El menor suspiró y sonrió.

-Bueno, aún son mis padres.- Alzó los hombros.

-Oye cuñado, siente en familia aquí, si tus padres no te quieren en su vida, nosotros si.- Le dijo Daisy, quién caminaba con una soda en la mano.

-Gracias.- Le entregó una soda, sonrió y agradeció nuevamente.

-¿Y a mi?- Preguntó Louis separándose un poco.

-Tienes piernas, ve a buscarla por ti mismo.-

-A veces se me acaba el cariño.- Bufó.

-Gracias.- Rodaron los ojos.

-¿Quieres galletas cuñado?- Lottie y Phoebe llegaron a la sala.

-Gracias.- Daisy y Louis iban a tomar una galleta, pero Phoebe lo evitó golpeando su mano.

-Cuñado dijo.- Ambos bufaron.

-Gracias.- Tomó tres, le dio una a Daisy y una a Louis.

-Gracias.- Daisy empujó a Louis y tomó asiento al lado de Harry, Lottie y Phoebe hicieron lo mismo.

-¿Te gustaría ir al centro comercial?-

-Podemos comprar ropa, ir a comer algo...-

-¿De noche?- Preguntó Louis caminando hacia el sofá en donde se encontraba su madre.

-Mejor aún, vamos a una fiesta, es viernes, vamos.-

-¡Si!- Gritaron las hermanas de Louis.

-Vamos a arreglarte.-

Se llevaron a Harry a la habitación, Louis frunció el ceño.

-Y se llevaron a mi novio.- Se cruzó de brazos.

-Era de esperarse cariño.- Jay lo abrazó, el mayor se recostó en el sofá.

Al paso de minutos sus tías y primos se fueron, Jay comenzó a prepar la cena, Louis estaba subiendo las maletas, eran aproximadamente las nueve de la noche.

Ordenó las maletas en su habitación antigua, hasta que la puerta fue llamada.

-Pasa.- No vio quién entró, ya que estaba viendo su habitación.

-¿Lo amas demasiado?- Se escuchó la voz de Daisy.

Louis llevó su mirada hacia su hermana, la chica aún no estaba arreglada para salir, tomó asiento en la cama.

-Demasiado Daisy.- Tomó asiento al lado de su hermana.

-¿Cómo se conocieron?-

-¿Recuerdas la reunión que te dije?-

-¿En esa reunión?- Negó.

-Al volver, bueno el dueño del lugar en donde rento el departamento no sabía que yo iba a volver, así que le rentó a Harry el departamento, el día que llegué estuvo esa confusión, le pedí a Harry si podía quedarme en la habitación que iba a usar de bodega, ya que no me quería despertar temprano para ir a la ciudad y toparme con tráfico, él aceptó, hace semanas estuvimos conviviendo como amigos, pero no te niego que me estaba enamorado de él, cada día al llegar del trabajo le llevaba una rosa roja, Harry me esperaba con la cena lista, los sábados y domingos él estudia, así que lo voy a recoger a la universidad, me da un girasol, preparamos el almuerzo juntos, la cena juntos... Joder Daisy estoy tan enamorado de mi chico.-

La hermana menor sonrió, lo abrazó.

-Hermanito me alegro que seas feliz, Harry se nota que está muy enamorado de ti, ya me contó la misma historia, pero quería escucharlo de tus labios, estoy tan feliz, en serio mereces ser feliz, ya te jodimos mucho desde niño.- Comenzó a reír.

-No me pesaba nada cuidarlas.-

-Lo sabemos, pero ahora ya estás preparado para tener hijos, yo ya quiero sobrinos.-

-Muy pronto.-

-Vamos, aunque sea uno, ya nuestros primos me caen de la mierda.- Rieron.

-Más adelante Daisy.-

-Espero sea niña.-

-No, mejor niño.-

-Tu porque quieres que juegue fútbol.-

-Sí, es más que claro.- Rieron.

-Bien, ahora vamos, arreglate.-

-¿A donde?-

-A una fiesta idiota, vamos.-

-¿En serio?-

-Todos dicen que cuando estabas más chico salías de fiesta, eras el alma de las fiestas, ahora no seas aguafiestas.-

-Esta bien, solo porque mi novio va.- Asintió emocionada.

Daisy salió de la habitación, Louis caminó hacia el armario.