Capítulo 7.

一¡Jeongin!

El castaño se volteó hacia el pelinegro que se acercó a él a paso apresurado, Hyunjin dejó un beso en su mejilla como saludo, haciendo que se ruborizara.

一Hola. 一murmuró el más bajo, encantado, se sonrieron.

一Mañana hay una muestra de arte, tengo dos entradas, tienen desde pinturas hasta un show de danza, ¿Quieres acompañarme?

Jeongin rió con algo de nervios, con vergüenza murmuró: 一Lo siento, iría, pero... Tengo una cita con alguien más.

Minho en parte sonrió con orgullo al ver la expresión emocionada de Hyunjin desaparecer.

一Oh, bueno. 一dijo, acomodó sus cabellos largos con algo de incomodidad.

一N-No es lo que piensas. 一Jeongin negó, moviendo sus manitos frente a él一. Voy a... Ver a alguien, al cementerio.

一Oh, Jeongin, no necesito explicaciones. 一dijo HyunJin, aunque se notaba más aliviado después de escuchar eso y volvió a sonreír一 Lo siento mucho.

一No, está bien.

一Bueno, lo dejamos para otro día, ¿Sí? 一Jeongin asintió一. Nos vemos, Innie, cuídate. 一besó su mejilla otra vez para despedirse, antes de salir del estudio con una encantadora sonrisa en sus labios.

Fue al vestuario y lo primero que le dijo a Minho fue un no sé sí me gusta.

一¿Cómo que no sabes sí te gusta? 一preguntó el mayor一. ¡Jeongin! Tiene cara linda, le gusta la danza, sonríe bonito y tiene abdominales donde podrías lavar la ropa, ¿Cómo que no te gusta? ¿Sabes lo que ahorrarías en la lavandería?

Jeongin rió por lo de los abdominales.

一Te recuerdo, Minho, que mi tipo son flacuchos, sensibles, que piensan mucho, critican a la sociedad, me dan atención y me cuidan mucho.

一No conozco a nadie así. 一Minho negó.

一Claro, yo tampoco.

Practicó su baile una vez más, su entrenador le dijo lo mismo de siempre, pero que hoy había mejorado un poco más, así que lo que dejó ir más temprano.

Tomó su celular y vio varios mensajes de un número que no le hablaba desde hacía unas cuantas semanas.

一Chan dice que ha mejorado lo suficiente para dejarle usar el celular más de una hora al día. 一le comentó Jeongin a Minho.

El rubio se encogió de hombros, en verdad, no le gustaba mucho hablar de él desde lo que había pasado.

一Aún le queda mucho en el loquero para que pueda salir. 一dijo Jeongin, con algo de alivio.

一Jeongin, no lo digas así, queda muy despectivo, él no tiene la culpa de estar mal. 一dijo Minho, su ceño estaba ligeramente fruncido.

Jeongin lo miró un segundo hasta que suspiró, asintiendo.

一Tiene la culpa de otras cosas. 一dijo, por lo bajo.

一Tampoco, él no lo hizo a propósito. 一corrigió一. La depresión hace que hagas esas cosas y que hables tan feo no lo ayuda.

Jeongin parpadeó para despejar su vista, Minho acarició su cabello.

一Él no tiene la culpa de lo que me pasó, ¿Está bien? Fue un accidente, necesita apoyo con lo que tiene, no le tengas rencor, no va a cambiar nada. 一continuó hablando el rubio con tranquilidad, aunque Jeongin no reaccionó一. ¿Qué tal sí hago tu comida favorita? 一preguntó Minho, mirando al castaño, quien negó.

一Hace meses no como eso.

一Lo sé, por eso te lo estoy ofreciendo.

Jeongin lo pensó un momento.

一¿Puedes hacer eso? 一cuestionó, a lo que Minho hizo una mueca de “puedo intentar”一. Bueno, me gustaría...

El mayor asintió y sonrió, hacía mucho que no cocinaba tampoco.

La comida favorita de Jeongin eran unos tacos picantes en donde Minho, básicamente metía todo lo que quedaba en la heladera, le agregaba una que otra cosa más y resultaba en una especie de revuelto, al que el menor le gustaba poner picante, lo podía comer solo o con una tortilla de maíz para que tuviera más interés.

Al final del día, Jeongin estaba con una verdadera sonrisa y un rubor en sus mejillas, totalmente encantado y sintiéndose mimado.

一Gracias.

一No me agradezcas, tonto. 一Minho hizo un gesto con su mano para que no se molestara.

一Eres muy lindo conmigo, siempre lo fuiste.

一¿Sentimentalismo? Nada de sentimentalismo, Yang.

一Minho.

一Yang.

一Te amo.

Minho sonrió mínimamente, sus mejillas se ruborizaron.

一También te amo.

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