciones. Todo lo que pude captar fue un comentario mordaz de Ploy:

—Tú abres la boca y te cortaré las pelotas ¿soy clara? —gruñó en el oído de su hermano.

No pude evitar reír a carcajadas, tanto por el comentario como por la mirada atónita y aterrada de Gun. Ploy estaba clavando sus uñas muy cerca de la entrepierna de su gemelo.

—¿Qué está sucediendo ahí atrás? —preguntó Leo Atthaphan echándonos un vistazo por el espejo retrovisor.

—Hoy nos enteramos que daremos un show con la clase de música el lunes y Gun está un poco alterado al respecto —explicó Ploy con total confianza.

Una increíble mentirosa.

Cuando el coche se detuvo en la puerta de mi casa realmente no quería bajarme, me sentía muy a gusto con esa familia, sus bromas y risas tontas.

—Ven a cenar con nosotros cuando gustes, Off —me invitó el señor Atthaphan.

—Seguro —prometí antes de despedirme.

Sábado. 

Fiesta en casa de Jennie.

Alcohol, música, cigarrillos, adolescentes bailando completamente sudados y ningún adulto.

¿Qué podía salir mal?

Lo único que podía recordar antes de la llegada de Ploy fue que, un momento estaba bailando y, al siguiente, estaba semidesnudo besando a un chico en una habitación oscura.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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