A la mañana siguiente, Louis no estaba en la cama.
Corrió hacia el cuarto de baño a vomitar, tomó un baño rápido, al salir ordenó la habitación.

Al terminar salió hacia la cocina, frunció el ceño al ver rosas en la mesa, se acercó, tomó la carta.

“Te amo tanto, no me olvides por favor.”

Sus lágrimas comenzaron a salir.
Tomó su teléfono, llamó a Daisy, pero antes de contestar el timbre sonó varias veces.

Frunció el ceño y terminó la llamada, caminó hacia la puerta, al abrirla no había nadie.
Salió hacia el pasillo, solo vio como la señora Roberts salía con el pequeño del ascensor.

—Hola Harry buenos días ¿Cómo estás?— Sonrió al estar enfrente del chico.

—Hola, bien gracias ¿Y usted?—

—Todo bien.—

Hablaron un poco más, después de eso tomó a Theo en sus brazos, el pequeño se fue feliz.

Entraron al departamento, dejó al bebé en la sala viendo caricaturas. Theo ya sabía caminar perfectamente, eso le complicaba ya que siempre saltaba en los sofás, corría de un lado al otro.

Preparó rápido el desayuno, llevó un plato para compartir con el pequeño, pero antes sirvió un vaso de jugo, las risas se escuchaban en la sala, suspiró recordando cuando Louis lo ayudaba a cuidar a Theo, las risas de ambos se escuchaban por todo el departamento.

Tomó el plato y vasos de jugo, caminó hacia la sala, en donde vio a Theo corriendo de un lado al otro.

—Cariño te puedes golpear.— Le advirtió en un tono suave.

—¡No atrapas!— Gritó corriendo.

Harry frunció el ceño, tomó asiento en el sofá, dejó el plato en la mesita, junto a los vasos de jugo.

—Ven, vamos a comer.— El pequeño detuvo su paso.

Lo vio desde una corta distancia, soltó una pequeña risa.

—¡No tu!— Gritó señalando.

Harry frunció el ceño al ver que señalaba Theo, llevó su mirada hacia atrás de él, no había nadie.

—Mi amor ¿Que señalas?— Preguntó llevando su mirada hacia el pequeño.

Quién su sonrisa se había borrado, sus ojitos tenían lágrimas.

—No, no... No tú, tu y nene.—

—Mi amor...—Limpió sus lágrimas. Asintió sonriendo.

—¡Si!— Corrió y abrazó la pancita de Harry, el chico correspondió el abrazo.

—¿Estas bien?— Preguntó acariciando su cabello.

—Sí, él aquí.— El menor se tensó.

—¿Quién está aquí?—

—¡Lou!— Gritó emocionado.

Harry sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

No paso el día tranquilo, hizo la misma rutina, pero Theo seguía jugando con “Lou” aunque Harry ya le había explicado que Louis estaba trabajando, pero el pequeño siempre negaba.

Cuando la señora Roberts se llevó a Theo, ordenó todo, preparo la cena mientras cantaba.

‹Who knows when it'll come
When the air will slip out my lungs
Got the movie right in my head
And I don't wanna skip to the end
This could be the last night of my life
So why am I here pretending to like...›

—Que bonito cantas.— Dio un brinco del susto, llevó su mirada hacia el portal de la cocina, Louis estaba ahí, con la misma ropa del día anterior.

—¿Por qué tan temprano?— Apagó la estufa, caminó un poco hacia Louis.

—He pensando salir temprano del trabajo, convivir un rato más contigo.— Corrió a abrazarlo. —De ahora en adelante estaré más temprano en casa.— Sonrió.

—No sabes cuánta falta me hiciste, no vuelvas a irte por favor.— Lo abrazó fuerte.

—Siempre estaré contigo Harry...— Hundió su rostro en el cuello del menor.

Se separaron un poco, pero el rizado frunció el ceño.

—¿Por qué tu frente sangra?— Frunció el ceño y tocó su frente, vio la sangre.

—No... No es nada.—

—No, Louis ¿¡Qué pasa!?— Gritó alarmado al ver el brazo del mayor sangrado.

—Harry, tranquilo.—

El teléfono del menor comenzó a sonar, llevó su mirada hacia la mesa, al llevar la mirada hacia Louis, él ya no estaba, frunció más el ceño.

Corrió y tomó la llamada.

—Buena tarde ¿Hablo con Harry Styles?—

—Sí, con él habla...— La voz de una mujer lo interrumpió.

—Señor Styles, su solicitud para trabajar en la guardería Little adventures! Ha sido aprobada, por favor preséntese mañana a las ocho en punto, se le recomienda estar quince minutos antes.—

—Muchas gracias, ahí estaré.— Terminó la llamada.

Buscó a Louis con su mirada, pero no lo encontró.