一Jeongin, deja de llorar. 一Minho estaba atando los cordones de las zapatillas del menor.

Jeongin había querido impresionar a unas chicas en la pista de atletismo, pero había terminado cayendo por llevar los cordones desatados, se había raspado las rodillas bastante feo y había tenido que curarlas con algo de agua oxigenada y un poco de algodón, y ahora tenía los pantalones arremangados sobre sus heridas.

一Pero duele~ 一se quejó, haciendo pucheros, también se había golpeado la cara, así que cargaba una bolsa con hielo sobre su frente, donde estaba rojo por el golpe.

一Jeongin... 一Minho lo miró con cansancio一. Eres un idiota.

一Ya lo sé~

Minho se levantó con un quejido y se sentó a su lado.

一Pero por algo salí contigo, ¿No? 一dijo el menor luego de un rato, Minho lo miró y frunció el ceño con una mueca en sus labios一. Y por algo salías conmigo. Así que también, Minho, eres un idiota.

Minho se tomó un segundo completo para pensarlo y al final asintió.

一Sí, también por algo estoy aquí... Sigo aquí, así que sí, Yang, te confirmo que también soy un idiota. 一dijo, se sentó a su lado.

Jeongin asintió levemente, se apoyó un poco sobre Minho, tanteando terreno, el mayor no se movió, así que Jeongin prosiguió para apoyar su cabeza en el hombro del otro.

Y Minho lo dejó, porque le gustaba, porque le hacía sentir más vivo por dentro.

En su mente, Jeongin pidió que el mayor volviera con él, que de una vez, lo aceptara de nuevo, porque nunca encontraría a nadie más como él.

Pero era cuestión de recordar porqué habían roto y porqué Minho estaba como estaba, para soltar todo ese deseo con un suspiro cansado.