Louis llegó a la habitación, en donde Harry estaba acostado en la cama viendo hacia la ventana, caminó hacia él, tomó asiento al lado contrario de la cama.

—Mi amor...—

No hubo respuesta.

—Uh... ¿No quieres ir a Doncaster?—

—¿Tú tienes que ir?—

—Sí, Daisy y Phoebe se van a graduar la otra semana y quieren que las ayude en los últimos detalles.—

—Esta bien, vete a Doncaster.— El mayor suspiró, acarició el brazo del menor.

—¿No quieres ir?—

—No tengo ánimos.— Cubrió su rostro con las sábanas.

Louis se acostó a su lado, lo abrazó y acarició su espalda.

—Se que te dijeron cosas horribles... Pero amor no puedes detener tu vida...—

—Lo dices porque a ti no te lo dijeron.—

—Sí, bueno... Lo se, pero amor no quiero que estés así, anímate no importa lo que te digan, lo lograste, te graduaste.—

—No lo entiendes... Nunca seré bueno para ellos, siempre seré un inútil por no seguir sus sueños, seré el mal hijo porque no apoyé los sueños de mis padres.—

—Cariño, veme a los ojos.—

—No.— Iba a darse la vuelta, pero Louis se lo negó.

—Quiero verte...—

—No.—

Poco a poco le quitó la sábana del rostro el cual estaba húmedo debido a las lágrimas.

—Eres único mi amor... Eres perfecto, eres feliz haciendo lo que te gusta amor y eso te hace único, no importa lo que digan los demás, lo importante es que tú confíes en ti mismo, así las cosas se te harán más fácil, cariño... Nunca te dejes guiar por malos comentarios, piensa en tus sueños y tu felicidad...—

Las lágrimas del menor siguieron bajando, lo abrazó fuerte.

—Te amo.— Susurró.—No se cómo logras tener confianza en mí.—

—Solo puedo ver tu futuro... Y en tu futuro serás una persona llena de éxitos.— Soltó una pequeña risa.

—Si claro... Adivino.— Asintió separándose cuidadosamente del menor.

Acunó sus mejillas, dejó cortos besos en sus labios.

—Sí amor, para tu futuro si.— Rieron.

—Gracias y perdón por mi actitud.—

—Tranquilo, se que es difícil, pero no pienses en eso, deberías estar saltando de alegría por tu graduación.— Rieron.

—No soy un adolescente.—

—Vamos aguafiestas.— Subió al menor, Harry comenzó a reír.

—Tú eres más aguafiestas.— Sonrió.

—No.—

Buscó los labios del rizado, Harry cerró aquella distancia, comenzaron a besarse tranquilamente.

Después de aquel episodio romántico, viajaron a Doncaster, ese semana la señora Roberts tenía vacaciones, por lo cual ella cuidaría a Theo, Louis también tenía vacaciones, por lo cual iban a convivir con su familia.

Esa semana las gemelas estaban nerviosas por su graduación, estaban a un paso de la universidad, esa semana vieron los atuendos, la comida, recepción, arreglos e invitados.

Louis estaba de un lado hacia otro, sus hermanas lo tenían corriendo del centro comercial hacia la casa y viceversa.

—¡Hermano!—

El mayor suspiró profundamente, estaba abrazando a Harry en la habitación, bufó varias veces.

—Ve amor.—

—No, ya hice todo, me cansé.— Negó sonriendo.

De un momento al otro Harry se colocó de pie rápido corrió al cuarto de baño.

—¡Hermano!— Gritó Daisy abriendo la puerta de la habitación.

—¿Qué?—

—¿Me puedes llevar al centro comercial?—

—Solo tengo que...—

—¡Vamos!—

—Pero...—

—Vamos.— Lo ánimo.

Harry salió del servicio, sonrió al verlos.

—Cuñado vamos al centro comercial, tienes que ayudarme a elegir la ropa casual.—

—¿De donde sacas dinero?—

—Tengo ahorrado, ahorre desde el año pasado.—

—Bien, vamos.— Sonrió.

En algunos minutos se arreglaron para ir al centro comercial.

—¿Amor estás bien?— Tomó su mano.

—Sí, como sabes... No comía nada en las últimas semanas... Ahora que quiero comer se me hace difícil.—

—Iremos al doctor, dejaré a Daisy en el centro comercial y vamos al doctor. —

—Tranquilo, solo...—

—No amor, iremos para verificar si todo está bien, no tienes de que preocuparte.—

—Esta bien.— Murmuró abrazándolo. —Pero ¿Te parece si primero comemos algo? Es que tengo hambre.— Negó riendo.

—¿Qué gustas comer?—

—Una hamburguesa.—

—Esta bien amor.— Rieron.