17. Solo en el estacionamiento...

Los gemelos me evitaron durante un mes.

El peor mes de mi vida. Y tengo una lista de acontecimientos sucedidos en estos treinta días.

Estoy increíblemente frustrado y malhumorado. Tay intenta animarme con respecto a la ruptura y enseguida saca el tema de que podría presentarme a cualquier chica que quisiera. Y yo tengo que actuar como si estuviera demasiado deprimido como para intentar salir con alguien tan pronto.

Estoy harto de estar esperando que Gun me dé una respuesta. Obviamente no le había hecho un gran daño a Ploy, fui honesto, amable, considerado. ¿Acaso no iba a tener una oportunidad con él? Al parecer iba a tener que actuar.

Tengo que aprovechar que todos estamos demasiado ocupados con el baile y la graduación que tendría un acto especial de despedida para nosotros los de último año.

Usaré el poco tiempo que nos queda de escuela porque no sé que sucederá una vez que todo acabe. Y estoy más que seguro que no quiero dejar de ver a Gun. Cada vez que pienso en esa posibilidad me siento perdido, mareado, desesperado.

Como Gun y Ploy se hicieron ayudantes activos en todo el lio del último mes de clase y todas las actividades, también me apunte para ayudar.

Aprobé todas las materias y di por finalizadas las actividades en el club de baloncesto con todos mis compañeros, en una pequeña fiesta con cerveza.

La noticia de mi ruptura con Ploy se dispersó como una tormenta, así que más rápido de lo que imaginé, ya tenía una cantidad impresionante de invitaciones para el baile de graduación. Me he negado rotundamente a cada una de ellas... No es como si tuviera la esperanza de poder ir con Gun, ni siquiera lo consideraba. Pero estas chicas no pierden la esperanza y me siguen a cada paso que doy, siempre dispuestas a ayudarme con las decoraciones del acto de despedida en el cual los gemelos tocarán el violín por última vez para toda la escuela.

La profesora Godji está muy ansiosa y todos trabajamos horas para que todo salga perfecto. Se le ocurre una idea descabellada de último momento y decide incorporar al resto de la banda, y quiere que yo toque la guitarra al frente, junto a los gemelos, y que luego toda la banda salga detrás del telón y se nos una.

Así que tenemos que dejar una buena parte de los trabajos de decoración y organización para los ensayos.

No me quejo. Me gusta estar en el mismo salón que Gun, observarlo, ver sus hermosos ojos, aunque sea a distancia, porque claro está, que no puedo acercarme a él, aunque muera por abrazarlo como siempre hacía cuando nos encontrábamos. Pero llevo un mes sin hacerlo. Estoy desesperado. Y oírlo tocar el violín, me vuela la cabeza completamente.

—Y yo voy a cantar como acto sorpresa —anuncia la profesora de música muy emocionada.

Estoy seguro cuando afirmo que todos nos quedamos boquiabiertos.

—¿Es en serio? Eso es increíble, profesora —comenta Ploy encantada con la idea.

—Demos nuestro mejor esfuerzo como un equipo —dice, contagiándonos el entusiasmo.

Ensayamos arduamente durante la mañana, tapando con nuestra música los sonidos de pisadas, cosas cayendo y voces alteradas por las próximas fechas. Durante todo este tiempo no encontré oportunidad de hablar con Gun porque siempre está junto a Ploy.

Me queda poco tiempo. Tengo que arriesgarme.

Es el día anterior al baile de graduación, entre ensayos y últimos arreglos terminamos bastante tarde, ya está anocheciendo cuando salgo de la escuela y me encuentro a Gun parado solo en el estacionamiento. Parece un regalo divino.

Corro hacia él y lo sorprendo.

—Gun Atthaphan solo en el estacionamiento de la escuela, que inusual —comento con humor.

Noto la incomodidad en sus ojos.

—Ploy no se sentía bien y tuvo que irse antes. Estoy esperando que vengan por mí.

—Yo te puedo llevar. Tengo el auto de mi madre. —Lo señalo. Está solo a unos pasos.

Se remueve en su lugar antes de darme una sonrisa amable.

—No es necesario. Mi padre vendrá por mí en unos minutos.

—Cancélale. Yo te llevaré.

Tomo el teléfono del bolsillo delantero de su pantalón y comienzo a escribirle al señor Atthaphan para que no venga a recogerlo, porque regresaría con un amigo. Todo esto mientras Gun lucha para quitarme el teléfono de las manos, incluso me sigue hasta el asiento trasero del auto para quitármelo.

—¡Devuélvemelo! —pide, estirándose para arrancármelo de la mano.

Está sobre mí, su rostro a centímetros del mío, sus hermosos ojos ambarinos mirándome con curiosidad, mi corazón latiendo a mil por hora y el suyo respondiendo igual ¿Qué se supone que debo hacer además de besarlo? ... pues NADA... Atrapo el cabello de la parte trasera de su cabeza entre mi mano —siendo demasiado rudo tal vez, pero no puedo aguantar las ganas— y lo atraigo hacia mis labios. No me pasa desapercibido para nada que no ponga resistencia, sé muy bien que él quiere lo mismo.

Lo beso fuerte, hasta derretir cualquier vacilación en su mente y logro que responda. Sonrío sobre sus labios al tiempo que engancho con el pie la puerta que había quedado abierta y la cierro para darnos privacidad. No puedo permitir que alguien nos vea en esta situación.

—¿Qué estás haciendo? —pregunta en un susurro, una vez que logra apartarse.

—¿Tu qué crees? —devuelvo con tono bromista.

Vuelvo a sellar sus labios con los míos al mismo tiempo que entre movimiento torpes me pongo sobre él.

Cuando el beso se torna más húmedo, más íntimo, comienzo a arrastrar mis manos por su estómago y su pecho, tocando en los lugares correctos, sin perderme ninguno de los gemidos que intenta contener. No puedo perderme el brillo de sus ojos en la escasa luz de neón que entra por las ventanillas.

Se ve increíble, deseable, hermoso y está justo donde lo quiero. Siento que mi cuerpo va a explotar por solo mirarlo. Lo veo y quiero probarlo completamente, estar en cada parte de su cuerpo hasta fundirnos como uno solo.

—Gun —suspiro contra su oído antes de besarlo nuevamente.

Deslizo mi mano por su estómago hasta la cintura de su pantalón y comienzo a abrirlo para encontrarme con el elástico de su ropa interior. Él se arquea contra mi mano cuando comienzo a adentrarme bajo la tela. Esta reacción me hace desearlo aún más.

Golpes en el vidrio.

—¿Off estás ahí? —pregunta una voz femenina.

—¿PunPun? —murmura Gun con voz ronca.

En mi torpe intento por incorporarme me doy la cabeza contra el techo del coche.

Maldigo.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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