Capítulo III
1
Desperté muy temprano en la mañana del 1 de noviembre, tras un estiramiento de músculos y crujido de mis huesos, me animé a ver el reloj de la habitación de Hermione, ¡5 de la mañana! ¿Qué más podía pedir con esas terribles voces fantasmales? Pero el suelo alfombrado en el que dormí cubierto por una colcha me fue cálido y además el aroma de las manzanas del incienso espanta fantasmas me relajó lo suficiente.
Me puse en pie tras doblar la colcha, debo ir a mi habitación para hacer un cambio de atuendo, además de darme una ducha rápida. Observo a Hermione, duerme plácidamente con unas orejeras puestas.
"Deberé de encargarme de los quisquillosos espectros, si hoy es un terrible día para ella será mejor que la deje dormir mucho más. Merece un descanso, ¿tiene un lunar en el parpado en forma de corazón o será mugre?"
Al salir de la habitación casi pego un grito al observar el tropel de fantasmas que se encuentran en el vestíbulo.
— Buen día — Saludo como si se trataran de inquilinos para el hotel — ¿Qué se les ofrece?
Varios de los fantasmas parecen asombrados por mi amabilidad y nada de miedo ¿Qué más miedo iba a sentir? La noche anterior fui perseguido por un niño fantasma que tuvo una muerte atroz.
Cada fantasma me dio sus motivos para estar en la mansión, tuve que negociar con ellos para que me dejasen dar una ducha y luego atenderlos uno a uno en orden de llegada.
2
— Habitación 213, señores Flamel.
— Gracias joven — El espectro de un anciano observó mi gafete — Malfoy, envíele mis saludos a la señorita Granger — se dirige con su esposa a través del techo hacia su habitación.
Sí, los fantasmas solo deseaban un lugar donde quedarse hasta mañana por la tarde. Hubo un par de groseros que tuve que sacar de la mansión por la fuerza con ayuda de mi telequinesis. Después de todo los espectros desean que se les trate como si aún siguieran vivos.
— ¿Dónde está Hermione? — Era un fantasma alto, de cabello pelirrojo y ojos color azul, el último de la fila — ¿Ha enfermado?
— Está descansando ¿Desea una habitación?
— Me alegra, siempre en estas fechas sufre demasiado y no duerme. — Me ve detenidamente — ¿eres su novio? ¿porque estás aquí?
— No soy su novio y estoy aquí porque soy parapsicólogo, está ciudad es fascinante para mí. Soy Draco Malfoy. — Creo que me he presentado bien.
— Fred Weasley, El difunto novio de Hermione Granger. — responde con aire de tristeza.
Eso me descoloca, ella no había mencionado a otro novio, "¿crees que se lo va a decir a un desconocido?" Me reprendo a mí mismo. — ¿También te dio el poder de ver a los muertos? Y te suicidaste.
— No soy como Cedric, en mi caso me negué a ver lo que ella, nunca me besó con esas intenciones. Estuve con ella por dos años y luego un infarto fulminante me alejó de ella. — Mira en dirección a la habitación de la señorita Granger. — Ella es mi asunto pendiente.
Me quedé en blanco, ese amor si que trascendió al más allá eso quiere decir que... —: Te irás al más allá si ella fallece...
— No, solo si veo que está con un buen hombre... — Da un suspiro — Pensé que tú y ella...
— No, solo me ha besado para permitirme ver a los...— Fred fantasma Weasley parecía divertido y gozoso — ¿Cuál es el motivo para que tengas esa expresión de placer en tu rostro espectral?
— ¿esto te asustó? ¿te ha tomado de la mano? ¿ha bromeado contigo? ¿te ha protegido? ¿la has sorprendido caminando con su camisón fantasmal? — el exceso de preguntas logra confundirme y guardo silencio, lo que a él parece animarle para contarme de si — En vida fui parapsicólogo como tú, llegué aquí, hace tres años atrás. Con el paso de las semanas nos convertimos en la pareja Warren, enviando a las personas al más allá, liberándolos de su asunto pendiente... le enseñé a manejar el exorcismo y el uso de cosas místicas...
— Entonces no fue su padre quien le enseñó — Afirmo, eso lo explica todo. — Ya se me hacía extraño que supiera lo de la sal.
— Sí, éramos inseparables, pero la muerte no siempre es justa con los enamorados... debía dejar de vestir de negro— Ella te ha dado acceso a sus poderes, creo que resultará algo bueno de esto. ¿Cuánto tiempo piensas quedarte en Valle Normal?
Medito unos segundos. — Me gusta estar en esta mansión, no es tan terrorífica como pensé, es misteriosa y hay cosas sobrenaturales que me encantan.
— No te engañes, ella te agrada más de lo que quieres admitir y seguro que has de querer estar aquí el año próximo. — Dio un largo suspiro — Me dije lo mismo cuando estuve aquí. Nos íbamos a casar y me tuve que morir... Ella cree que he pasado al más allá, por lo que solo vengo a visitarla en estas fechas para cerciorarme si ya es feliz.
— ¿Qué haces el resto del año? — Mi curiosidad es inmensa.
— Paseo por el mundo, no sabes lo asombroso que es estar en casas poseídas por demonios, ayudar a sacerdotes a hacer un exorcismo. — Me da un guiño — Es el sueño realizado el poder tener todos los poderes que un parapsicólogo desea... lo terrible es que tuve que perder a la preciosa dama que vive aquí. Es doloroso no poder besarla y cuando intento tocarla ella tiembla como si estuviera en el Tíbet...
— Por ello podrás cruzar cuando se enamore de un hombre decente, algo me dice que le has espantado varios — Afirmo al ver ese atisbo de celos por sus ojos.
Se encoge de hombros. — Me declaro culpable, pero esos imbéciles solo querían la casa... en cambio tú has procurado dejarla durmiendo y atender el hotel...
"Solo quiere devolverle la ayuda. Quiero protegerla"
3
— ¿En serio lograste que se quedaran en las habitaciones que les asignaste? — Me pregunta incrédula.
Ambos estamos en su habitación, me he tomado la libertad de ir hasta Las tres escobas para traernos el almuerzo. Por lo que comemos juntos.
— Sí, como has dicho la mayor parte de ellos es amable, en cuanto a los groseros los he arrojado con ayuda de mi interacción mente-materia. — Digo orgulloso — Al regresar concilié con ellos, o se portaban bien o los iba a expulsar.
— ¿Sabes hacer eso? Es asombroso — se dedica a mordisquear sus patatas fritas. Se nota muy feliz.
Medité unos segundos, el que había dado esa advertencia fue Fred quien se hubo comprometido a enseñarme a hacer un exorcismo el resto del año con la condición de quedarme en esta mansión, no fue un soborno, en verdad quiero estar aquí. — Conocí a Fred, es un fantasma muy encantador, ha ido a visitar a su madre y hermanos, prometió que volvería para la cena.
— Él fue mi...
— Me lo ha contado todo, es muy amable y se nota que te tiene en mente. — Respondo tras beber el refresco.
— Soy su asunto pendiente, cree que no lo sé. — Ve hacia la ventana — Lo supe desde que murió, solo me ha estado espantando los pretendientes maliciosos. Como tú no eres uno de ellos te ha dejado quedar.
Asiento con la cabeza.
"Algo me dice que Fred me tiene estima o cree que yo y la señorita Granger... Olvídalo Draco, solo estás de paso en este valle nada normal, sin embargo, acabo de comprometerme a quedar, Malfoy eres estúpido."
No me resulta espantoso vivir con ella en valle normal, tal vez si tuviéramos un hijo tendría nuestros poderes, entonces ella y yo podríamos viajar por el mundo haciendo exorcismos mientras nuestro niño se queda cuidando de este hotel. Tal vez me gusta más de lo que quiero admitir, y mi padrino de bodas sería un fantasma.
Le regalo una sonrisa y decido besarla una vez más, no para recibir sus poderes sino para confirmar que ella es el motivo por el cual no me quiero ir de aquí.
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