—¡Feliz Cumpleaños, Jeonginnie~!

La casa se llenó de aplausos y vítores, Jeongin sonrió complacido, mientras su amigo Hyunjin lanzaba confeti sobre él, Changbin sacaba fotos y Seungmin le gritaba al segundo mayor por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Félix reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellos cuatro de invitados, cinco con Jeongin.

Seis con Chan.

—Jeongin, tengo tu primer regalo en tus veinticuatro años —murmuró Félix cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora al castaño más bajo, quien lo miró con ojos expectantes.

El menor sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Hyunjin gritó como colegiala, Changbin alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Seungmin comenzó a decir que dejara al niño en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Chan bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Jeongin fue mirar hacia él, con temor de que Chan estuviera herido por aquello.

El rubio negó, sonrió de forma honesta.

—Es el indicado —dijo, y Jeongin pudo escucharlo perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde los cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que Jeongin terminara de cortar el pastel.

—¿Alguno habló con Jisung? —preguntó Changbin, con lo que los otros dos mayores negaron.

—No volví a hablar con él desde lo de Chan —dijo Hyunjin, directamente.

—Shhh —lo cayó Seungmin—. Jeongin se la está pasando muy bien y ahora tenemos a este chico para distraerlo, no arruinen esta noche —palmeó el muslo de Félix, se sorprendió por lo duro que estaba—. ¿Cuánto ejercitas? —preguntó.

Félix ​se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendido por ser considerado una "distracción", no sentía ser eso

—¿Qué?

—Oh, no, no —Hyunjin negó, agitando su mano—. No te lo tomes personal —añadió, sonriendo—. Es que... Jeongin ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... después de un año, pero al menos te tiene a ti ahora, no sé qué sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Félix ​se detuvo unos segundos a pensar, pero terminó negando

—La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Chan? ¿Qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Jeongin, sabiendo que había escuchado.

El castaño levantó el plato con las manos temblorosas, rio de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Chan abrazarlo por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, el rubio ajustó el abrazo, haciendo que Jeongin se tranquilizara un poco más.

—¿Jeongin? —alzó la vista hacia Félix, quien estaba a un metro de él, con expresión preocupada—. Lo siento, ¿estás bien?

Jeongin ​asintió sin más.

—Chan es mi ex novio —dijo, hablando para Félix, pero sin mirarlo directamente—. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Jisung, quién en algún momento fue mi amigo, pero estábamos muy alejados para entonces... mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche.

» Él tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que lo estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado.

» Chan fue el primero en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor.

» Jisung había querido tirarse, Chan lo salvó, pero terminó cayendo él... y cuando llegué fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas, en la sala, Changbin, Seungmin y Hyunjin discutían en lo bajo sobre que deberían haberle contado a Félix antes de venir para evitar darle un mal rato a Jeongin, y que eran todos unos estúpidos.

Félix tomó un par de servilletas y se acercó a Jeongin con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

—Jeongin, lo siento muchísimo —dijo el mayor, haciendo que Jeongin llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema—. Estoy seguro que Chan te ama donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegido —acarició sus mejillas y Jeongin sonrió mínimamente.

Félix dejó un beso en su frente.

—Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sólo. Lo sabes, ¿no? —Jeongin asintió—. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mí también —lo abrazó y Jeongin se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Chan sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que, de su Jeongin, pudiera ser feliz con alguien, alguien que estaba vivo y podía vivir con él.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Félix, haciendo que un escalofrío lo recorriera.

—Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida —susurró en su oído, y los ojos de Félix se abrieron ampliamente.